miércoles, 28 de abril de 2010

La Armonia


Oración es la sublime canción de la vida, que se irradia en todo el Universo de Dios. Dios es armonía. Todo canta en consonancia con la vida. Los grandes pensadores procuran el camino del orden y aciertan en el progreso. Observemos como los principios de la armonía divina se expresan en un árbol: todo en ella habla de paz, sino de amor. Meditemos en el trabajo del agua, y raciocinemos sobre una corriente de ese liquido maravilloso: las cascadas y la propia lluvia, los mares, y también una gota de agua cayendo como un roció... Acompañemos la simetría de un organismo, sea el de un ser humano, de un animal, de un pájaro... Si usted es estudioso, no deje de meditar en la ameba y en el virus buscando lo que ellos son, y su misión delante de la vida.
Si bien entendemos, la Tierra es un organismo inmenso, que guarda la vida en muchas fajas, para expandirse en muchas dimensiones. Cuando oramos, conscientes de la eficacia de la oración, creamos más armonía en el entorno nuestro, nos predisponemos por al fe, esparciendo por todo nuestro cuerpo, sino cuerpos, la tranquilidad espiritual, de suerte que la oración cura y aumenta nuestra esperanza en días mejores. Compadézcase de usted mismo, aprendiendo a orar. Muchos libros nos traen reglas variables, procure la más simple, como Jesús nos enseño como el Padre Nuestro, que encontrará un bálsamo de vida y itinerario para los caminos, aunque que estos parezcan tortuosos.
Observe si su vida esta en armonía con la orden natural del universo. Analice sus pensamientos y su hablar, sus gestos y su vida. Si sus ideas fueran de mala calidad, no se encuentran en armonía.
La razón es importante para discernir sus pensamientos: si están fuera de las enseñanzas de amor, procure modificarlas, se su vida desinquieta su conciencia, para pensar en cambios, y cambie. Vea lo que ocurre con usted durante el día, como por ejemplo, en el abrir de una puerta, cuide para que el nerviosismo no lo acompañe en su trabajo, nada haga con violencia, pues esta cada día irá aumentando, y en el fin, el desespero ocupará su mente, pasando a distorsionar los valores que ya conquisto en los caminos recorridos.
Si alguien lo ofende y usted le da la respuesta en la misma dimensión del verbo, es porque no existe armonía en su vida, por lo contrario, existe en ella algo generado a la discordia. Si, a veces, en su casa, el nerviosismo lo afecta por pequeñas cosas, tenga cuidado y vuelva a controlarse. Use el corazón, que Dios no Se olvida de ayudarlo.
La mesa, en el momento del banquete, su mente no debe crear condiciones negativas, todo debe estar en armonía, pues el alimento puede servir de vehículo para fluidos deletéreos, capaces de enflaquecer su organismo. Por eso la comida debe ser hecha e ingerida con amor. En esos momentos, converse con amor, principalmente si tuviera hijos, pues la palabra de los padres es fuente de seguridad para la casa toda, desde que ellos se encuentren en orden, en armonía con la orden divina. A hablar, procure coordinar bien sus palabras, verificando si ellas son semillas de amor, de alegría y de contentamiento, de honestidad y de perdón, de trabajo y de carácter. No deje que el verbo salga de sus labios a las prisas, sin los debidos cuidados, sin síntomas de vida.
Dios es el regulador universal, por lo tanto, El deja que nosotros observemos lo que nos fue entregado, favoreciendo la vida, en el agradecimiento del amor. Todo lo que observamos en la naturaleza se encuentra en plana armonía con Dios. Y es en esa observación que los hombres entenderán esa lección.
La Doctrina de los Espíritus está encargada de mostrar los caminos para las almas se armonicen con las fuerzas de la naturaleza, conociendo y respetando las leyes naturales de vida. Trabaje para su perfeccionamiento, que el resto Dios ya hizo en su favor, por las manos de Jesús.
Es ahí lo que la armonía de la naturaleza le ofrece, curando sus enfermedades, por amor de Dios:


Clorearia :(Te):

VALOR TERAPÉUTICO: hidropsia * dispepsia * inapetencia * asma * catarros pulmonares * es fortificante buen para la piel * es anti escorbútico.

EL DEBER CUMPLIDO ES MÁS VIDA QUE IRRADIA EN LA CONCIENCIA, ORAR NO ES SOLAMENTE BALBUCEAR PALABRAS, PERO CORREGIR LA CONDUCTA.

(Kahena)

Influencia animica en trabajos mediumnicos


Pregunta: Los médiums que comienzan los trabajos mediúmnicos usando fórmulas o palabrerío particular, especie de prefijos sin sentido doctrinario y vacíos de significado, como ser: "queden entre vosotros las bendiciones de las infinitas alturas", "bajen las luces de los pies de Dios sobre vosotros", "que la bandera blanca corone vuestras cabezas" o "el manto de la humildad se descorra sobre vuestros hombros". ¿Son convenciones particulares de los espíritus comunicantes, o es el fruto del animismo de los médiums?
Ramatís: Eso es muy común entre los candidatos al desenvolvimiento mediúmnico, o de aquellos que se anquilosaron en un mediumnismo improductivo. Ciertos vicios anímicos se propagan por varios médiums, que por estar en la etapa de desarrollo se copian del médium oficial o principal de la institución espirita donde inicia sus primeros pasos, para despertar su facultad. Es un animismo colectivo, propio a determinados trabajos espiritas doctrinarios o mediúmnicos aún incipientes. Cuando los candidatos a médium tienen la suerte de colocarse bajo la dirección de otros médiums estudiosos, serios y adversos a las fórmulas, símbolos, llaves convencionales o frases pomposas, desenvuelven su facultad sin las excrecencias anímicas que oscurecen y ridiculizan las prácticas mediúmnicas. Existen médiums que debido al estudio constante de las obras espiritas e indagaciones esclarecedoras, progresan tan rápidamente en el primer año de su ejercicio mediúmnico, que ultrapasan en conocimientos y experiencias a sus compañeros cómodos, prejuiciosos o displicentes que no alcanzaron ese progreso ni en veinte años de trabajo. Estos últimos viven repitiendo las comunicaciones fastidiosas, usando los viejos términos y la elocuencia sentenciosa de siempre, mientras carece de provecho espiritual el mensaje que transmiten. Pensando que el desarrollo mediúmnico se resume en la exclusiva operación de "recibir" espíritus desencarnados, se habitúan a la modalidad mediúmnica usada durante varios años, mientras se cristalizan en una práctica improductiva, que impide a los guías exponer los temas nuevos a los encarnados, por la imposibilidad de atravesar el paredón granítico de un acondicionamiento tan pobre de recursos intelectivos y de conocimientos espirituales. De ahí el caso de esas extensas frases sin sentido lógico, que los médiums repiten en forma lacrimosa o bajo la afectada elocuencia, cuando abren los trabajos espiritas. Tal como sucede en los demás sectores de la vida humana, los "alumnos novicios" siempre imitan a los veteranos, cosa que también es justificable en el ambiente espirítico. Los candidatos a médiums y los neófitos del ambiente espirita raramente conocen las obras de Allan Kardec, León Denis, Gabriel Delanne, Ernesto Bozzano, Pablo Gibier, Dale Oven, William Crookes, César Lambroso, Albert de Rochas, Aksakoff, y otros que sería extenso enumerar, pero suficientemente buenos para esclarecer los modos de extirpar los ridículos, trivialidades o manifestaciones mediúmnicas que con¬trarían el buen sentido. En consecuencia, a los displicentes sólo les queda seguir al pie de la letra todo aquello que observan en el médium desenvuelto e instrumento del guía director de los trabajos del Centro espirita. En base al "tabú" inescrutable, especie de dogma espirita, todo aquello que dice y enseña el guía debe observarse religiosamente, tal como sucede con los fieles católicos según el padre; los médiums novatos también aceptan ciegamente y sin reparo alguno lo que expone el médium señor del trabajo, que también puede enseñar tonterías a cuenta de conceptos de elevada filosofía espiritual. Consecuentemente, pronto surge el animismo colectivo, resultando ser copia fiel de las mismas formas y palabreríos usados en la apertura del trabajo, sin faltar el tono de voz dramática que dará elocuencia al dictado del comunicante.

Pregunta: El hermano Ramatís, ¿encuentra razonable esa conducta por parte de los médiums novatos en el desarrollo mediúmnico?
Ramatís: Eso es humano y bastante justificable, pues la mitad de la humanidad le gustaría imitar a la otra mitad. Es regla general que en cualquier experiencia del mundo, los neófitos se guíen por los veteranos, porque desconocen el camino, pues deben seguir los pasos de quienes van adelante. El artista, el cantante, el escritor o el orador famoso caminan por la vida con el cortejo de imitadores que en ansiosa emulación, buscan la fama y la celebridad del imitado. Es verdad que algunos de los imitadores, con el transcurso del tiempo, también consiguen imponerse por alguna creación original; pero al comienzo, el candidato incipiente precisa apoyarse en aquellos que alcanzaron éxito. Sucede lo mismo en el campo de la mediumnidad, en donde los novicios tratan de asimilar las cualidades de los veteranos, aunque en el futuro hasta puedan superarlos ventajosamente. Pero desde que los candidatos a médiums olviden el estudio, la investigación provechosa y recelen para enfrentar los "tabúes" supersticiosos, prefiriendo la cómoda posición del misticismo suspirante e improductivo, no hay dudas que se cristalizarán como ruines imitadores de los buenos o malos médiums en que se inspiraron. De esa forma se viciarán también con las llaves sentenciosas, señas sibilinas y las metáforas ridículas que se prefieren bajo la elocuencia imitadora de los viejos tribunos romanos. Bajo el conocimiento profundo de la bibliografía espirita, por la parte doctrinaria o la práctica mediúmnica, sólo ahí tendrán la base para reducir las interferencias anímicas del médium en las comunicaciones de los espíritus, ayudándolo a eliminar gradualmente los datismos, imitaciones, redundancias y formas indeseables en el intercambio con las entidades del Espacio. En algunos trabajos espiritas de nivel intelectual muy pobre, donde los componentes se limitan a una interpretación tristona y lacrimosa del Evangelio, se llega a exaltar el "tabú" del médium analfabeto, el que compensa su ignorancia, apenas por su buena intención. Es natural que solo la buena intención no basta para alcanzar el éxito completo durante la vida humana, pues muchos acontecimientos indeseables y trágicos del mundo son fruto de la ignorancia de aquellos que lo provocan, aunque sean bien intencionados. Y el médium, que es un intermediario de las enseñanzas y derroteros del mundo espiritual para los encarnados, no puede eximirse del estudio doctrinario de la investigación mediúmnica y de la cultura del mundo que vive, aunque alegue que actúa con buena intención, pues ésta debe basarse en los conocimientos seguros y sensatos para no producir perjuicios irreparables a la fe y confianza del prójimo.

Pregunta: Esa falta de instrucción que induce a los médiums incipientes a copiar el modo de hablar, la voz, la manera y el estilo del médium principal, ¿puede perjudicar los trabajos del centro donde actúa?
Ramatís: Aún son pocos los trabajos mediúmnicos que están liberados de ciertas prácticas contraproducentes y que sería de mucho agrado para los espíritus comunicantes eliminarlas. Los médiums, en gran parte, conforme os dijimos, se dedican forzosamente a la práctica mediúmnica, porque viven acicateados por la necesidad de desarrollarse a fin de recuperar la salud o liberarse de incómodas opresiones psíquicas que constantemente actúan sobre ellos. Les falta al comienzo el sentido heroico de renuncia a sus intereses personales, el placer de servir al prójimo o el ideal de divulgar la doctrina espirita. Entonces claudican por muchos años, cambian constantemente de centros espiritas, siempre insatisfechos, procurando las "corrientes afines" de los "buenos trabajos" o "reuniones elevadas", donde puedan obtener el máximo rendimiento con el mínimo esfuerzo. Muchos de esos médiums incultos e inquietos se olvidan de que al participar en las mejores corrientes y en los mejores trabajos espiritas, algunas veces logran desarmonizar los trabajos mediúmnicos ajenos. La solución, por lo tanto, no está en buscar grupos espiritas más simpáticos o eficientes para alcanzar el desenvolvimiento mediúmnico, pues el médium debe promover la renovación íntima de su espíritu en el mismo ambiente donde la bondad de los presentes les toleran su bagaje aún bastante defectuoso. He ahí la causa del por qué, a falta de otros recursos, los benefactores desencarnados se dan por muy satisfechos cuando consiguen actuar a través de los médiums de buena voluntad, trabajadores y sin complicaciones, aunque no sean muy preparados. Por eso también son pacientes y tolerantes con la incapacidad de sus mediadores encarnados, soportándoles el animismo, la histeria, el automatismo psicológico, la imaginación indisciplinada, los largos circunloquios, las frases pomposas y vacías, la manifestación neurótica y los caprichos llevados a cuenta de las cualidades mediúmnicas. Cuando encuentran alguna docilidad en sus intérpretes, hacen todo lo posible para apartarlos de los ambientes perniciosos, de las compañías degradantes, encaminándolos hacia las conversaciones elevadas, lecturas provechosas que los ajusten gradualmente al imperativo superior del trabajo mediúmnico junto a la mesa espirita. Como dijéramos anteriormente, es mucho más importante para el guía que el médium se rehabilite espiritualmente, antes de volcarse como un gran intérprete de la revelación del Espacio... Cuando afirme su conducta espiritual y se decida por el rumbo provechoso, se volverá el candidato que se gradúa para recibir los mensajes de los espíritus de buena estirpe. Los médiums, en gran parte, ignoran que los espíritus responsables y conscientes de sus tareas son concisos, sensatos y parsimoniosos en sus comunicaciones hacia la materia, despreocupados por impresionar a los encarnados por la oratoria pomposa, pero carente de beneficios. El animismo colectivo, que generaliza en un mismo patrón anímico a los médiums en sus comunicaciones, es el resultado de la displicencia de quienes se creen muy bien desarrollados pero que por comodidad prefieren extraer los conocimientos y orienta¬ciones espirituales de la fuente más próxima y favorable, que en ese caso es el médium principal donde ellos actúan. Si el médium escogido como modelo, resulta ser también anímico, lleno de ma¬nías, prevenciones y superficialidades a cuenta del "estilo" mediúmnico, entonces sus imitadores se vuelven otros multiplicadores de las mismas incongruencias en nuevos papeles carbónicos, cuan¬do actúan en otros centros espiritas. De esta forma quedan vi¬ciadas las más sencillas comunicaciones de "este lado" debido a la excesiva repetición de modismos, aperturas de trabajos con palabras pomposas y huecas, mientras el guía aguarda paciente, junto al médium indisciplinado, para poder saludar a los presentes con un fraternal "buenas noches".

Pregunta: Hace poco os referisteis a las "prolongadas aperturas" de los trabajos mediúmnicos, lo que nos induce a preguntar si es razonable la costumbre adoptada en ciertas reuniones espiritas, donde todos los médiums, uno por uno, deben recibir a su "protector" para hacer la apertura de los trabajos y saludar a los presentes. ¿Son verdaderamente "protectores" o es la interferencia anímica de los médiums?
Ramatís: El buen sentido recomienda que en los trabajos doctrinarios o de desenvolvimiento mediúmnico, sus realizadores aprovechen al máximo posible los minutos disponibles, para tratar los asuntos importantes y de esclarecimiento público. Conviene evitar esa improductiva práctica de que todos los médiums, uno a uno, invoquen al protector en el trabajo mediúmnico, imitando a los soldados que responden al llamado de revista en el cuartel. Se consume gran parte de la valiosa y milimetrada hora de trabajo espirita en saludos sin provecho, que en forma alguna com¬pensan el sacrificio de los guías que abandonan sus tareas espirituales para esperar su actuación en la materia. Los dirigentes formales de los trabajos espiritas y que se destinan principalmente al público, deben trazar un programa orientado por el guía de la casa o por la dirección responsable de la institución, graduando las comunicaciones de cada médium conforme a su progreso y provecho. Considerando que las sesiones mediúmnicas se limitan apenas a una hora de trabajo, controlado rigurosamente por el péndulo del reloj, es evidente, que los frecuentadores semanales más asiduos habrán participado de 48 horas de trabajos mediúmnicos durante el año. Sin dudas que si los médiums gastan la mitad de esas valiosas horas en saludos y cumplimientos formales, quedan apenas 24 horas de servicio efectivo y provechoso en ese año, lo que nos parece de muy poca oportunidad para el esclarecimiento espiritual. Debemos considerar que muchos asistentes a las reuniones duermen, otros hablan o se desinteresan de las lecciones de los espíritus, por ser cansadoras, desarticuladas y molestas, a causa de la inter¬ferencia improductiva y muy anímicas de sus médiums. Es necesario eliminar de los trabajos mediúmnicos todas las manifestaciones que roben el tiempo precioso destinado a los asuntos útiles, así como los espíritus sensatos dispensan de las etiquetas y preconceptos del mundo físico, evitando las competiciones que lo destaquen personalmente en la apertura de los trabajos citados. En las sesiones mediúmnicas disciplinadas por las enseñanzas de Allan Kardec la regla general es permitir a la entidad responsable de la casa que delinee el programa de servicio para la noche, que exponga el asunto esencial de beneficio colectivo y después hacer efectivas las demás comunicaciones de los espíritus, aprovechando magníficamente el tiempo sin tantas demoras por los extensos saludos y que, además, son improductivos. Con respecto a ciertos oradores que agotan gran porcentaje del tiempo en los trabajos espíritas, podrían utilizar provechosamente esos minutos radiando pensamientos benefactores a los enfermos, a para esclarecer el Evangelio al público.

Pregunta: ¿Cómo se explica la aflicción que generalmente embarga' a los médiums novatos, cuando se les insiste para que "abran" los trabajos mediúmnicos con la palabra de sus "guías", que comúnmente denominan "protectores"?
Ramatís: Los médiums novatos creen que su desenvolvimiento mediúmnico depende de la "cantidad" de comunicaciones de los espíritus, que de la "calidad" del estudio del espiritualismo y de su urgente renovación moral. Entonces se afanan para aprovechar todas las oportunidades favorables que tuvieren en los trabajos espiritas, para transmitir su comunicación, pues se sienten malogrados cuando no pueden concretar tal deseo. Basta recordaros que en los trabajos mediúmnicos, donde la dirección de la mesa no tiene experiencia o posee excesiva condescendencia, hay momentos en que varias comunicaciones se reciben simultáneamente o alguien se comunica después de cerrados los trabajos; tal es la fiebre de los novicios por transmitir la palabra de sus guías, aunque éstos no sean tan atrevidos. Si el éxito dependiera del mayor número de comunicaciones de los espíritus, es evidente que los tipos populares, obsecados de las calles y los infelices encerrados en el manicomio, deberían ser considerados "excelentes" médiums y en completo desarrollo, pues comunican fielmente y en todos los instantes las palabras y deseos de sus obsesores. Por lo tanto deben evitarse los excesos de saludos en los comienzos de los trabajos mediúmnicos, las lecciones triviales, las pronunciadas oratorias y los comunicados excéntricos que cansan al público, como frutos del animismo exacerbado de los médiums nuevos. Que se aproveche al máximo posible el tiempo disponible para esclarecer a los "vivos" en vez de estimular el estéril convencionalismo de los "muertos".

Pregunta: Esa preocupación febril y anímica de algunos médiums en "abrir" los trabajos mediúmnicos, en usar formas convencionales y frases típicas que preludian a las comunicaciones de los espíritus, ¿deben ser blanco de nuestra censura en la siembra espirita?
Ramatís: Deseamos aclararos que nuestro principal interés en esta obra es enfrentar el problema anímico en su esencia, sin recelos de "tabúes" o misticismo lacrimoso que favorezca la institución de dogmas en el seno del Espiritismo. Muchos factores indeseables que rebajan el nivel de las comunicaciones pueden ser corregidas a tiempo, a fin de estimular el progreso mediúmnico. No podemos censurar a los médiums anímicos, porque el animismo es fruto natural y lógico del desenvolvimiento mediúmnico, aunque muchos continúen estacionados en esa improductividad, después de considerarse completamente desarrollados. El médium en desenvolvimiento es como la hoja que arrastra el viento, algunas veces copia las veleidades y contradicciones de aquellos que juzga más competentes. En verdad el médium evoluciona o se cristaliza; se estaciona entre las excrecencias anímicas copiadas del "modelo" veterano en quien se inspiró,' o entonces estudia, investiga y desenvuelve el sentido de la autocrítica, suficiente para comprender mejor su propio temperamento y carácter, a fin de liberarse rápidamente de las anomalías del animismo improductivo. No importa los tropiezos de los primeros pasos, aunque predominen las fórmulas típicas, las comunicaciones tontas, pomposas o improductivas, que significan para el candidato a médium como el "a - b - c" para el analfabeto. La base del mediumnismo aún es el animismo; sin éste no existe aquél. Los rasgos de la oratoria genial, con que ciertos médiums experimentados terminan por deslumbrar a sus oyentes, tuvieron por bases las manifestaciones mediúmnicas incipientes de los primeros días.

Pregunta: Vuestro médium, que parece ágil y desprovisto de convenciones mediúmnicas, ¿también atravesó la fase anímica y contradictoria, transmitiendo el pensamiento de los encarnados a través de las comunicaciones ridículas, ingenuas y superficiales?
Ramatís: La base primaria de su desenvolvimiento la realizó comunicando las ideas de los espíritus a través de frases entrecortadas, de los dísticos supersticiosos o redundancias sin provecho doctrinario. Por mucho tiempo nos mantuvimos a la expectativa, aguardando pacientemente que atravesase el período de los desbordes orales, de los datismos propios de los intelectos desenvueltos, pero indisciplinados, fruto natural de su animismo e in¬experiencia. Él también profirió extensos saludos de apertura en los trabajos espiritas, copió los gestos, exclamaciones y el tono de voz de los médiums a quienes él atribuía mayores quilates; mu¬chas veces exageró las pronunciaciones provincianas, intentando impresionar al público por la exposición de conceptos triviales, que juzgaba eran de elevada filosofía espiritual. Cuando temíamos que se cristalizase en el mediumnismo improductivo y convencional, se mostró inconformado con la situación y deseó nuevos conocimientos; se dedicó incondicionalmente al estudio de todo aquello que le pudiese dar un concepto superior de la vida creada por Dios. Vimos cómo rompía las fronteras ortodoxas de su creencia e investigaba en los esfuerzos ajenos, de otros hombres que sinceramente buscaban la Verdad, consolidándose con las enseñanzas de la ciencia y psicología del mundo material. En su investigación incondicional sobre la inmortalidad del espíritu, nuestro médium terminó por comprender que Dios es íntegro en su Obra, por cuya causa la materia también es una creación divina, como condición provisoria para que el alma despierte su conciencia. Sin mayores aflicciones examinó cuidadosamente sus propias incongruencias y estigmas anímicos, que interferían en las comu¬nicaciones, investigó su subconsciente bajo el método freudiano y terminó por identificar innumerables anomalías que se interponían durante su trance mediúmnico. Investigando el fenómeno de la mediumnidad sin la mística religiosa que dogmatiza, poco a poco fue eliminando muchas intervenciones anímicas que oscurecían nuestro intercambio espiritual, pasando a facilitarnos las comunicaciones por su intermedio.

Pregunta: No deseamos censurar los trabajos de los médiums noveles que son sinceros y entusiastas, pero observamos ciertas competiciones de oratoria mediúmnica, que parecen contrariar las recomendaciones hechas por Allan Kardec en el Libro de los Médiums. ¿Qué decís al respecto?
Ramatís: Lógicamente, la solución del animismo, que se manifiesta en sus más variados aspectos, no se conseguirá a través de la censura; pero sí es necesario afrontar ese problema sin recelos de "tabúes" o de herir susceptibilidades sujetas al misticismo improductivo. El Espiritismo es una doctrina sensata, seria y evolutiva y no puede endosar las anomalías que aparecen en el ejercicio mediúmnico y que pueden ser el blanco de los adversarios mal¬intencionados. El médium, que es uno de los elementos de mayor importancia en la propaganda del Espiritismo práctico, debe destacarse por su modestia, conducta moral superior y en el servicio mediúmnico exceptuado de las excrecencias ridículas. Los médiums son hombres, y por eso también imperfectos; mientras tanto, siempre que estudien conscientemente las obras codificadas de Allan Kardec, quedarán esclarecidos desde su co¬mienzo en el trabajo mediúmnico con respecto a las incongruencias que necesitan evitar en nombre de la doctrina espirita, como ser los desajustes de los médiums en lo tocante a sus cualidades morales conforme se expresa claramente en el Libro de los Médiums Los médiums nuevos son tímidos, cuidadosos y temen al ridículo; al comienzo, mal disimulan la ansiedad de sobrepasar a los compañeros más experimentados, oportunidad ésta que no desechan cuando se les presenta. Algunos alcanzan buenos éxitos en el ambiente más confuso; otros se perturban en los trabajos mediúmnicos más armónicos. Obviamente se gradúan por los matices más variados y conforme a la mayor o menor influencia anímica; en unos predomina un elevado lenguaje, el potencial intelectivo superior o el sentimiento de tolerancia evangélica; en otros, la trivialidad, el mental primario o el empeño decidido de "decir la verdad" a los demás. Conforme cita Allan Kardec, en el Libro de los Médiums, aún es el médium exhibicionista el que más se preocupa en competir e imponerse sobre sus compañeros de traba¬jos mediúmnicos, así no pierde la oportunidad de atraer al público y teatralizar las más sencillas comunicaciones. Hace del ambiente espirita la moldura que le adorna las actitudes rebuscadas, los efectos pirotécnicos o las exclamaciones dramáticas.

Pregunta: En algunos trabajos oímos comunicaciones de buena índole por parte de sensitivos constructivos, pero nos extrañó ciertos convencionalismos o modismos, repetidos constantemente por el comunicante, en una lengua típica de otras razas. Algunos colegas nos explican que ciertos espíritus usan siglas o saludos particulares, para identificarse con más facilidad al comienzo de su manifestación. ¿Qué nos decís?
Ramatís: El saludo tradicional que utilizan algunos desencarnados al comienzo de sus adoctrinamientos, es propio de su índole peculiar y no representa seña o código que sería rematada tontería aceptar como prueba de identificación espiritual. Nosotros también os saludamos con las palabras “Paz y Amor", al comienzo de nuestras comunicaciones espirituales, sin que nos encontremos sujetos a ningún código de identificación o signo esotérico. Aun¬que no sean palabras sagradas o mántricas, ciertas frases peculiares, al ser manifestadas en las sesiones espiritas, predisponen al público para hacerlo vibrar simpáticamente por el reconocimiento de su presencia.

Pregunta: Y en el caso de los modismos o saludos repetidos de los desencarnados en sánscrito, hebreo, bantú, guaraní, árabe o cualquier otro dialecto extraño, como observamos; ¿cómo lo debemos interpretar?
Ramatís: Sabéis que un 'loado sea Dios", pronunciado con ánimo y convicción sincera, en cualquier dialecto o idioma extraño a vuestra raza, ha de poseer la fuerza espiritual emotiva y ne¬cesaria. Pero no deja de ser un excéntrico el médium intuitivo que saluda en idioma extraño a su raza y luego no consigue transmitir lo restante del mensaje en la misma lengua. Cuando se trata de un médium políglota o xenoglósico, es natural que comunique cualquier mensaje de los desencarnados en la lengua que ellos utilizaban en la vida física, ya sea francés, bantú, turco o chino. Muchas veces, no pasa de ser la escena motivada por parte del médium intuitivo, que en vigilia conoce el fraseado en lengua extraña y lo usa como llave al comienzo de la comunicación. Creemos que os sería bastante extraño si a través del presente médium intuitivo dictásemos el tradicional saludo nuestro de "Paz y Amor" en lengua indochina y después no pudiésemos transmitir en la misma lengua el resto de la comunicación.


(Ramatis)

Leccion moral de la infancia.


e todas las plagas morales de la humanidad, el egoísmo parece la más difícil de desarraigar; lo es además, de hecho, porque es alimentada por las costumbres mismas de la educación. Parece que se tomara a pecho el excitar, desde la cuna, ciertas pasiones que devienen más tarde en una segunda naturaleza, y se sorprende uno de los vicios de la sociedad, cuando los pequeños lo maman con la leche. He aquí un ejemplo que, como cada cual puede apreciar, pertenece más a la regla que a la excepción.
Una familia conocida nuestra tiene una niña de cuatro a cinco años de edad, de una rara inteligencia, pero que tiene los pequeños defectos comunes a los niños mimados, es decir que es algo caprichosa, llorona, testaruda, y no siempre da las gracias cuando se le da alguna cosa, lo que sus padres tienen muy a pecho el corregir, ya que exceptuando esos defectos, según ellos, tiene un corazón de oro, expresión consagrada. Veamos como hacen para quitar esas pequeñas máculas y conservar la pureza del oro.
Cierto día, le trajeron un pastel a la niña, y, como generalmente es costumbre, le dijeron: "Te lo comerás si te portas bien;" primera lección de gula. Cuantas veces no se dice, a la mesa, a un niño, que no comerá de tal dulce si llora. "Haz esto, haz aquello, le decimos, y tendrás crema" o cualquier otra cosa que le produzca deseo; y el niño se reprime, no por razonar, sino por satisfacer un deseo sensual que aguijoneamos. Es aún peor cuando le decimos, lo que no es menos frecuente, que daremos su porción a otro; ya no es solamente la gula la que esta en juego, es la envidia; el niño hará lo que le manden, no solamente por tener, si no también para que otro no tenga. ¿Queremos darle una lección de generosidad? Le decimos: "Dale esa fruta o ese juguete a tal"; si se niega, no dudamos en añadir, para estimular en el un buen sentimiento: "Te daré otro"; de manera que el niño solo se decide a ser generoso cuando está seguro de no perder nada.
Fuimos testigo un día de un hecho característico en ese género. Se trataba de un niño de dos años y medio aproximadamente, a quien habían hecho semejante amenaza, añadiendo: "Se lo daremos a tu hermano pequeño, así no lo tendrás"; y, para tornar la lección más sensible, se puso la porción en el plato de aquel; pero el hermano pequeño, tomando la cosa en serio, se comió la porción. A la vista de ello, el otro se puso rojo, y había que ser el padre o la madre para no ver el estallido de cólera y odio que relampagueó en sus ojos. La semilla había sido arrojada; ¿Produciría buenos granos?
Volvamos a la pequeña niña de la cual hablábamos. Como no se tomó en serio la amenaza, sabiendo por experiencia que raramente se ejecutaba, esta vez se actuó con más firmeza, porqué se comprendió que había que domar ese pequeño carácter, y no esperar que la edad le diese una mala tendencia. Hay que formar los niños desde temprano, se suele decir; máxima muy sabia, y, para ponerla en práctica, he aquí como se actuó. "Te prometo, le dijo su madre, que si no obedeces, mañana por la mañana, la daré tu pastel a la primera pequeña pobre que vea pasar." Dicho y hecho; esta vez se quiso ser serio y darle una buena lección. A la mañana siguiente pues, habiendo avisado a una pequeña mendiga de la calle, se le hace entrar, y se obliga a la pequeña hija a tomarla de la mano y a darle ella misma su pastel. A renglón seguido, loas a su docilidad. Moraleja: la pequeña niña dice: "Es igual, si hubiese sabido eso, me habría dado prisa en comer mi pastel ayer."; y todo el mundo a aplaudir una respuesta tan espiritual. La pequeña había, en efecto, recibido una fuerte lección, pero una lección del más puro egoísmo, de la cual sacará provecho en otra ocasión, porqué sabe ahora lo que cuesta la generosidad forzada; resta saber que frutos dará más tarde esa semilla, cuando, con más edad, la niña aplicará esa moral a cosas más serias que un pastel. ¿Sabemos que clase de pensamientos ha podido hacer germinar en esa joven cabeza ese sencillo hecho? ¿Cómo queremos, tras esto, que un niño no sea egoísta cuando, en vez de despertar en él el placer de dar, y de representarle la felicidad de aquel que recibe, se le impone un sacrificio como punición? ¿No es inspirarle aversión por el acto de dar, y por aquellos que tienen necesidad? Otra costumbre igualmente frecuente es la de punir un pequeño mandándole a la cocina a comer con los sirvientes. La punición no está en la exclusión de la mesa sino en la humillación de ir a la de la servidumbre. Así se halla inoculado, desde la más tierna infancia, el virus de la sensualidad, del egoísmo, del orgullo, del desprecio por los inferiores, de las pasiones, en una palabra, que son consideradas con razón las plagas de la humanidad. Hay que estar dotado de una naturaleza excepcionalmente buena para resistir a tales influencias, producidas en la edad más impresionable, y donde no pueden tener como contrapeso ni la voluntad ni la experiencia. Por poco pues que esté ahí el germen de las malas pasiones, lo que es el caso más común, visto la naturaleza de la mayoría de Espíritus que se encarnan en la Tierra, sin duda se desarrollará bajo esas influencias, en cuanto que habría que espiar las menores trazas, para extraerlo.
La culpabilidad es sin duda de los padres, pero estos pecan a menudo, hay que decirlo, más por ignorancia que por mala voluntad; en muchos, hay incontestablemente una culpable despreocupación, pero en otros la intención es buena, es el remedio que no vale o es mal aplicado. Siendo los primeros médicos del alma de sus hijos, deberían ser instruidos, no solamente de sus deberes, más de los medios de cumplirlos; no es suficiente que el médico sepa que debe buscar la cura, es necesario que sepa como debe actuar. Si embargo, ¿donde están, para los padres, los medios de instruirse sobre esa parte tan importante de su tarea? Hoy en día se le dan a las mujeres muchas instrucciones; tienen que sufrir rigurosos exámenes, pero ¿cuando se le ha exigido a una madre que sepa como tiene que actuar para formar la moral de su hijo? Se les enseña las recetas de cocina; pero ¿se les ha iniciado en los mil secretos de la gobernación de los jóvenes corazones? Los padres son pues abandonados sin guía a su iniciativa, y es por ello por lo que tantas veces equivocan el camino; así recogen, en los extravíos de sus hijos ya mayores, el fruto amargo de su inexperiencia o de una ternura mal comprendida, y la sociedad entera sufre las consecuencias.
Ya que está reconocido que el egoísmo y el orgullo son la fuente de la mayor parte de las miserias humanas, que en tanto reinen en la Tierra, no se puede esperar ni paz, ni caridad, ni fraternidad, hay pues que atacarlos en el estado embrionario, sin esperar a que cojan fuerza.
¿Puede el Espiritismo remediar ese mal? Sin duda alguna, y no vacilamos en decir que el solo es lo suficientemente potente para hacerlo cesar: por medio del nuevo punto de vista en que hace enfrentar la misión y la responsabilidad de los padres; dando a conocer el origen de las cualidades innatas, buenas o malas; mostrando la influencia que se puede ejercer sobre los Espíritus encarnados y desencarnados; dando la fe inquebrantable que sanciona los deberes; en fin moralizando así mismo a los padres. Prueba ya su eficacia por la forma más racional con la que los niños son educados en las familias verdaderamente espíritas. Los nuevos horizontes que abre el Espiritismo hacen ver las cosas de una manera totalmente distinta; siendo su meta el progreso moral de la humanidad, deberá forzosamente arrojar luz sobre la grave cuestión de la educación moral, fuente primera de la moralización de las masas. Un día llegará en que se comprenderá que esta rama de la educación tiene sus principios, sus reglas, como la educación intelectual, en una palabra, que es una verdadera ciencia; También quizás un día, se le imponga a toda madre de familia la obligación de poseer esos conocimientos, como se le impone al abogado la de conocer el derecho.

hechizamiento del aura humana


Pregunta: ¿De qué forma el hechizamiento penetra en el aura humana?
Ramatís: Toda puesta en marcha de energías para fines destructivos es un acto de hechizamiento. El ser humano absorbe y esparce energías radiantes en todas las fajas vibratorias del Cosmos; en el plano físico, en forma de calor o electricidad animal; en lo etérico, en fuerzas imponderables y vitalizadoras impregnadas de éter físico y químico, proyectadas por el doble etérico. El pensamiento propaga ondas mentales, que accionan y reaccionan en otros seres, afectándoles el carácter, la voluntad y el temperamento. Funciona como si fuera una especie de usina creadora de fuerza en todos los campos de la vida oculta, por eso, el hombre es un receptor y transformador de energías, absorbiendo y elaborando la carga que recibe del exterior y devolviéndola conforme a su mentalidad, moral y emotividad. Existe una interpenetración constante entre todas las personas, que se procesa a través de sus expresiones mentales, etéricas y eléctricas. Nada existe se¬parado, todo es interligado por una inmensa red de vibraciones, que pulsan conforme a las influencias y reacciones recíprocas entre las personas.
La mente humana, por lo tanto, se asemeja a una poderosa estación receptora y emisora, creando alrededor del hombre una atmósfera buena o mala, la que varía según su conducta y pensamientos. El metabolismo en el cambio áurico se hace por afinidad electiva o en simpatía con las vibraciones provenientes de las fuerzas mentales, astrales, etéricas o electromagnéticas, emitidas por otros seres, pues la mente humana vibra en absoluta sintonía con la naturaleza substancial de las energías que provienen del exterior. Así como una simple copa de agua es el vehículo conveniente para disolver la mortífera gota de veneno, las mentes humanas debilitadas por la desarmonía psíquica, pueden volverse propicias y diseminadoras del tóxico magnético del hechizamiento.

Pregunta: ¿Cuál es la configuración del aura humana, vista por los sensitivos?
Ramatís: El aura humana se observa para la vista de los clarividentes semejante a un enorme huevo evanescente, resultante de la irradiación psíquica del individuo. Su forma característica, comúnmente oval, circunda a la persona hasta ochenta o noventa centímetros, esféricamente alrededor de su cuerpo. El aura humana no es propiamente el mismo individuo, apenas su irradiación; la síntesis de los efluvios de varios principios energéticos que funcionan en varios planos, inclusive es también la suma de las radiaciones del desgaste y residuos del doble etérico.
Todas las cosas y seres creados por Dios son centros de energías condensadas y comprimidas conforme enseñó Einstein. Pero, esas energías condensadas no son una perennidad material de la vida, es un estado "antinatural", puesto que ella intenta continuamente retornar a su plano original de energía libre, realmente, donde se manifiesta en su plenitud integral. De esa forma, el mundo exterior o físico se desmaterializa, segundo por segundo, ante la fuerza de esas energías, inherente al aura de cada objeto, planta, ave, animal u hombre, variando apenas el tiempo o plazo para su liberación. Existen minerales como el radium, que se acaban con más rapidez en la vida terrena, pues al poco tiempo, pasa a ser una energía desintegrada y pierde su forma transitoria en la materia. Sin embargo, continúa existiendo con más viveza y poder en su verdadero reino oculto del Cosmos. Todas las sustancias, cosas y seres tienen su aura de irradiación, oriunda de sus principios elementales constitutivos, pues la expansividad y la fuga energética es su determinismo de vida. La materia, figuradamente, es una cosa "anormal"; todas las for¬mas del mundo palpitan en alta tensión, pues no dejan de ser energías aprisionadas, las cuales se esfuerzan constantemente por retornar a su plano de origen. El contenido íntimo de cualquier objeto, forma o ser, en el mundo físico, vibra en una especie de rebeldía constante para huir de su condición incómoda y anormal de materia. Es un esfuerzo expansivo y constante de su condición energética. Por eso, los hindúes aconsejan al hombre a liberarse de "Maya", la gran ilusión representada por el mundo material, efímero, e inestable, donde los más atrayentes aspectos y fascinantes placeres, no pasan de formas transitorias en camino a su disolución en energía.
La desintegración atómica es la liberación prematura de la energía prisionera de la condición materia; esto es, gracias a la intervención violenta de la ciencia humana en el campo de la fuerza nuclear, se realiza en forma apresurada, aquello que debe hacerse a largo plazo. La configuración exterior del Cosmos, es apenas energía comprimida, la cual escapa o se sublima para retornar a su fuente real. De todo ello resulta el aura esferoide u ovalada que se irradia, ultrapasando siempre el espacio ocupado por las cosas y seres vivos. El aura se asemeja a la llama esférica del pabilo que arde en la vela, al calor irradiado por una estufa, al perfume emanado de, una flor o a la luz de una lámpara.

Pregunta: ¿Queréis decir que el aura es la irradiación del ser o del conjunto de las cosas del mundo? Ramatís: El aura es la irradiación de núcleo, vehículo o cuerpo central, que genera o moviliza las energías en constante desgaste. Todos los seres vivos, inclusive los vegetales, están dotados de su doble etérico que les configura la forma y también les demarca los límites de su crecimiento y expansividad. Así como el hombre es portador de un periespíritu, que le da la forma humana y lo mantiene equilibradamente en el medio donde habita, las especies vegetales también tienen un cuerpo etérico provisorio alimentado por un prana o vitalidad, el cual se desarrolla al germinar la semilla y se expande hasta su límite peculiar. Si el hombre no fuese limitado por su periespíritu en su configuración humana, es obvio que crecería indeterminadamente en todos los sentidos 1 y durante su existencia física, la humanidad se transformaría en un conjunto de gigantes en relación a su estatura tradicional. Muy pronto el orbe terráqueo estaría saturado y superpoblado por tales gigantes y cubiertos por una vegetación inmensa, en constante crecimiento. Mientras tanto, gracias al periespíritu, que funciona como si fuera un "cartucho" o "molde" invisible, impide el crecimiento anormal del hombre; y las cosas que lo rodean, como así también, los vegetales, obedecen a la conformación peculiar que les impone su doble etérico.

Pregunta: ¿Nos podéis dar la descripción detallada de los principios que conforman el aura humana?
Ramatís: El aura humana es el resultado de la amalgama o de la fusión de siete principios fundamentales, que conforman al hombre y varían en su masa de luz, color, energía y olor, conforme sea el carácter, temperamento y graduación espiritual del ser. Además, se funden en el total áurico del hombre, otras emanaciones provenientes del cuerpo físico, como son el magnetismo, calor y la electricidad biológica. Como la carga hechizante y proyectada por el proceso de brujería alcanza primero, la llamada "aura de la salud", emanada del cuerpo físico, y en segundo lugar afecta al "aura pránica" o vital, trataremos entonces, estas dos enunciadas. Por otra parte, el aura de la salud, conformada por los efluvios pránicos o vitales, se entremezcla, por así decir, con el aura física, que se haya revestida de calor y olor humano, especificidad magnética y electrización del hombre, formando un conjunto compacto para la visión periesperitual. Por otro lado, debe considerarse, que ese aura irradia las exudaciones de los minerales organogénicos en actividad en el cuerpo carnal, como son el hierro, flúor, cobre, titanio, calcio y otros más, e inclusive, lo que podríamos denominar como de "trasmigración nerviosa". Aún existe un centelleo que va desde el color aluminio oscuro, por momentos rosado, hasta el tono de plata o níquel, que emana directamente del doble etérico y de los "chakras" o centros de fuerzas que interligan al periespíritu a la sensibilidad humana. Esa aura de la salud, la más grosera del hombre, se manifiesta según la .persona de un color blanco azulado, de un matiz metálico y brillante o comúnmente, parecida al agua clara. Tiene un aspecto de huevo vaporoso y estriado, cuya cáscara se asemeja a una gran cantidad de agujas luminosas y centellantes.

Pregunta: ¿Toda carga hechizada penetra en el aura de las personas?
Ramatís: En otras oportunidades hemos dicho, que el éxito de la brujería obedece únicamente al desequilibrio que porta la humanidad, puesto que vive indiferente a los mensajes y enseñanzas liberadoras entregadas por los grandes instructores de la Espiritualidad Superior. Las personas aún confunden espiritualismo con espiritualidad, o prácticas religiosas con evangelitud. Juzgan que la creencia o el vivir simplemente en los ambientes religiosos y esotéricos, son más que suficiente para inmunizarlos contra las ofensivas maliciosas, y además, descuidan su iniciación interior y el pulimento constante que deben afectar como ciudadano espiritual. El hombre cristiano, es aquel que sigue las enseñanzas dejadas por Jesús de Nazaret en la parte Occidental del globo terráqueo, siendo adverso a las prescripciones morales de Buda, Confucio, Krisnha, Hermes y otros líderes siderales. Todo ello produce una línea separativista en el cuerpo del Cristo, el cual es incondicionalmente Amor y Efusión Espiritual sin límites de creencias o preferencias religiosas. Mientras el cristiano sigue una ética que lo aisla de los hombres afectados a otras ideas espiritualistas, la criatura cristificada es universalista y jamás discute, crítica o impone restricciones a cualquier iniciativa, esfuerzos, preferencias doctrinarias religiosas y espiritualistas de sus hermanos. He ahí, el porqué de la defensa e inmunidad natural de la persona contra el hechizamiento mental, verbal o físico, que varía según sea el potencial de "cristificación" y no conforme a su adhesión a determinado credo.

Pregunta: Considerando que son muy pocas las personas con esa graduación crística tan elevada, como las entidades citadas anteriormente, entonces, ¿debemos aceptar que el hechizo impacta a toda la humanidad restante?
Ramatis: En verdad, el hechizamiento es practicado por la humanidad desde muchos milenios atrás, a causa de su primarismo espiritual. Considerando que todas las personas pasan por la etapa natural de primarismo y que forman el basamento de la con¬ciencia humana, obviamente, todos nosotros, en cierta época, hemos practicado el hechizo. Y como la humanidad terrena aún es de graduación primaria, guerrera, vengativa, viciada y carnívora, la brujería predomina en la tierra en base al intercambio de las fuerzas empleadas para el pillaje, despecho, celos y venganzas que predomina entre los hombres. Es un proceso que ejercen los vivos encarnados y los muertos sin cuerpos, puesto que los hombres dejan la tumba para ingresar en el Más allá portando en sus almas las pasiones y vicios que cultivaban ávidamente en su existencia carnal.
Por esa causa, aún existe el abominable círculo vicioso donde los "muertos" vampirizan a los "vivos" hasta procesarse la sustitución natural en que los nuevos muertos pasan a explotar a sus antiguos verdugos, renacidos en la carne. Es un culto constante donde las emociones y pasiones inferiores de la materia, siembran angustias y desventuras e imbecilidades a causa de la venganza recíproca, bajo el clima enfermizo que sustenta la obsesión, hechicería y el vampirismo sobre los seres vivos. Dentro de cincuenta u ochenta años, la actual humanidad encarnada será sustituida por la reserva, que en estos momentos, habita el mundo astral en donde los hechiceros de hoy, serán los hechizados del mañana, apenas disfrazados por el cambio de la prenda carnal y la posición de sus respectivos planos. En ese intercambio funesto y despreciativo en que millones de almas encarnadas y desencarnadas rinden guardia al culto febril de las pasiones, tal como se realiza el cambio de los centinelas militares, la estupidez y la tozudez, lleva a los espíritus a vivir como criaturas dañinas, donde una escupe el agua de la otra. ¿Cuántos milenios de años los hombres tontos, vivirán escupiéndose recíprocamente sus copas de agua y contaminando la preciosa linfa de la vida espiritual? ¿Cuántos hombres despertarán en el transcurso de los próximos milenios, bajo la enseñanza erística de los instructores espirituales, y se liberarán de la manada humana, ciega e instintiva, que se golpea y daña mutuamente, para roer el menguado y amarillento pasto del mundo carnal? Es evidente, pues, que el hechizo persiste inevitablemente en toda la humanidad.

Preguntas: ¿Cómo es que penetra el hechizo en el aura humana?
Ramatís: La carga hechizante proyectada por los objetos transformados en acumuladores de fuerzas, están saturados de fluidos electromagnéticos y etéricos en el campo atómico de esos objetos, que son potencializados por el hechicero o los espíritus desencarnados. En consecuencia, esa carga "trienergética" produce un impacto ofensivo y perturbador sobre la víctima, actuando sobre su naturaleza electrónica, magnética y etérica. Alcanza primero el aura de la salud, después penetra hasta el doble etérico y perturba luego el delicado metabolismo de los chakras.
Cada centro de fuerza etérica, además de su trabajo individual de captar el prana destinado a cierta región orgánica y sustentar el sistema nervioso, endocrino y sanguíneo, también debe atender las relaciones entre el periespíritu y el sector físico correspondiente. Cuando ese metabolismo etérico es adulterado por el impacto hechizante, dificulta la recomposición vital de los principales órganos del cuerpo físico y su respectivo control por el espíritu. Nos recuerda al cochero, que no consigue mantener con seguridad el carruaje en el camino, debido, a que el caballo, es como la energía intermedia, se vuelve indócil y violenta. El espíritu bajo el descontrol de los chakras, comete desatinos y perturbase en el rumbo eficiente de la salud, optando por la alimentación viciosa o alérgica, y resultando consecuente la enfermedad física. Y, bajo el trabajo obsesivo de los obsesores desencarnados, fallan los diagnósticos médicos, las radiografías, los exámenes de sangre o los sedimentos orgánicos, aunque el clínico compruebe la manifestación de los síntomas patogénicos. Mientras la Ciencia aún duda de la posibilidad de las proyecciones de las cargas fluídicas y hechizado sobre los seres humanos a la distancia, esa misma ciencia proyecta energía eléctrica que alumbra ciudades, envía radiofotos u orienta aviones en medio de las tormentas. El "control remoto" en el campo de las ondas electromagnéticas, ¿no es similar al proceso aplicado por el hechicero a través de la distancia y el fluido "od" des¬cubierto por Reichenbacker —fluido electromagnético generado por los cuerpos minerales, vegetales y animales— justifica la posibilidad de acumular cargas beneficiosas o dañinas, que más tarde pueden proyectarse sobre determinadas personas.

Pregunta: Los colores áuricos, ¿también influyen respecto a la defensa con relación a los impacto hechizantes?
Ramatís: Los colores son efluvios resultantes de los pensamientos y sentimientos humanos, pero no es una energía especifica que puedan dinamizar o proteger a los seres contra los impactos hechizantes. Son campos vibratorios resultantes de las revelaciones emotivas y mentales de los seres, que los clarividentes pueden ver muy bien.
Los sentimientos amorosos y pacíficos, el deseo ardiente de proteger y servir al prójimo, crean un aura benéfica y protectora matizada de colores agradables, nítidos, claros y calientes. Los "pensamientos formas" y las ondas mentales de alta vibración espiritual, además de presentar cierta belleza en colores para la visión trascendental, se transforman en verdaderos guardianes luminosos alrededor del ser. Cuando las madres se dedican amorosamente a sus hijos y los vigilan atentamente, producen una hermosa aura de color liláceo y rosado, refulgente, que encanta por su belleza poco común. Los pensamientos y sentimientos se mueven revestidos de colores inherentes a su origen, bueno o malo; una persona, cuando se encuentra dedicada puramente a la oración, lo rodea un color azul claro y atrayente que predomina sobre los demás matices do su aura; los impulsos de simpatía producen tonos agradables de color verde seda, brillante y afable, mientras que el raciocinio elevado vibra en matices de amarillo puro con franjas doradas. De ahí, entonces, la necesidad de que el hombre domine el cuerpo mental y astralino, a los fines de evitar la creación de las formas pensamientos desagradables y ofensivas, porque las mismas fluc¬túan en busca de otras mentes afines, para después retornar centuplicadas a su fuerza perniciosa de origen. La insistente pro¬yección de un determinado color sobre una persona, puede crearle estímulos y asociaciones de ideas, simpáticas a ese color.

Pregunta: ¿Por qué el doble etérico y los chakras no ofrecen resistencia a los impactos de las fuerzas nocivas, proyectadas por los objetos hechizados?
Ramatís: Hemos explicado en otra obra de nuestra autoridad , que el prana o energía vital emanada del sol, indispensable para la construcción de las formas del mundo material y de toda manifestación de "vida en el Cosmos, también sustenta la vivencia mental, astral y etérica en el mundo oculto. No podría existir vida sin el prana, soplo de vida o energía vital, que se encuentra en cualquier latitud cósmica. Cuando el hombre se embebe del prana, de muy buena calidad, se inmuniza contra los impactos de las energías inferiores; pero siendo de orden inferior, es incapaz de reaccionar a las ofensivas del hechizo u otras cargas de orden subversivo.
Sin embargo, es necesario no olvidar, que únicamente los pensamientos y emociones sublimes atraen el prana de elevado potencial energético, que asegura la circulación del doble etérico, el dinamismo de los chakras, así como también la armonía del conjunto carnal.

Pregunta: ¿De qué forma la carga hechizante puede provocar ciertas enfermedades, dado que es de origen microbiano o virulento?
Ramatis: Así como el fuego durante las noches atemoriza a las fieras y protege a los cazadores, el aura humana, cuando tiene hermosos colores debido a su elevado energismo pránico, también forma una zona protectora alrededor de la persona, manteniendo a distancia la fauna mórbida de los bacilos, larvas y miasmas psíquicas e invisible. En base a la intimidad relacionada entre el doble etérico y el sistema nervioso, cualquier acción ejercida sobre el aura etérica repercute inmediatamente sobre éste e inmediatamente alcanza al sistema endocrino y la circulación sanguínea. Cuando se produce ruptura en el aura etérica por debilitamiento es inevitable la invasión de las especies microbianas astralinas y enfermizas con la consecuente alteración en la dirección del sistema nervioso. Tales gérmenes se alimentan y fortifican penetrando en la circulación sanguínea, provocando la desarmonía fisiológica y las conocidas enfermedades orgánicas. Obviamente, es la armonía emotiva, mental y espiritual lo que asegura la estabilidad física y fortifica el aura vital contra las arremetidas peligrosas del mundo astralino inferior.
Las virtudes dinamizan el prana o la vitalidad humana, los pecados bajan la calidad y debilitan el tono defensivo, estableciendo las condiciones mórbidas. Los excesos de alimentación, de alcohol y vicios degradantes, inferiorizan la red pránica de sustentación energética en la organización psicofísica de la persona.

Pregunta: Necesitamos comprender mejor ese proceso del aura humana, en función de atraer los gérmenes psíquicos, que luego se fortalecen con los fluidos mórbidos del hechizamiento y que penetran en la fisiología del ser, causando perturbaciones y enfermedades fatales.
Ramatís: Considerando que no existen milagros, sino hechos incomunes, supeditados a la Ley de Dios, entonces existe un fundamento científico en la intimidad de los fenómenos, que la ciencia —por ahora— las tilda de fantasioso o supersticioso. Cuando la carga del hechizamiento alcanza la percepción física del individuo, ella recorre y se manifiesta gradativamente en los demás planos que conforman al hombre invisible, alimen¬tándose de las fuerzas primarias que sustentan a la materia. También es muy evidente, que Dios no creó seres deliberadamen¬te maléficos o enfermizos, como el caso del sapo, que es utilizado para el hechizamiento, ni las faunas microbianas de orden psíquico o físico que producen las enfermedades en los seres humanos. El bacilo de Koch y el de Hansen, por ejemplo, no son específicamente tuberculinos o morféticos, pero proliferan en el organismo de las víctimas que presentan las condiciones electivas para la procreación de la enfermedad. Los microbios, bacilos y miasmas convergen hambrientos, hacia las zonas orgánicas del hombre o animal, que les permite condiciones favorables para nutrirse y procrear su especie, en forma independiente del hechizamiento, ley del Karma o descontrol emotivo y mental. Accionan impelidos por el sagrado impulso de la vida que Dios les concedió, aunque de ello pueda resultar perjudicial para sus portadores.

Pregunta: En anteriores pasajes nos manifestasteis "momentos de animalidad" y "momentos de angelitud", que demuestran las condiciones defensivas del aura humana, ¿Nos podéis ampliar ese concepto?
Ramatís; La impaciencia, envidia, ira, intolerancia, maledicencia, celos, orgullo, despecho, odio, egoísmo, amor propio y demás pecados semejantes, generan una sustancia mental perniciosa y de mala calidad. Cuando las personas viven "momentos de animalidad", sus periespíritus están afectados por las energías inferiores, que además de provocar un descenso vibratorio en el campo de las defensas electromagnéticas, se vuelve una fuente de atracción para los fluidos semejantes. En tales casos, las cargas hechizantes accionan a voluntad y son estimuladas por la ley de "los semejantes atraen a los semejantes". En los "momentos angélicos", la persona vive las emociones y sentimientos superiores, como son el amor, altruismo, renuncia, bondad, tolerancia, humildad, alegría y confianza, conformando una especie de coraza mental y protectora, que rechaza los impactos malévolos del hechizamiento. La misma ley vibratorial, que impide a los rayos del sol fijarse en el vaso de lodo, también evita que los pensamientos sublimes se infiltren en las auras sucias, viscosas, densas y alimentadas por el magnetismo primario de los hombres animalizados. Así como el lodo nauseabundo no puede oscurecer los rayos solares, debido a su elevada frecuencia, los fluidos dañinos, de baja vibración, no pueden afectar al aura refulgente de los espíritus excelsos.

Pregunta: Considerando que los estados pecaminosos permiten que el aura de la persona sea el blanco de los impactos hechizantes o pensamientos negativos, ¿por ventura, el hombre no tiene un sentido innato de orientación, que debería librarlo de la hipnosis maléfica del hechizo?
Ramatís: Bajo la carga de fluidos inferiores proyectados por el hechizo, la persona lleva la peor parte en el terreno de la competición de la vida cotidiana, pues su aura densa le impide captar las intuiciones y sugestiones beneficiosas de su guía espiritual. De ahí, que es víctima de las circunstancias desfavorables y cometa los peores equívocos contra sí mismo; ejemplificando, cuando necesita de un buen médico para atenderse de cualquier enfermedad, su mala suerte, como se dice acostumbradamente, lo encamina hacia un facultativo sin experiencia, o es mal asistido, cuyo diagnóstico, además de falso, le da medicación inocua. El hechizado es un verdadero mundo de incoherencias bajo la acción sarcástica del mundo oculto; es la víctima irremediable y accio¬nada a gusto por ese plano maléfico que se ensaña cuando se presenta la ocasión de destruir. Mientras los espíritus malévolos tratan de infiltrar sus pensamientos nocivos, ideas enfermizas y sugestiones imbéciles, los amigos verdaderos y benefactores, luchan denodadamente para accionar a través de su campo vibratorio letárgico.

Pregunta: Cuando los pensamientos hechizantes, llenos de maldad y odio alcanza a las personas altamente evangelizadas, ¿qué sucede?
Ramatís: Los pensamientos malignos, que chocan con las auras de las personas altamente evangelizadas, refráctanse y retornan inmediatamente por la línea de menor resistencia a la imprudente criatura que la envió, recibiendo la carga mortífera centuplicada, bajo el viejo axioma de que el "hechizo se vuelve contra el hechicero". Los hechiceros experimentados jamás se arriesgan a hechizar a las personas de elevado padrón espiritual, puesto que saben sobradamente que el rechazo es inmediato y tan violento, como sea la energía defensiva de la fuente que lo repele. Infeliz del espíritu o hechicero, que tenga la osadía de proyectar su carga maléfica sobre cualquier núcleo de fuerzas de alto voltaje espiritual, pues jamás se volvería a reacondicionar psíquicamente para intentar otra operación semejante.

(Ramatis)

miércoles, 14 de abril de 2010

Embarazo en los espiritus.


En una reunión de estudios doctrinarios, en nuestra casa espírita, unos de los simpatizantes nos dirigió la siguiente pregunta: ¿podría ocurrir un embarazo en los espíritus? A lo que le respondimos: hasta donde sabemos no. Sin embargo nos replicó: pero existe un libro espírita, citando el título, que habla de eso. Le dijimos que no sabíamos, sin embargo, vamos a procurar estudiarlo, pues no podemos emitir una opinión sobre algo de lo que no tenemos conocimiento. Fuimos entonces a buscar la información en el libro Infinitas Moradas, del cual transcribimos una parte. Es un párrafo específico del diálogo entre el Dr. Ignacio Ferreira con Odilon Fernandes, ambos ya en la condición de espíritus desencarnados. Iniciamos con la palabra del Dr. Ignacio: - ¡Tanta grandeza por encima de nuestras cabezas y nosotros insistiendo en continuar viendo lo que está bajo nuestros pies!... Por más que me esfuerce, no entiendo esos personajes que dejan el cuerpo y prosiguen en las mismas... No es para que, de este lado, tuviésemos hospitales, valles de expiación ni tampoco regiones tenebrosas. Ni esos hermanos con problemas de deformidad en el cuerpo espiritual, al punto de tener que necesitar prácticamente de un nuevo nacimiento por aquí, con el fin de readquirir la forma humana, antes de una nueva inmersión en la carne. - Este es un tema que transciende Ignacio, sobre el cual, infelizmente, no debemos profundizar con nuestros compañeros encarnados que, a decir verdad, aún revelan dificultad para aceptar la Reencarnación como ella es... Ellos no entenderían el “embarazo” periespiritual en las regiones inferiores, donde seres que padecen aberraciones de la forma carecen de un renacimiento como recurso terapéutico. Dejemos que la semilla de la idea florezca naturalmente. ¿Si se “muere” por aquí, por qué también no se renacería...? - ¿O nacería? - Sí, o nacería, pues, si los Espíritus Superiores confirmaron a Allan Kardec que en la Naturaleza nada da saltos, como explicarse, por ejemplo, sin elementos de transición en nuestro Plano, ¿la primera encarnación humana del principio espiritual? El cuerpo humano no está apto a recibir entidades primarias, sin que su organismo periespiritual haya antes, humanizado la forma. ¡Los primeros nacimientos acontecen aquí!... Pero, repito, tal vez esto sea mucho para la cabeza de cuantos aún no consiguieron, por sí mismos, intuir semejante realidad. El asunto ha generado polémicas, y no podemos comprometer la tarea que, a pesar de los pesares, ha producido frutos de significativa calidad. - Tal vez me haya excedido... (BACCELLI, 2003, pp. 59-60). (La negrilla es nuestra). Bueno, no hay duda alguna sobre lo que el compañero nos informó acerca de que hay un libro abordando el asunto. Pero tenemos el deber de verificar si encontraremos apoyo para eso en las obras básicas de la codificación, toda vez que, como el propio Kardec dice, la opinión de un espíritu no pasa de ser sólo una opinión y de ella no podemos sentar bases para un punto doctrinario. Inicialmente, veremos que en El Libro de los Espíritus, a la pregunta de Kardec si los Espíritus tenían sexo, la respuesta de los Espíritus fue: “No como lo entendéis, pues los sexos dependen de la organización. Hay entre ellos amor y simpatía, pero basados en la concordancia de sentimientos”. (Preg. 200, p. 134). Según podemos entender de esa respuesta, por faltarles una organización física, los espíritus no tienen sexo. ¿Si no hay sexo, como habría la relación sexual para la consecuente fecundación del óvulo por el espermatozoide? ¿Además de eso, donde se fijaría el gameto fecundado? Más adelante, cuando el asunto es la evolución del principio inteligente, específicamente en el momento en que él sale del reino animal para practicarse en el reino hominal, Kardec pregunta (607b) a los espíritus si el periodo de humanización comienza en la Tierra. A lo que responden que “la Tierra no es el punto de partida de la primera encarnación humana. El periodo de humanización comienza, generalmente, en mundos aún inferiores a la Tierra”. (Pág. 300). Viniendo del reino animal, y obviamente, con un periespíritu adecuado a aquel reino, el principio inteligente no se conecta a un cuerpo humano igual al nuestro, sino a un cuerpo humano mucho más próximo al de él, adaptado a la condiciones de los planetas primitivos. Ese cuerpo humano, tan próximo al de los animales, no ofrece ninguna dificultad de adaptación a ese nuevo estado por el cual él pasa. Ciertamente que eso no ocurre de un día para el otro, sino en miles de años sin que haya solución de continuidad: “todo se encadena en la Naturaleza”. Fue lo que aconteció aquí en la Tierra, cuando aún era un planeta primitivo, con los seres de los cuales descendemos, que más parecían animales que propiamente seres humanos de la forma que somos hoy. Kardec tejiendo consideraciones sobre la hipótesis del origen del cuerpo humano, dijo que “como en la Naturaleza no hay transiciones bruscas, es probable que los primeros hombres aparecidos en la Tierra poco difiriesen del mono por la forma exterior y también no mucho por la inteligencia”. (La Génesis, p. 213). En El Cielo y el Infierno, en el capítulo II, de la segunda parte, acerca de los relatos sobre las manifestaciones de los Espíritus Felices, encontramos la afirmativa de que “los Espíritus no se reproducen” y que “los Espíritus no pueden tener sexo”. Kardec, en nota explicativa dice: “Siempre dijeron que los Espíritus no tienen sexo, siendo este sólo necesario a la reproducción de los cuerpos. De hecho, no reproduciéndose, el sexo les sería inútil.” (p. 183). De esta manera, queda claro que los espíritus no se reproducen, por consiguiente, no hay como hablar de embarazo en los espíritus, y si así ocurriese tendríamos, ahí si, el embarazo espiritual. Nuevamente, encontramos a Kardec hablando sobre el asunto, ahora en la Revista Espírita: Las almas o Espíritus no tienen sexo. Las relaciones que las unen nada tienen de carnal, y, por esto mismo, son más durables, porque están fundadas sobre una simpatía real, y no subordinadas a las vicisitudes de la materia. […] Los sexos no existen sino en el organismo; son necesarios a la reproducción de los seres materiales; pero los Espíritus, siendo creación de Dios, no se reproducen unos a los otros, es por eso que los sexos serían inútiles en el mundo espiritual. (Revista Espírita 1866, p. 3). (La negrilla es nuestra). Ese último párrafo resume todo cuánto podríamos buscar en la codificación, no necesitaríamos de más nada, sin embargo, vamos a continuar con nuestra investigación. Vamos a recurrir ahora al espíritu André Luiz, por la psicografia de Chico Xavier, para elucidar aún más este asunto. Cita una situación donde será necesario recomponer la forma espiritual humana, conforme podemos leer cuando él habla sobre el monoideísmo: Se establece en él el monoideísmo por el cual los otros deseos se le desvanecen en lo íntimo. Por la oclusión de otros estímulos, los órganos del cuerpo espiritual se retraen o se atrofian, por ausencia de función, y se vuelven, instintivamente, hacia la sede del gobierno mental, donde se localizan, ocultos y debilitados, en el fulcro de los pensamientos en circuito cerrado sobre sí mismo, cuáles implementos potenciales del germen vivo entre las paredes del huevo. En tales circunstancias, el monoideísmo es solamente reversible a través de la reencarnación,... […] En ese periodo, afirmamos habitualmente que el desencarnado perdió su cuerpo espiritual, transubstanciándose en un cuerpo ovoide, lo que ocurre, de hecho, a incontables desencarnados, en situación de desequilibrio,... (XAVIER, 1987, pp. 90-91). (La negrilla es nuestra). Por lo tanto, algunos espíritus pierden la forma periespiritual humana para transformarse en ovoides. ¿Podrían ellos reencarnar en esas condiciones? ¿Tendrían la necesidad de retomar a la forma humana? En fin, ¿qué sucederá en la presente situación? Vamos a continuar recurriendo a André Luiz que, más adelante, habla de la necesidad de la reencarnación, de una forma general: FORMA CARNAL - Sin embargo, así como el germen para desarrollarse en el huevo necesita calentarse al calor del ave que lo acoge maternalmente o del ambiente térmico apropiado, en el recinto de la incubadora, y así como la semilla, para liberar los principios germinativos del vegetal gigantesco en que se convertirá, no prescinde de la cuna tibia en el suelo, los Espíritus desencarnados, deseosos de la reintegración en el mundo físico, necesitan del vaso genésico de la mujer que con ellos se armoniza, en las líneas de la afinidad y, consecuentemente, de la herencia, vaso ese a que se aglutinan, mecánicamente, y donde, conforme a las leyes de la reencarnación operan en algunos días todas las ocurrencias de su evolución en los reinos inferiores de la Naturaleza. Asimilando recursos orgánicos con el auxilio de la célula femenina, fecundada y fundamentalmente influida por el gen paterno, la mente elabora, por sí misma, un nuevo vehículo fisiopsicosomático atrayendo, hacia sus moldes ocultos, a las células físicas que han de reproducirse por cariocinesis, de conformidad con la orientación que le es impuesta, esto es, reflejando las condiciones en que ella, la mente desencarnada, se encuentra. Plasmándosele, de tal modo, una nueva forma carnal, un nuevo vehículo físico al Espíritu, éste se rehace o se reconstituye mediante una formación reciente con un entretejido de células sutiles, vehículo éste que evolucionará igualmente después de su pasaje por la cuna y que persistirá después de la tumba. (XAVIER, 1987, pp. 91-92). (La negrilla es nuestra). Deja clara la cuestión del espíritu haber que cumplir la ley de la reencarnación, entrando nuevamente en un cuerpo femenino, vía óvulo fecundado, para seguir el curso normal del proceso reencarnatorio. Y, en especial, para los casos de los espíritus en forma de ovoide él dice: Los Espíritus categóricamente inferiores, padeciendo monoideísmo tiranizante, la mayoría de las veces, entran en simbiosis fluídica con los organismos femeninos a los que se ligan, experimentando el debilitamiento del cuerpo espiritual, o sea el fenómeno de ovoidización, siendo inevitablemente atraídos al órgano uterino, en circunstancias adecuadas, para que la reencarnación se cumpla en moldes enteramente dependientes de la herencia, tal como acontece a la simiente que, después de desligarse del fruto seco, germina en el suelo, conforme a los principios organogénicos a que obedece, luego de haber encontrado el favor del ambiente. (XAVIER, 1987, pp. 152-153). (La negrilla es nuestra). Así es que, aún en este caso, hay la necesidad de la conexión del espíritu en forma de ovoide con el óvulo ya fecundado, sin otro procedimiento a no ser la reducción periespiritual. Interesante es que hay para los reencarnantes, el acto de “restringimiento del cuerpo espiritual” para conectarlo al óvulo. Curioso es que el proceso de reducción periespiritual para la reencarnación es muy semejante al de la ovoidización por fijación mental del espíritu, aún prendido a sentimientos inferiores, de los cuales, parece, no querer dar su brazo a torcer. Para corroborar esto, podemos traer más información dictada por el espíritu Adamastor: La ovoidización es una de las dolorosas enfermedades que puede provocar el espíritu después de la muerte. Consiste en la pérdida de la conciencia activa, cuando el yo consciente se desmorona completamente, en el transcurso de atroces e insoportables sufrimientos, volviéndose sobre sí mismo, anulándose y perdiendo todo el contacto con la realidad. La actividad consciente del alma entra en letargia, refugiándose en las capas del subconsciente. El pensamiento continuo se fragmenta, perdiendo su hilo de conducción, y la estructura periespiritual se desfigura completamente, deshaciendo su natural conformación humana, adquiriendo el formato aproximado de un huevo, cuyas dimensiones se aproximan al del cráneo infantil. El proceso es en todo semejante al de las bacterias que se enquistan ante las condiciones adversas de la vida, aguardando nuevas oportunidades para retornar a la actividad normal. La ovoidización es un proceso incurable en el plano espiritual, siendo una de las más graves enfermedades de nuestro mundo, y solamente puede ser revertida en reencarnaciones expiatorias, cuando el espíritu se reencuentra con un nuevo ambiente de manifestación y puede rehacer el metabolismo de su consciente. Varias reencarnaciones, sin embargo, se consumen en tentativas frustradas, de modo que la pérdida evolutiva es inmensa para estos infelices seres. Muchos retroceden a condiciones tan primarias de la vida humana que necesitan reencarnar entre pueblos primitivos, con el fin de resistir la grave patología, sin deshacerse en malformaciones congénitas incompatibles con la biología humana. […] (FREIRE, 2002, p. 28). (Las engrillas son mías). Juntamos también, a nuestra investigación, el pensamiento del escritor espírita Eurípides Khül, en su estudio del capítulo XII – Alma y desencarnación, del libro Evolución en Dos Mundos. Leamos: 5) ¿Qué son los ovoides y cual el origen de su existencia en el mundo espiritual? R - Ovoides son los espíritus que, aún en la fase primitiva de la evolución, asumen la forma de huevo, después de la desencarnación, a consecuencia de su incapacidad en adaptarse a la nueva forma de vivir, en el mundo espiritual. La idea fija, única, auto-hipnotizante, de renacer en la carne, mantiene su psiquismo ligado a la vida carnal y le magnetiza la mente, reprimiendo otros estímulos a los órganos del cuerpo espiritual, que se retraen y atrofian, por falta de función. Se vuelven, entonces, esos órganos, hacia la mente, donde se dejan dominar por los pensamientos. Sus células son atrofiadas por la idea única de retorno al vehículo físico. Es un proceso semejante al encogimiento del periespíritu por motivo de la reencarnación. Mientras perdura esta situación, el espíritu pierde la forma humana, asumiendo la forma ovoide. El formato de huevo se explica por ser este la cuna donde se da inicio al proceso de renacimiento de varios seres, inclusive del propio hombre, que tiene su cuerpo físico generado en el óvulo de la madre. De ahí por qué la mente de esos espíritus, fijados en la idea de renacer para la vida física, plasma la forma ovoide. Así permanecen hasta que surja una nueva oportunidad reencarnatoria. Con el proceso de reencarnación iniciado, asimilan nuevos recursos orgánicos, utilizando la ayuda de las células de los padres. Su mente pasa a elaborar el nuevo vehículo fisiológico, en moldes cuya orientación le es impuesta. Plasma, de esta manera, una nueva forma carnal, un nuevo vehículo para lo cual rehace y reconstituye el periespíritu, readquiriendo la forma humana. André Luiz compara esas criaturas a algunas bacterias que, apartadas de su medio ambiente, se hacen incólumes al frío y al calor, manteniéndose inmóviles por largos periodos, pero que entran en actividad tan luego sean colocadas en el ambiente que les sea peculiar. 6) ¿Cómo es plasmada la nueva forma carnal en la cual el espíritu reencarnante se expresará? R - Para que se dé el proceso reencarnatório que lo liberará de la forma ovoide, el espíritu reencarnante necesita del organismo genésico de la futura madre, con la cual tiene afinidad y de la cual heredará características físicas, para asimilar recursos orgánicos a través de la célula femenina, fecundada por el gen paterno. Su mente, entonces, elabora por sí misma nuevo vehículo fisiopsicosomático, atrayendo células físicas que se reproducen de conformidad con la orientación que le es impuesta y reflejando su estado evolutivo. Plasma así, la nueva forma carnal, que irá a repercutir en el periespíritu, a través de células sutiles, promoviendo alteraciones en el cuerpo espiritual desde el renacimiento y que irán perdurar después de la muerte.

¿El clon humano es una utopía?


¿La clonación humana es defendible? ¡Esa es la pregunta! El asunto es intrigante e impone debate más amplio. No hay respuestas definitivas para el problema. ¿Cuál es la mejor actitud frente a la bioética de ella? La respuesta no es fácil. El tema aun es asustadizo, todavía, invariablemente, será una práctica rutinaria en los siglos futuros, atendiendo a cuidadoso planeamiento que envolverá Espíritus encarnados y desencarnados. Actualmente, es complejo el asunto, por eso, suscita problemas y dudas. Para algunos, el clon humano es una utopía patética. Para los estresados, hay un cierto delirio que hace que algunas personas piensen en la posibilidad de crear individuos descerebrados en el clonaje y después almacenados para el trasplante de órganos. ¡Es una locura! Eso no nos debe preocupar. Otros acreditan que pueden interferir en el gen, en el DNA y retirar la sensibilidad para hacer individuos, totalmente, inmunes al dolor, más, en verdad, eso no pasa de ciencia ficción. Con todo, “la búsqueda de conocimientos es característica fundamental del Hombre, aunque muchas veces proceda como un aprendiz de brujo, sin dominio sobre sus propias conquistas, en virtud de su desenvolvimiento moral.” El Genetista Panayitis Zavos ha informado, insistentemente, que implantó 11 embriones clonados en cuatro mujeres y cree que, si amplia los esfuerzos actuales, podrá llegar al primer bebe clonado en un año u dos. Para algunas autoridades, el procedimiento de Zavos es un “brutal desvió de ciencia genética”, por eso, el método es ilegal en varios países. Hace algunos años, Panayiotis no presento cualquier evidencia de la técnica y fue condenado como “irresponsable” por dar falsas esperanzas a mujeres que no podían tener hijos. Considerándose que hay un descarte de gigantesca cantidad de embriones, el método es, algo muy arriesgado. A cada 100 tentativas, al menos el 95 no prosperó, dejando un rastro de abortos y muertes de gestantes; las cinco gestaciones que, eventualmente, prosperaron, probablemente, no garantizan vida saludable para los clones, para comenzar por el previsible envejecimiento celular precoz. Los métodos, aun, están muy distantes del éxito real; hay, aun, mucho espacio por recorrer, a la vista de los impedimentos éticos y legales que obstan en los experimentos. Con todo, llegará el día en que el clonaje será factible. Se no hoy, sin duda alguna en un futuro. Los espiritas saben que es el espíritu el que da vida inteligente al cuerpo. Si un cuerpo humano fuera clonado a partir de una célula de alguien ya desencarnado, ciertamente será designado un Espíritu para dar vida a aquel cuerpo, más es poco probable que sea el del donador de la célula. Aun mismo que fuese el espíritu de este, sería una nueva vida y con nueva misión. La vida no se repite. Los clones ya existen de forma natural. Los gemelos un vitelinos, por ejemplo, son un clonaje de la Naturaleza. En ese caso, solo un ovulo dará origen a dos seres, genéticamente, idénticos, más con impresiones digitales diferentes. Son idénticos en el punto de vista genotípico. Un cuerpo podrá ser clonado perfectamente igual, con todo, no se puede realizar lo mismo con la personalidad, raciocinio, lucidez y otros ítems psicológicos, porque son del espíritu. En el clonaje de seres humanos, tendremos una copia de genes, absolutamente igual. Más, en cuanto a su personalidad, carácter, inteligencia, índole, y todo lo que distingue a un ser humano de otro, será, invariablemente, diferente, guardando conformidad con el estado evolutivo y la manera de ser del Espíritu reencarnado. Toda criatura que vive “después del nacimiento, tienen, forzosamente, encarnado en si a un Espíritu, de lo contrario, no seria un ser humano”. Así, si el clonaje humano fuese un éxito, ciertamente, no produciría robots, más si seres auténticos. Puede el hombre manipular los óvulos y espermatozoides, más jamás podrá determinar que alma habitará en un eventual clon. Ningún investigador podrá “elegir” al alma que irá a habitar en el resultado de un clonaje humano reproductivo. Si nos basáramos, apenas, en la palabra clonaje, nada encontraremos en Kardec específicamente. Más, con el Codificador, sin la menor dificultad, deducimos cuanto el Espiritismo tiene de sabiduría, en su triple aspecto de Ciencia, Filosofía y Religión: el desenvolvimiento científico, filosófico y religioso del clonaje están ahí. “Caminando a la par con el progreso, el Espiritismo jamás será ultrapasado, porque si nuevos descubrimientos le demostrasen estar en el error acerca de un punto cualquiera, el se modificaría en ese punto. Si una verdad nueva se revelara, él la aceptará” El Libro de los Espíritus esclarece que en la reencarnación el “espíritu se une al cuerpo en el momento de la concepción, esto es, en el instante de la formación del zigoto o de óvulos.” Según el Genio de Lyon “esa célula inicial ejerce sobre el espíritu una atracción tan irresistible, que el, generalmente, se une a ella, instantáneamente, a través, de “un lazo fluídico” de su periespiritu o cuerpo sutil.” André Luiz describe “el instante de la concepción o fertilización como siendo el de las primeros pasos del espíritu en la materia, cuando comienza, entonces, a estructurar el nuevo cuerpo. El actúa sobre la célula-ovulo como un vigoroso modelo, como si fuese un imán entre limaduras de hierro.” No hay como dudar que llegará el momento en que la genética encontrará recurso para clonar al ser humano, más cuando eso sea posible, evidentemente el espíritu reencarnará. Cuando la ciencia consiga medios que faculten la reencarnación, el espíritu se hará presente. Observemos que la fecundación “In Vitro” sustituye perfectamente al organismo humano. Detalle: Kardec no confirma que, apenas, en el momento de la fecundación el espíritu puede unirse al cuerpo. El afirma que en el momento de la fecundación ocurre eso, más no solamente en ese. Este raciocinio debe ser aplicado en el caso de que el clonaje humano sea factible. La reproducción humana, ciertamente, pasará por considerables cambios a lo largo de los próximos siglos, por eso, no debemos sorprendernos con el clonaje reproductor y aun mismo con las gestiones en ambientes extra-uterinos. Mientras, nuevos conocimientos espiritas precisan ser incorporados a la Doctrina sobre un momento alternativo que el Espíritu pueda unirse al cuerpo. También, entendemos que el hecho de la fecundación se da fuera del útero, en nada interferirá en el proceso de encarnación, pues este ovulo será implantado en el útero materno y se desenvolverá normalmente. Para los especialistas espiritas, las indagaciones bioéticas continúan en abierto, aguardando progresos tecnológicos en el área de la investigación espiritual y, sobretodo, avances humanos, en el campo del amor y de la misericordia. Por tanto, el clonaje humano será importante cuando la Ciencia estuviera iluminada por el conocimiento del espíritu y trabajando por el engrandecimiento espiritual de la Humanidad.