jueves, 5 de febrero de 2009
Reencarnación en el viejo testamento
1 – ¿Existen referencias a la reencarnación en la Biblia?
Es evocada muchas veces en el Viejo Testamento, de cara a las tendencias inmediatistas del pueblo judío, pero dirigido a los intereses materiales, sin asuntos de orden espiritual.
2 - ¿Dónde aparece la reencarnación, en el Viejo Testamento?
Dice Jo (14:14): “Muriendo un hombre, por ventura volverá a vivir? Todos los días en que ahora combato espero hasta que llegue mi cambio”. No había motivo para el patriarca cuestionar su fe en la supervivienda. Ciertamente se refería a la posibilidad de retomar la experiencia humana.
3 - ¿Dónde más?
En el Libro de la Sabiduría (8:19-20), se atribuye a Salomón la siguiente afirmación: “Yo era un niño de un natural feliz y había obtenido una alma buena. Siendo bueno vine en un cuerpo sin
mancha”. Es difícil entender el sentido de sus palabras si no admitimos que él se refiere a una existencia anterior.
4 - ¿Y sobre el hecho de nacer en un cuerpo sin mancha?
Hay una clara relación de causa y efecto. Explica la Doctrina Espírita que muchos de nuestros males físicos y psíquicos están relacionados con faltas cometidas o impurezas acumuladas en
pretéritas existencias.
5 - ¿Los profetas hacen referencia a la reencarnación?
En el libro de Jeremías (5:1), está registrado: “Antes de que te formase en el vientre te conocí, y antes de que salieses de la madre, te santifiqué; a las naciones te di por profeta”. Se evidencia la
preexistencia de Jeremías y su elevada posición espiritual, habilitándolo para la importante misión junto al pueblo judío, en condición de profeta, o médium como diríamos hoy.
6 - ¿En Moisés hay alguna referencia a las vidas sucesivas?
En el primer mandamiento de la Tabla de la Ley (Exodo, 20:5) está registrado que Dios castiga hasta la tercera y cuarta generación, a aquellos que lo ofenden. Una aberración si no admitimos que en las generaciones castigadas se sitúan los propios Espíritus que delinquieron. La culpa no puede trascender a la persona del culpado.
7 - ¿El Espíritu reencarnaría como su propio descendiente?
Exactamente. Un estudio preciso sobre el asunto demostrará que hay personas enfrentando problemas relacionados con males que sus abuelos, bisabuelos o tatarabuelos practicaron. Son ellos mismos de retorno, enfrentando las consecuencias de sus errores.
8 - ¿La reencarnación serviría, entonces para la aplicación de la Pena de Talión, el “ojo por ojo” de la legislación mosaica?
La reencarnación sirve a la justicia divina, que no actúa en la base del ojo por ojo, teniendo en consideración el horizonte cultural y espiritual del delincuente, su estado evolutivo. Y no es inexorable que nuestras culpas sólo sean redimidas por sufrimiento igual al que impusimos al prójimo. Jesús enseñó eso, y el apóstol Pedro asimiló bien la lección. Proclama, en su primera epístola, que “el amor cubre la multitud de los pecados”.
(R. Simonetti)
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