domingo, 22 de febrero de 2009
Jesús ¿Ya reencarnó en la tierra?
1– ¿Hubo reencarnaciones anteriores de Jesús?
Jesús no reencarnó. Fue, más apropiadamente, un Espíritu encarnado. Vivió en la Tierra una única encarnación.
2 – ¿No estaba, entonces, vinculado a la Humanidad?
Nadie más vinculado que él. Es, conforme revela Emmanuel, en A Camino de la Luz, psicografía de Francisco Cándido Xavier, el gobernador de nuestro planeta. Tiene la tarea de conducir las colectividades que aquí evolucionan
3 – ¿Desde cuándo?
Según Emmanuel, desde que la Tierra se desprendió del Sol, masa de fuego incandescente, existe hace aproximadamente cuatro billones quinientos millones de años. A propuesta de Dios, Jesús fue convocado por el Creador para esa elevada misión.
4 – ¿Fue creado puro y perfecto?
Sería una injusticia si Dios crear a Espíritus puros y perfectos, mientras nosotros, en la Tierra, venimos trabajando hace milenios. Jesús está donde llegaremos un día, pero estuvo, un día, donde estamos hoy. Vivió su aprendizaje en otros lugares, en otros mundos.
5 – ¿Hay quien diga que Jesús evolucionó en línea recta, sin los desvíos que caracterizan el comportamiento humano. ¿No estaría ahí el origen de su elevada posición junto al Creador?
Los desaciertos son parte de nuestro aprendizaje. Aprendemos con los propios errores, observada la ley de causa y efecto. Un Espíritu que «subiera en línea recta» sugiere que no fue creado simple e ignorante, como está en El Libro de los Espíritus; presupone que hay algo que lo distingue de los demás. Eso es tan absurdo como la teoría de las gracias, de la teología ortodoxa, según la cual Dios tendría sus elegidos.
6 – Si Jesús es nuestro Gobernador, Espíritu puro y perfecto, propuesto por Dios, ¿por qué dejó sus elevadas atribuciones y se sometió a las limitaciones impuestas por la encarnación? ¿No podría enviar mensajeros que orientasen la Humanidad en su nombre?
Eso lo ha hecho siempre. Los Espíritus iluminados que vienen a la Tierra, vanguardistas del Bien y de la Verdad, son enviados suyos, que se manifiestan en el seno de todas las culturas y de todas las religiones.
7 – ¿Por qué vino, entonces?
El mensaje cristiano se sintetiza en el Amor, ley suprema de Dios. Fue el momento culminante en la historia humana. Natural, por tanto, que el gobernador del planeta decidiese traerlo personalmente, a fin de presentarla y ejemplificarla en plenitud.
8 – ¿No sería más oportuno que Jesús hubiera encarnado junto a los que detentaban los poderes del Mundo? Como hijo del César, por ejemplo, ¿no habría mayor facilidad para hacer resonar su mensaje en el alma de los pueblos?
Es inútil hacer propaganda del amor o pretender imponerlo de arriba hacia abajo, a partir de las cátedras y de los palacios. Para ser diseminado él pide la fuerza del ejemplo e infinita capacidad de darse en favor del bien común. Fue junto al pueblo, viviendo sus dramas, condoliéndose de sus limitaciones, que Jesús pudo demostrar la fuerza redentora del amor. Por eso, será recordado para siempre como la mayor figura de la Humanidad, alguien muy grande que se hizo pequeño para enseñar que amar es sinónimo de servir.
(Richard S.)
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