miércoles, 25 de noviembre de 2009

¿Que es el TRCD?


El Método TRCD es un método de trabajo corporal, a partir de un paradigma nuevo de evolución emocional que se corresponde con el desarrollo físico y mental del individuo.
Una de sus principales aportaciones es el concepto de ADN Emocional. Al igual que el ADN somático presente en los cromosomas, es un código de comportamiento celular que estructura nuestro cuerpo físico con una serie de características individuales y del colectivo (especie humana), el ADN emocional que se encuentra situado en la columna vertebral, estructura un eje de comportamientos emocionales inscritos en las vértebras de nuestra columna, que se van activando o “poniendo en marcha” en correspondencia con los acontecimientos vitales de las etapas de crecimiento: infancia, pubertad y madurez.

Definiciones:

Vértebra: Es un paso dentro de nuestro camino evolutivo que registra una información parcial; dicha información se centra en una parte corporal y en una parte del campo sensitivo (sentidos) conjuntamente; estas informaciones nos llevan a expandir, en nuestra vida cotidiana, un proceso a nivel emocional.
Hay dos informaciones contenidas en cada vértebra:
·La información energética está contenida en el color en el que vibra la vértebra.
·La información emocional se corresponde con los conceptos emocionales contenidos en la vértebra.
·La información emocional sirve de puente entre la parte energética (color), y la parte de masa de la vértebra (el tejido óseo).
Las informaciones contenidas en una vértebra determinada se relacionan con una zona corporal y con un sentido que vibran en el mismo color de la vértebra y contienen la misma temática emocional.

Emoción: La definición que hace la TRCD de la palabra Emoción es “Mi capacidad para vivir”. Es decir, que cada uno de nosotros tiene sus capacidades y no capacidades emocionales, al igual que tenemos una serie de capacidades físicas e intelectuales y no tenemos otras. Por ello los conflictos emocionales deben ser tomados como “retos”que cada uno de nosotros convertiremos en “logros”.
Esta es la manera evolutiva de irnos desarrollando a lo largo de nuestra vida porque es una forma positiva de contemplar cuanto nos sucede. Cada vez que conseguimos un logro aumentamos nuestra energía y por ello nos sentimos más vitales y con ganas de emprender nuevos retos.

Conflicto emocional: Situación existencial en relación con el propio individuo y con la forma de vincularse con su entorno. Puede dar lugar a un bloqueo en el fluir de la energía si no se afronta y se resuelve de forma adecuada. Dicho bloqueo repercutirá en el cuerpo físico en relación con la gravedad y persistencia del bloqueo, produciéndose desde trastornos leves a enfermedades.

El ADN emocional

Llamamos ADN al programa emocional de la especie humana contenido en la columna vertebral. Consta de dieciocho vértebras, cuyas informaciones emocionales se activan a lo largo del desarrollo evolutivo del ser humano, desde los dos años hasta los cincuenta. Cada una de ellas vibra en un color que forma circuitos con las restantes vértebras del mismo color y se relaciona con zonas corporales que están implicadas en los temas emocionales presentes en esas vértebras. Numeramos a las vértebras de abajo arriba ya que es el sentido de desarrollo evolutivo del ser humano desde los dos años. A esta edad el niño ha desarrollado el lenguaje con un inicio de sintaxis y es cuando empieza su capacidad para poder vincularse e iniciar el desarrollo evolutivo de la EMOCION.
El ADN Emocional es el eje de la Energía Masculina que recorre y construye nuestro cuerpo ayudándonos a coger la fuerza y seguridad que necesitamos para la vida

El Esternón

Se sitúa en la parte anterior de nuestro tórax y constituye el eje de la Energía femenina que recorre nuestro cuerpo y nos ayuda a crear vínculos con nuestro entorno.
Consta de nueve vértebras que numeramos de abajo arriba y llamamos Vértebras de Interrelación.
Energéticamente forma circuitos de color con las vértebras del ADN Emocional. La información contenida en estas vértebras se desarrolla únicamente en la etapa adulta pero el que los vínculos se desarrollen adecuadamente en la madurez, viene condicionado por los bloqueos en el desarrollo emocional de las etapas de la infancia y pubertad.
Cada salto evolutivo de una vértebra a otra de un circuito, supone una oportunidad de resolver los conflictos que se gestaron en las etapas anteriores, ya que la energía propia de ese salto evolutivo da la facilidad a la persona de conectar

EL CIRCUITO BLANCO
Para entender mejor la correlación del color de cada una de las vértebras, con la información emocional que contienen y las zonas corporales implicadas, vamos a ver como ejemplo el circuito blanco, que consta de tres vértebras, 1ª y 10ª del ADN EMOCIONAL y 1ª del Esternón.

Primera vértebra (5ª lumbar), vibra en blanco, está en relación con la madre, y la propia fuerza y energía; la información se abre a los dos años, lo que quiere decir que el niño ya tiene capacidad corporal emocional para tener conflictos con su madre (conflictos que estarán relacionados sobre todo con la afectividad), y también tiene la capacidad para resolverlos. Forma circuito de color con la vértebra 10 (8ª dorsal) que también vibra en blanco, se abre a los 16 años y su información emocional son Las relaciones. Esto quiere decir que si el niño no resolvió los conflictos con su madre, a los 16 años puede tener conflictos en sus relaciones de todo tipo: consigo mismo, con los demás, sexuales, de dinero etc.
Las zonas corporales correspondientes son: toda la zona anterior de cuello, tronco y abdomen y sobre todo el “michelín” que se sitúa por encima de la cintura y que tan difícil resulta de eliminar. En la cara, estos conflictos están relacionados con los pómulos.

Estas dos vértebras están situadas en el eje de la ENERGÍA MASCULINA que es la columna vertebral.

El circuito se completa con la Vértebra 1 de Interrelación que corresponde al conceptual MUJER. Vibra también en blanco y se sitúa en el esternón, inmediatamente por encima del apéndice xifoides. Esta información emocional se abre cuando la niña tiene su primera regla, o cuando el niño o adolescente tiene su primera relación con un miembro del sexo femenino.
La zona corporal corresponde al rostro, boca, nariz, y ojos.
Si las informaciones de las vértebras de base 1 y 10 están bloqueadas, será difícil para la niña coger toda su fuerza y responsabilidad como mujer.

Las dieciocho vértebras de la columna, y las nueve vértebras del esternón, forman circuitos de color que ponen en correspondencia diferentes conflictos emocionales con sus zonas corporales. De esta manera obtenemos un mapa corporal que unifica el color -parte energética- con el cuerpo físico -parte material- a través de los aspectos emocionales del individuo.

Todo este desarrollo corresponde a una primera capa energética que denominamos Energía Masculina y que permite al individuo anclarse en sí mismo cogiendo fuerza y seguridad y a una segunda capa de energía, la Energía Femenina, que potencia los vínculos con el exterior: pareja, hermanos, hijos, amigos, etc. y cuyo eje de información emocional es el esternón.

La manera que un individuo tiene de afrontar los diferentes conflictos emocionales que se le van presentando a lo largo de su vida, depende del programa emocional, codificado en su ADN Emocional. Así, para algunas personas les es fácil encontrar pareja, y encuentran satisfacción en sus relaciones amorosas, mientras que para otras supone un grave problema que pueden mantener a lo largo de toda su vida. Pero esa persona para la que la pareja no es conflicto, puede tener muchas dificultades con el dinero o con alguna otra de las informaciones. Nadie puede tener todos los conflictos activados, ni tampoco no tener ninguno, ya que como hemos visto, los conflictos emocionales constituyen la base del desarrollo humano.

Los instrumentos de tratamiento del Método TRCD

El Método TRCD es una terapia para la vida, ya que un objetivo prioritario de los profesionales de la TRCD, es ayudar a la persona que acude a nosotros a “poner su cuerpo a punto” para que salga a la vida y “viva”, es decir, que se atreva a implicarse consigo misma, aprendiendo a conocerse y a aceptarse, y hacia el exterior en el trabajo, la pareja, las relaciones, la sexualidad, etc.
Por ello podemos abordar numerosos conflictos, tanto de orden corporal, como emocional, mental y relacional. Como nuestro punto de partida siempre es el cuerpo nuestras herramientas también son fundamentalmente corporales. Utilizamos también la liberación de la palabra, unida al trabajo corporal, para que el cliente vaya eliminando los registros mentales que se asocian a los bloqueos corporales que presenta. Así, al trabajar el cuerpo y la mente juntas, es más fácil que se reestructure la zona afectada.

Algunas de nuestras herramientas de trabajo son:
· Masajes específicos para las diferentes zonas corporales y sus trastornos; liberan los bloqueos al reconducir la energía.
· Ejercicios físicos para movilizar los diferentes conflictos emocionales en las zonas corporales correspondientes.
· Recomendaciones dietéticas. Los alimentos estructuran el cuerpo a través de sus características energéticas que dependen de su color, forma y de donde proceden.
· El color en el cuerpo: Aprovechamos la pintura facial y corporal, así como el color de los vestidos, para subir nuestra energía.
· Los productos corporales: A todos los productos diarios con los que nos cuidamos podemos darles un sentido que nos ayuden a desbloquear nuestro cuerpo.
· La visualización: Nos ayuda a eliminar de nuestra mente los pensamientos que bloquean nuestra acción corporal.
· El trabajo con símbolos: de los que nuestro cuerpo coge la energía que necesita para realizar un trabajo emocional específico.

El trabajo emocional con el Método TRCD prepara a nuestro cuerpo y a nuestra mente para salir a la vida y poder afrontar los obstáculos que se nos presenten, porque aprendemos a convertirlos en retos y logros personales. Abrirnos a las oportunidades que la vida nos ofrece para desarrollar nuestras capacidades nos conducirá a vivir con vitalidad e ilusión nuestro día a día.

Curacion Espontanea


¿Es posible inducir “curaciones espontáneas” con la Psiconeuroacupuntura?

Los médicos siguen sin poder explicar las llamadas “curaciones espontáneas”. Y, sin embargo, según Juan Pablo Moltó Ripoll pueden lograrse hipotéticamente con una de las técnicas de Psiconeuroacupuntura, método terapéutico que con una de sus técnicas permite llevar a los enfermos a un estado alterado de conciencia inducido mediante respiración holotrópica mientras están siendo tratados bioenergéticamente de forma simultánea con agujas de acupuntura. Licenciado en Medicina Tradicional China así como fundador y director de la Asociación Española de Psiconeuroacupuntura él mismo nos lo explica.


Antes de explicar de manera breve y sintética la propuesta terapéutica que representa la Psiconeuroacupuntura me gustaría recordar al lector que a día de hoy hay básicamente tres concepciones distintas de entender lo que se ha dado en denominar enfermedad algo que, a su vez, define la existencia de tres grandes enfoques terapéuticos o paradigmas médicos.
El primer enfoque corresponde a la concepción hoy predominante, trata al enfermo como una máquina y busca las causas de las enfermedades para intentar así curar o paliar sus efectos. Es pues mecanicista y propia de una concepción puramente newtoniana del universo. La conocemos como medicina alopática, convencional, ortodoxa o farmacológica (algunos la llaman también científica en un intento realmente patético de desacreditar a las demás).
En segundo lugar están las llamadas medicinas alternativas o complementarias cuya filosofía es sustancialmente diferente a la que sustenta el modelo alopático aunque existen muy diferentes corrientes. Entre ellas se halla la Medicina Psicosomática siendo la idea general que la sustenta el que lo que pensamos y sentimos puede “somatizarse”, es decir, repercutir físicamente en el cuerpo. Ejemplos de este segundo paradigma son la Psiconeuroinmunología y la Anatheóresis pero también las llamadas terapias bioenergéticas, es decir, las que básicamente actúan reequilibrando la energía que vitaliza el organismo y que en Oriente se conoce como Chi o Prana. Son los casos –entre otros- de la Medicina Tradicional China, el Ayurveda y, por supuesto, la Psiconeuroacupuntura. Estas corrientes comparten la idea de que la materia no es sino energía con mayor o menor grado de condensación (léase vibración). Y sus postulados se apoyan en los conocimientos más avanzados de la Física Cuántica y una concepción holográfica del universo.
El tercer y último paradigma sería el espiritual y se basa en el concepto abstracto de la existencia de entidades inmateriales inteligentes que actúan -o podrían hacerlo- sobre nosotros por lo que cabría dirigirse a ellas para pedirlas ayuda; desde Dios hasta los ángeles, los santos o los duendes. En última instancia se trataría pues de actos de fe; no es en cualquier caso objeto de este artículo por lo que no me extenderé en ello.
Ahora bien, ¿y dónde encajan las llamadas “curaciones espontáneas”? Porque todos sabemos de personas que han recuperado la salud siguiendo uno u otro tipo de medicina pero, ¿cómo se explican las curaciones que no se deben a ningún tratamiento, sea éste convencional o alternativo? No nos referimos obviamente a enfermedades menores sino a dolencias graves; por ejemplo a casos de cáncer en estado terminal. Todos los médicos saben de su existencia. Y no se lo explican. De hecho son muchos los médicos y científicos –Deepak Chopra, Andrew Weil, Amit Goswani, Edgar Mitchell, etc., por citar sólo algunos de los más conocidos a nivel mundial- que han intentado explicar el fenómeno desde varias perspectivas. Pero todas las posibles explicaciones ofrecidas hasta ahora son, a mi juicio, incompletas.
Voy a permitirme citar el caso de una paciente del doctor Weil: la señora S. R. Se trataba de una mujer que sufría un tipo de cáncer linfático denominado Hodgkin en fase III y que estaba embarazada por lo que como las terapias propuestas por los oncólogos suponían poner en grave peligro el feto optó por buscar alternativas. Le propusieron entonces una terapia innovadora y aceptó seguir un tratamiento que incluía el consumo de LSD o ácido lisérgico, droga psicodélica sintetizada por primera vez en 1938 por el químico suizo Albert Hofmann que induce estados alterados de conciencia -comparados en ocasiones con los de la esquizofrenia o la experiencia mística- y que coloquialmente se conoce como tripi. Pues bien, durante el tratamiento el médico le animó a que profundizara en sí misma y a que se comunicara con la vida que tenía en su vientre. Según contaría luego la paciente en ese momento tuvo un auténtico “fogonazo” de inspiración y sintió que era ella la que podía elegir seguir viviendo o no. El caso es que tras esa “iluminación” o “fogonazo” la enfermedad de S. R. empezó a remitir, el cáncer desapareció y terminó dando a luz a un bebé feliz y sano. ¿Qué es lo que pasó?, se preguntará el lector. Hay quien piensa que no se trató sino de uno más, entre multitud de casos similares, que demuestran que la mente puede influir en la materia sólo con desearlo. Y no, no basta con desearlo. No es suficiente. Hay que creerse realmente que es posible. Y eso pasa por sentirlo.
A S. R. le funcionó porque la terapia con LSD le llevó a un estado alterado de conciencia que le hizo no razonar el asunto sino vivenciarlo internamente, sentir que eso era así, que su curación sólo dependía de ella, de su convicción. Fue esa bomba de energía la que le curó. Es decir, experimentó una especie de iluminación, de entendimiento superior al normal. Y la pregunta obvia es: ¿puede eso conseguirse a voluntad? ¿Pueden generarse potentes “bombas de energía” –por llamarlas de alguna manera- con una fuerza curativa tan poderosa? A mi entender, sí. Por ejemplo con la terapia que a continuación voy a exponer. Pero antes déjeseme aclarar que no es lo mismo “saber” que “sentir”. Porque no sirve de nada que una persona que tiene cáncer sepa que su mente puede curarlo. Tiene que sentir que es así. Y aquí es donde entra mi propuesta terapéutica basada en la Psiconeuroacupuntura o PNA.
¿Cómo? Pues aprovechando los conocimientos de los distintos enfoques terapéuticos antes mencionados y afrontar todas las enfermedades graves –incluido el cáncer- a nivel físico, emocional, mental y espiritual de forma simultánea.
A nivel energético utilizando las agujas de acupuntura a fin de reequilibrar el organismo y lograr que ésta fluya libremente. En este caso la conciencia del sujeto no es importante pues es un acto terapéutico que realiza el terapeuta sin que intervenga la conciencia del paciente. Podemos así hacer que sienta aunque no sepa, justo lo contrario de lo que suele ocurrir normalmente porque lo habitual es que los pacientes sepan pero no sientan y/o no crean. Con la Acupuntura haremos que sientan aunque no crean.
Pero, ¿y si además de hacerle sentir le explicamos al paciente en qué consiste su enfermedad en el plano no-físico y que puede hacer algo para evitarla? Pues eso supondría hacerle tomar conciencia de algo que seguramente no sabía. Bueno, pues si esa explicación se da mientras tiene las agujas puestas comprobaremos que el nivel de conciencia que alcanza el paciente es aún mayor.
¿Quero insinuar que así se producirá entonces el “fogonazo”, la iluminación, que provocará la curación? Seguramente no. Dudo que haya así, sin más, una remisión espontánea de la enfermedad que le aqueje. ¿Y entonces? Pues entonces hay que recurrir al tercer paradigma, al basado en la fe. Pero no pidiendo ayuda a entidad espiritual alguna sino provocando en el paciente ¡un estado alterado de conciencia! ¿Con LSD u otra sustancia psicoactiva quizás? Obviamente no. No parece viable ni aconsejable hacerlo teniendo el paciente puestas las agujas de acupuntura. Además en España no es sencillo el acceso a esas drogas. Por otra parte, no es necesario. Hay una opción mucho más sencilla: la respiración holotrópica que desarrollaron los psiquiatras Stanislav Grof y Cristina Grof. Hablamos de una técnica basada en someter al paciente a una hiperventilación controlada que, acompañada de una suave música, permite inducirle rápidamente un estado alterado de conciencia (el lector puede encontrar en nuestra web –www.dsalud.com- información completa sobre la Respiración Holotrópica en un reportaje que publicamos en el nº 86).
Dirigido por alguien experto la técnica permite que el paciente sature de oxígeno los capilares arteriales más externos; es decir, los distales. ¿Le parece increíble? Pues está comprobado. Y si lo duda respire usted muy rápido de forma intensa y comprobará pronto cómo se le duermen los dedos de las manos. Algo que ocurre porque la corteza cerebral -la parte más distal del cerebro que es el neocórtex- se satura y deja de controlar o imponerse al cerebro emocional o sistema límbico siendo ello lo que altera la conciencia.
Termino añadiendo que llegados a este punto de la terapia es posible que el paciente sienta lo que antes únicamente sabía. Y que es el momento en el que puede darse el “fogonazo” o “iluminación” y la curación espontánea ya que si el epifenómeno ocurre el extraordinario torrente de energía que se genera puede revertir el proceso patológico y hacer que la salud del sujeto se normalice. Por tanto, llevada a cabo por personal cualificado se trata de una vía terapéutica no agresiva a tener en cuenta en este mundo en el que tanto abundan las llamadas enfermedades terminales.
En suma, hablamos de una síntesis terapéutica que, superando la mera fe, induce en el paciente a nivel espiritual la autocuración mental, emocional y física.

El Ritmo


RITMO

"Todo fluye y refluye, todo asciende y desciende; la oscilación pendular se manifiesta en
todas las cosas; la medida del movimiento hacia la derecha es la misma que el de la
oscilación a la izquierda; el Ritmo es la compensación."

El Quinto Gran Principio Hermético - El Principio del Ritmo - encierra la verdad de que en todos se manifiesta una oscilación medida, movimiento de ida y vuelta, un flujo y reflujo, un movimiento semejante al del péndulo, una marea con suba y baja, manifestándose siempre entre los dos polos los planos físico, mental y espiritual. El principio del Ritmo está estrechamente relacionado con el principio de polaridad, descripto en el capítulo anterior. El ritmo se manifiesta entre los dos polos establecidos por el principio de polaridad. Esto no significa, sin embargo, que la oscilación rítmica vaya hasta los extremos de cada polo, pues esto sucede rarísimas veces. En realidad, es muy difícil establecer los opuestos polares extremos en la mayoría de los casos.
Pero la oscilación es siempre "hacia" un polo primero, y después "hacia" el otro.
Siempre hay una acción y una reacción, un avance y un retroceso, una elevación y una caída, manifestándose en todas las cosas y fenómenos del universo. Moles, mundos, hombres, animales, vegetales, minerales, energías, fuerzas, mente, y materia, y hasta el mismo espíritu manifiestan este principio. El principio se manifiesta en la creación y destrucción de los mundos, en la elevación y caída de las naciones, en la historia de la vida de todas las cosas y, finalmente, en los estados mentales del hombre.
Empezando por las manifestaciones del Espíritu - el TODO -se verá que siempre hay una Emanación, seguida de Absorción, "la respiración y la aspiración de Brahm", según dicen los brahmines. Los universos se crean, alcanzan el punto más bajo de maternidad y entonces comienzan la oscilación de vuelta. Los soles nacen, alcanzan la cumbre de su poder, empieza el progreso de su retrogresión y después de eones sin cuento se convierten en muertas masas de materia, esperando otro impulso que imparta en ellos nuevas energías internas y que los lleve a un nuevo ciclo de vida solar. Y así sucede con todos los mundos: nacen, crecen y mueren, sólo para renacer de nuevo. E igualmente sucede con todas las cosas de cuerpo o forma: oscilan de la acción a la reacción, del nacimiento a la muerte, de la actividad a la inactividad, y de nuevo comienza el ciclo. Lo mismo pasa con todos los grandes movimientos filosóficos, credos de cualquier clase, gobiernos, naciones, etc.: nacen, crecen, llegan a su madurez, decaen, mueren, sólo para renacer de nuevo.
La oscilación pendular es evidente por doquiera.
La noche sigue al día y el día a la noche. El péndulo oscila del verano al invierno y de éste a aquél. Los corpúsculos, átomos y moléculas y todas las masas de materia, oscilan en torno del círculo que corresponde a su naturaleza. No hay tal reposo absoluto o cesación de movimiento. Todo movimiento participa del Ritmo. Este principio es de aplicación universal. Puede ser aplicado a cualquier cuestión o fenómeno de las muchas fases de la vida. Puede aplicarse a todas las fases de la humana actividad. Siempre existe la oscilación rítmica de un polo a otro. El Péndulo Universal está siempre en movimiento. Las mareas de la vida fluyen y refluyen de acuerdo con la Ley.
La ciencia moderna reconoce el principio del Ritmo, y lo considera de aplicación universal en cuanto se refiere a las cosas materiales. Pero los herméticos llevan el principio mucho más allá y saben que sus manifestaciones se extienden a las actividades mentales del hombre, y que él solo explica la gran sucesión de sus modalidades, sentimientos y otros cambios contundentes que notamos en nosotros mismos. Pero los herméticos, al estudiar la operación de este principio, han descubierto el modo de substraerse a las actividades mediante la Transmutación.
Los Maestros Herméticos descubrieron que en tanto que el principio del Ritmo era invariable, y evidente en todos los fenómenos mentales, había dos planos de manifestación en lo que a los fenómenos mentales concernía. Descubrieron que había dos planos generales de conciencia, el Inferior y el Superior, y este descubrimiento les permitió elevarse al plano superior, escapando a la oscilación del péndulo rítmico, que se manifestaba en el plano inferior. En otras palabras, la oscilación del péndulo se produce en el plano inconsciente y la conciencia no queda, por consiguiente, afectada. A esta ley la llamaron la Ley de la Neutralización. Su operación consiste en elevar al Ego sobre las vibraciones del plano inconsciente de la actividad mental, de manera que la oscilación negativa del péndulo no se manifieste en la conciencia y no quede uno afectado por ella. Es lo mismo que levantarse por encima de una cosa y dejar que pase esta por debajo de uno. El instructor o discípulo hermético se polariza a sí mismo en el polo requerido, y por un procedimiento semejante a "rehusar" el participar en la oscilación retrógrada, o si se prefiere, "negando" su influencia sobre él, se mantiene firmemente en su posición polarizada, y permite al péndulo mental oscilar hacia atrás en el plano inconsciente. Todo hombre, que en mayor o menor grado, ha adquirido cierto dominio de sí mismo, realiza esto más o menos conscientemente, impidiendo que sus modalidades o estados mentales negativos lo afecten, mediante la aplicación de la ley de la neutralización. El maestro, sin embargo, lleva esto hasta un grado muchísimo mayor de eficacia y proficiencia, y, mediante su voluntad, llega a un grado de equilibrio e inflexibilidad mental casi imposible de concebir por aquellos que se dejan llevar y traer por el péndulo mental de sus sentimientos y modalidades.
Todo pensador apreciará debidamente la gran importancia del asunto con solo considerar lo esclavo que, en su mayoría, la gente es de su propio estado de ánimo, sentimientos y emociones y el poco dominio de sí mismo que tienen. A poco que se medite el asunto se comprenderá cuanto nos han afectado en nuestra vida esas oscilaciones del ritmo; como a un período de entusiasmo ha seguido un correspondiente período de depresión.
Igualmente, tenemos períodos de valor, que son seguidos de períodos de desaliento y miedo. Y así sucede con todos o la mayoría por lo menos: marea de sentimientos y emociones se elevan y caen, pero nunca sospechan la causa de ese fenómeno. Si se comprende la operación de este principio, se obtendrá la clave para dominar esas oscilaciones y uno podrá conocerse a sí mismo mucho mejor, evitando además el dejarse llevar por esos flujos y reflujos. La voluntad es muy superior a la manifestación consciente de este principio, por más que el principio mismo nunca puede ser destruido. Podremos sustraernos a sus efectos, pero, no obstante, el principio obrará. El péndulo siempre oscila, si bien podemos evitar el ser arrastrados por su oscilación.
Existen, además, otras particularidades en la operación de este Principio del Ritmo, de las que vamos a hablar ahora. Dentro de su operación entra lo que se conoce como ley de compensación. Una de las definiciones o significados de la palabra compensación es "contrabalancear", "equilibrar", y en este sentido se emplea dicho término en la Filosofía Hermética. A esta ley de compensación se refiere "El Kybalión" cuando dice: "La medida de la oscilación hacia la derecha es la misma que la de la oscilación a la izquierda; el ritmo es la compensación".
La ley de compensación es la que hace que la oscilación en una dirección determine otra oscilación en sentido contrario, y así se equilibran mutuamente. En el Plano Físico vemos muchos ejemplos de esta ley. El péndulo de un reloj oscila hasta cierto punto hacia la derecha y de allí vuelve a oscilar hacia la izquierda otro tanto. Las estaciones se equilibran unas a otras de la misma manera. Las mareas obedecen a la misma ley. Y la misma ley se manifiesta en todos los fenómenos del Ritmo. El péndulo que solo hace una oscilación corta hacia la derecha, hace otra oscilación corta hacia la izquierda. Si la oscilación hacia la derecha es grande, la oscilación hacia la izquierda lo es igualmente, un objeto cualquiera arrojado hacia arriba, tiene que recorrer exactamente el mismo camino de vuelta. La fuerza con que se lanza un proyectil hacia arriba se reproduce cuando el proyectil vuelve a la tierra. Esta ley es constante en el Plano Físico, como cualquier referencia a la mayor autoridad científica lo corroborará.
Pero el hermético lo lleva aun más allá. Y afirma que los estados mentales están sujetos a la misma ley. El hombre capaz de gozar agudamente, es también capaz de sufrir en igual grado. El que solo es capaz de escaso dolor, tampoco puede gozar más que escaso placer. El cerdo sufre mentalmente muy poco; pero, en cambio, tampoco puede gozar gran cosa: está compensado. Por otra parte, hay animales que gozan extraordinariamente, pero también su sistema nervioso y temperamento los hacen sufrir extremos grados de dolor. Igualmente sucede con el hombre. Hay temperamentos que solo son capaces de muy poco goce, pero entonces solo existe, como compensación, una capacidad para soportar muy poco dolor, en tanto que otros hombres pueden gozar intensamente sufren en igual grado. La regla es que la capacidad para el placer y el dolor en cada individuo está equilibrada. La ley de compensación opera ampliamente aquí también.
Pero el hermético va más allá aun en esta materia, y afirma que antes de que uno pueda gozar de cierto grado de placer es necesario que haya oscilado proporcionalmente otro tanto hacia el otro polo del sentimiento o sensación. El negativo en esta materia precede al positivo; es decir, que al experimentar cierto grado de placer no se seguirá que "haya que pagarlo" con un correspondiente grado de dolor; por el contrario, el placer es la oscilación rítmica, de acuerdo con la ley de compensación, originada por un grado de dolor experimentado previamente, bien en la vida actual o en encarnaciones anteriores. Y esto arroja una nueva luz sobre el problema del dolor.
Los herméticos consideran la cadena de vidas como continua, como simples puertas de una sola vida del individuo, de suerte que la oscilación rítmica es considerada en esta forma, mientras que no tendría significado alguno si no se admitiera la doctrina de la reencarnación.
Pero, además, el hermético sostiene que el maestro o el discípulo avanzado es capaz, en grado superlativo, de rehuir la oscilación hacia el dolor, realizando el proceso de neutralización a que aludiéramos anteriormente. Ascendiendo al plano superior del Ego, se evitan muchas de las experiencias que llegan a los que habitan en planos inferiores.
La ley de compensación desempeña una parte importante en la vida de los hombres, pues se verá que uno generalmente paga el precio de lo que tiene o le falta. Si se posee una cosa, falta otra, y así se equilibra la balanza. Nadie puede guardarse su centavo y tener al mismo tiempo la torta, todo tiene su lado agradable y desagradable. Las cosas que uno obtiene siempre las paga con las que pierde. El rico posee mucho de lo que al pobre le falta, mientras que el pobre posee cosas que frecuentemente están fuera del alcance del rico. El millonario que gusta de los festines, y que tiene la fortuna necesaria para satisfacer sus deseos y asegurarse la satisfacción de su gula, carece del apetito necesario para gustarlos, y envidia el apetito y la digestión del obrero a quien le falta la fortuna y la inclinación del millonario, gozando más de su sencillo alimento que el millonario sin apetito y con el estómago arruinado. Y así sucede con todo en la vida. La ley de compensación está siempre obrando, equilibrando y contrabalanceando las cosas continuamente, en la sucesión del tiempo, aunque la oscilación del ritmo tarde vidas enteras.

EL KYBALION.

Ciencias Noeticas


En filosofia el Término Noética se refiere a todo lo que tiene que ver con el pensamiento especialmente, el objetivo e inteligible, se le asocia con Aristóteles, cuya noética sería su doctrina de la inteligenica.
El Instituto de Ciencias Noéticas, nace con la intención de aglutinar todos los conocimientos que existen sobre las diversas filosofías y teorías que versan sobre el concepto de lo mental, es un instituto abierto sin ánimo de lucro que su único fin es entender en profundidad el funcionamiento de la mente humana, respetando todos los puntos de vista que sean serios y rigurosos aunque por su naturaleza no puedan ser sometidos al método científico, esto no tiene por que ser motivo de exclusión siempre que acontezcan de un riguroso y serio contenido teórico y pragmático, ya que el fin último es ayudar a entender la verdad sin el tabú de los prejuicios de la ciencia moderna.

¿Por qué nace este instituto?.
Este instituto nace a razón del fenómeno que acontece a la PsicoNeuroAcupuntura, esta ciencia o teoría de lo mental esta diseñada para tratar el Shen "la mente" dentro de su programa de formación hay una parte donde el alumno puede desarrollar una tesis, pues bien, gracias al éxito de este programa nos dimos cuenta que muchos alumnos podían enriquecer de forma contundente este nuevo saber, el problema fue cuando muchas de esas teorías no podían ser absorvidas por la Psiconeuroacupuntura, pero por otro lado no eran en absoluto negativas, por ello, el fundador de la PNA, Juan Pablo Moltó Ripoll, entendio que era práctico crear un centro dónde se reunieran esas técnicas para poder ser aprovechadas por el resto de terapeutas y así la psiconeuroacupuntura no perder su esencia teórica y al mismo tiempo poder tener un lugar donde tener toda la información de grandes teóricos e investigadores.
Además el objetivo que en un principio fue ese, ahora es más ambicioso ya que lo que queremos es tener un punto de encuentro de todas las escuelas y tendencias relacionados con lo mental tanto heterodoxas como Ortodoxas, "la apertura mental y el rigor practico es nuestro lema".

Transmutacion Mental


"La mente así como todos los metales y demás elementos, pueden ser
transmutados, de estado en estado, de grado en grado, de condición en
condición, de polo a polo, de vibración en vibración. La verdadera
transmutación hermética es una práctica, un método, un arte mental".


Como indicamos anteriormente, los hermetistas fueron los verdaderos creadores de la alquimia, de la astrología y la psicología, habiendo sido Hermes el fundador de esas escuelas de pensamiento. De la astrología ha derivado la astronomía moderna; de la alquimia ha surgido la química y de la psicología mística la psicología moderna. Mas no debe suponerse que los antiguos fueron unos ignorantes respecto a lo que las escuelas modernas creen de su exclusiva propiedad. Las inscripciones grabadas en las piedras y monumentos de Egipto prueban concluyentemente que los antiguos poseían el más perfecto conocimiento acerca de la astronomía, mostrando la construcción de las mismas pirámides una relación estrechísima entre sus designios y su conocimiento de la ciencia astronómica. Tampoco debe suponerse que ignoran la química, pues los fragmentos de antiguas escrituras descubiertas muestran que estaban muy familiarizados con las propiedades químicas de los cuerpos. En una palabra, sus teorías respecto a la física han sido posteriormente verificadas y confirmadas por los últimos descubrimientos de la ciencia moderna, sobre todo en lo que se refiere a la constitución de la materia. Lejos de ignorar los llamados modernos descubrimientos psicológicos, los egipcios estaban muy al corriente de todo ello, especialmente en ciertas ramas que ignoran completamente las escuelas modernas, y sobre todo en "ciencia psíquica", la que tanto está confundiendo a los psicólogos de hoy en día, y haciéndoles confesar al fin que, "después de todo, bien puede haber algo de cierto en ello".
Lo cierto es que, además de la química, astronomía y psicología (esto es, la psicología en su aspecto de función cerebral), los antiguos poseían un conocimiento trascendental de la astronomía que se llamó alquimia y de la psicología trascendental titulada psicología mística. Y no solamente poseían este conocimiento interno, sino también el externo, siendo este último el único que conocen los hombres de ciencia modernos. Entre los muchos aspectos y tópicos de conocimientos secretos de los hermetistas se encuentra lo que se conoce como "transmutación mental", de la que vamos a tratar en este capítulo.
"Transmutación" es el término generalmente empleado para designar el antiguo arte de transmutar los metales, especialmente los de poco valor, en oro. La palabra "transmutar" significa "cambiar de naturaleza, de substancia y de forma, convirtiéndose en otra; transformarse en otra cosa" (Webster). Y de acuerdo con esa definición, "transmutación menta" significa el arte de transformar o cambiar los estados, cualidades, formas, condiciones mentales etc., en otros. Así que podéis ver que la transmutación mental no es otra cosa que una especie de química mental; y si preferís el término, una forma especial práctica de psicología mística.
Mas esto tiene un significado muchísimo mayor de lo que parece a simple vista. La transmutación alquímica en el plano mental es tan importante en sus efectos que de ser conocida sería uno de los estudios más importantes para el hombre. Y esto no es más que el principio. Veamos por qué.
El primero de los siete principios herméticos es el de mentalismo, que afirma que "el TODO es mente, que el universo es mental", lo que significa que la única realidad que se oculta tras todo cuanto existe es mente; y el universo en sí mismo es una creación mental, esto es, existe en la mente del TODO. Consideraremos este principio en las sucesivas lecciones, pues ahora vamos a estudiar sus efectos, suponiendo que dicho principio fuera cierto.
Si el universo es de naturaleza mental, entonces la transmutación mental debe ser el arte de cambiar o transformar las condiciones del universo, trátese de la materia, de la energía o de la mente. Así que esa transmutación, no es otra cosa que la magia, de la que tanto han hablado los escritores antiguos en sus obras místicas, pero acerca de la cual daban tan pocas instrucciones prácticas. Si todo es mental, entonces la posesión del medio que permita transmutar las condiciones mentales debe hacer del Maestro el dirigente y controlador de las condiciones materiales, así como de las operaciones llamadas mentales.
Es muy cierto que nadie, excepto los alquimistas mentales más avanzados, han alcanzado el grado de poder necesario para dominar las condiciones físicas más densas, tales como los elementos de la naturaleza, la producción y cesación de las tempestades, la producción y cesación de terremotos u otros fenómenos físicos de cualquier clase, pero que tales hombres existieron y que existen es una cosa que no duda ningún ocultista, sea de la escuela que sea. Los mejores instructores aseguran a sus estudiantes que los Maestros existen, habiendo aquellos tenido algunas experiencias personales que justificaban su creencia. Estos Maestros no hacen exhibición pública de sus poderes, sino que, por el contrario, permanecen solitarios para poder así actuar y trabajar mejor en el sendero de la realización. Mencionamos aquí su existencia, meramente para llamar vuestra atención acerca de que sus poderes son enteramente mentales y que operan en el sentido de la más elevada transmutación mental, según el principio del mentalismo de "El Kybalion ", que dice: "El universo es una creación mental".
Mas los estudiantes y hermetistas de los grados inferiores al de Maestro - los iniciados e instructores- pueden también actuar y obrar libremente en el plano mental.
Todo cuanto llamamos "fenómenos psíquicos", "influencia mental", "mentalismo" etc., son transmutación mental, pues existe un principio único, y nada importa el nombre que se dé a los fenómenos que se produzcan.
El que practica la transmutación mental trabaja en ese plano, transformando condiciones y estados mentales en otros, de acuerdo con fórmulas más o menos eficaces. Los varios "tratamientos", "afirmaciones", "autosugestiones", etc., de las escuelas mentalistas no son más que esas mismas fórmulas (muy a menudo imperfectas y empíricas), del arte hermético. La mayoría de los que las practican son unos ignorantes comparados con los antiguos Maestros, porque no poseen el conocimiento fundamental sobre la cual está basada esa operación.
No solamente los estados mentales de uno mismo pueden ser transmutados según los métodos herméticos, sino que también puede hacerse esto con la mentalidad de los demás y, efectivamente, todos sufrimos transformaciones mentales de cualquier índole, inconscientemente, por lo general, pero a veces conscientemente, cuando comprendemos algo acerca de las leyes y principios que los rigen, y sobre todo cuando los demás ignoran los medios de protegerse a si mismos. Muchos estudiantes de mentalismo saben que las condiciones materiales dependen de las mentes de los demás, y pueden ser transmutadas y cambiadas de acuerdo con los deseos de la persona que quiere modificar sus condiciones de vida. Se ha hecho esto tan público hoy en día, que no creemos necesario mencionarlo en detalle, siendo nuestro propósito únicamente el de mostrar la acción de este principio hermético que se oculta tras todas esas varias formas de operar, buenas o malas, porque la fuerza puede ser empleada en ambas direcciones, de acuerdo con el principio hermético de polaridad.
En esta obrita indicaremos los principios básicos en los que se funda la transmutación mental, de tal manera que todos los que la estudien puedan comprender las leyes a que obedecen, y poseyendo así la clave-maestra, sean capaces de abrir las muchas puertas del principio de polaridad.
Ahora procederemos a considerar el primero de los siete principios herméticos, el del mentalismo, el que se explica y desarrolla el axioma de que el TODO es mental, de que el universo es una creación mental, según las palabras de "El Kybalion".
Este principio debe estudiarse cuidadosamente, porque él es, en realidad, la base de toda la Filosofía Hermética y del arte hermético de transmutación mental.

EL KYBALION.

El principio de Generacion


"La generación existe por doquier; todo tiene su principio masculino y
femenino; la generación se manifiesta en todos los planos."


Este principio encierra la verdad de que la generación se manifiesta en todo, estando siempre en acción los principios masculino y femenino. Esto es verdad, no solamente en el plano físico, sino también en el mental y en el espiritual. En el mundo físico este principio se manifiesta como "sexo", y en los planos superiores toma formas más elevadas, pero el principio subsiste siempre el mismo. Ninguna creación física, mental o espiritual, es posible sin este principio. La comprensión del mismo ilumina muchos de los problemas que tanto han confundido la mente de los hombres. Este principio creador obra siempre en el sentido de "generar", "regenerar" y "crear". Cada ser contiene en sí mismo los dos elementos de este principio. Si deseáis conocer la filosofía de la creación, generación y regeneración mental y espiritual, debéis estudiar este principio hermético, pues él contiene la solución de muchos de los misterios de la vida. Os advertimos que este principio nada tiene que ver con las perniciosas y degradantes teorías, enseñanzas y prácticas, que se anuncian con llamativos títulos, las que no son más que una prostitución del gran principio natural de generación. Tales teorías y prácticas no son más que la resurrección de las antiguas doctrinas fálicas, que solo pueden producir la ruina de la mente, del alma y del cuerpo, y la Filosofía Hermética siempre ha alcanzado su verbo de protesta contra esas licencias y perversiones de los principios naturales. Si lo que deseáis son tales enseñanzas, debéis irlas a buscar a otra parte: el hermetismo nada contiene sobre ellas. Para el puro todas las cosas son puras; para el ruin todas son ruines.

EL KYBALION.

jueves, 5 de noviembre de 2009

Causas Fundamentales de las enfermedades



Este es el problema por el cual toda la ciencia médica ha luchado para encontrar una solución en el transcurso de las épocas, y consiste en hallar las causas fundamentales de las enfermedades. En nuestra actual era mecanicista hemos deambulado demasiado sobre la superficie de las cosas, alejándonos del punto de vista parcialmente veraz, mantenido en siglos pretéritos, de que las enfermedades se hallan detrás de los “malos humores” gestados, y proliferan en la vida subjetiva interna del paciente. Por la evolución del conocimiento obtenido, hemos llegado ahora a la superficie de las cosas (obsérvese que no empleo la palabra “superficial”) y ha llegado el momento en que el conocimiento puede volver a entrar en el reino de lo subjetivo y transmutarse en sabiduría. En la actualidad alborea el reconocimiento, en las mejores mentalidades de las profesiones médica y afines, de que en las actitudes subjetivas e ignotas de la mente y de la naturaleza emocional, y en la vida de inhibidas o excesivas expresiones sexuales, deben buscarse las causas de todas las enfermedades.
Al comenzar este estudio quisiera decirles que aunque yo conociera la ultérrima causa de las enfermedades, para ustedes resultaría incomprensible. La causa se halla muy atrás, en la historia del legendario pasado de nuestro planeta, en el curso (ocultamente interpretado) de la Vida planetaria, y tiene sus raíces en lo que se denomina generalmente “mal cósmico”. Esta frase no tiene ningún sentido, pero describe simbólicamente un estado de conciencia, de ciertos “Dioses imperfectos”. Dada la premisa inicial de que la Deidad misma está trabajando para lograr una perfección, más allá de nuestra comprensión, se puede inferir de que existe para los Dioses mismos y para DIOS (como la VIDA del sistema solar) ciertas limitaciones y zonas o estados de conciencia que todavía esperan ser dominados. Estas limitaciones y relativas imperfecciones pueden causar efectos definidos sobre Sus cuerpos de manifestación -los distintos planetas considerados como expresión de Vidas y el sistema solar considerado como expresión de una VIDA.

Dada también la hipótesis de que tales cuerpos externos de la divinidad, los planetas, son las formas a través de las cuales ciertas deidades se expresan a Sí Mismas, puede deducirse verdadera y lógicamente que todas las vidas y formas dentro de esos cuerpos, están necesariamente sujetas a estas limitaciones y a las imperfecciones surgidas de esas zonas inexploradas de la conciencia y esos estados de percepción, hasta ahora no alcanzados por las Deidades encarnadas en la forma planetaria y solar. Dado el postulado de que cada forma es parte de una forma mayor, y que en realidad “vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser” dentro del cuerpo de Dios (como lo expresa San Pablo), nosotros, como parte integrante del cuarto reino de la naturaleza, compartimos esta limitación e imperfección generales.

Captar algo más de esta premisa general está más allá de nuestro poder de comprender y expresar, pues el equipo mental general de los aspirantes y discípulos comunes es inadecuado para la tarea. Los términos “mal cósmico, imperfección divina, zonas limitadas de la conciencia, la libertad del espíritu puramente divina”, empleados tan superficialmente por los místicos y pensadores esotéricos de la época: ¿Qué significan en realidad? Las afirmaciones de muchas escuelas de curación, respecto a la máxima perfección divina, y la formulación de sus creencias de que la humanidad se liberará realmente de las comunes dolencias de la carne, ¿no son frecuentemente altisonantes, personificando un ideal basado a menudo en deseos egoístas? ¿No constituyen frases sin significado alguno en sus implicaciones místicas? ¿Cómo podría ser de otra manera, cuando únicamente el hombre perfecto puede tener una idea real de lo que constituye la divinidad?
Es mucho mejor admitir la imposibilidad de que el hombre comprenda las causas profundamente arraigadas de lo que puede verse surgir en la evolución de la vida de la forma. ¿No es más inteligente enfrentar las realidades y los hechos, tal como existen para nuestra actual comprensión, y entender que así como el hombre puede penetrar más inteligentemente en la mente de Dios que en la mente inferior del animal, también pueden existir otras mentes superiores, actuando en reinos más elevados de la naturaleza, que ciertamente han de ver la vida con más realidad y exactitud que el género humano? Es muy posible que el objetivo de la evolución (corno ha sido delineado y acentuado por el hombre), en último análisis, sea solo un fragmento de un objetivo mayor que el hombre, con su finita comprensión, puede captar. Todo el propósito, tal como se halla oculto en la mente de Dios, quizás sea muy diferente de lo que el hombre podría concebir hoy; y el mal y el bien cósmicos, reducidos a terminologías, pueden perder todo su significado y sólo ser vistos a través del espejismo y la ilusión con que el hombre rodea todas las cosas. Las mejores mentalidades de esta era están comenzando ya a ver el primer tenue rayo de luz que horada este espejismo y sirve para revelar la realidad de la ilusión. Por medio de esta Luz se les revelará la siguiente verdad a quienes estén a la expectativa y posean mente abierta: La Deidad misma se halla en el camino de la Perfección. Muchas son las implicaciones que encierra este enunciado.

Al tratar las causas de las enfermedades, adoptaremos la posición de que la fundamental y ultérrima causa cósmica escapa a nuestra captación, y que sólo a medida que el Reino de Dios se vaya revelando en la tierra, obtendremos un real entendimiento de la amplia y general difusión de las enfermedades en nuestro planeta y en los cuatro reinos de la naturaleza. Sin embargo pue¬den exponerse unas pocas enunciaciones básicas que, en sentido macrocósmico, oportunamente serán establecidas como verdades y ya pueden ser demostradas como tales en lo que concierne inteligentemente al microcosmo.

1. Toda enfermedad (y esto es algo conocido) es producida por la falta de armonía o desarmonía entre el aspecto forma y la vida. Aquello que une la forma y la vida, o más bien el resultado de esta unión, denominada alma, el yo en lo que respecta a la humanidad, y el principio integrador, en lo que concierne a los reinos subhumanos. Las enfermedades aparecen donde no hay alineamiento entre estos diversos factores, el alma y la forma, la vida y su expresión, las realidades subjetiva y objetiva. En consecuencia, espíritu y materia no están libremente relacionados entre sí. Esto es un modo de interpretar la Primera Ley y toda esta tesis está destinada a exponer esa Ley.
2. La desarmonía que produce lo que se denomina enfermedad, corre a través de los cuatro reinos de la naturaleza y trae esas condiciones que producen dolor (donde la sensibilidad es exquisita y está desarrollada) y en todas partes congestión, corrupción y muerte. Reflexionen sobre las palabras siguientes: Desarmonía, Enfermedad, Dolor, Congestión, Corrupción, Muerte, porque describen la condición general que rige la vida consciente de todas las formas, macro y microcósmicas. Ellas no constituyen las causas.
3. No obstante, estas condiciones pueden ser consideradas como purificadoras en sus efectos, y así debe considerarlas la humanidad si se quiere asumir la correcta actitud hacia las enfermedades. Esto a menudo lo olvida el curador fanático y el exponente extremista de una idea, finitamente captada y en la mayoría de los casos sólo forma parte de una idea mayor.
4. Métodos de curación y técnicas paliativas que son peculiares de la humanidad, resultantes de la actividad mental del hombre. Indican el latente poder que posee como creador, y que progresa hacia la liberación. Señalan su habilidad discriminativa para presentir la perfección, visualizar el objetivo y por ende trabajar hacia esa ultérrima liberación. En la actualidad su error consiste en:
a. Su incapacidad de ver el verdadero valor del dolor.
b. Su resentimiento por el sufrimiento.
c. Su incomprensión de la ley de no-resistencia.
d. Su excesivo énfasis puesto sobre la naturaleza forma.
e. Su actitud hacia la muerte y su sensación de que la desaparición de la vida, fuera de la percepción visual, por intermedio de la forma, y la consiguiente desintegración de esa forma, indican desastre.
5. Cuando el pensamiento humano invierta las ideas comunes, respecto a las enfermedades, y las acepte como un hecho natural, el hombre comenzará a aplicar la ley de liberación, correctos pensamientos, que conducirá a la no-resistencia. Actualmente, por el poder de su pensamiento dirigido y su intenso antagonismo hacia la enfermedad, sólo tiende a vigorizar la dificultad. Cuando reoriente su pensamiento hacia la verdad y el alma, las enfermedades del plano físico comenzarán a desaparecer. Esto será evidente al estudiar más adelante el método de extirparlas. La enfermedad existe. Las formas en los reinos de la naturaleza carecen de armonía y no están alineadas con la vida inmanente. En todas partes existen enfermedad y corrupción y la tendencia a la disolución. Elijo mis palabras con cuidado.
6. Por lo tanto, la enfermedad no es el resultado del erróneo pen¬sar humano. Existió entre las innumerables formas de vida mucho antes que la familia humana apareciera en la tierra. Si ustedes buscan una expresión verbal y si se desea hablar dentro de los limites de la mente humana, podrían decir con cierta exactitud que: Dios, la Deidad planetaria, es culpable de pensar erróneamente. Pero no expresarán toda la verdad, sino sólo una ínfima fracción de la causa, como aparece a vuestra débil y finita mentalidad, a través del espejismo y la ilusión mundial general.
7. Desde cierto ángulo, la enfermedad es un proceso de liberación y el enemigo de lo estático y cristalizado. No crean por lo que expongo que debería aceptarse la enfermedad y anhelar el proceso de la muerte. Si así fuera cultivaríamos la enfermedad y premiaríamos el suicidio. Afortunadamente para la humanidad, toda la tendencia de la vida es contraria a la enfermedad, y la reacción que produce la vida de la forma en el pensamiento del hombre, fomenta el temor a la muerte. Esto ha sido correcto, porque el instinto de autoconservación y la preservación de la integridad de la forma, es un principio vital de la materia, y la tendencia hacia la autoperpetuación de la vida dentro de la forma, es uno de los más grandes dones de Dios y persistirá. Pero en la familia humana esto debe oportunamente ceder su lugar a la muerte como un proceso organizado y liberado, a fin de conservar fuerza y proporcionar al alma un mejor instrumento de manifestación. Para esta libertad de acción la totalidad del género humano no está aún preparada. Los discípulos y aspirantes del mundo deberán comenzar a captar estos nuevos principios de la existencia. El instinto de autopreservación rige la relación del espíritu y la materia, de la vida y la forma, hasta que la Deidad misma decida encarnar dentro de Su cuerpo de manifestación, un planeta o un sistema solar. En lo expuesto he dado un indicio en lo que respecta a una de las causas básicas de la enfermedad y a la interminable lucha entre el espíritu aprisionado y la forma aprisionante. Esta lucha emplea como método la cualidad innata que se expresa a sí misma como el anhelo de preservarse y el ansia de perpetuarse (en la forma y especies actuales).
8. La Ley de Causa y Efecto, denominada de Karma en Oriente, rige todo esto. El karma, en realidad, debe ser considerado como el efecto (en la vida de la forma de nuestro planeta) de las causas profundamente arraigadas y ocultas en la mente de Dios. Las causas que debernos buscar respecto a las enfermedades y la muerte son en realidad sólo la actuación de ciertos principios básicos que rigen -¿quién podrá decir si correcta o erróneamente?- la vida de Dios en la forma y serán siempre incomprensibles para el hombre hasta el momento de recibir la gran iniciación, simbolizada para nosotros en la Transfiguración. Durante todo nuestro estudio nos ocuparemos de las causas secundarias y sus efectos, con los resultados fenoménicos que esos efectos subjetivos que emanan de causas demasiado remotas para poder captarlas. Esto debería aceptarse y comprenderse, siendo lo máximo que puede hacer el hombre con su actual mecanismo mental. ¿Cómo puede el hombre, pretender arrogantemente, comprenderlo todo, cuando la intuición raras veces actúa y la mente pocas veces se halla iluminada? Antes debe dedicarse a desarrollar la intuición y lograr la iluminación. Entonces podrá llegarle la comprensión, pues habrá merecido el derecho de adquirir el conocimiento divino. Pero el reconocimiento mencionado será suficiente para nuestro trabajo y nos permitirá establecer esas leyes y principios que indicarán cómo la humanidad puede dejar de ser consciente de la forma, y su consecuente inmunidad a la muerte y a esas condiciones enfermizas que rigen hoy nuestra manifestación planetaria.

Dividiremos nuestro estudio, respecto a las causas de la enfermedad, en tres partes, eliminando, en la búsqueda de la verdad, el comprensible pero igualmente inútil deseo de captar los pensamientos de la Deidad.

I. Causas psicológicas.
II. Causas emanantes de la vida grupal.
III. Las deudas kármicas, causas kármicas.

Todo esto sólo proporciona una idea general (lo único posible ahora) sobre las enfermedades que existen en la familia humana y, en cierto porcentaje, en el reino animal. Cuando esta idea general sea captada se tendrá un entendimiento más claro del problema y entonces se podrá continuar con la consideración de los métodos que permitirán manejar, con mayor facilidad, los efectos indeseables. Los estudiantes del Arte de Curar deberán análogamente recordar que hay tres métodos para obtener la curación, y los tres tienen su lugar y valor, dependiendo del punto de evolución del sujeto sometido a curación.

Primero, tenemos la aplicación de esos métodos paliativos y mejoradores que gradualmente curan las enfermedades y eliminan condiciones indeseables; reconstruyen la vida de la forma, y fomentan la vitalidad, a fin de que la enfermedad pueda ser desarrollada. De estos métodos las escuelas alópatas y homeópatas y las diversas osteópatas y quiroprácticas y otras escuelas terapéuticas, son buenos ejemplos. Han realizado un trabajo bueno y constructivo y la deuda que tiene la humanidad para con la sabiduría, la capacidad y las atenciones altruistas de los médicos es muy grande. Enfrentan siempre condiciones apremiantes y efectos peligrosos de causas que no manifiestan síntomas evidentes en la superficie. De acuerdo a estos métodos el paciente se halla en manos de un desconocido y deberá ser pasivo, obediente y negativo.

Segundo, tenemos el trabajo y los métodos del psicólogo moderno, que trata de encarar las condiciones subjetivas y enderezar las actitudes erróneas de la mente, las inhibiciones, la psicosis y los complejos que producen los estados externos de la enfermedad, condiciones mórbidas y neuróticas y trastornos mentales. De acuerdo a este método se le enseña al paciente a colaborar en lo posible con el psicólogo, para poder obtener la debida comprensión de sí mismo, aprender a eliminar esas situaciones internas y compulsoras, responsables de los resultados externos. Se le enseña a ser positivo y activo, y esto es un gran paso hacia la correcta dirección. La tendencia de combinar la psicología con el tratamiento físico externo es sensata y correcta.

Tercero, un método superior y nuevo que consiste en llamar a la propia alma del hombre para que inicie una actividad positiva. La verdadera y futura curación se efectuará cuando la vida del alma pueda fluir sin impedimento ni obstáculo a través de cada aspecto de la naturaleza forma, pudiendo entonces vitalizarla con su potencia y también eliminar esas congestiones y obstrucciones que son fuente fructífera de enfermedades.