viernes, 19 de noviembre de 2010

La Masturbacion



“¿Como encarar a la luz del Espiritismo la masturbación?”

Respuesta: La autora espírita Dalva Silva Souza, en su libro “Los Caminos de la Libertad”, afirma que la Naturaleza, sabiamente, asoció la sensación de placer a las actividades necesarias a la sobrevivencia de los animales: Alimentación, reposo y reproducción, exactamente porque esos seres precisan ser movidos para realizar esas actividades para que haya la auto preservación. Mientras, el hombre ha procurado coger el máximo de placer que pueda venir del sexo, aprovechándose sólo de las fuerzas instintivas localizadas en su ser, así como de todas las sensaciones nacidas de la irritabilidad que el complejo somático proporciona.

El Espíritu Emmanuel, en el libro “El Consolador”, psicografiado por Chico Xavier, nos orienta que, al revés de la educación sexual por la satisfacción de los instintos, es imprescindible que los hombres eduquen su alma para comprender lo sagrado del sexo.

El Espíritu André Luiz, en el libro “Misioneros de la Luz”, psicografiado por Chico Xavier, enseña que, entre las criaturas que se encaminan a la elevación, a la unión sexual traducen el intercambio sublime de las energías periespirituales, simbolizando un alimento divino para la inteligencia y para el corazón, y fuerza creadora no solamente para los hijos carnales, sino también de obras y realizaciones generosas del alma para la vida eterna.

El Espíritu Joanna de Angelis, en el libro “El Hombre Integral”, psicografiado por Divaldo P. Franco, afirma que el concepto de que “el hombre es un animal sexual”, es exagerado. Naturalmente, las herencias atávicas imponen al ser humano la fuerza del instinto sobre la razón, llevándolo a estados ansiosos o depresivos.

Todavia, la necesidad del amor le es superior. Por falta de una equilibrada comprensión de la afectividad, deriva para las engañosas sensaciones del deseo, en detrimento de las compensaciones de la emoción.

El uso indebido de cualquier función produce disturbios, desajustes, carencias que solamente la educación del hábito consigue armonizar. Al final, el hombre no es sólo un eje de sensaciones, es, también, de emociones, que puede y debe canalizar para objetivos que lo promuevan, en los cuales centralice sus intereses, motivándolo a esfuerzos que serán compensados por los resultados benéficos. La vida saludable en el área del sexo transcurre de la educación mental, de la canalización correcta de las energías, de la acción física, por el trabajo, por el deporte, por las conversaciones edificantes que proporcionan resistencia contra los derivados, auxiliando al individuo en la elección de actitudes que proporcionan bienestar donde quiera que se encuentre.

No basta satisfacer el sexo, pues toda hambre y sed, saciadas de momento, vuelven en ocasión propia. Cumple armonizarse emocionalmente, viviendo en paz de conciencia, aunque con algún hambre, perfectamente soportable, al revés de un constante conflicto de la insatisfacción derivada de la imaginación fértil, que programa placeres continuos.

Joanna de Angelis, en el libro “Amor, Imbatible Amor”, psicografiado por el mismo médium, recuerda que el placer legítimo deriva del amor pleno, generador de la felicidad, en cuanto lo normal es devorador de energías y de formación angustiante.

El placer se presenta bajo varios aspectos: orgánicos, emocional, intelectual, espiritual, siendo, ahora físico, material, y en otros momentos de naturaleza abstracta, estético, efímero o duradero, pero que debe ser registrado fuertemente en el psiquismo, para que la existencia humana exprese su significado.

Muchas personas consideran el placer solo como una expresión de lascivia, y se olvidan de aquel que es transmitido de los ideales conquistados, de la belleza que se expande en todas partes y puede ser contemplada, de las encantadoras alegrías del sentimiento afectuoso, sin posición, sin exigencias, sin el condicionamiento carnal.

En fin, la búsqueda intensa de los placeres físicos, sean proporcionados por la gula, por las drogas, por el ocio, o por el sexo exagerado, refleja un estado de espíritu aun muy preso a las sensaciones materiales, y distante de los valores espirituales.

Muchas personas consideran el placer solo como una expresión de lascivia, y se olvidan de aquel que es transmitido de los ideales conquistados, de la belleza que se expande en todas partes y puede ser contemplada, de las encantadoras alegrías del sentimiento afectuoso, sin posición, sin exigencias, sin el condicionamiento carnal.

Está lejos ya el tiempo en que se proclamaba que la masturbación conducía a la locura y al infierno. Normal en el adolescente que está descubriendo la sexualidad, frecuente en los corazones solitarios, el problema es que ella favorece la viciación, perturbando el psiquismo del individuo con una sexualidad exacerbada. Por otro lado compromete la sublimación de las energías sexuales cuando las circunstancias nos convocan a la castidad, invitándonos a canalizarlas para las realizaciones más nobles.

Que Dios bendiga nuestro propósito de entendimiento para ayudar.”

COMENTARIO:

¡¿Será que debemos desprender que el Espiritismo prohíbe toda la actividad sexual?!

De modo alguno. El Espiritismo nada prohíbe. Nos deja a nuestro libre albedrío, a la decisión consciente de cada uno la actitud a tomar. Se limita a dar orientación y a demostrar que actitudes mal tomadas dan intranquilidad e insatisfacción y nos coloca delante de la realidad y ventajas del uso consciente de la vida.

Todos tenemos presente que hay satisfacciones demasiado fugaces que merecerán un análisis profundo en el sentido de las satisfacciones o no, en detrimento de otras más duraderas.

diseccion de cadaveres


Curioso episodio relatado por el prof. Paul Gibier – Golpes invisibles contra el anatomista y un médium – Experiencia médiumnica en una sala de anatomía.
¿Cuál es la situación de los espíritus que ven sus cuerpos disecados en las salas de anatomía? Anualmente, en ciertas escuelas superiores, se celebran ceremonias religiosas especiales, para esos espíritus. Hoy mismo, los periódicos cuentan la celebración de la llamada "Misa del cadáver", en la Facultad de Farmacia de la Universidad de São Paulo. ¿Podría el Espiritismo explicarnos algo sobre el asunto, que naturalmente interesa a todos los espiritualistas?


"El Libro de los Espíritus", obra básica de la doctrina, nos informa acerca de las distintas situaciones espirituales del hombre, después de la muerte. En el capítulo sexto de la segunda parte del libro, Kardec insertó, como ítem cuarto, un "Ensayo teórico sobre la sensación en los Espíritus", que nos esclarece el problema. El espíritu consciente de su estado, pero preso a las sensaciones materiales y aún ligado al cuerpo, es afectado por lo que le hacen al cadáver, aunque no sienta los dolores físicos de la disección. Muchas veces se rebela y se encoleriza. Por eso mismo, antes de los trabajos de esa naturaleza, profesores y alumnos deberían reunirse en oración en favor de los espíritus que aún estuviesen ligados a los cuerpos que van a ser disecados.
Las ceremonias religiosas posteriores son homenajes, casi siempre simbólicas, mientras que las oraciones y vibraciones mentales anteriores constituirían ayuda eficiente. Sabemos muy bien que esto aún no es posible en el ambiente materialista en que vivemos. Sabemos también que muchos profesores y alumnos encogerían los hombros ante lo que estamos diciendo, por considerar nuestra actitud puramente supersticiosa y sin ningún fundamento científico.Sin embargo, así no piensan los grandes científicos que se interesan por las experiencias espíritas. Y algunos de ellos, como el prof. Paul Gibier, ex-internista de los hospitales de Paris, ayudante naturalista del Museo de Historia Natural y Oficial de la Academia, pueden ofrecernos datos curiosos al respecto.
En su ensayo sobre "Fisiología Trascendente", o "Ensayo sobre la ciencia futura", como él mismo lo llamó, el prof. Gibier nos cuenta lo que le sucedió en una experiencia psíquica realizada en la sala de anatomía. El libro en que aparece este relato tiene el título de "Análisis de las Cosas", lanzado en traducción portuguesa por la Librería de la Federación Espírita Brasilera. Uno de los más lúcidos y bellos trabajos sobre el Espiritismo, de orden científico, ya publicados en el mundo.
El prof. Gibier realiza sesiones, casi diariamente, por la noche, para hacer observaciones sobre "la fuerza anímica", en una sala de laboratorio próxima a los anfiteatros de disección de la Escuela Práctica de la Facultad de Medicina de Paris. Poco antes de la noche de una de las sesiones, realizara estudios de cirugía en un cadáver, en el laboratorio. Durante los trabajos, que debían producir fenómenos de materialización y efectos físicos, se consiguió muy poco. El médium se quejaba de influencias, que intentaban dominarlo. Al retirarse, — cuenta el prof. Gibier, — "de camino, por la calle Lhomond hacia la calle Claude Bernard, fuimos repentinamente agredidos por una lluvia de golpes, que oíamos y sentíamos muy bien, y que alcanzaban principalmente al médium".
Una semana después, se reunían nuevamente, el prof. Gibier y sus amigos, con el médium, en la misma sala. Apenas entraron allí, comenzaron los fenómenos físicos, de naturaleza violenta. Y poco después el médium era "tomado" por un espíritu vengativo, que intentó agredir al experimentador. Aún sin experiencia, el prof. Gibier llegó a trabar una lucha con el médium. Sin embargo, cuando recordó, por las instrucciones de una persona "muy al día con esas cosas", tomó una actitud diferente. A través de las vibraciones y de los pases, consiguió que la entidad se retirase, dejando al médium. Se trataba del espíritu del cadáver disecado, que deseaba vengarse de lo que consideraba una profanación.
Este ejemplo, que nos es dado por un médico, un sabio, un investigador concienzudo y leal, nos muestra que no estamos hablando de duendes o fantasmas y si de principios vitales, que no pueden ser olvidados por profesores y alumnos de medicina.
Dejemos que el propio prof. Gibier explique lo que hay de natural, de positivo, y no de imaginación y superstición, en este problema. "La vida, tal como la observamos, — dice el maestro, — se muestra en el punto de convergencia de tres principios. O, si prefieres: “El Espíritu animó la Energía y organizó la Materia, para hacer actuar una sobre la otra y dar vida al ser".
En otras palabras, en términos de la Doctrina Espírita: El Espíritu anima al periespíritu, cuerpo espiritual, y este organiza el Cuerpo u organismo material. Al disecar un cadáver, estamos lidiando con una parte del ser, que, lejos de encontrarse extinto, permanece en todo su poder energético y espiritual. Podemos hacerlo en beneficio de la ciencia, pero no podemos olvidar el respeto que nos merece el ser espiritual a él ligado.
Tomado del libro “El Hombre Nuevo” de José Herculano Pires.

Gen Humano


“El conocimiento de los genes va a acabar de una vez por todas con los argumentos racistas”, declaró Craig Venter, uno de los científicos que ha impulsado el mapa del Genoma Humano.

Este ambicioso proyecto revela que los seres humanos somos más similares aun de lo que se creía y también más próximos al resto de las criaturas de lo que nunca se había pensado.

Francis Collins, el otro gran impulsor del proyecto desde el Instituto del Genoma Humano, una iniciativa pública, aseguró que todo el equipo científico está “encantado con lo descubierto, pero también preocupado”.

Collins ha definido el momento que atraviesa la genética como el “final del principio”, porque se ha logrado el gran paso esperado durante décadas, aunque ese logro ha abierto un horizonte sin límite a la investigación médica.

El mapa del Genoma se ha permitido descifrar y ordenar la información contenida, en forma de genes, dentro del ADN, la doble hélice del acido desoxirribonucleico, que forma los cromosomas y las instrucciones para la formación de las células. Pero en definitiva, entre las lecciones de humildad que el conocimiento del genoma ha aportado está la de que todos los seres humanos, de cualquier raza, compartimos un mismo y antiguo código y el color de la piel o las diferencias físicas apenas tienen relevancia.

¡La Humanidad no es tan compleja como se creía!

El ser humano no es un organismo tan especial como se suponía y comparte numeroso material genético, no sólo con el resto de los mamíferos, sino con microorganismos tan simples como la levadura.

Estamos formados por tan sólo unos 30 mil genes, un tercio de lo que pensábamos hasta hoy.

Según los datos revelados por los científicos del Proyecto Genoma Humano (PGH), que presentaron los primeros análisis descifrado del mapa de la vida, nuestros genes ( 30 mil aproximadamente) representan tan sólo 1% más que los ratones o un tercio más que los de la lombriz intestinal.

El ser humano comparte también mucho material genético con organismos extremadamente simples, como la levadura (una quinta parte) o con la mosca del vinagre, la mitad.

Mucho de los genes con los que cuenta el ser humano, proveniente de intercambios con bacterias en fases muy tempranas de la evolución. De hecho, según el PGH, es uno de estos genes intercambiados” el que hace a una persona propensa a la depresión.

Lo que nos diferencia de esos organismos más simples, es el modo en el que funcionan nuestros genes, más complejos y con un mayor número de ellos dedicados a “controlar” las funciones del resto.

En este punto particular podría jugar una diferencia fundamental el material genético conocido como “ADN basura”, que forma el 97% del genoma – los genes componen el restante 3% - y cuya función se desconocía hasta ahora.

Los científicos creen que este “material basura” puede desempeñar un papel importante de la transmisión de información entre los genes o de protección de estos.

(Extraído del Boletín Perseverancia, de Bolivia.)

lunes, 4 de octubre de 2010

La Homosexualidad


Pese a todo el avance intelectual alcanzado por los individuos y a la libertad de expresión predicada ampliamente en muchos medios, la homosexualidad aún es considerada un tabú en la sociedad y sobre todo en las organizaciones religiosas, posean ellas carácter más o menos liberal. Con rarísimas excepciones.

Incluso en el Espiritismo, encontramos hermanos que se apoyan más en su prejuicio personal que en la Doctrina que dicen practicar, para buscar argumentos “doctrinarios” contra nuestros hermanos homosexuales.

Que la discriminación ocurra entre personas ignorantes y poco caritativas, es fácilmente comprensible. Pero verlo entre aquellos que se dicen cristianos es de hecho difícil de comprender. Sobre todo entre los espíritas, quienes ya deberíamos haber aprehendido que somos Espíritus encarnados temporalmente en un cuerpo físico, pero que no perdemos la esencia espiritual, cuya existencia es imperecedera.

Kardec nunca tocó directamente el tema, pero podemos afirmar que en ninguno de los libros de la codificación existe reproche a la homosexualidad.

Si analizaremos la homosexualidad bajo la observación de la Doctrina Espírita, nos parece bien comenzar por “El Libro de Los Espíritus”, la obra maestra que sirve de brújula a todos los espíritas preocupados por el estudio serio.

En la pregunta 200, Kardec pregunta:

“¿Tienen sexo los Espíritus?”
“- No, en el sentido en que vosotros lo entendéis, por cuanto los sexos dependen del organismo. Hay entre ellos amor y simpatía, pero basados en la afinidad de sentimientos.”


En las dos preguntas que posteriores del libro citado, se explica que los Espíritus pueden encarnar en cuerpos de hombres y de mujeres, según el género de pruebas por las cuales precisan pasar y que poco importa a ellos si van a encarnar en cuerpos masculinos o femeninos.

Muchos hermanos se apoyan en estas explicaciones para justificar el prejuicio hacia las personas con tendencias homoafectivas y argumentan que los Espíritus encarnados en cuerpos masculinos o femeninos deben reprimir sus sentimientos homoafectivos para respetar las pruebas correspondientes a su composición orgánica.
Pero la duda es ¿qué sabemos nosotros sobre el género de pruebas a ser enfrentado por ellos? ¿Estamos en condiciones de juzgar o de sacar conclusiones?

Es muy delicada la cuestión y nos exige mucho cuidado para no apuntar el camino a ser seguido por los demás, cuando todavía no logramos seguir el nuestro, como sabemos que es necesario. Queda claro que aún no comprendemos el sentido amplio del Amor y la respuesta a la pregunta 200 no da lugar a duda: los Espíritus no tienen sexo “en el sentido en que” nosotros lo entendemos. Todavía no sabemos todo.

Continuando la reflexión en compañía del gran educador francés, nos deparamos con palabras muy significativas en la Revista Espírita, conjunto de artículos que debería ser agregado a la lista de obras básicas de la Doctrina Espírita, por el rico material de estudio que ofrece.

En el mes de Enero de 1866, en la citada revista, Kardec diserta sobre el tema de la desigualdad entre los sexos (hombre-mujer), considerándola como un signo de inferioridad humana y argumenta que Dios no creó a los machos superiores a las hembras, así que la inferioridad femenina no está en los decretos divinos, sino en la ignorancia humana, que creó desigualdades contrarias a las leyes divinas a través de la fuerza bruta.

¿Qué decir sobre la desigualdad entre homosexual y heterosexual? ¿No nos parece igualmente anticristiana?

La diferencia que hacemos entre hombres y mujeres es una tendencia materialista, la cual no considera la inmortalidad del Alma y la justicia de la reencarnación, que da a todos, oportunidades iguales, sin privilegios y sin perjuicio. Y creer lo contrario es ignorar la Bondad y la Justicia de Dios, que nos ama a todos de igual manera, sin importar la vestimenta carnal que usamos. Importa, pues nuestra evolución moral e intelectual.

Hombres, mujeres, heterosexual, homosexual… ¿No somos los mismos Espíritus reencarnados en las sucesivas existencias carnales?

El sexo no está en el Alma, sino en el cuerpo físico. En el Alma guardamos nuestras tendencias, adquisiciones buenas o malas que conquistamos en las diferentes existencias.
Y acerca de esas tendencias, el Espíritu Emmanuel nos explica en el libro “Vida y Sexo”[1], que el Espíritu pasa por muchas reencarnaciones en cuerpos masculinos y femeninos, lo que nos hace desarrollar “tendencias más o menos pronunciadas de los dos sexos”. Y puede ocurrir que un Espíritu reencarne en un cuerpo, cuya “anatomía genital” esté en conflicto con las tendencias que predominan en su Alma.

Es decir, un Espíritu que adquirió tendencias femeninas más amplias y encarna en un cuerpo masculino, puede tener inclinación homoafectiva. Y si predominan en él las tendencias masculinas y encarna en un cuerpo femenino, también puede sentir esa inclinación.

Según Emmanuel, no hay Espíritu con plenitud femenina o masculina. “Tanto la mujer tiene algo de viril, como el hombre de femenino”.

Tales enseñanzas de Emmanuel están de acuerdo con la codificación, pues Kardec, en el mismo artículo de la citada revista, dice que “las Almas o Espíritus no tienen sexo. Los afectos que las une nada tiene de carnal y por esa razón son más duraderos porque son fundamentados sobre una simpatía real y no están subordinadas a las vicisitudes de la materia.”

Agrega que un Espíritu que transitó varias existencias con un mismo sexo puede conservar durante mucho tiempo en su estado de Espíritu el carácter de hombre o de mujer, cuya marca permaneció en él y esas tendencias “espirituales” pueden influenciar en su vida corpórea.

Y lo más interesante es que el codificador escribe que tales tendencias explican las aparentes anomalías que se notan en el carácter de ciertos hombres y mujeres. Fijémonos bien, anomalías aparentes. Porque Dios no creó la desigualdad y el Espíritu es el ser esencial y no la materia.

Nos parece que las enseñanzas son muy claras y podemos pasar a otra cuestión bastante controvertida para muchos, que es la posibilidad de la unión matrimonial entre dos personas del mismo sexo.

Aunque estudiosos y Espíritus instructores recomienden el respeto hacia los homosexuales, muchos de ellos también orientan la abstinencia sexual entre ellos.
El doctor Jorge Andreas en el libro “Fuerzas Sexuales del Alma”[2], escribe que es necesario al homosexual mantener la “castidad constructiva” para encontrar la armonía en futuras reencarnaciones.

El estudioso Jorge Hessen tiene otra opinión y en su artículo “La legítima visión cristiana de la homosexualidad”[3] dice:

“(…) entendemos que la unión estable [casamiento] entre homosexuales puede ser legítima, hasta porque cada uno debe saber de sí mismo lo que es mejor para su propia felicidad. Sólo conseguiremos entender mejor la cuestión homosexual después de que nos liberemos de los prejuicios que nos acompañan hace muchos milenios. Nos arriesgaríamos a afirmar que la legalización del casamiento entre dos personas del mismo sexo es un avance de la sociedad, que está reglamentando lo que de hecho ya existe.”

Como ya habíamos comentado, Kardec no abordó directamente el tema de la homosexualidad, pero en “El Libro de los Espíritus” encontramos:
“695. El matrimonio, esto es, la unión permanente de dos seres, ¿es contrario a la ley natural?”
“- Es un progreso en la marcha de la humanidad.” (Destaque nuestro)

Más adelante el codificador pregunta sobre el celibato y en su nota escribe que ese sacrificio es meritorio cuando realizado en provecho de la humanidad y si confrontamos sus palabras con las del doctor Jorge Andreas, notamos que la “castidad constructiva” orientada por éste no posee el carácter meritorio apuntado por aquél. Así que no se la justifica.

Si comparamos ahora las palabras de Jorge Hessen con las enseñanzas codificadas por Kardec, podemos percibir similitudes.
Kardec pregunta a los Espíritus sobre la unión entre dos seres y no entre hombre y mujer. Algunos podrían argumentar que no era necesario dejar explícitas las palabras “hombre” y “mujer”, dado que las uniones “normales” ocurren entre ellos. Sin embargo, sabemos que Kardec siempre fue muy atento al uso del lenguaje para no causar dobles interpretaciones. Además, la homosexualidad no es un “invento” actual, sino que existe desde hace mucho.Confirman esos argumentos lo que escribió en el citado artículo de la Revista Espírita, cuyas ideas ya discutimos en este texto:
“(…) puede ocurrir que el Espíritu transite por una serie de existencias en un mismo sexo, lo que puede hacerlo conservar durante mucho tiempo, en el estado de Espíritu, el carácter de hombre o de mujer (…) que permaneció en él. (…) esa influencia repercute de la vida corpórea a la vida espiritual (…) ocurre lo mismo cuando el Espíritu pasa de la vida espiritual a la vida corpórea.”

“(...) Cambiando de sexo podrá conservar en su nueva encarnación los gustos y las tendencias inherentes al sexo que acaba de dejar. De ese modo se explican las aparentes anomalías que se notan en el carácter de ciertos hombres y de ciertas mujeres.” (destaques nuestros)
Por último, nos gustaría aclarar que este artículo no representa una apología de la promiscuidad, como muchos pueden suponer. Hasta porque la homoafectividad no tiene nada de sucio o vergonzoso, siempre que la unión entre una pareja homosexual sea movida por el amor verdadero.

Lo ilícito a una pareja heterosexual también lo es para una pareja homosexual. Todas las relaciones afectivas deben encarar el sexo como un intercambio de energías creadoras, solamente posible cuando está estructurado sobre sentimientos nobles y verdaderos.

El libertinaje del sexo irresponsable y únicamente sometido a las exigencias instintivas sólo demuestra nuestra inferioridad moral y no es recomendable ni a heterosexuales y ni a homosexuales. No podemos desviarnos de nuestra necesidad mayor, que es nuestra evolución espiritual, a través de la transformación íntima. ¡Concentrémonos en ello!

La videncia en la reunión mediúmnica


En este estudio, queremos analizar con más profundidad y cuidado el papel de la facultad de la videncia en las reuniones de desobsesión y a partir de ese análisis, concluir cuál es su relevancia durante los trabajos.
En el capítulo XIV de “El Libro de los Médiums”, Kardec define la videncia como la facultad que “consiste en la posibilidad de ver cualquier Espíritu” y agrega que


“los médiums videntes propiamente dichos son muy raros y hay mucho que desconfiar de aquellos que pretenden gozar de esa facultad. Ciertas personas pueden, sin duda, engañarse de buena fe, pero otras pueden también simular esta facultad por amor propio o por interés.”

Más adelante, en el capítulo XVI nos advierte que tal facultad debe ser siempre analizada y que no es útil creer siempre en quienes dicen ver a los Espíritus.


Nos impresiona recordar que hay pocos médiums videntes, que muchas personas se pueden engañar (y engañarnos) de buena fe y nos parece muy interesante profundizarnos un poco más en las palabras del noble Codificador, pues nos encontramos con algunas preguntas cuyas respuestas son muy importante en la seguridad de la tarea mediúmnica:


1) Si hay pocos médiums videntes y no lo tenemos en nuestro equipo mediúmnico, ¿podemos realizar sesiones de desobsesión?
2) Y si lo tenemos, ¿Cómo podremos saber si la videncia es real o imaginaria si no somos médiums videntes?
3) Y si lo somos, ¿Cómo saber si no estamos sugestionados por la videncia o ideoplastía de otro médium o si no somos víctimas de la mistificación?

La primera pregunta, por un sentido común, ya la podemos contestar. Si hay pocos médiums videntes no todos los equipos mediúmnicos podrán tenerlos entre sus miembros, dado que existen equipos de desobsesión que inclusive eligieron no utilizar la facultad de la videncia en sus reuniones y realizan excelentes trabajos.


En “Mediumnidad, todo lo que usted necesita saber”, Richard Simonetti expresa su opinión sobre las videncias en la sesión mediúmnica:


Es algo complicado, considerando que la mayor parte de las videncias son subjetivas. Incluso los que tienen la visión objetiva pueden equivocarse, no es de extrañar, bajo la influencia de Espíritus astutos que los envuelven. Y la interferencia del vidente, en pleno proceso de adoctrinación, puede confundir al adoctrinador. Es preferible que las informaciones de los videntes sean hechas después del final de la reunión, ayudando en la evaluación de las comunicaciones. En cuanto al adoctrinador, sus mejores fuentes de referencia son la intuición, el conocimiento y la práctica.

En “Directrices de Seguridad”, Divaldo Franco nos informa que la videncia revela el mundo espiritual, pero debemos tener cuidado para no transformar su descripción en un informativo de liviandades. Agrega que el vidente puede colaborar con el esclarecedor, hacer observaciones y anotaciones. Sin embargo nos alerta que esa facultad puede ser transitoria y oscilante.


Las demás preguntas nos exigen reflexiones más amplias y profundas sobre los procesos mentales implicados en los fenómenos mediúmnicos para responderlas.


André Luiz nos explica en “Mecanismos de la Mediumnidad” que las ondas mentales están presentes en todos los hechos mediúmnicos, pues en las reuniones doctrinarias o en las experiencias psíquicas, la mente del médium emite oscilaciones personales, las cuales se vinculan a las oscilaciones de la Entidad que se comunica.


La videncia y la audiencia están sometidas a idéntico mecanismo, pues se ejecutan del recinto exterior hacia el campo íntimo y guardan expresiones variadas. El desencarnado actúa sobre los rayos mentales del médium, le transmite cuadros vivos e imágenes a través del uso de los centros autónomos de la visión profunda del médium.


Ante las elucidaciones de André Luiz, podemos concluir que en muchos casos el desencarnado actúa de manera razonada y transmite al médium solamente lo que desea. Si el Espíritu es de naturaleza superior, la transmisión tendrá un objetivo bueno e instructivo. Si el Espíritu es de naturaleza inferior, su intención será confundir y engañar al médium y a quienes les creen.
Podemos notar que en este último caso no hay la mistificación del médium sobre lo que ve o interpreta, sino que él puede ser inducido al error o a al ridículo e influenciar a los demás sin que sea ésta su intención.


Además de esas posibilidades, podemos agregar la interpretación o la captación del médium, que implican el desarrollo y la educación de su facultad y su estado moral.

1) Si sus visiones son muy subjetivas, no logrará captar con fidelidad la transmisión.
2) Si no está suficientemente educado, puede confundirse.
3) Si su estado moral no es adecuado, está más predispuesto a interpretar con más veracidad la transmisión del Espíritu inferior por la sintonía natural y tal transmisión puede desequilibrar el equipo o sugestionarlo de forma negativa. (Sabemos que la mayoría aún no somos moralmente elevados)


A esta problemática, el Espíritu André Luiz le agrega que, además de las ideas de los desencarnados, tenemos los elementos plásticos inherentes de las mentes de los médiums, los cuales pueden influenciar el vidente y atraer compañeros sintonizados a las mismas ondas mentales. Es un problema “cuya solución reclama discernimiento”. Eso porque si un vidente logra captar las ondas mentales de uno de los médiums, el equipo puede concluir que la videncia es correcta por haber sido confirmada por dos de sus miembros, lo que no es cierto.


Esta interferencia puede ser agravada, pues según el citado Autor Espiritual, la Esfera Espiritual Superior sufre enormes dificultades para actuar en beneficio de los encarnados, pues las ideoplastías de las mentes encarnadas pueden conectarse a agentes inferiores. Además, los pensamientos repetidos sobre la mente mediúmnica sin experiencia y con escasos conocimientos teóricos sobre el tema pueden inducirla a tomar ciertas imágenes como si fueran situaciones reales.



Ernesto Bozzano en “Pensamiento y Voluntad”, nos cuenta que “es probable que ciertas apariciones de fantasmas en lugares determinados no sean nada más que formas-pensamiento creadas por la mente de la persona muerta trágicamente en tales sitios.”


Resalta que “en los depósitos de comunicaciones mediúmnicas, desde Allan Kardec a Stainton Moses, se encuentran mensajes de entidades espirituales con alusiones a la posibilidad de formas fantásticas o fantasmagóricas, que solamente son puras formas-pensamiento.”


Entonces ¿Cómo saber si la videncia capta formas-pensamiento o situaciones reales?


No por acaso, Emmanuel nos dice en “Siembra de los Médiums”, que el fenómeno de la clarividencia solicita el discernimiento porque su interpretación está a cargo de procesos mentales y es necesario el estudio para que “la interpretación particular no se dirija hacia los límites de lo ilógico.” No siempre es posible calificar la videncia durante la asistencia en la reunión mediúmnica y es válido recordar la enseñanza de Erasto “es preferible rechazar 10 verdades que aceptar una sola mentira”. En primer lugar está la preocupación por mantener el equilibrio del equipo.


André Luiz en “Los Dominios de la Mediumnidad” explica que la videncia es diferente para cada médium y a través de su relato en esta obra notamos que el uso de la videncia se aplica en el cierre de la reunión y no durante su desarrollo.


Hermínio Miranda en “Diálogos con las Sombras” comenta el tema de manera muy inteligente y adopta la actitud que nos parece más coherente porque utiliza la facultad del medianero sincero sin olvidar las recomendaciones de silencio, recogimiento y discernimiento. Dice que el vidente puede auxiliar al esclarecedor, pero recomienda que sea discreto. Eso porque algún comentario o información puede ofender o desequilibrar los hermanos desencarnados. Además, las descripciones largas y seguidas pueden romper la concentración del grupo y hasta sugestionarlo. Las impresiones más detalladas deben esperar por el momento de la evaluación.


Nuestra conclusión de este estudio es que la facultad de la videncia debe ser usada con mucho criterio durante las reuniones de desobsesión. Si hay duda en cuanto la veracidad de la videncia es preferible que el médium se abstenga de revelarla. Si la videncia es irrelevante en el proceso de esclarecimiento del Espíritu asistido, es mejor que el médium no exponga su visión durante la sesión. Si el médium percibe que su videncia puede desconcentrar el equipo, es recomendable no decirla. Pero si lo que ve puede serle útil al esclarecedor, el médium puede exponerla discreta y objetivamente, sin que los demás miembros del equipo se enteren.

La intuición es la herramienta más segura que la videncia.■

Sintomas de la mediumnidad


Toda persona que siente, con mayor o menor intensidad, la influencia de los Espíritus es médium. (…) Por consiguiente, se puede decir que todas las personas, poco más o menos, son médiums. (KARDEC, El Libro de los Médiums, ítem 159)


Son muchas las personas que desean saber si poseen alguna facultad mediúmnica y cuáles son los indicios que pueden confirmar o negar tal existencia.

Según las palabras de Kardec, el noble codificador de la Doctrina Espírita, todos somos médiums, pues hay continua interacción entre los dos planos (material y espiritual). Pero el grado de intensidad de la comunicación entre encarnados (vivos) y desencarnados (llamados muertos) es diferente para cada persona.

En determinados contactos el encarnado siquiera registra la influencia de un Ser desencarnado, mientras que en otros la influencia es patente.

En este estudio queremos enfocarnos en la facultad mediúmnica ostensible, es decir, la que permite identificar la existencia del contacto.

Es muy común que escuchemos relatos de personas que buscaron la asistencia de un Centro Espírita por sufrir algún desequilibrio y fueron orientadas a “desarrollar” la mediumnidad; algunas incluso, fueron direccionadas a los trabajos mediúmnicos de la institución sin ninguna preparación, asistencia o estudio.

Sin detenernos demasiado en analizar la irresponsabilidad de tal actitud que lamentablemente aún es común en muchas instituciones dichas espíritas, recordamos las palabras de Kardec:

Hasta el presente ningún diagnóstico se conoce para la mediumnidad. Todos los que se habían considerado como tales carecen de valor. (…)
Si la mediumnidad se tradujese por una señal exterior cualquiera, implicaría esto la permanencia de la facultad, mientras que ésta es esencialmente móvil y fugitiva. (Qué es el Espiritismo. Capítulo I. Breve conferencia espiritista - Medios de Comunicación)

No hay ningún indicio de la facultad mediúmnica; sólo la experiencia puede darla a conocer. (El Libro de los Médiums, ítem 62)

Por lo que podemos notar, la facultad mediúmnica no puede ser identificada en el Centro Espírita o donde sea como si se tratara de un diagnóstico elemental y aunque así fuera, nos informa el codificador que la mediumnidad puede ser transitoria y alguien “diagnosticado” como médium hoy, puede no serlo mañana.

Pero ¿cómo saber si somos médiums?

Cuando estamos ante desequilibrios que nos afectan, lo principal es buscar un médico y considerar la hipótesis de un disturbio orgánico y que la asistencia espiritual, en una institución idónea, ocurra de manera simultánea.

Sabemos que determinadas influencias espirituales (obsesiones) de larga duración pueden alcanzar el organismo físico, pero la obsesión no es sinónimo de mediumnidad ostensible. Por lo tanto, es recomendable cuidar del cuerpo y del espíritu antes de pensar en una supuesta facultad mediúmnica, hasta porque la existencia de la mediumnidad exige ciertas responsabilidades.

Nos pareció importante hacer esas aclaraciones antes de profundizar un poco más en el tema para que no sea creada una falsa idea sobre la mediumnidad.

Kardec la explicó con mucho criterio y propiedad y no es nuestra intención contradecirlo, pues concordamos con sus enseñanzas.

El objetivo de este estudio es mostrar el resultado de experiencias serias y las lecciones expuestas en la literatura espírita confiable y fiel a la base kardeciana sobre los síntomas más comunes descritos por las personas que manifestaron la facultad mediúmnica ostensible.

Según Herculano Pires, en “Mediumnidad (Vida y Comunicación)” “la Mediumnidad se desarrolla como la inteligencia y las demás facultades humanas”, en un proceso cíclico que obedece a “etapas sucesivas”. En los niños es muy evidente y es común que registren presencias espirituales hasta más o menos los siete años. A partir de esa edad, “se desvinculan progresivamente de las relaciones espirituales” y se proyectan más en las relaciones terrenas. En la adolescencia se inicia el segundo ciclo y la mediumnidad se manifiesta de modo más intenso.

Recomienda el respetable estudioso que no se estimule la facultad en el primer ciclo, sino que el niño sea asistido con pases[1] y oraciones. El adolescente puede comenzar a estudiar para entender mejor lo que le ocurre, pero sin intentar desarrollar la práctica mediúmnica. Y cuando las manifestaciones sean espontáneas “es conveniente limitarlas al círculo privado de la familia o amigos íntimos en instituciones para jóvenes, hasta que la mediumnidad se defina”.

El tercer ciclo ocurre entre los dieciocho y los veinticinco años y se orienta a que el joven estudie la Doctrina Espírita y la Mediumnidad más profundamente. A partir de esa edad, el médium ya puede dedicarse a la educación y a la práctica mediúmnica según su madurez y preparación.

Recuerda Herculano que en algunos casos el proceso de eclosión de la mediumnidad tarda hasta unos treinta años de madurez biológica.

El autor aún describe un cuarto ciclo, cuando la mediumnidad aparece en la edad madura o en la vejez por el proceso natural de desprendimiento entre el espíritu y el cuerpo físico. A eso Herculano lo llama “preparación mediúmnica para la muerte”, que puede durar muchos años.
La UEM (Unión Espírita Mineira), en su “Curso Básico sobre Mediumnidad”, explica que la Mediumnidad presenta diferentes naturalezas: propia o natural, de prueba o trabajo, de expiación, y misionera; y cada una de ellas posee características peculiares y se manifiesta de diferentes maneras:

La Mediumnidad propia o natural es adquirida a través de la evolución moral del individuo, cuando su facultad psíquica y su percepción se intensifican. La Mediumnidad de prueba o trabajo es precaria “como una tarea a ser desarrollada” por el encarnado para su mejora espiritual y la de sus semejantes, con una preparación antes de su reencarnación que le permitirá obtener excelente oportunidad de trabajo. La Mediumnidad de expiación es concedida a personas muy comprometidas ante las Leyes Divinas y se caracteriza por la imposición de una sensibilidad psíquica muy intensa, la cual debe ser utilizada para que el médium se libere de sus actos infelices del pasado y crezca espiritualmente. Generalmente surge causando sufrimiento y es común que se manifieste a través de fuerte obsesión. La Mediumnidad de Misión es concedida a Espíritus que ya alcanzaron cierta elevación espiritual y que quieren aportar voluntariamente en la evolución de sus semejantes, como intermediarios entre el Plano Material y el Espiritual.

Por las aclaraciones de la Unión Espírita Mineira nos resulta obvio deducir que la gran mayoría de los médiums encarnados se encuadran en la mediumnidad de prueba o en la de expiación, dado que nuestro planeta todavía es muy inferior y, para casi todos, las facultades mediúmnicas surgen causando muchos disturbios.

El Espíritu Manuel Philomeno de Miranda, en el libro “Temas de la Vida y de la Muerte”, comenta que muchas veces los efectos de la eclosión de la mediumnidad pueden ser confundidos con síntomas de algunas psicopatologías. Pueden surgir de manera sutil o vigorosa, “causan malestar, inquietud y trastorno depresivo”; en otros momentos exaltan la personalidad, producen sensaciones desagradables en el organismo, antipatías sin explicaciones y animosidades.

Añade que “muchas enfermedades de difícil diagnóstico, por la variedad de sintomatología, tienen raíces en los disturbios de la mediumnidad de prueba” o de expiación y acostumbran revelarse con desórdenes físicos y psicológicos.

Pasaremos a enumerar los síntomas de fondo mediúmnico más frecuentes que han sido observados por los estudiosos del tema y descritos por médiums que cuentan sus primeras experiencias.

El citado curso de la UEM explica que la mediumnidad propia o natural es el resultado del esfuerzo individual, de la perseverancia y perfeccionamiento en las sucesivas reencarnaciones y por ello dispensa las dificultades enfrentadas en la mediumnidad de prueba y expiación. Es una conquista del Espíritu que ya superó la fenomenología y penetró en el “plano extrafísico” por la intuición, la más elevada de las facultades mediúmnicas.

La manifestación de la mediumnidad de prueba o trabajo puede ser más o menos complicada según la elección del médium. Cuando es comprendida como una herramienta divina para la elevación espiritual, se presenta con signos de alerta. Si el médium rechaza la concesión, surge de manera dolorosa.

La mediumnidad de expiación, es impuesta al médium para su reajuste ante las Leyes Divinas y, por su naturaleza expiatoria, puede surgir con muchos sufrimientos si no encuentra la buena voluntad del deudor para la rehabilitación necesaria. Incluso puede revelarse como una obsesión de alto grado, la subyugación[2], cuyo aparecimiento exige asistencia espiritual y no el desarrollo mediúmnico, como equivocadamente se supone.

El Espíritu Manuel Philomeno de Miranda en el libro citado describe los posibles síntomas de la eclosión de la mediumnidad de expiación:

En lo físico:

“dolores en el cuerpo sin causa orgánica; cefalalgia periódica sin causa biológica; disturbios del sueño – insomnio, pesadillas, pánico nocturno con transpiración excesiva -; taquicardias sin explicación; colapso periférico sin cualquier disfunción circulatoria; son todas perturbaciones generadas por la eclosión de la mediumnidad con sintonía desequilibrada.”

En lo psicológico:

“ansiedad; variadas fobias; perturbaciones emocionales; inquietud íntima; pesimismo; desconfianzas generalizadas; sensación de presencias inmateriales – sombras, figuras, voces y toques -, los cuales surgen de forma inesperada, desaparecen sin uso de medicinas y representan disturbios mediúmnicos inconscientes en consecuencia de la captación de ondas mentales y vibraciones sincronizadas con el periespíritu del enfermo” (Entidad sufriente o vengadora).

Pero Manuel Philomeno alerta que tales síntomas pertenecen a los cuadros de obsesiones simples y exigen cuidados en la educación y en la práctica mediúmnica.

Martins Peralva, en “Mediumnidad y Evolución”, también describe algunos síntomas que anuncian la mediumnidad: “reacciones emocionales insólitas, escalofríos, malestar, sensación de enfermedad, irritaciones raras”.

Eliseu Rigonatti, en “Mediumnidad sin Lágrimas”, además de algunos de los indicios de la eclosión de la mediumnidad ya enumerados, describe: “perturbación cerebral, sensación de peso en la cabeza y en los hombros, nerviosismo, sensación de cansancio, lasitud, cambios bruscos de sensación térmica corporal, falta de ánimo para trabajar, tristeza profunda o alegría excesiva sin razones”.

En el libro “Psicología y Mediumnidad”, Adenáuer Novaes amplía la lista de síntomas que caracterizan el aparecimiento de la mediumnidad:

Ideas y sentimientos inusitados que se presentan como presentimientos que se concretizan posteriormente; intuición aguzada; “arrepentimientos tardíos tras acciones inadecuadas” en las que faltó voluntad propia; alteraciones en el pensamiento y “desvíos en la elaboración de las ideas”; repetición de sueños premonitorios o con personas fallecidas; producción de ruidos y golpes extraños en el entorno; audición de voces y sonidos que parecen venir del interior de la cabeza; intenso deseo de escribir, a veces acompañado por temblores en uno de los brazos, con movimientos repetidos e involuntarios; sensación descontrolada de que puede ser tomado por algo y fuerte deseo de hablar; molestia toráxica y necesidad de gritar o llorar; manifestación de conocimientos inusitados; “frecuentes experiencias emocionales de “déjà vü”.

No obstante queremos aclarar que aunque nos hemos referidos a los síntomas de la eclosión de la Mediumnidad, no es demasiado decir que esa facultad no es la responsable por los sinsabores de los médiums.

El Espíritu Vianna de Carvalho, en el capítulo 7 del libro “Médiums y Mediumnidad”, afirma que no es la mediumnidad que genera el disturbio en el organismo, sino la acción fluídica de los Espíritus que favorece la posible sintonía, según la calidad de que ésta se reviste”. Y Manuel Philomeno añade que la ignorancia y la falta de asistencia son quienes generan los disturbios de fondo mediúmnico. Adenáuer Novaes explica que las invasiones psíquicas no tienen sus raíces en la mediumnidad sino que son facilitadas por ellas.

En definitiva, la elevación o inferioridad moral del médium y la aceptación o rechazo de su facultad son quienes influyen en el aparecimiento, en la intensidad y en la duración de los disturbios.

Después de tan amplia lista de síntomas relacionados a la Mediumnidad, el lector debe de creer que es muy fácil “diagnosticar” la facultad mediúmnica ostensible y que Kardec se equivocó, pero no es cierto. Todo lo que hemos descrito puede caracterizarse también por cuadros vinculados a la Medicina Tradicional o como casos de influencias espirituales que no “exigen” la práctica mediúmnica en una institución espírita.

Una vez más Manuel Philomeno explica que la manifestación de tales síntomas no significa que el individuo deba practicar la facultad mediúmnica, ya que luego de someterse a la asistencia espiritual adecuada y al estudio del Espiritismo, el equilibrio físico y el psíquico pueden ser recuperados por su transformación moral.

Chico Xavier decía que la mejor manera de distinguir los efectos mediúmnicos de la enfermedad física sólo se logra por la educación de la mediumnidad y que lo ideal es que la persona consulte un médico para confirmar o no la enfermedad.

Otro inconveniente en el diagnóstico de la mediumnidad es el caso de las facultades mediúmnicas temporales, como lo comenta Paulo R. Santos, en su libro “Casos y Experiencias con la Mediumnidad”. La facultad “puede manifestarse en cualquier época de la vida (…) y sufrir interrupciones, oscilaciones, cambios y excepcionalmente el desaparecimiento”, cuya “mayoría de las causas son conocidas solamente por la Espiritualidad Mayor”.

Continúa el autor diciendo que:

“la mediumnidad puede ser inducida o despierta por los Espíritus, por el uso de ciertas drogas o por el impacto de fuertes emociones. Será siempre temporal y artificial. (…) cuando son causadas por Espíritus Superiores el objetivo siempre será noble; (…) cuando son producidas por Espíritus imperfectos (…) son desagradables.”

El último caso pertenece al ámbito de las obsesiones a las que todos podemos exponernos si no mantenemos la vigilancia y la elevación moral, seamos o no médiums ostensibles.
Kardec, en la pregunta 459 de “El Libro de los Espíritus” expone:

¿Influyen los Espíritus en nuestros pensamientos y acciones?
– En este aspecto su influencia es mayor de la que creéis, porque, con frecuencia son ellos quienes os dirigen.

Si estamos atentos, podemos notar que la pregunta se refiere a todas las personas y no únicamente a los médiums, aunque es muy común que la mediumnidad surja bajo acciones obsesivas.

En el capítulo 23 del libro “En las Fronteras de la Locura”, Manuel Philomeno explica la frecuente incidencia de procesos obsesivos en el proceso de eclosión de la Mediumnidad diciendo que “el médium es un Espíritu endeudado” y por su inferioridad posibilita “el acoplamiento de mentes perniciosas del Más Allá” y de antiguos enemigos que intentan “impedirle el crecimiento espiritual”. Eso en los casos de la mediumnidad de prueba o de expiación.

Lo que queremos decir es que la Mediumnidad no es una misión o un privilegio, inclusive el Espíritu Emmanuel, en el capítulo XI del libro “Emmanuel” aclara que “los médiums generalmente son almas que fracasaron desastradamente (…) en el pasado” y que han reencarnado con el objetivo de “sacrificarse en beneficio de muchas almas que desviaron del sendero de la fe, de la caridad y de la virtud;” son “almas arrepentidas” que buscan reequilibrarse.

En ese momento el lector ya se imagina que este estudio es un tratado que desprecia a los médiums, pero tranquilízate porque no es este nuestro objetivo.

Queremos demostrar que la mayoría de los médiums son Espíritus que traen con ellos las características de nuestro planeta aún inferior, como la mayoría de los encarnados que no posee la facultad mediúmnica ostensible. No somos ni mejores ni peores. Todos estamos expuestos a la incidencia de las acciones obsesivas.

Queremos demostrar que es un error intentar desarrollar la mediumnidad a todo costo, sin reflexionar sobre las responsabilidades involucradas en la tarea, por creer que se trata de “un poder oculto que se puede desenvolver a través de la práctica de rituales o por el poder misterioso de un iniciado”. [Herculano Pires]

La mediumnidad no es un recurso para la autopromoción o para el enriquecimiento ilícito, sino una herramienta que Dios concede a las almas para su crecimiento moral, para que la usen en beneficio de su prójimo, para que se acerquen a Jesús, donando de sí mismo sin esperar recompensas.

El Espíritu deudor que utiliza su facultad mediúmnica como profesión, para obtener ventajas personales o para destacarse en la casa espírita es alguien que agrava su situación ante los Códigos Celestiales. Y los miembros de la institución que alimentan la vanidad de los médiums con la concesión de privilegios y con la aceptación de sus teorías y prácticas extrañas no aportan en su evolución, tampoco en la Causa Espírita.

No obstante, si alguien se identifica en los síntomas aquí expuestos, recomendamos que su primera preocupación deba ser su equilibrio espiritual y físico. Es importante buscar los recursos de la Medicina y la asistencia espiritual a través de la oración, la meditación y de los pases en una institución espírita seria, pero no la práctica mediúmnica.

La práctica mediúmnica es tarea para quien se siente bien, equilibrado y preparado. No es necesario apresurarse para empezarla, pues somos Espíritus inmortales y tenemos mucho tiempo. Además, sólo podemos donar lo que tenemos y no podemos brindar paz y equilibrio si todavía no lo conquistamos.

Cuando se concurre a una institución espírita seria, sus miembros sabrán orientar al asistido de modo adecuado y si la facultad mediúmnica se confirma, tras la asistencia, el estudio y el equilibrio, el obrero sincero podrá dedicarse a esa tarea de amor. Si no se trata de Mediumnidad no hay problema, pues hay muchas otras tareas hermosas que esperaban la colaboración de personas dedicadas.

lunes, 27 de septiembre de 2010

Ikebana



El crimen segun el Espiritismo


La Tierra es la venerable institución donde encontramos los recursos indispensables para atender a nuestro propio perfeccionamiento. El Mundo, por más áspero que nos parezca, será para nuestro espíritu, escuela de perfección, cuyos instrumentos correctivos habremos de bendecir algún día. Los compañeros de la jornada que hoy lo habitan con nosotros, por más ingratos, déspotas e impasibles que se nos muestren, son nuestras oportunidades de materialización del bien, medios para nuestra mejoría y redención que bien aprovechados por nuestro esfuerzo, pueden transformarnos en héroes. No hay medida para el hombre fuera del ámbito social. Es indudable que sólo nuestro trabajo por la comunidad puede engrandecer o destruir el organismo de la sociedad. A título de introducción he traído estas ideas para aventurarme a contextualizar la violencia y el crimen, que hoy campea en el mundo contemporáneo, pero bajo la óptica del espiritismo bien entendido. Estoy convencido de que mis planteamientos obligarán a una forzosa reflexión aunque el desiderátum de estas líneas no es la aceptación a ojos cerrados de las propuestas, como tampoco destapar una estéril diatriba, visto que, la mayoría de mis respetados lectores, aún se encuentran dilucidando si en realidad existe o no, eso que yo llamo el espíritu, o si se trata de una vulgar entelequia. Hay un aumento de la delincuencia y la violencia en los centros urbanos, ¿Será que la humanidad está pasando por un retroceso en los caminos de la evolución? Nadie retrocede!… La mayor incidencia de estos acontecimientos obedecen a la reencarnación de multitud de entidades espirituales en etapas primarias de su evolución.

Hay crímenes bestiales y perturbadores, la administración de los tesoros de una nación entera sufre los embates de la ambición personal y la corrupción desmedida, los responsables de penalizar en el estricto sentido de la palabra, brillan por su ausencia ¿A qué se puede atribuir tal comportamiento? Es muy simple a la luz de la doctrina de los espíritus. Existe ausencia del sentido moral. Ellos son entidades espirituales, pero encarnadas, sin noción razonable del bien y del mal, desgraciadamente sólo obedecen a sus impulsos, robando, matando, en fin delinquiendo, pues desconocen lo que es la culpa y/o el remordimiento. Entonces, ¿Podemos decir que una porción de la población, pudiera estar constituida por espíritus moralmente subdesarrollados? Sin ninguna duda!… es como si estuviéramos confrontando una nueva invasión de “bárbaros”, semejante a la acontecida en la Europa medieval. La diferencia es que ahora, ellos no ingresan a nuestro medio, llegando por las playas y tampoco arrasando con nuestras fronteras terrestres sino por intermedio del proceso reencarnatorio. Todos ellos hacen parte de nuestra sociedad, ellos ya están entre nosotros!… ¿Y a qué se puede atribuir esta invasión por los “nuevos bárbaros”? A medida que la civilización avanza se reduce el espacio destinado a nuestros hermanos indígenas. Como de todos es bien sabido, en las Américas millones y millones de aborígenes fueron diezmados, atendiendo a los intereses del hombre blanco, que ocupó sus espacios, su hábitat. Por eso, hoy reencarnan en nuestro medio, en todas las clases sociales, inclusive en las más acomodadas (sea decir que nacer en buena cuna no inmuniza contra el hábito o la mentalidad criminal).
El mayor problema es cuando tales entidades reencarnan en el seno de poblaciones carentes, como los cinturones de miseria en las periferias de las grandes urbes (no olvide las favelas en Río de Janeiro), estando apremiados por la necesidad su reacción instintiva es robar o matar. ¿Sería una cuestión de karma colectivo? No. Es nuestra lección de Amor. Vamos aprendiendo, a duras penas, que es necesario ampararles, educándolos desde la infancia, atendiendo sus necesidades, ayudándoles a desarrollar el sentido moral, a fin de que no sean victimizados por ellos.(Fuente: La Revista Espirita, No. 21, Enero/Marzo 2009).

viernes, 17 de septiembre de 2010

Serie Ghost Whisperer


Ghost Whisperer (Entre fantasmas, Voces del más allá, Almas suspendidas o Almas perdidas en español) es una serie de televisión estadounidense, que trata sobre una mujer que puede comunicarse con los espíritus de los fallecidos. Fue creada por John Gray y es producida por Sander/Moses Productions conjuntamente con ABC Television Studio y CBS Paramount Television. Está protagonizada por Jennifer Love Hewitt y David Conrad. La serie está basada en un libro de James Van Praagh, que es coproductor ejecutivo y que escribe sobre la serie en un blog oficial de la CBS. Se dice que los argumentos también se basan en parte en el trabajo de la médium Mary Ann Wintkowski Ghost Whisperer comenzó a emitirse el 23 de septiembre de 2005, en las cadenas estadounidenses CBS y en la CTV canadiense, terminando la primera temporada el 5 de mayo de 2006. Durante esta temporada Aisha Tyler también protagonizaba la serie. La segunda temporada volvió a las pantallas el 22 de septiembre de 2006 para concluir el 11 de mayo de 2007. En la segunda temporada se incoporaron Camryn Manheim y Jay Mohr al reparto. En la cuarta temporada se unió Jamie Kennedy interpretando al psicólogo Eli James. El 5 de marzo de 2009, la CBS renovó la serie para emitir una quinta temporada. No obstante, en mayo de 2010 la CBS anunció su programación para el próximo año, revelando que Ghost Whisperer no contará con una sexta temporada, y que, por tanto, su último episodio fue emitido el 21 de mayo, dejando un final abierto. A pesar de que se rumoreaba que la cadena ABC iba a seguir produciendo la serie por una temporada más. Finalmente la propia cadena desmintió esta información, siendo la 5ª la última temporada de Ghost Whisperer. Da la casualidad de que recientemente han estado emitiéndose varias series de televisión protagonizadas por chicas o mujeres jóvenes con poderes sobrenaturales, como Joan de Arcadia, Medium o Tru Calling. Historia Ghost Whisperer es una serie que sigue la vida de Melinda Gordon, una joven de la ciudad ficticia de Grandview que tiene la habilidad de ver y comunicarse con los muertos. Melinda vive con su esposo Jim, y es dueña de una tienda de antigüedades. Los fantasmas buscan la ayuda de Melinda en la transmisión de un mensaje o completar una tarea que pondrá el espíritu a descansar, y les permite cruzar a la luz, que es posiblemente, el cielo. Aquellos que murieron con asuntos pendientes no puede cruzar, y les ayuda a Melinda como su representante en la tierra para encontrar la paz. El espectáculo no ve como que los fantasmas hubieran pecado o no, sino que es la culpa propia la que los condena, y su propio miedo a la sentencia la que les impide ir al cielo. La 1ª Temporada presenta a Romano, un ex líder del culto de Europa que influyó en sus seguidores al cometer un suicidio en masa en 1939. Su propio suicidio lo transformó en una entidad negativa ligada a la tierra. Romano intenta hacer exactamente lo contrario de Melinda y recoger las almas terrestres y les impiden cruzar hacia la Luz. Melinda y Romano luchan sobre las 300 almas de las personas que mueren en un accidente de avión en Grandview. Además, Melinda sufre una gran pérdida personal al final de la temporada, su mejor amiga, Andrea muere en un accidente de coche. En la 2ª Temporada, Melinda se encuentra con Delia Banks, su hijo Ned Banks, y el profesor Rick Payne, los cuales, a final de temporada, saben del poder de Melinda, que contrastan con las reacciones, aunque sigue siendo ligeramente escéptica Delia. La segunda temporada se centra en el velo adelgazamiento entre los vivos y los muertos. Melinda conoce a Gabriel, quien tiene poderes similares a los de ella. Pero Gabriel está trabajando para las sombras (todavía sin nombre) y de trabajo para asegurarse de que los fantasmas no cruzan a la luz, y de hecho están trabajando para bloquear la luz de todos los fantasmas. En esta temporada muchos fantasmas le advierten a Melinda que un ser querido morira. En el final de la Temporada se da a conocer que el ser querido que muere es Melinda, se ve la escena cuando Melinda esta cruzando hacia la luz pero antes de entrar habla con su padre falso (Tom Gordon) y le dice que tiene un hermanastro (tambien falso ya que Tom fue solo un novio de la mama de Melinda). En la 3ª Temporada, Melinda investiga en su historia familiar en busca de respuestas para acercarse más y aprender el secreto de su don, su infancia, y su padre. Al final de esta temporada sale una escena donde aparece Melinda, su mama, Rick, Ned, Delia y Jim pero solo aparecen 5 sombras, se desconoce el motivo. En la 4ª Temporada Melinda se reúne con Eli James después de un incendio en la Universidad de Rockland, quien luego de su experiencia cercana a la muerte, desarrolla la capacidad de escuchar a los fantasmas. Melinda también dice adiós a su amigo cercano Rick Payne, que deja Grandview en un viaje de investigación para la universidad. También sufre una gran pérdida, su esposo Jim muere y se reencarna en el cuerpo de otro hombre por el gran amor a Melinda. Al final de esta temporada se descubre que existe un libro llamado "El Libro de los Cambios" en el que aparecen las muertes, los nacimientos, las personas que reviven, etc. Este libro no debe caer en manos equivocadas (Sombras) es así que a la cuidadora del libro "Xoe", amiga de Eli, la matan las sombras. Al final Carl (el observador) le dice a Eli que él es el nuevo cuidador del Libro y que Melinda no lo puede ver ni tocar, cosa que le revela. Carl le dice a Melinda que su hijo va ser mas poderoso que ella. En la 5ª y última Temporada, Se nos presenta al hijo de Jim y Melinda, Aiden Lucas. Melinda a veces se preocupa por su hijo, porque él está destinado a ser más poderoso que ella. Él puede ver Los Brillantes y las Sombras. Los Brillantes son los espiritus de los niños que han cruzado hacia la luz (aparecieron en el episodio 5 x 09) las Sombras son lo malo de los fantasmas que dejan al cruzar hacia la luz , se alimentan de los sentimientos malos de las personas culpa, ira, rabia, etc (también aparecieron en el episodio (5x09). Melinda, Ned, Eli con la ayuda del trabajo de Delia, protegen El Libro de los Cambios, un objeto místico que las Sombras quieren tener. Melinda, ha sufrido cambios debido a sus poderes y los fantasmas que interfieren, hasta el punto en que las sombras se apoderan de Melinda. Al final, Aiden reúne a todos los Brillantes en la plaza de Grandview, para conseguir vencer definitivamente a las Sombras. De este modo, Aiden salva a su madre, y ésta le dice que jamás deberá renunciar a su don. Así, termina definitivamente Ghost Whisperer

Falsos Profetas


Los falsos profetas no están solos entre los encarnados; están también, en mucho mayor número, entre los espíritus orgullosos que, bajo apariencias de amor y de caridad, siembran la desunión y retrasan la obra emancipadora de la humanidad emitiendo a diestro y a siniestro sus sistemas absurdos que hacen aceptar por los médiums; y para mejor fascinar a aquellos que quieren engañar y para dar más peso a sus teorías, se apropian sin escrúpulo nombres que sólo con respeto pronuncian los hombres. Ellos son los que siembran los principios de antagonismos en los grupos, que les inducen a aislarse los unos de los otros y a mirarse con mal ojo. Esto basta para descubrirlos, porque obrando de este modo ellos mismos dan el más formal mentís a lo que pretenden ser. Los hombres, pues, que caen en un lazo tan grosero, son ciegos. Pero hay otros medios de conocerles. Los Espíritus del orden al cual dicen pertenecer deben ser no sólo muy buenos, si que también eminentemente lógicos y racionales. ¡Pues bien! Pasad sus sistemas por el tamiz de la razón y del buen sentido, y veréis lo que quedará de ellos. Convenid, pues, conmigo, que todas las veces que un espíritu indica como remedio a los males de la humanidad o como medios de llegar a su transformación cosas utópicas e impracticables, medidas pueriles y ridículas, cuando formula un sistema que se contradice con las más vulgares nociones de la ciencia, no puede ser sino un espíritu ignorante y mentiroso. Por otra parte, creed bien que si la verdad no es siempre apreciada por los individuos, lo es por el buen sentido de las masas, y esto es también un criterio. Si dos principios se contradicen, tendréis el peso de su valor intrínseco buscando al que tenga más eco y simpatía: sería ilógico, en efecto, admitir que una doctrina que viese disminuir el número de sus partidarios, fuese más verdadera que la que los viese aumentar. Dios, queriendo que la verdad llegue para todos, no la concreta a un círculo estrecho y limitado; la hace brotar de diferentes puntos con el fin de que por todas partes la luz esté al lado de las tinieblas. Rechazad decididamente a todos esos espíritus que se presentan como consejeros exclusivos predicando la división y el aislamiento. Casi siempre son espíritus vanidosos y medianos, que procuran imponerse a los hombres débiles y crédulos prodigándoles alabanzas exageradas, a fin de fascinarles y ponerles bajo su dominio. Generalmente, éstos más bien son espíritus hambrientos de poder que, siendo déspotas públicos o privados cuando vivían, quieren tener aún víctimas para tiranizar después de su muerte. En general, desconfiad de las comunicaciones que tienen un carácter de misticismo y extrañeza, o que prescriben ceremonias o actos extravagantes; en este caso hay siempre un motivo legítimo de sospecha. Por otra parte, debéis creer también que cuando debe revelarse una verdad a la humanidad, se comunica, por decirlo así, instantáneamente a todos los grupos formales que poseen buenos médiums, y no a uno solo con exclusión de los demás. Nadie es médium perfecto si está obsesado; y hay obsesión manifiesta cuando un médium sólo es apto para recibir las comunicaciones de un espíritu especial, por alto que quiera ponerse él mismo. En consecuencia, todo médium, todo grupo que se creyera privilegiado por las comunicaciones que sólo ellos pueden recibir, y que, por otra parte, están sujetos a prácticas que rayan en superstición, están indudablemente bajo el peso de una obsesión de las más caracterizadas, sobre todo cuando el espíritu dominador usa nombre que todos, espíritus y encarnados, debemos honrar y respetar, y no dejar que se tomen en boca a cada instante. Es incontestable que sometiendo al crisol de la razón y de la lógica todos los datos y todas las comunicaciones de los espíritus, será fácil rechazar el absurdo y el error. Un médium puede estar fascinado, un grupo engañado; pero la comprobación severa de los otros grupos, mas la ciencia adquirida y la elevada autoridad moral de los jefes de los grupos, mas las comunicaciones de los principales médiums, que reciben un sello de lógica y de autenticidad de nuestros mejores médiums, harán rápidamente justicia a esos dictados mentirosos y astutos, dimanados de una turba de espíritus engañadores y malos. (Erasto, discípulo de San Pablo. París, 1862).

domingo, 4 de julio de 2010

Los Cuatro Circulos


Nuestro Sistema Solar es un cuerpo completo con cuatro círculos completos. La circunferencia de cada uno de los círculos tiene su respectivo patrón de tiempo. El círculo de la región mineral, llamado Infierno o Avitchi, etc., tiene una escala de tiempo que va de 80.000, 8.000, 800 y 80 años, tiempo terriblemente lento, muy apropiado para todos esos procesos minerales que se realizan dentro de la corteza terrestre, en aquel reino llamado Infierno o Avitchi. El círculo de la vida celular, es decir, la vida tal como la conocemos, con nuestro cuerpo celular se extiende de 80 años a 1 mes, y dentro de este tiempo se desenvuelven normalmente los organismos que viven en la superficie de la tierra. El círculo de la vida molecular se extiende de 1 mes a 40 minutos, y mide todos los fenómenos y sucesos del mundo molecular. El mundo molecular es la región o las regiones de la atmósfera, el PARAÍSO de todas las religiones. El círculo de la vida electrónica oscila entre 40 minutos y dos segundos y medio; éste es tiempo de regiones celestes con el cual se miden fenómenos de la luz y acontecimientos solares.

AVITCHI (Reino Mineral)

La región infernal del Avitchi está dentro de las capas minerales de la tierra. El Avitchi está por debajo de los límites de la percepción sensorial externa. El Avitchi corresponde a las mas densas regiones minerales. El Avitchi no podría jamás ser descubierto con los sentidos físicos, porque pertenece a las regiones de la Ultra. El Avitchi tiene 7 regiones terriblemente densas. El Avitchi está simbolizado por los infiernos de las grandes religiones. Infierno viene de infernus, región inferior. Infiernos atómicos de la naturaleza, éstos son los mundos sumergidos situados dentro del interior de la Tierra.
Cuando un ser humano se ha vuelto demasiado materialista, demasiado perverso, entonces, después del juicio, entra en el Avitchi. El «Libro Tibetano de los Muertos» dice: "Al caer ahí tendrás que sufrir padecimientos insoportables, y donde no hay tiempo cierto de escapar".
Aquellos que en cada reencarnación se volvieron más y más densos y malvados, terminan por entrar en el reino que les es afín. Este es el reino de las rocas, donde viven los restos fósiles petrificados de los que fueron criaturas vivas, estas son las gentes de corazón de piedra, corazón de pedernal, etc. Estas gentes ya no responden a ningún tipo de castigo, y cada vez que se reencarnan lo único que hacen es trabajar en el mal y para el mal. Aman el mal por amor al mismo mal, por la persistencia en el crimen, por su exagerado materialismo, se han hecho, en alguna forma, minerales, han entrado en el reino mineral dispuestos a correr la misma suerte del mineral. Este es el crisol de fundición cuyo propósito es liberar una fracción del principio causal, la materia prima, el producto psíquico, especie de embrión de Alma encerrado dentro del FANTASMA DIABÓLICO MINERALIZADO.
En el Avitchi involucionan, en el tiempo, los perdidos; del estado humano pasan, involucionando, hasta el estado animal, regresan luego al reino vegetal, y por último al mineral. Después, se desintegran se reducen a polvareda cósmica. Cuando estos tenebrosos se desintegran, algo se escapa hacia adentro y hacia arriba; ese que se escapa es el embrión para el Alma, la materia prima que regresa al mundo del Espíritu. Recordemos la visión de ER, que dice así: "Y dijo que todas, conforme llegaban, se volvían con alegría hacia la pradera y acampaban ahí como en una congregación... y así discutían entre ellas -algunas gimiendo y llorando, cuando recordaban todas las cosas terribles que habían sufrido y visto en su viaje debajo de la tierra- decían que su viaje había sido de mil años..." (pues de acuerdo con el número de errores que cada hombre había cometido y el número de aquellos a quienes había hecho daño, sufría un castigo por todo, sucesivamente, diez veces por cada uno). "Ahora bien, cada cien años pagaban, pues cien años se cuentan como la vida de un hombre, y así sucedía que el precio del obrar mal se pagaba diez veces".

LA REGIÓN CELULAR

La reencarnación de la esencia humana empieza por la concepción. Es maravilloso el trío que inicia nuestra vida: concepción, gestación, nacimiento. Resulta asombroso pensar que el hombre comienza como una célula, sujeto al veloz tiempo de las células y viviendo en el mundo de las células. Es extraordinario saber que después de unos ochenta años termina su vida humana, sobrecargado de recuerdos.
Los procesos internos que inician la concepción son tremendamente veloces, pero conforme transcurre el tiempo, éste último se va volviendo más lento. Todos los procesos orgánicos se hacen más lentos. Realmente existe la relatividad del tiempo, la gestación humana dura 10 meses lunares; La infancia 100 meses lunares; La vida, poco más o menos, 1000 meses lunares. La huella Electro-Magnética que deja la vida de un hombre en el instante de la muerte, se imprime tremendamente en la concepción del feto. El sendero de la vida está formado con las huellas de los cascos del caballo de la muerte. Muerte, juicio y concepción, constituyen un trío perfecto. "En el momento de la muerte -dice una doctrina tibetana- los cuatro sonidos llamados "sonidos que inspiran terror sagrado", se escuchan así: el de la fuerza vital del elemento tierra, un sonido como el derrumbamiento de una montaña; el de la fuerza vital del elemento agua, un sonido como el de las olas del océano; el de la fuerza vital del elemento fuego, un sonido como el del incendio de una selva; el de la fuerza vital del elemento aire, un sonido como el de mil truenos reverberando simultáneamente. El lugar donde uno se refugia, huyendo de estos ruidos, es la matriz". Cuando el zoospermo se une con el huevo, comienza la gestación. La célula con la cual comienza la vida humana, contiene 48 cromosomas. Esto nos habla claro de las 48 leyes que rigen el organismo humano. Existen 48 controles que regulan el organismo humano. Los cromosomas se dividen en genes; un centenar, o algo más, constituyen un cromosoma. La total constitución del organismo humano está determinada por los genes. Los genes son muy difíciles de estudiar porque están constituidos por pocas moléculas; vibran rápidamente y vienen a constituir una zona intermedia entre el mundo molecular y el mundo celular. Estos genes se mueven y combinan bajo las ondas radioactivas que emite el moribundo en los últimos instantes. Así, el nuevo cuerpo físico es el resultado exacto de nuestra pasada reencarnación. El fiel instrumento de nuestro Karma. La vida de cada ser humano en el mundo físico, es una repetición de la pasada vida más sus consecuencias buenas y malas. El tiempo es redondo, y los acontecimientos se repiten, cada cual en su día y en su hora. Esa es la Ley de RECURRENCIA.
Todo vuelve a ocurrir tal y como sucedió, pero con sus consecuencias, tanto buenas como malas. Esa es la Ley del Karma, la ley de acción y consecuencia.
Realmente, la repetición automática de hechos, tiene por objeto hacernos conscientes de nuestros propios errores, esa es la ley. Desgraciadamente ya nada podemos hacer. Todo se repite en su tiempo y en su hora conforme giran las manecillas del reloj. Para cambiar las circunstancias externas, tenemos nosotros que cambiar primero internamente. Sólo podemos cambiar internamente fabricando Alma y Espíritu, es decir, poseyendo el Ser. Sólo el Ser puede hacer. Sólo el Ser puede cambiar todas las cosas. Quien quiera poseer el Ser tiene que transmutar sus energías sexuales, volitivas, emocionales, mentales, pasionales, motrices, sentimentales, etc. Tenemos que transmutar el plomo de nuestra personalidad en el oro del espíritu: tenemos que transmutar los metales viles, es decir, nuestros defectos, en el oro más puro del Espíritu, sólo así poseeremos ALMA Y ESPÍRITU. Es necesario que muera el "YO" PLURALIZADO. Es urgente que nazca dentro de nosotros el SER. La vida en el mundo celular es una tremenda repetición de sucesos, y sólo disolviendo el "YO" a base suprema COMPRENSIÓN Y SANTIDAD, y fabricando ALMA Y ESPÍRITU, podemos liberarnos de esta trágica rueda de la fatalidad. Este es un círculo vicioso horrible, esta es la rueda del SAMSARA.

LA REGIÓN MOLECULAR

La leyenda de Zoroastro dice: "Todo aquel cuyas buenas obras excedan en tres gramos a su pecado, va al cielo; todo aquel cuyo pecado es mayor, al infierno; en tanto que aquel en el que ambos sean iguales, permanece en el Hamistikan hasta el cuerpo futuro o resurrección".
La región molecular es la región del Paraíso. Aquellos seres que sufrieron mucho en la vida y que fueron relativamente muy buenos en la vida, se sumergen en la felicidad del mundo molecular antes de volver a tomar un nuevo cuerpo físico. Las regiones moleculares están saturadas de felicidad. Las esencias humanas, en ausencia del "YO" PLURALIZADO, gozan en esas regiones inefables. Los EGOS de esas ESENCIAS, es decir, los "YOES", permanecen entre tanto en el umbral del misterio aguardando la nueva reencarnación. En ausencia del "yo", las esencias se desenvuelven felices en el Paraíso. Esos seres usan cuerpo molecular. Quienes poseen el ASTRAL CRISTO, resplandecen de gloria y son todavía más felices en el Paraíso. Dicho cuerpo sólo reside en estado germinal dentro de su semilla sexual, pero germina, nace cuando el iniciado conoce los misterios del sexo.
El ASTRAL CRISTO es un cuerpo maravilloso. Las personas que poseen ese cuerpo son verdaderamente inmortales, pues jamás pierden la Conciencia.
El Paraíso, por ser molecular, penetra y compenetra toda la atmósfera terrestre, estando relacionado muy especialmente con la IONOSFERA que se encuentra a sesenta millas por encima de la superficie terrestre. Esa región es especialmente muy pura. Los astronautas, aún cuando viajan por esta zona, jamás podrán descubrir el Paraíso con los sentidos físicos. Sólo con el sentido espacial podemos ver el Paraíso. El Movimiento Gnóstico enseña diversas técnicas científicas para abrir el sentido espacial. La región molecular tiene distintos países inefables. Estos son los planos y sub-planos de que hablan Teósofos y Rosacruces.
En esas regiones de dichas sin límites, viven dichosos los desencarnados hasta que su tiempo se agota. El amanecer, el día, la tarde y la noche; la infancia, la adolescencia, la madurez y la senectud, gobiernan todo el cosmos, y hasta aquellos que desencarnan están sometidos a esta ley, a su tiempo, esos seres dichosos tienen que volver a la reencarnación.
Todo lo que ven los desencarnados está dentro de su propia mente. Los estados devakánicos de que hablan los libros teosóficos y rosacruces, así lo aseguran. El estado de inconsciencia en que caen los desencarnados bajo el choque electrónico, es algo muy lamentable, porque aún cuando éstos gozan con la dicha de las regiones moleculares, no están suficientemente conscientes como lo estaría un Adepto de la Logia Blanca. Sólo quienes han adquirido Alma viven conscientes de las Regiones Superiores del Universo. Los desencarnados comunes y corrientes, proyectan en la atmósfera molecular sus propios anhelos y aspiraciones, y sueñan con ellos viviendo en perfecta felicidad. Los Adeptos no sueñan porque despertaron la Conciencia, y viven dedicados en esta región a trabajar, de acuerdo con las grandes Leyes Cósmicas, en el laboratorio de la Naturaleza. Esto no significa que los desencarnados no gocen con el paisaje o los paisajes en el Paraíso. Naturalmente ellos son infinitamente felices con su ambiente de felicidad. El «Libro Egipcio de los Muertos» y el libro «El Arte de Morir» de los tiempos medievales, le enseñan la preparación para la muerte. Los hombres dedicados únicamente a las cosas materiales, no tendrán la dicha de experimentar la felicidad del Mundo Electrónico, debido al estado de inconsciencia en que caen. Cuando esas gentes viven en el Mundo Molecular, pasan allí sus vacaciones soñando, beben en la fuente del olvido y sueñan deliciosamente. El cuerpo molecular es microscopio y telescopio a la vez. Con ese cuerpo podemos ver lo infinitamente pequeño y lo infinitamente grande. En el Paraíso, los desencarnados participan de la naturaleza íntima de todo lo creado, penetrando en el corazón de todo lo existente. Es mejor conocer las cosas por penetración, en vez de por percepción externa. La vida en el Paraíso sería mejor si el desencarnado no proyectara en el mundo molecular su propio escenario. Allí, cada cual proyecta en la atmósfera imágenes de su propia mente.

EL MUNDO ELECTRÓNICO

El Mundo Electrónico es el mundo Solar de la luz, el mundo del Espíritu.
Quienes tienen Espíritu, quienes poseen un cuerpo electrónico, ejercen poder sobre los mundos molecular, celular y mineral. Quienes poseen cuerpo electrónico, están en condiciones de ayudar a sus discípulos a crear sus propias Almas. Todo verdadero instructor enseña a sus discípulos a crear Alma. Todo hombre con Alma es un verdadero reformador. El hombre con Alma puede ayudar a sus discípulos enseñándoles la teoría de la adquisición de su Alma. Pero sólo un hombre que tenga un cuerpo electrónico, podrá trabajar con esos embriones de Almas en la misma forma en que un hombre con cuerpo celular puede trabajar con los minerales de la tierra. Se han exagerado ciertas afirmaciones que dicen que el ser humano tiene Alma y Espíritu. Realmente dentro de la esencia humana existe una fracción del Ser Causal, pero esa fracción sólo es la Materia Prima que la vida nos ha dado para fabricar ALMA. Quien fabrica Alma se fusiona con la Gran Alma Universal. Quien fabrica Espíritu se une con el Espíritu Universal de Vida. "Porque a cualquiera que tuviere, le será dado y tendrá más; y al que no tuviere, aún lo que tiene le será quitado". "Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera. Allí será el lloro y el crujir de dientes" (Mateo Cap. 25 Vers. 29-30). La dicha de la esencia humana en el Mundo Electrónico, después de la muerte, es muy pasajera porque el ser humano no está todavía preparado para vivir continuamente en esa región solar. Existen escuelas para la creación de Alma, y también existen escuelas de regeneración sexual para la creación del Espíritu. La Escuela Gnóstica Rosacruz es templo y escuela a la vez. El Movimiento Gnóstico está íntimamente unido a la auténtica y legítima escuela Rosacruz, que sólo existe en los mundos superiores. Nuestro Movimiento Gnóstico Cristiano Universal enseña el camino real de la Regeneración. Nuestra Escuela enseña a crear Alma y Espíritu. Nuestro Movimiento está iniciando la Nueva Era Acuaria entre el augusto tronar del pensamiento. El Mundo Electrónico es maravilloso. En el mundo Molecular la luz y el sonido se difunden 100 veces más rápido que en la región celular, pero en la región electrónica, viaja instantáneamente no a lo largo de una línea como en la región celular, ni por un área como el olor sino a través de un volumen de espacio y siendo independiente de toda atmósfera puede viajar al sol en siete minutos. En el Mundo Electrónico somos Luz y vivimos en todas las cosas. Allí vivenciamos tremendamente la realidad de la UNIDAD de la vida. Los cuerpos electrónicos se mueven libremente con la Gran Luz en el Espacio Divinal. La conciencia humana, vestida con su cuerpo electrónico, incluye, dentro de sí misma, la vida y la conciencia de todos los seres del Universo. Esto es el Yoga, la unión con Dios. Todo aquel que adquiera Espíritu, tiene que vivir el DRAMA DEL CRISTO INTERNO, en su vida práctica, en su hogar, en su pueblo, entre sus gentes. Este es un drama cósmico que existe desde antes de la venida de Jesús. La esencia del drama, su evento principal, es la muerte del Iniciado y su entrega suprema al Padre. Este acontecimiento se sucede entre rayos, truenos y grandes terremotos. La transfiguración del personaje principal al mundo electrónico, la adquisición de Espíritu, es algo grandioso y terriblemente divino. En esos instantes, la fuerza electrónica se desplaza, y la fractura vertical a través de todos los planos de la conciencia cósmica, abren, por un momento, los mundos internos a la percepción ordinaria del hombre de la calle, común y corriente. Entonces se producen todas las cosas maravillosas que narran los Evangelios cuando Jesús expiró en la Cruz. Tiembla la tierra, se abren los sepulcros, resucitan los Santos y todos exclaman: ¡Verdaderamente, éste es el Hijo de Dios!