sábado, 25 de junio de 2011
Muertes Colectivas
Desde la antigüedad, grandes tragedias se abaten sobre la Humanidad. A fenómenos naturales – ciclones, maremotos, volcanes – se han sumado situaciones tormentosas desencadenadas por la acción humana, como incendios, derrumbes de construcciones y genocidios. Y a lo largo de la gran epopeya humana siempre se ha preguntado: ¿por qué?
Para los que creen en la bondad, en la misericordia y en la justicia de Dios, las interrogaciones son aún más profundas. En fin, ¿cuáles son las razones para que el Creador permita que sus hijos – aparentemente inocentes – sean víctimas de las catástrofes que dejan detrás de sí la muerte, la miseria, la enfermedad, la orfandad y la viudez, y que hacen infelices a miles de vidas?
Al quedarse intrigado con la secuencia de pruebas colectivas que marcan la trayectoria de la Humanidad, el Codificador del Espiritismo, Allan Kardec, indagó a los Inmortales acerca de las razones de tales tragedias. Y los Bienhechores Espirituales han explicado, en el capítulo seis de la tercera parte de El Libro de los Espíritus, que las calamidades destructivas son pruebas que dan al hombre oportunidad de evolucionar y de ejercitar su inteligencia al demostrar paciencia y resignación delante de la voluntad de Dios.
El Espiritismo enseña que todas las aflicciones tienen una causa justa, originada en la actual existencia o en vidas anteriores. Por eso, los Espíritus Superiores no se ponen en estado de rebeldía ante las tragedias. Por el contrario, se muestran serenos y compadecidos delante del sufrimiento. Ellos nos estimulan a aprovechar la oportunidad para hacer el bien a las víctimas de las catástrofes. Ellos nos informan que dichas ocasiones ofrecen al hombre la oportunidad de manifestar sus sentimientos de abnegación, de desinterés y de amor al prójimo.
De esta manera, no se debe tener extrañeza cuando leemos, en el texto de El Libro de los Espíritus, algunas expresiones más fuertes. Una de ellas, la que dice: «Es necesario castigarlo en su orgullo», debe ser entendida como una expresión del siglo diecinueve. El Espiritismo explica que Dios no castiga ni premia. Él ama a todos sus hijos y los corrige mediante leyes eternas y justas. Para entender mejor el contexto de estas afirmaciones, sugerimos la lectura integral del cap. VI (Ley de Destrucción) de la 3ª Parte de El Libro de los Espíritus.
En esta edición, usted va a leer una entrevista realizada al médium brasileño Divaldo Pereira Franco sobre las muertes colectivas. Además, hemos seleccionado el texto: «Tragedia en el Circo», del Espíritu Hermano X, psicografiado por el médium Chico Xavier, que muestra las conexiones entre una gran prueba colectiva – el incendio que mató a miles de personas en Brasil, en 1961 – y los acontecimientos ocurridos en Roma en el año 177 de la Era Cristiana.
Divaldo, hemos visto diversos acontecimientos que acabaron en muertes colectivas en varios lugares del mundo, algunos de magnitudes mayores que los otros. ¿Cuál es la visión espírita sobre las muertes colectivas?
El eminente Codificador del Espiritismo, Allan Kardec, tuvo el cuidado de preguntar a los Espíritus sobre esos flagelos destructores, conforme la pregunta nº 737, de El Libro de los Espíritus, y ellos contestaron que esos fenómenos ocurren para hacer progresar a la Humanidad. La destrucción es necesaria para que haya la regeneración moral de los Espíritus que, en cada nueva existencia, suben una grada en la escalera del perfeccionamiento. Es necesario que se vea el objetivo, para que los resultados puedan ser apreciados. Solamente desde vuestro punto de vista personal los apreciáis; de ahí viene que los califiquéis de flagelos, por culpa de los perjuicios que os causan. Son, pues necesarios, tales flagelos, porque despiertan la conciencia humana hacia la solidaridad y para la imprescindible autoiluminación.
2. ¿Todas las personas que desencarnan colectivamente, tienen necesariamente vínculos con el pasado?
Sin ninguna duda. Cuando ocurre una calamidad generalizada, aquellos que se encuentran involucrados en el proceso de rescate están liberándose de un compromiso colectivo que fue asumido anteriormente, en cuyo período se practicaron males innombrables contra el ser humano aisladamente y la sociedad en general. No siempre, sin embargo, hay vínculos individuales, unos con otros, siendo parte del grupo por afinidad vibratoria.
3. En la Revista Espírita de 1858, el Espíritu San Luís, afirma que, cuando una existencia ha sido puesta en peligro es una advertencia deseada antes de la encarnación, para desvío del mal y hacer que el individuo se torne mejor. ¿Sería esto la causa por la cual algunas personas no son alcanzadas durante una catástrofe?
No pocas veces se encuentran personas no vinculadas de necesidad de los flagelos destructores, en el momento en que ocurren. Sin embargo, son invitadas a graves reflexiones propias salvándose, a fin de que sus existencias se tornen provechosas, modificando la conducta y ampliando el área de servicio iluminativo personal y en beneficio de la humanidad.
Por esta razón, muchos hombres y mujeres que se encuentran en el seno de los sucesos lamentables se salvan de forma, a veces, inexplicable, como ocurrió en el tsunami y siempre sucede en otros sucesos no menos dolorosos.
4. Desencarnaciones colectivas como las que ocurrieron en Paraguay (incendio en un supermercado en Asunción), o en Argentina (incendio en una discoteca en Buenos Aires) tiene cierta similitud con la tragedia del Circo, en Niterói, Brasil, hecho narrado por Humberto de Campos, a través de la psicografía de Chico Xavier, en la cual, las víctimas del incendio eran antiguos romanos que llevaron a jóvenes cristianos entregarlos a la muerte en la arena... En su opinión, ¿estos hechos recientes, serían rescates de similar origen?
Sí. Sin embargo, no necesariamente reuniendo verdugos de los cristianos en días del pasado. La Humanidad ha vertido tantas lágrimas con las tragedias ocasionadas con religiosos intolerantes como a través de gobiernos arbitrarios, por políticos deshonestos y violentos como por medio de hábiles negociantes que explotan a las masas, llevándolas a la miseria y al sufrimiento...
Periódicamente la Divinidad reúne a esos agresores de la Conciencia Cósmica de diversos períodos y los invita a la desencarnación en masa, dolorosa, aflictiva, de modo que rescaten los débitos cometidos, sin que sean necesarios otros agentes humanos para hacerlo.
Algunos, que desencadenan las tragedias, por ignorancia, locura o perversidad, se tornan, sin darse cuenta, instrumentos de la Ley Soberana, dando así continuidad a la irrefutable labor de purificación propuesta por la Justicia Divina.
5. Recordamos al Espíritu André Luiz, en el libro «Nuestro Hogar», narrando sobre la preparación del plano espiritual para una gran tragedia, que sería la Segunda Guerra Mundial. ¿Podría narrarnos cómo los Espíritus actúan desde el otro lado de la vida ante estos hechos?
Conforme nos enseña El Libro de los Espíritus, en la Parte 2a., Capítulo IX, especialmente las preguntas de nºs. 537 y siguientes, hay Entidades que presiden los fenómenos y los dirigen de acuerdo con las atribuciones que tienen.
En la tradición de todos los pueblos existen esos arquetipos procedentes de las generaciones anteriores, que informan sobre la existencia de elementales, gnomos, hadas, genios, sílfides, elfos, salamandras, orixás..., que son responsables de los fenómenos de la Naturaleza, tanto en la construcción como en la destrucción, de forma que la Tierra alcance su nivel más elevado en la condición de mundo de regeneración.
Bajo el comando de Espíritus nobles y sabios, verdaderos ingenieros siderales que planean los sucesos de cualquier matiz en el planeta terrestre, aquellos cooperadores son incumbidos de realizarlos, de la misma forma que sucede en nuestra sociedad, en lo concerniente al progreso individual y al de las masas.
Después de estudiar las necesidades de aquellos que estarán incluidos en la depuración a través del flagelo destructivo, elaboran las acciones, utilizándose de los fenómenos geológicos (como en el caso del tsunami), otros de naturaleza diversa (incendios, conflictos armados, guerras, accidentes colectivos) o se responsabilizan de su resultado, atendiendo, de ese modo, a los objetivos de la evolución.
6. Sabemos a través de revelaciones mediúmnicas y para nuestra ilustración, la causa pasada de las personas que desencarnaron durante catástrofes, en el caso específico del tsunami, en el mar Índico, con más de 250 mil muertes, ¿Cuál sería el origen? ¿Los Espíritus Benévolos le han informado algo al respecto?
En comentario particular, sin que yo pueda demostrar su legitimidad, el Espíritu Joanna de Ângelis me informó que las víctimas del fenómeno destructivo a que nos estamos refiriendo, fueron parte de las antiguas legiones bárbaras que destruyeron, prácticamente Europa y otros pueblos, en el pasado, especialmente, Alarico I y sus ejércitos, cuando sometieron a su talante cruel varios países, incluyendo a Tracia y Grecia, habiendo amenazado antes Constantinopla y, cuando conquistando Roma, la saquearon y quemaron durante seis días, que se prolongaron por mucho tiempo, en el año 410 (d.C.), en que también él desencarnó...
7. Finalmente, ¿Cómo ve la acción solidaria y ayuda humanitaria de los países desarrollados, ante el sufrimiento de los países afectados?
La Humanidad está constituida por Espíritus en estados primarios, pero también por aquellos que ya alcanzaron un estado más elevado estado de evolución y que constituyen ejemplos que arrastran a las multitudes. Infelizmente, han ocurrido fenómenos sociales lamentables, por culpa de la indiferencia de algunos líderes, sin embargo, avanzamos con el progreso rumbo a la felicidad que es improrrogable bajo el comando de Jesús.
Es natural, por tanto, que todos los pueblos se unan y se ayuden recíprocamente, ya que esos fenómenos dolorosos volverán a ocurrir, posiblemente más severos, exigiéndonos cuidados y atención, mientras aguardamos que sucedan y donde vuelvan a ocurrir.
Se reconoce la madurez espiritual de un pueblo por sus sentimientos de fraternidad, de solidaridad humana, y no solamente por sus conquistas científicas y tecnológicas, que aunque auxilien mucho, no impiden que ocurran flagelos destructores de este y de otros aspectos.
LAS CALAMIDADES DESTRUCTORAS
(preguntas de «El Libro de Los Espíritus»)
737. ¿Cuál es el objetivo de las calamidades destructoras para la humanidad?
Para hacerla avanzar más rápido. ¿No hemos dicho que la destrucción es necesaria para la renovación moral de los Espíritus, que logran en cada existencia un nuevo grado de evolución? Es preciso ver el final para poder apreciar los resultados. Ustedes juzgan desde su punto de vista personal y las llaman calamidades debido al perjuicio que ocasionan, pero con frecuencia son necesarias para impulsarlos más rápidamente a un estado mejor y conseguir en pocos años lo que requeriría siglos. (744)
738. ¿No podría emplear la Divinidad otros medios diferentes a las calamidades destructoras para lograr el progreso de la humanidad?
Sí, y los emplea todos los días, porque ha dado a cada uno los medios de progresar a través del conocimiento del bien y del mal, es el hombre quien no lo aprovecha. Hay que golpearlo en el orgullo para hacerle sentir que es débil.
Pero en esas calamidades mueren tanto los hombres buenos como los malos, ¿es eso justo?
Durante la vida el hombre lo relaciona todo con el cuerpo, pero después de la muerte piensa de otra forma. Ya lo dijimos, la vida del cuerpo es poca cosa, un siglo en la Tierra es un relámpago en la eternidad y los sufrimientos que se prolongan por algunos meses o días, no son nada, esta es una enseñanza que les servirá en el futuro. Los Espíritus, he aquí el mundo real que preexiste y sobrevive a todo (85), son los hijos de Dios y objeto de toda su atención, el cuerpo es el disfraz conque aparecen en el mundo. En las grandes calamidades que diezman a los hombres sucede algo parecido a lo que sucede en el ejército; durante la guerra ve sus vestiduras usadas, desgarradas o perdidas, pero el general se preocupa más por los soldados que por sus uniformes.
Pero los que mueren durante esas calamidades, ¿acaso no son víctimas?
Si considerarán la duración de la vida como lo que es, poca cosa con relación al infinito, no le darían tanta importancia. Esas víctimas tendrán en otra existencia una gran compensación por los sufrimientos que sobrellevaron, si los saben soportar sin quejarse.
Bien sea que muramos como consecuencia de una calamidad u otra causa ordinaria, es preciso que suceda cuando nos llegue la hora de partir. La única diferencia consiste en que en las calamidades muere un número mayor a la vez.
Si pudiésemos colocarnos por encima de la humanidad con el pensamiento y abarcarlo todo al mismo tiempo, esas calamidades tan terribles parecerían flagelos pasajeros en el destino del mundo.
739. ¿Tienen alguna utilidad las calamidades destructoras desde el punto de vista físico, a pesar de los daños que ocasiona?
Sí, algunas veces cambian el estado de una región, pero el bien que resulta lo experimentarán las generaciones futuras.
740. ¿No serán las calamidades también pruebas morales para el hombre enfrentándolo a las más duras necesidades?
Las calamidades son pruebas que le otorgan al hombre la oportunidad para ejercitar la inteligencia, demostrar su paciencia y resignación a la voluntad Divina, desplegando simultáneamente los sentimientos de abnegación, desinterés y amor al prójimo, si no está dominado por el egoísmo.
741. ¿Puede el hombre contrarrestar las calamidades que lo afligen?
Sí, en cierta forma, pero no como generalmente lo entiende. Muchas de esas calamidades son consecuencia de la imprevisión, en la medida que adquiera experiencia y conocimiento, puede evitarlas, si sabe buscar las causas. Pero entre los males que afligen a la humanidad hay los que pertenecen a los designios de la Providencia, sufriendo cada ser las consecuencias. A éstos el hombre no puede oponerse, debe resignarse a la voluntad divina, pero muchas veces los agrava por descuido.
Entre las calamidades destructoras naturales e independientes de la voluntad del hombre, podemos colocar en primer lugar las epidemias, el hambre, las inundaciones, las inclemencias del tiempo sobre los cultivos. Pero, ¿acaso no ha encontrado el hombre en la ciencia, en los trabajos manuales, en el mejoramiento de la agricultura, en la irrigación y rotación de cultivos, en el estudio de las condiciones higiénicas, los medios para neutralizar del todo o al menos atenuar esos desastres? ¿Acaso antiguas comarcas asoladas por terribles calamidades no están preservadas hoy día? ¿Qué no podrá hacer el hombre para el bienestar material cuando sepa utilizar todos los recursos de la inteligencia? ¿Cuándo del cuidado personal de trato sepa unir el sentimiento de la verdadera caridad para con los semejantes?
miércoles, 15 de junio de 2011
Om simbolo sagrado
Om es uno de los mantras más sagrados de las religiones dhármicas (como el hinduismo y el budismo).
Simboliza el divino Brahman y el universo entero.
También se lo denomina
- omkara (‘sílaba om’)
- aum (análisis de la letra o, que en el idioma sánscrito generalmente es la conjunción de las letras a y u)
- ॐ en silabario devánagari.
Significado
Esta sílaba también se llama el udgīthá (‘canto fuerte’)1 o el praṇava mantra (‘oración vibrante’, siendo praṇauti o praṇu ‘hacer un rumor vibrante’),2 pues es considerada por los hindúes el sonido primordial, origen y principio de la mayoría de los mantras, palabras o sonidos divinos y poderosos.
El om es el símbolo de lo esencial en el hinduismo. Significa unidad con lo supremo, la combinación de lo físico con lo espiritual. Es la sílaba sagrada, el primer sonido del Todopoderoso, el sonido del que emergen todos los demás sonidos, ya sean de la música o del lenguaje.
El "OM" tambien es el todo, de todo y la nada.
En las Escrituras védicas
En los Upanishad esta sílaba sagrada aparece como un sonido místico considerado por las escrituras como la verdadera base de cualquier otro mantra (himno sagrado).
De acuerdo al Taittiriya Upanishad, Prayapati (otro nombre del dios creador Brahmá), meditó en las tres letras del mantra om (a, u y m) y así le surgieron los tres Vedás (el Rig, el Sama y el Átharva), y también las tres palabras bhūr (Tierra), bhuva (atmósfera) y suah (Cielo).
La sílaba om también representa el Trimurti (‘tres formas’) de Brahmá, Vishnú y Shivá.
Según los shivaístas, el tambor de Shivá produjo este sonido om, y a través de él salieron las siete notas de la octava musical, a decir: sa, re, ga, ma, pa, dha, ni. Gracias a este sonido, Shivá crea y destruye el universo.
Om es también la forma sonora del atman (alma, o dios).
Los Upanishad declaran que todo, lo existente y lo no existente, puede ser controlado al pronunciar esta sílaba sagrada om. Los hinduistas creen que el mantra om es eficaz para eliminar los errores en los sacrificios de fuego y de otros tipos. La meditación en el om satisface todas las necesidades y lleva al moksha (liberación espiritual). Casi todos los rezos y lecturas sagradas son precedidos por la pronunciación del om.
martes, 14 de junio de 2011
El alma sale del cuerpo
Sentir que uno sale fuera de su cuerpo debe ser, a todas luces, una experiencia impactante. Viajar hasta lugares lejanos, ver cosas que se escapan a la percepción habitual, y hasta sentir que se es algo más que cuerpo físico, son algunas de las realidades a las que es posible acceder cuando la mente se libera del cuerpo. Se trata de un fenómeno vivido no sólo por místicos, chamanes y personas que han sentido de cerca la muerte, si no por gentes normales en situaciones corrientes. Las experiencias extracorpóreas son más frecuentes de lo que parece: una de cada diez personas ha dejado atrás su cuerpo físico alguna vez para viajar con el "alma". |
Levitacion ¿verdad o mentira?
La posibilidad de vencer la fuerza de gravedad puede ser el resultado de un largo adiestramiento, o puede presentarse espontáneamente, asombrando tanto al que levita como a quienes le observan. Muchos pueblos antiguos conocieron el arte de la levitación. Pero también en la actualidad, algunas personas afirman que pueden lograr la ingravidez a voluntad. | | | |
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Tres destacados miembros de la sociedad londinense del siglo pasado fueron testigos, el 16 de diciembre de 1868, de un incidente tan extraordinario que aún sigue provocando controversias. El vizconde Adare, el señor Lindsay y el capitán Wynne contemplaron cómo el famoso médium Daniel Dunglas Home se elevaba en el aire, salía flotando por una ventana de la casa -se encontraban en Londres- y entraba también flotando, por otra, a unos 24 m de altura, según dijeron los testigos. D.D. Home se hizo famoso sobre todo por sus levitaciones, arte que ejercía sobre sí mismo y sobre otros objetos -en una ocasión, un piano de cola-; pero no fue el único que gozó de la «imposible» capacidad de desafiar la ley de gravedad. San José de Cupertino (1603-63) levitaba con frecuencia y ante testigos. Era un simple campesino originario de Apulia, Italia, y pasó su juventud tratando de llegar al éxtasis religioso por medios como la autoflagelación, el ayuno y los cilicios. A los 22 años se hizo franciscano y entonces su fervor religios literalmente, «desapareció».
San José y Sus «Mareos»
José resultaba molesto para sus superiores. Durante 35 años fue excluido de todas las ceremonias públicas a causa de su desconcertante costumbre, pero a pesar de todo, los relatos de sus levitaciones se propagaban. En una ocasión, mientras paseaba con un fraile benedictino por los jardines del monasterio, se elevó volando hacia un olivo. Un domingo, durante la misa, se elevó en el aire y voló hacia el altar, en medio de los cirios.
Ward Cheney, próspero fabricante de soda organizó una sesión en su casa de Connecticut. en agosto de 1852. D.D. Home estaba presente para provocar las manifestaciones «espiritistas» habituales: pero sucedió algo imprevisto que le hizo famoso de un día para el otro. Flotó por el aire hasta que su cabeza tocó el cielorraso. Entre los invitados se encontraba un escéptico periodista, F. L. Burr, director del Hartford Times, quien escribió lo siguiente acerca del insólito suceso: «De pronto, sin que nadie lo esperase, Home se elevó en el aire. Yo le cogía la mano en ese momento y le miré los pies: estaban a 30 cm del suelo. Dos veces se elevó del suelo, y la tercera vez fue aupado hasta el cielorraso de la habitación, con el que sus manos y sus pies entraron en suave contacto.»
Pero pese a la hostilidad generalizada, Home siguió realizando con éxito sus levitaciones durante 40 años. Entre sus testigos figuraron Napoleón III, John Ruskin y muchos cientos de personas más, cuyo testimonio, en general, no fue tan incongruente como el de Adare, Wynne y Lindsay. Además, la mayor parte de sus exhibiciones se realizaron a la luz del día, y nunca se demostró que fuera un impostor. Pese a las acusaciones de Podmore, Home nunca se esforzó mucho por crear una atmósfera llena de sugerencias. De hecho, fue uno de los pocos médiums que preferían evitarla: actuaba bajo una luz normal o más bien brillante en lugar de la oscuridad, y alentaba a los participantes en las sesiones a conversar con normalidad en vez de «cogerse de la mano y concentrarse». Aunque en su madurez Home podía levitar a voluntad, aparentemente también lo hacía sin darse cuenta. En una ocasión, cuando su anfitrión le hizo notar que flotaba sobre los cojines del sillón, pareció muy sorprendido.
El Enigma De La Gravedad
Pero nosotros, al igual que los espiritistas, nos tendremos que referir al «poder invisible» que nos mantiene en el suelo. Todos conocemos a Newton y su descubrimiento de la ley de gravedad. Pero las investigaciones psíquicas señalan la relativa facilidad con que algunos sensitivos pueden invertir esta ley.
¿Arte, Don O Superchería?
En la revista Illustrated London News del 6 de junio de 1936 apareció una serie única de fotografías. Mostraban las sucesivas etapas de la levitación de un yogui indio, Subbayah Pullavar, demostrando que, aunque de naturaleza desconocida, no se trataba de una ilusión hipnótica.
Las limitaciones de la levitación moderna quizás no se aplicaran a los antiguos; puede ser que hubieran desarrollado mucho ese arte y se elevaran hacia el cielo a voluntad. Como otras facultades psíquicas, la levitación parece un arte casi perdido y que ahora vuelve a interesar a estudiantes decididos. Quizás algún día los levitadores modernos podrán «volar» como aquellos druidas de la antigüedad.
Siguiendo Las Huellas De D.D. Home
El 13 de diciembre de 1868 esos tres caballeros se encontraron con Home para hacer una sesión en un apartamento del centro de Londres. Allí tuvo lugar el controvertido fenómeno, sobre el cual circulan múltiples versiones. Es significativo que la única declaración registrada de uno de los testigos diga: «Home salió por una ventana y entró por otra».
Además, antes de salir por la ventana, Home hizo que los tres testigos le prometieran que no se moverían de sus sillas hasta la vuelta. |
Villena cuidad de medium?
LA CIUDAD DE LOS MÉDIUMS
Decir que Villena (Alicante) es el enclave donde tuvo lugar uno de los hallazgos áureos más importantes de la Edad del Bronce europea debería ponernos sobre la pista de los orígenes de la ciudad. El Tesoro de Villena, conformado por 59 objetos de oro, plata, hierro y ámbar, casi 10 kilos en total, es el tesoro de vajilla áurea más importante de España y el segundo de Europa, tan sólo superado por el de las Tumbas Reales de Micenas. Fue la Edad de Bronce una de las culturas que más veneración mostró hacia los muertos, siendo además la zona de la comunidad argárica, que situaba las tumbas no ya dentro del poblado sino en el interior de las casas, procurando este hecho una estrecha relación entre vivos y muertos y sugiriendo una pérdida de temor al muerto que se daba en culturas prehistóricas como señala Víctor Hurtado en su libro Manifestaciones rituales y religiosas en la Edad del Bronce.
Decir que Villena es el reino de las prácticas mediúmnicas y la fe espiritista no tiene nada de paranormal, lo dicen los estudios universitarios sociológicos. En su libro Medicina Popular y Espiritismo. Un estudio del Valle del Vinalopó, la doctora Concepción Riveriego decía: "La diversidad de especialistas populares y la variedad de roles que ejercen algunos de ellos, nos introduce en un mundo que no por enigmático y sobrenatural es menos real y contemporáneo; en un ambiente en el que se trata con los muertos para resolver los problemas de los vivos, y cuya importancia se pone de manifiesto en la alta demanda social de esta institución". Riveriego extiende este ambiente a toda la comarca del Vinalopó.
Pero para creer en curanderos, médiums... hay que creer en un mundo espiritual. ¿Cómo se entiende si no que se le otorgue a una persona poderes de sanación espirituales si no cree en esas mismas fuerzas? Muchos villenenses conviven con una suerte de sucesos que más allá de lo insólito les resultan normales puesto que forman parte de su cotidianeidad, de las anécdotas que uno puede hallar en cada hogar. Relatemos un par de historias.
- Pero si no hay nadie, ven con la mami... ¿Ves como no hay nadie ahí?
Pero el niño decía que no, que en la habitación había alguien. No había manera, se tenían que acostar con él hasta que se quedaba dormido. Pero aquella noche el pequeño estaba más nervioso que de costumbre, lloraba y lloraba y no quería entrar. Total, que la abuela, que estaba allí, siempre decía lo mismo, que llamaran al curandero a ver lo que decía.
- Venga madre, déjese de tonterías, esto es cabezonería del crío.
El chiquillo se puso aún más cabezón y no había forma de hacerle entrar en la habitación. Recuerdo que hasta le dije que entrase conmigo y le contaba un cuento, pero nada, que no había manera. Finalmente el suegro del batería accedió a llamar al curan¬dero.
Se ve que era vecino del barrio, porque la madre no tardó en llegar con él. Le acompañaron hasta la habitación y pidió entrar solo. A los cinco segundos salió y dijo:
- Efectivamente, al lado del armario entre el hueco que queda y la pared hay un hombre más alto que una pica con el pelo casi hasta la cintura, vestido de romano.
Yo casi me parto de risa, no pude evitar que se me escapara una carcajada y el curandero me miró de reojo, enfadado. Pero no me hizo caso, siguió
hablando:
-Bien, voy a entrar en la habitación, cuando toque la pared me abrís la puerta que yo me llevaré al espíritu.
Estuvo unos diez minutos, golpeó la pared y el padre del crío le abrió la puerta. El hombre salió sin decir nada y se fue de la casa. La abuela del chiquillo decía que llevaba el espíritu al lado y, claro, yo, que tenía veinte años, oyendo semejante película, estaba que me partía. Seguimos hablando un buen rato de lo ocurrido, que si uno decía que creía en eso, que si otro lo negaba, que si la abuela nos decía que aquello era una cosa muy seria. Total, que pasó media hora y la madre le dijo al pequeño que se fuera a dormir porque allí dentro ya no había nadie. El chiquillo se metió en la habitación y se quedó dormido en seguida. A los diez minutos regresó llorando, llamando a su madre y señalando el hueco de la pared, asegurando que allí había alguien. Justo en ese mismo momento sonó el timbre. Era el curandero. Se había dado cuenta de que el espíritu se le había "escapado" y había vuelto a la habitación. Nos explicó que había algunos seres que habían muerto, que no lo sabían y por eso seguían aquí. Precisó que necesitaba la ayuda de su mujer, que era médium. Se fue a buscarla y volvieron los dos. Él se colocó en el sofá con la cabeza casi entre las rodillas y las manos sujetándose la cabeza y se puso en trance. Mientras él seguía en esa postura moviéndose hacia delante y hacia atrás, ella le pasaba la mano por la espalda. Él emitió una especie de ronquido y entonces ella empezó a decirle:
-Tú estás muerto, tú te tienes que ir.
Y él respondía:
-Yo no estoy muerto, a mí déjame en paz que yo no me meto con nadie.
Y ella insistía, hablando lentamente. Al rato de estar ambos repitiendo esta conversación, moviéndose él cada vez más rápido, su mujer le cogió la cabeza, se la giró hacia la izquierda y él abrió los ojos de la misma manera que si le hubieran dado un susto. Pronto volvió a su estado normal, respirando muy fuerte y parpadeando con los ojos algo vidriosos hasta que fue recuperando el gesto. Cuando por fin pudo hablar con nosotros, nos dijo que a estos seres había que hacerles ver que estaban muertos y que para ello tenían que ver su cuerpo y que con ese giro brusco de la cabeza cuando él había abierto los ojos le habían hecho verlo. Era la única manera. El crío tiene unos treinta y tres años y desde entonces nunca volvió a quejarse de la habitación...
Sea como fuere, el convencimiento de que los vivos se desenvuelven en una dimensión paralela que algunas personas pueden intuir e incluso visitar, sigue calando con tinta gruesa en el conjunto de la sociedad de Villena. Una joven villenense de veintiséis años cuyos relatos y testimonios se insertan dentro de esta tradición: "Hace dos años estábamos una chica llamada Laura, mi gatito y yo en una casa rural de mi familia en La Cañada, en los alrededores de Villena. La casa había sufrido algunas reformas, se habían tirado algunas paredes y otras habían sido levantadas. Los dejé en el salón y me fui a duchar. Cuando regresé, Laura y mi gato estaban mirando fijamente hacia una esquina de la estancia. Le pregunté qué pasaba y me dijo que veía a una mujer sentada en un sillón con las piernas hinchadas, casi moradas. Ahí ahora no hay ningún sillón, hay un mesa. Me dijo además que veía a un hombre que salía y entraba por la pared -allí antes había una puerta, en aquella pared- hacia el otro lado del salón. Es decir, para él, al que estaba viendo mi amiga, seguía habiendo dos habitaciones. Intenté tranquilizarlos, a ella y a mi gato. Fui a buscar una foto en la que aparecían ocho hombres y ocho mujeres, antepasados míos y amigos de la familia. Se la mostré a Laura y sin dudarlo un instante señaló a un hombre y a una mujer. Ella no podía saberlo pero estaba señalando a mis tíos abuelos, fallecidos hacía cuatro años, justo aquellos de los que habíamos heredado aquella casa. Mi tía Virginia siempre había tenido problemas de circulación, casi le amputan las piernas y siempre las tenía moradas, justo como la había visto Laura. También había logrado apreciar perfectamente su estatura, no pasaba de un metro cincuenta y así es como me la había descrito antes de mostrarle la foto. Me resultó curiosísimo el modo de describirme la forma de moverse de mi tío de una sala a otra, agachándose para coger algo donde ahora no hay nada porque antes había un mueble muy bajito donde escondía dulces a mi hermano pequeño. Lo más impactante de todo, para mí, es que Laura nunca antes había venido a esta casa; de hecho era tan sólo la segunda vez que nos veíamos. Tampoco había fotos de la familia colgadas en las paredes ni expuestas. Yo había tenido que ir al sótano y buscar en un baúl para encontrar la que le mostré. Ella no sabía nada de la casa, ni que había sufrido reformas, ni cómo era antes y, cuando le mostré una foto en la que aparecían dieciséis personas, justo eligió a los dueños de la casa... Todo suena increíble, ¿verdad? Yo no me creía nada de estas cosas, pero alguna energía, algún sentimiento, algo debió de transmitir todo eso a Laura".
Salvador Martín, presidente de la Federación Espírita Española, sugiere que, históricamente hablando, fue la propia ciudad de Alicante, antes que Villena, la que tuvo más importancia con la Sociedad Espiritista Alicantina, que editaba la revista Revelación y entre cuyos miembros destacaban el poeta Salvador Sellés y el médico Manuel Ausó y Monzó.
El espírita villenense A. Lledó sostiene que en Villena apenas quedan "creyentes espíritas" y añade: "Lo que hay desde hace muchas décadas en un arraigo de la medicina popular -curanderismo-, en términos espíritas, médiums de la curación. Pero la inmensa mayoría de ellos desconoce la doctrina de Kardec, por lo que no es propio hablar de espíritas. Al margen de la tradición popular que viene de siglos atrás, a finales del XIX y principios del XX la doctrina espírita tuvo gran arraigo en la ciudad con varios centros y la publicación durante esos años de revistas en las que intervenían grandes pensadores y escritores del movimiento espírita, como Amalia Domingo Soler, entre otros. La fundación de la Asociación Parapsicológica Villenense en 1978, tristemente desaparecida, donde el tema espírita era primordial, recuperó los viejos valores del movimiento espírita local y supo dinamizar el espiritismo en España al colaborar durante unos 25 años con otros grupos familiares o instituciones ya creadas en distintas partes del territorio nacional. Organizaron junto a Ceyde y otros grupos el Congreso de la Restauración Espírita en 1981. Editaron la revista Amor Paz y Caridad durante 20 años, que lle-gaba a más de 50 países en todo el mundo con suscripciones gratuitas mensuales que llegaron a casi 3.000 ejemplares. Participaron en congresos y seminarios durante varios lustros y trabajaron junto a otros grupos para impulsar el espiritismo español prácticamente desde la llegada de la democracia".
Varios espíritas de Villena acudieron recientemente al VI Congreso Espírita Mundial que tuvo lugar en Valencia. En la actualidad, los villenenses siguen manteniendo vivas sus tradiciones y costumbres, algo impagable hoy en día en una sociedad como la nuestra. Villena enarbola con fuerza la bandera de una identidad cultural sólida en el estandarte de una ciudad que sabe progresar y mirar hacia el futuro sin olvidar su pasado.
Villena era a finales del siglo XIX un auténtico diván cultural en el que tomaban asiento las últimas corrientes culturales y filosóficas de la época. A la ciudad llegaban libros de repercusión internacional de autores espiritistas como Allan Kardec o León Denis, y revistas como La Luz del Porvenir. El primero de todos los congresos espiritistas celebrados en Europa tuvo lugar en Barcelona en el año 1888.
Cabe destacar que en estos congresos participaban médicos, intelectuales, eruditos, historiadores y escritores de la talla de Arthur Conan Doyle, el creador de Sherlock Holmes, entre otros.
La tesis doctoral de Eleuterio Gandía, de la Universidad de Alicante, pone de manifiesto que el cincuenta por ciento de los villenenses que tiene un problema de salud, acude a los curanderos. Según sus datos, "alrededor de 89 curanderos trabajan en Villena, lo que arroja una ratio de curandero por habitante más alto de los alcanzados en estudios de medicina popular y la cifra va en aumento", apunta Gandía.