viernes, 25 de noviembre de 2011

ser religioso afecta tu salud?


En 1947, la Organización Mundial de la Salud definió, un avance para la época, que “la salud no es apenas la ausencia de la enfermedad, es el estado más completo del bien estar físico, psíquico y social”. Desde entonces el concepto evoluciona mucho, pues nuevas dimensiones del hombre han sido consideradas y que mucho afectan su bien estar. Un importante aspecto del hombre integral, la espiritualidad, ha sido negligente para la cultura orientada por la reducción materialista. Entre tanto, científicos, físicos etc., han demostrado que la religiosidad y consecuentemente, la espiritualidad es intrínseca al hombre. Algunos estudios llegaron al punto de levantar la hipótesis de que nuestra configuración cerebral, determinada por nuestros genes, obliga al hombre a la creencia en Dios y en el alma. Y que esta función tendría gran importancia evolutiva, pues fue a partir de que el hombre se volvió gregario y llego a desenvolver el habla. En otras palabras, fue la religiosidad innata que nos hace tal como somos.
Con tales constataciones, científicos agnósticos y ateos insisten en atribuir tales características a la casualidad, esa extraordinaria Casualidad que teje el hilo conductor de la evolución de las especies hasta el hombre y determino leyes perfectas que sustentan el Universo. Tal vez Casualidad sea el nuevo nombre de Dios. Grandes centros académicos de investigación en todo el mundo, incluyendo Alemania, Reino Unido, Estados Unidos, y hasta el mismo Brasil, han realizado estudios e investigaciones sobre salud y espiritualidad. Dentro del más estricto rigor científico investigan como la oración, la fe, la religión, esto es, la espiritualidad, desempeña importante papel en la manutención de la salud y del bien estar, así como la recuperación más acelerada de las enfermedades.
En Brasil, los estudios han sido realizados en varias Universidades, principalmente en las públicas, como USP, UNIFESP, UNICAMP, UNESP, Universidad Federal de Ceará, Universidad Federal de R.G. de Sul y Universidad de Brasilia. En los Estados Unidos, se destaca el Duke’s Center para estudios de la Religión y de la Espiritualidad, de la renombrada Universidad de Duke. Merece citar los trabajos de investigación liderados por su director el médico Harold Koenig, Ph. D, y que es autor del libro ya traducido para el portugués, “Manual de la religión y salud”
Los trabajos de Harold Koenig han demostrado inequívocamente que “los practicantes activos de una creencia pueden obtener beneficios físicos y mentales, entre ellos un sistema inmunológico mas resistente y menos propensión a determinadas dolencias, con mejor capacidad de recuperación de la enfermedades. El médico Fernado Lucchesse, doctor en cardiología y profesor de los cursos de doctorado de la Universidad Federal de R.G de Sul, define salud de una forma mucho más completa: dice que es el bien estar físico, psíquico, familiar, financiero, profesional, ambiental y espiritual.
Constata que 70 % de las muertes ocurren en el trascurso de tres epidemias que vivimos en la actualidad: arteroesclerosis, depresión y neurosis, que por su vez tiene decisivo impacto en las causas de infarto, accidentes vasculares, cerebrales y cáncer. El Dr. Lucchesse afirma que el alma doliente, enferma el cuerpo y que, en especial, el “trío maléfico” compuesto por la rabia, envidia y vanidad son los mayores villanos. Diríamos que este trío está presente en todos aquellos que inconsciente o conscientemente practican el egoísmo, tenido por el Espiritismo, juntamente con el orgullo, como razón principal para la infelicidad humana.
Si vivir es el arte del encuentro, el más importante encuentro es con nosotros mismos, con nuestra realidad esencial. Y la espiritualidad es parte de esta realidad, con cuanto preterir e ignorar por la insana adhesión a los falsos valores de tener a toda costa, del consumismo compulsivo y de la comparación con otros (envidia).
El despertar de la espiritualidad y su cultivo nos hará reconciliarnos, serenos, más saludables y, sobre todo, más felices con lo que tenemos y con lo que somos. No es lo que las religiones dicen, más lo que la ciencia está reconociendo y recomendando. “Buscad, en primer lugar, el Reino de Dios y su justicia, y todas esas cosas os serán acrecentadas” Jesús. Mateo 6, 33.

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