sábado, 9 de enero de 2010

La terapia de regeneración a través de la energía luminosa


Solo la proyección de los colores es capaz de ayudar a las personas si es que solo existiera el cuerpo físico, pero hay un conjunto de energías que se entrelazan, invisibles a la visión humana, nos referimos al Aura y los cuerpos Etéricos. Si el cuerpo físico es una energía, esa energía debe ser renovada, alimentada y reabastecida, todos los días y a toda hora, es por ello que para que sea posible esto, existe un mecanismo energético que abastece y mantiene a la materia física.

1º el aura que es un espacio circundante del cuerpo físico, donde almacena y distribuye todas las energías que alimentarán al cuerpo físico y a sus cuerpos etéreos.

2º el periespiritual que es sede del espíritu encarnado, cuerpo etéreo y matriz del cuerpo físico, es el principal abastecedor que esta localizado dentro del espacio aurico, denominada aura espiritual.

3º el cuerpo o doble etérico formado por emanaciones propias del cuerpo físico, donde están localizados los chacras que son los que captan y filtran las energías dirigidas a la materia, sirviendo además de cámara recicladota de las energías que transitan del periespiritual para el cuerpo físico.

Es un mecanismo que trabaja prácticamente a partir de la mente humana, el primer elemento es El Aura, espacio astral, formado de energías mentales, espirituales y magnéticas cuya función es proveer al cuerpo físico del ser encarnado, alimentar parte del periespíritu y servir así como capa magnética protectora contra proyecciones astrales de energía pesada o negativa. Se podría considerar el Aura como principal componente energético de manutención de cuerpo físico.
También existe otro cuerpo entre el físico y periespíritu, el doble etérico el cual es alimentado, de la energía física que es generada por la materia, ya sea fuerte o débil.

Reajuste de los cuerpos:
El doble etéreo su acción sobre el cuerpo físico y periespíritu, es de capital importancia en la salud física-espiritual conocido como cuerpo bioplasmatico. Estos cuerpos son equilibrados con el cuerpo físico, a través de una línea magnética que los mantiene en una misma dirección: El doble etéreo es acoplado al cuerpo físico, no existiendo una distancia palpable y se mueve para adelante y para atrás, de acuerdo con la necesidad energética de la materia física. El periespíritu, guarda en relación al cuerpo físico, una distancia de 10 cm, más o menos. en el espacio inmaterial en el que se encuentra, no existe distancia, de la forma que conocemos. Este alineamiento en la cromoterapia lo vamos a llamar así para una mejor comprensión física y espiritual.
Con esta formación estos cuerpos son encargados de mantener el sistema alimentados de las energías fluídicas del cuerpo físico, tratándose de un complejo de extrema sensibilidad, muy sujeto a los estados mentales y emocionales descontrolados. Cuando sufrimos, por ejemplo un susto mayor y somos presa del miedo o una angustia continuada, todo el reflejo del problema, se localiza en el doble etéreo. Es como si lo sacudiéramos de tal manera que pierde el equilibrio. Todas las veces que eso ocurre, el más perjudicado es el periespíritu, que en esos momentos pierde contacto con el cuerpo físico, y cuando nos mantenemos con pérdidas energéticas continuadas, quien recibe la acción directa es el periespíritu, cuyo reflejo alcanza también de forma directa en su retorno, al propio cuerpo físico. Llamamos pérdidas energéticas continuadas, a las enfermedades de mucho tiempo, a las cirugías o las deficiencias genéticas, que para nosotros son karmicas.
Cuando alcanzamos al doble etéreo, provocamos un mal espiritual y cuando alcanzamos directamente al periespíritu el mal es físico, como esos dos cuerpos son inmateriales, flotantes, ellos pueden perfectamente, salir de sus posiciones de alineamiento magnético. De esta forma, tanto puede salir el doble etéreo, como el espíritu, o simplemente los dos a la vez. Depende del tamaño del problema. Es a esto lo que llamamos DESAJUSTE DE LOS CUERPOS, o sea, los cuerpos etéreos, fuera de sus posiciones magnéticas.
El ajuste de los cuerpos se trata de un conocimiento que está siendo difundido, por la necesidad de los factores del desequilibrio energético. Tanto el periespíritu, como el doble etéreo irradian el calor de las energías que los componen. Y son a esas energías que podemos sentir y evaluar, así como, hacemos con las energías del Aura y de los chakras. Ellas están localizadas a la altura de la columna cervical, abarcando todo su espacio y saliendo por el hombro izquierdo, principalmente y algunas veces por el derecho.

Ejemplo: La persona estará de espalda y nosotros, conociendo la posición del periespíritu, en relación al cuerpo físico, vamos intentar contactarlo por su radiación térmica. Sabemos, que tiene prácticamente la misma forma del cuerpo material y, por eso, intentaremos encontrarlo a unos 10 cm de distancia para atrás, y a unos 10 cm, más o menos más alto, en su colocación al cuerpo físico. Si el periespíritu está a 10 cm, de distancia del cuerpo físico, para atrás y también a 10 o 12 cm, más alto, no será difícil imaginarnos que sus hombros deben estar por tanto, 10 o 12 cm más alto, que los hombros físicos y para afuera. Así, es probable localizar esa parte del periespíritu, al final de la columna cervical. Determinando el lugar, vamos entonces a mentalizar la forma del cuerpo periespiritual, bien semejante al cuerpo físico. Hecho esto nos resta solamente localizar la radiación correspondiente a la punta de los hombros, tanto del lado izquierdo, como al derecho. Sabemos que normalmente, ese cuerpo se desplaza para el lado izquierdo (15 grados o menos) y eso nos lleva a mentalizar el diseño de los hombros periespirituales, más o menos a 10/15cm de distancia. Para la forma de la masa física por el lado izquierdo. Como consecuencia el hombro derecho estará 10/15cm para adentro. Por una cuestión de seguridad, no cuesta nada aumentar un poco esa distancia, a 20cm. Colocamos nuestras manos, como si estuviéramos midiendo el tamaño de los hombros, una con la palma hacia la otra, en la misma altura y en la misma dirección y a partir de ahí, mentalizado, iremos trayendo lentamente una contra la otra, e intentaremos sentir la radiación térmica del periespíritu. En ese trayecto, la mano izquierda fácilmente irá a encontrar un punto de mayor calor. Ahí está la punta del hombro izquierdo periespiritual, hecho el primer contacto, la mano izquierda se quedará en el lugar para que podemos localizar la otra punta con la mano derecha. En este caso, la izquierda se queda donde está y sólo se mueve la derecha, lo que es hecho lentamente y en plena concentración. Es probable que el punto de contacto del hombro derecho esté, más o menos, a unos 5cm de la línea externa del cuello, por el lado derecho. Eso, lo sentiremos fácilmente también. Localizada la posición exacta de los hombros periespirituales, nos queda ahora energetizarlo para que ella pueda retornar a su posición normal, eso haremos, colocando las manos en las puntas, con las palmas frente a las otras y, mentalizado comenzaremos a liberar energías en los dos sentidos. Solo que la mano derecha estará quieta en su punto y solamente la izquierda se moverá lentamente, donando energía, en la dirección y a la misma altura de la derecha. Este movimiento de donación, deberá ser hecho, por lo menos cinco veces, en cada sesión de tratamiento y luego el paciente sentirá los efectos, bienestar, fuerza mental, y equilibrio.
No cuesta mucho recordar que esas energías deben ser donadas gradualmente. Un poco cada vez. La materia en desequilibrio, no tiene una capacidad de retención y absorción suficientes para recibir una carga mayor. Algunas veces, ese proceso es muy lento. La terapia de ajuste de los cuerpos es, sin duda, un inmenso paso en la identificación de determinados problemas. Ella acelera y fortalece el diagnostico de males, como grandes pérdidas de energía, debilidades muy largas por causas de cirugías, accidentes, desequilibrios espirituales continuados que son transmitidos por miedos mórbidos, fobias, complejo de culpa, vicios, etc., y las llamadas dolencias karmicas. El ajuste de los cuerpos no sólo restablece el flujo de energía entre los tres cuerpos, pero cuando fuera el caso, acelera restableciendo de una dolencia pertinaz, o una convalecencia con increíble rapidez.

(Extraido del libro "SEr un Sanador" de Nicolas Benedetti A.)

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