jueves, 28 de enero de 2010

Bases neurológicas de las actividades espirituales


Ha quedado demostrado actualmente que el cerebro recibe informaciones sensitivas (aferentes) internas y externas, después las codifica integrando varias regiones corticales y subcorticales (tálamo, hipocampo, núcleo amigdalino, putamen, globo pálido y núcleo causado entre otros). Las conexiones de estas interrelaciones son hechas por fibras de asociación intra – hemisféricas e ínter hemisféricas (cuerpo calloso y comisuras) bien como áreas corticales particulares especializadas en asociación. La semiología neuropsicología a través de tests apropiados, permite la identificación de las correlaciones clínico anatómicas de las diversas estructuras cerebrales. La investigación neuropsicología cuidadosa nos permite por lo tanto, comprender las funciones cerebrales y, principalmente, identificar los sistemas cerebrales. Los conceptos neuropsicológicos actuales definen la actividad mental como un concierto de un grupo de áreas de córtex cerebral que interactúan constituyendo “un sistema funcional complejo”. Reconociendo la actividad mental no como una acción integrada de funciones cerebrales, sino como una función espiritual por acción de un elemento extracerebral generador de energías que todavía espía a las definiciones físicas seria actuaría el espíritu sobre el cerebro.
Esta acción, que integra elementos de clases diferentes, admitiendo la actuación de una energía espiritual sobre un cerebro de constitución física, implica la existencia de un transductor que transfiere y trasmite la orden para el cerebro material. Esta actuación se ejerce a través de un cuerpo intermediario (cuerpo espiritual o periespiritual) que imprime al cuerpo físico las directrices definidas por el espíritu (que a los efectos de simplificación, consideramos como sinónimo de mente).
Después de la muerte el espíritu permanece con su cuerpo espiritual lo cual permite su integración en la vida espiritual con otros desencarnados y posibilita su manifestación a través de los médium produciendo los fenómenos de las comunicaciones mediumnicas. El espíritu desencarnado debe de alguna manera manipular las funciones cerebrales de los médium con nuestros conocimientos actuales de neuropsicología podemos también preguntar donde y como podría actuar el espíritu comunicante para manifestarse.

1.- Corteza Cerebral: En la corteza cerebral se origina la actividad motora, voluntaria y consciente. En ella son organizadas las funciones cognitivas complejas y se codifica toda recepción sensitiva que del medio interno y del exterior alcanza al cerebro. La actividad cerebral para expresarse conscientemente implica una interacción entre la corteza cerebral, el tálamo y la sustancia reticular punto meso encefálica. Las estructuras anatómicas relacionadas con la interacción entre la corteza, el tálamo y la sustancia reticular punto meseoenfalica son responsables por el mantenimiento en mayor o menor grado de nuestro estado de alerta y atención indispensables para la preservación de nuestra consciencia. Ellas forman agrupaciones nerviosas conocidas como Sistema Reticular Activador Ascendente, Sistema Talamito Inespecífico y Sistema Ascendente de Acción Inhibidora, estando este último relacionado con la inducción activa del sonido. Se puede comprender que fenómenos como la psicofonia (expresión oral), la clarividencia (percepción visual) y clarividencia (percepción auditiva) y la psicografía (expresión escrita) deben implicar una participación de la corteza cerebral del médium. Si el espíritu comunicante y el médium no disciplinaran su intercambio para promover un bloqueo del Sistema Reticular Activador Ascendente, los mensajes serian siempre conscientes y el médium, más allá de acrecentar su participación en la comunidad, podría poner en duda la autenticidad de la participación espiritual en el fenómeno. Los sensitivos que describen percepciones extra sensoriales visuales o captaciones telepáticas a distancias, acostumbran diseñar los objetos detectados por vías paranormales con esbozos de conformación semejantes a las imágenes obtenidas en tests neuropsicológicos hechos en pacientes con lesiones parieto-occipitales del hemisferio derecho. Estos pacientes reproducen los diseños de los tests con fallas estructurales, con negligencias en los detalles, dejando las figuras incompletas. Así, reproducen en el papel del test, los anteojos sin uno de los soportes o una casa apenas con el tejado en uno de los lados o un reloj sin las agujas. Los médium que captan las informaciones de imágenes a distancia, o registran visiones inmateriales, también acostumbran describir sus percepciones con falta de detalles o amputaciones de las imágenes de manera muy semejante a las anteriormente descritas. Es posible que estos médium registren de manera muy semejante a las anteriores descriptas. Es posible que estos médium registren estas imágenes utilizando áreas corticales específicas para sensibilidades visuales y gnósticas del hemisferio derecho.
Un hecho que también merece destacarse se observa en el transcurso de las cirugías que tratan las epilepsias. El paciente es operado con anestesia local teniendo su cerebro abierto al nivel de la región frontal temporal. De esa manera se obtiene la colaboración espontánea del paciente que informa al neurocirujano todas las sensaciones que perciba conforme al área cerebral que los electrodos van estimulando. Frecuentemente los estímulos en la energía temporal de estos pacientes despiertan vivencias muy nítidas ya registradas anteriormente. Estas escenas son registradas como centelleos de corta duración pero con un contenido muy rico de imágenes y de personas. Es posible que espíritus obsesotes actúen sobre estas áreas imponiendo al obsesado la revisión de acontecimientos que martiricen a la víctima. Es posible suponer que cuadros de alucinaciones visuales registrados como clarividencias puedan ser resultado de estímulos en áreas cerebrales de las regiones temporales y occipitales provocado por entidades espirituales o el propio médium “divisando” con su cuerpo espiritual revise escenas ya registradas en su cerebro físico.
2.- Ganglios de base: Forman parte de los ganglios o núcleos de la base, el putamen, el globo pálido, el núcleo amigdalino y una serie de núcleos menores situados en la profundidad de los hemisferios cerebrales. Ellos son responsables por una serie de funciones motoras automáticas involuntarias, haciendo parte del Sistema Extra piramidal. Los ganglios de la base controlan el tono muscular, la postura corporal y una serie enorme de gestos que complementan la actividad motora intencional, movimientos voluntarios como mover una silla, un lápiz, andar, masticar chicle o comida, etc. Hay médium que en cuanto reciben un mensaje espiritual por la psicografía, o su cerebro reciben un mensaje espiritual por la psicografía, o su cerebro esta en contacto con otros espíritus con quienes conversan, o espíritu se disloca para otro ambiente donde participan conscientemente. En estas situaciones es posible que el espíritu comunicante este usando los núcleos extra piramidales (ganglios de la base) para transmitir sus mensajes que son registrados por automatismo motores complejos. Posiblemente, con mayor fidelidad dejando libre la corteza cerebral del médium. Así se comprende la posibilidad que el médium participe conscientemente en otro escenario.
3.- Tálamo: El tálamo es un núcleo sensitivo por excelencia. El ejerce un papel centralizador y selector de las informaciones sensitivas. El tacto, el dolor, la temperatura y la presión percibidos en toda la extensión de nuestro cuerpo por estímulos externos o internos son seleccionados en el tálamo que informa a la corteza cerebral dando prioridad a los estímulos nocivos que exigen retirada o fuga. Es posible que en muchas de las sensaciones somáticas referidas por los médium que dicen percibir la aproximación de espíritus como si estos les estuviesen tocando levemente el cuerpo, sea afecto de estimulo talamito provocados por la entidad espiritual. Y aquí también la corteza del médium puede bloquear las informaciones sensitivas que reciben, principalmente por esta tensión y por efecto de estados emocionales que impiden por esta tensión y por efecto de estados emocionales que impiden la transmisión talamica.
4.- Sistema Límbico: El sistema limbito es un conjunto de estructuras cerebrales relacionadas con el comportamiento. Comprende principalmente el giro cingulix, el hipocampo, el fornix, las amígdalas, el hipotálamo y los cuerpos mamilares. Existe una relación intima probada experimentalmente entre esas diversas áreas del Sistema Límbico en una serie de actividades relacionadas con la sobre vivencia y la capacidad de lucha y defensa (agresividad, rabia, miedo y fuga) con el apetito (voracidad, anorexia y tendencias orales) y con la actividad sexual (híper sexualidad y satisfacción sexual).
Está fuertemente ligada a nuestros sentimientos de satisfacción, hambre, miedo, atracción, rabia, defensa, agresión y sexualidad, representa un punto de contacto muy próximo a nuestra espiritualidad, pudiendo estas áreas ser fácilmente manipuladas para el bien o para el mal. El Sistema Limbito es una de estas ventanas que abrimos para las dimensiones del espíritu tanto cuanto la pineal, el lóbulo temporal o el hemisferio derecho que con disciplina nos eleva a planos de la Vida Mayor y con descuido nos estaciona en la vida animal. El término neurológico las regiones anatómicas del Sistema Límbico, principalmente el hipocampo, el giro cingulix y la amígdala, están siendo visto hoy como centros de descargas para la epilepsia, para crisis de jaqueca, para la epilepsia, para la crisis de jaqueca, para crisis de pánico y síntomas depresivos. Seguramente todas estas manifestaciones mórbidas, rutinarias en la clínica neurológica deben sufrir interferencias favorables o perturbadoras a través de una acción espiritual.
5.- Hipocampo: Los procesos de memorización, o sea, la capacidad de asimilar, retener y evocar posteriormente un conocimiento nuevo, es un proceso extremadamente complejo y en esta áreas la neuropsicología todavía tiene pocas respuestas para interpretar los diversos fenómenos relacionados con la memoria. Existen una participación integra de la corteza cerebral, principalmente para registrar todas las aferencias o estímulos sensitivos que cualquier hecho, objeto o excitación física pudieran insertar al cerebro. La mayoría de estas informaciones que llegan al cerebro tienen una fijación fugaz en la memoria. El bombardeo de datos continuos que son percibidos por nuestro cerebro son retenidos superficialmente por algunos segundos.

Hemisferio Izquierdo (cara externa), localizaciones funcionales de la corteza cerebral:
Para la fijación de una memoria mas duradera sabemos que el cerebro acumula los datos catalogándolos por el orden de llegada de las informaciones, utilizando en términos anatómicos los hipocampos en los dos hemisferios cerebrales. Las lesiones del hipocampo, cuando son bilaterales, provocan un cuadro de olvido llamado amnesia anterograda. El paciente aunque se acuerda de los hechos conocidos antes de la lesión, no tiene capacidad para retener informaciones nuevas. Las lesiones bilaterales del hipocampo pueden ocurrir, por ejemplo, en pacientes víctimas de traumas craneano o de encefalitis herpética en las cuales la amnesia es un hecho común. En comunicaciones mediumnicas obtenidas por la psiconfonía o por la psicografía el médium puede referir desconocimiento total del contenido de los mensajes alegando inconscientemente durante el fenómeno. Esta situación podría hacernos suponer una mayor autenticidad y pureza del mensaje. Otra interpretación para el olvido nos permite suponer que, sufriendo interferencias espirituales en el hipocampo, el médium participo de cierta forma en la elaboración del mensaje y posiblemente, presenta después del fenómeno, una amnesia correspondiente a aquel periodo de trance sin que necesariamente estuviese inconsciente durante la comunicación mediúmnica.

6.- Glándula pineal: Quedo demostrado experimentalmente que la luz interfiere en la función de la pineal vía retina, quiasmo óptico, hipotálamo, tronco cerebral, medula espinal, ganglio cervical superior y nervio coronario en el cerebro. Hoy en día ya se ha identificado un efecto intenso de la pineal en la reproducción en los mamíferos, en la caracterización de órganos sexuales y en la pigmentación de la piel en la base a la melanina. La literatura espiritual hace mucho que viene destacando el papel del pineal núcleo generador de irradiaciones luminosas sirviendo como puerta de entrada para la recepción mediúmnica. Las vías de acceso a las diversas arcas cerebrales en ele caso de la pineal deben, posiblemente, seguir circuitos neuroendocrinos, más que anatómicos y que, como vimos anteriormente, se están aclarando con las investigaciones relacionadas con el papel de la melatonina en el cerebro.
7.- Hemisferio Derecho: Como los centros de lenguajes están situados en el hemisferio izquierdo, sede también de nuestras principales funciones cognitivas, hay una tendencia fisiológica que nos fuerza siempre a exteriorizar nuestros pensamientos a través de expresiones verbales en el transcurso de lo cotidiano, el hemisferio izquierdo con el recurso del lenguaje de las palabras acaba desplazando y ocupando todo el espacio de la interrelación con el medio en que vivimos. La necesidad de sobre vivencia nos obliga a hacer racionales, analíticos y calculadores, funciones particularmente desarrollada por el hemisferio izquierdo. El hemisferio derecho, por otro lado, llega a ser tan diferente que nos hace suponer que convivimos con dos personalidades. Este hemisferio está relacionado con el conocimiento intuitivo, con el reconocimiento de modelos y de las facciones de las personas, con la visión tridimensional, con el raciocinio analógico y holístico, con la competencia geométrica, con las habilidades manuales, con el rendimiento atlético, con la capacidad musical y con su melodía más que con la letra de la canción. El hemisferio derecho es capaz de organizar la sílabas sin reconocer el significado de las palabras que componen en la lectura en su voz alta, el participa en el colorido de la prosodia. En los ejercicios de concentración y meditación estamos como apagando la interferencia de la expresión hablada y de las exigencias lógicas y criticas del hemisferio izquierdo, y facilitando la recepción del pensamiento intuitivo o, en especial, de las sugestiones de espiritualidad. Este estado de percepción aumentada para una visión más conceptual que simbólica de las cosas y del mundo, debe favorecer o predisponer el cerebro de los médium a la aproximación de las entidades espirituales comunicantes. La meditación, permitiendo principalmente la intuición y posiblemente la precognición debe formar parte de nuestra educación mental, actuando como el sueño que reposa y recupera las energías cerebrales.
8.- Tronco Cerebral: Recorren el tronco cerebral (mesó encéfalo, puente y bulbo) vías descendientes a partir de la corteza frontal motora, principalmente de las células piramidales de Betz, alcanza las neuronas motoras espinales que ejercen una acción efectora sobre los músculos voluntarios promoviendo nuestra gesticulación consciente. El segundo grupo, compuesto de una cadena de multi-neuronas, forman el sistema extra piramidal, más allá de la corteza pre-motora, se compone de varias agrupaciones neuronales situadas en el cerebelo, en los núcleos de la base y núcleos en toda la extensión del tronco cerebral. Conviene destacar otras funciones importantes del sistema extra piramidal como el mantenimiento de tonos, de la postura y de la integración de los reflejos ópticos cefálicos. Merecen mención especial en el tronco cerebral, los Sistemas Reticulares Activadores Ascendentes. Ellos están relacionados con el mantenimiento de la consciencia vigil, con el estado de atención y alerta y con la inducción activa del sueño. Los fenómenos de la catalepsia, del sonambulismo, de la pintura mediúmnica, del desdoblamiento consciente, posiblemente envuelven mecanismo de interacción a nivel del tronco cerebral.
9.- Neurotransmisores: Son definidos como neurotransmisores las sustancias sintetizadas en la s neuronas, cuya función es transferir estímulos facilitadotes o inhibidores, a las neuronas vecinas a través de las sinopsis. Son neurotransmisores una serie de sustancias del tipo animas (adrenalina, acetilcolina, serotonina, dopamina, nor – adrenalina, etc.) y los aminoácidos y sus derivados (GABA) o neuromodulares. Fenómenos como los incluidos en las descripciones relatadas como vida después de la muerte, descriptos por pacientes que se recuperaron de paros cardíacos han sido interpretados por algunos, como efectos de las endorfinas liberadas en situaciones de estrés, principalmente provocadas por dolor o ansiedad.

Resumiendo
Frecuentemente las manifestaciones espirituales a través de los médiums, son interpretadas como si la entidad comunicante se ocupase de un aparato y por su intermedio, quedase resonancia de sus pensamientos por medio de la palabra escrita o hablada. La estructura física de los médiums tomada por los espíritus seria utilizada como se utiliza un equipo de buceo o una máquina de escribir o el sistema computarizado de un robot. Se sabe que estas interpretaciones tienen fallas y hoy en día los conocimientos de la neuropsicología identificando y evaluando innumerables funciones cerebrales, nos permiten comenzar a estudiar los posibles contactos que el espíritu desencarnado establece con el cerebro del médium.

Analizamos los aspectos neurofisiológicos de algunas áreas cerebrales que permiten por sus funciones, correlacionadas con las actividades espirituales.

1-La corteza cerebral: Es responsable de nuestra actividad motora consciente y por la codificación de los estímulos aferentes (sensitivos) que del medio interno y externo, alcanza áreas especificas para las diversas formas de sensibilidad (tacto, dolor, temperatura, presión, visión, audición, gusto, olfato, gnosis, etc.) Debe ser con la participación de la corteza cerebral que el médium desenvuelve la clarividencia, la Clariaudiencia y la captación telepática a distancia.
2-Ganglios de la base: Estas agrupaciones neuronales programan la actividad motora automática inconsciente. Es posible que los espíritus comunicantes se valgan de ello para la escritura automática inconsciente de la psicografía y para los automatismo complejos de la pintura y de la música mediúmnica.
3-Tálamo: Es el núcleo centralizador y selector de las informaciones sensitivas. La aproximación de espíritus familiares debe ser reconocida por vía talamica.
4-Sistema Limbatico: Es un complejo de giros y núcleos cerebrales íntimamente relacionados con nuestro comportamiento afectivo y emocional. Por su interacción con los instintos de sobre vivencia y de reproducción, generando actitudes primarias de defensa, escape, agresividad, miedo, voracidad e hipersexualidad, el sistema limbico debe ser el punto de estimulo para los procesos de obsesión y de psicosis espirituales.
5-El hipocampo: Es el área cerebral más íntimamente ligada a la memoria. Deben estar registrados allí nuestros compromisos de varias encarnaciones, y por esa vía puede ser recapitulado ese pasado en las técnicas de regresión hipnótica. El hipocampo debe contener códigos mnemónicos que nos permiten también lograr las recordaciones de la psicometría.
6-La pineal: Por su actitud neuroendocrina, interactúa en numerosas funciones cerebrales por vías químicas. Su acción modula el efecto de los neurotransmisores sinópticos. Esta acción química tiene efecto sedante, analgésico y relajante muscular sobre todo el organismo. La participación química de pineal permite una actuación específica y dosis – dependiente en las vías serotoninergicas que deben representar en el sistema limbico las vías de las comunicaciones mediumnicas.
7-El hemisferio derecho: está relacionado con el raciocinio analógico, con la prosodia, con la musicalidad, con las artes y con las habilidades manuales. Comprendemos como fenómeno espirituales relacionado con el hemisferio derecho la intuición, la precognición y la pintura mediúmnica.
8-Tronco cerebral: Destacamos aquí las multineuronas relacionada con los sistemas activadores de la corteza cerebral y los núcleos inductores del sueño. Las interferencias en el sistema radicular del tronco cerebral podrían resultar en fenómenos de sonambulismo de catalepsia, y de pintura mediúmnica.
9-Neurotransmisores: Son sustancias químicas liberadas al nivel de la sinopsis. Sus propiedades pueden relacionarse con innumerables expresiones del comportamiento humano. Es posible reconocer las aminas relacionadas con el amor y el odio, con la alegría y la tristeza, con el éxtasis y el dolor. Por esta vía química nos parece posible que ocurran interferencias espirituales de las más diversas.

(Por Nicolas Benedetti A.)

miércoles, 20 de enero de 2010

La familia carnal y familia Espiritual


El gran pensador José Martí solía decir que “La grandeza de un hombre no se mide por el terreno que ocupan sus pies, sino por el horizonte que descubren sus ojos”.
Hoy por hoy, descubrir un nuevo elemento para la vida humana, queda en manos de quienes tienen la dedicación y los medios tecnológicos para ello en la ciencia de nuestro mundo. Pero en el Espíritu humano, en ésta Ciencia Espiritual en la que trabajamos en los niveles más profundos de nuestro laboratorio Interior, podemos ser también precursores de nuevos avances para la vida, que siendo las premisas de hoy, pueden ser las realidades del futuro. Así, reza también un viejo proverbio Chino: “Las grandes Almas tienen voluntades; las Almas débiles sólo tienen deseos”. Los huevos horizontes de la vida, que descubren la voluntad de las Almas grandes, son hechos rodeados de grandes sacrificios y abnegaciones que enriquecen la vida humana en su propia espiritualidad, dándole a la vez un profundo e importante sentido.
Recordemos la vida abnegada de Jesús, o también al que fuera llamado “el Apóstol de la Paz”, Gandhi, también llamado “Mahatma”, que quiere decir “Alma Grande”.
Cuando estas “Almas Grandes” forman un grupo con el cual conviven y comparten su vida, despiertan en ellos un sentimiento de paternidad interior que unifica a aquellos a quienes les rodean.
Jesús formó este halo de “espiritualidad paternal” con sus discípulos y seguidores, Gandhi, por su parte, era llamado infinidad de veces por sus discípulos con el nombre de “Bapu”, que en hindú significa “Padre”. Estos “Padres Espirituales” forman a menudo, por su gran irradiación espiritual, Familias Espirituales sin ningún tipo de linaje consanguíneo, como si fueran cabezas de familia, pero de otra muy distinta a la que conocemos en la sociedad en la que vivimos todos. Sin embargo, la vida común de las Almas débiles, está inmersa en los deseos del mundo, sin apenas encontrar un valor permanente a nivel espiritual que las haga evolucionar por encima de sus deudas kármicas, que no es poco; pero por eso son frecuentemente ingresados en Familias Carnales con el fin de que en el futuro, sean más conscientes de sus verdaderos destinos en otros niveles de vida, mucho más conscientes del auténtico significado de la propia vida, en lo que concierne al Mundo Universal del Espíritu.
A este punto llega un concepto que poco y mal se conoce en su alcance y significado en nuestros días, pero que, sin dudarlo un sólo instante, mis hermanos todos, en el mañana, será uno de esos nuevos horizontes que con mucha voluntad han creado las grandes Almas de todos los tiempos.
Estos dos conceptos a los que me refiero, de nuestro presente y futuro, son la Familia Carnal y la Familia Espiritual.
La Familia Carnal y la Familia Espiritual son dos sucesos o episodios que el ser humano encuentra a su paso por el progresar de los mundos, tanto físicos como espirituales.
Depende en gran medida de ellos para aprender ambos sentidos y expresiones de la existencia; uno, el humano, el que debe de dominar en su medio agresivo y material: pasiones, deseos, pensamientos, sentimientos bajos y primitivos y sobre todo su comportamiento y actitud.
El otro es el sentido de la espiritualidad como factor de progreso para su evolución por los diferentes planos del Mundo Espiritual. Ambos conceptos, ambas Familias, son un medio que debe de saber aprovechar, por un lado, para evolucionar y por otro para encontrar su verdadero significado para poder utilizarlos con conciencia y responsabilidad.
Por ejemplo, ¿qué significa para nosotros vivir en Comunidad, en ésta Familia Espiritual?, y ¿qué significa para los demás vivir dentro de la Familia Carnal? Para los hombres, la vida humana, es una estructura social en la que deben establecerse bajo unos cánones programados, bajo unas reglas, reglas que han establecido una modalidad de vida familiar, la Familia Carnal.
Todo el mundo quiere y desea vivir a su antojo porque, en verdad, queridos hermanos, en el sistema de vida actual de los hombres no existe un valor enteramente espiritual, trascendente de la propia vida y en el modo y forma de vivirla, sino generalmente material.
Desean vivir lo más cómodamente posible, sin complicarse la vida, cuanto más posean mucho mejor, sin importarles lo que se encuentren; cuando, algún día, la muerte los lleve hacia la otra orilla del río de la vida.
Si su vecino es pobre, a él le es indiferente, porque lo importante es pensar egoístamente para uno mismo y para los suyos, ya que el factor de la competitividad es también un elemento que enferma su capacidad de razonar.
Pues bien, ved entonces, hermanos míos, como la caridad para muchos es una pérdida inútil de sus posesiones, que tantos sacrificios les ha costado conseguir y acumular para después no llevarse ni un sólo ápice, cuando abandonen este mundo.
El hecho de vivir unidos bajo un lazo de Amor y Fraternidad, que propone la Familia Espiritual, no significa por ello que hagamos de menos a nuestra familia consanguínea, sino todo lo contrario; esta forma de compartir la vida habla precisamente de la unión y la formación de otro tipo de familia que muchos hombres hoy son todavía incapaces de sentir: la Familia Espiritual.
La Familia Espiritual es un alto concepto de la vida humana donde se manifiestan un sin fin de elementos sublimes de espiritualidad: el Amor, el respeto, la comprensión…pero ante todo, el compartir.
El hecho importante de que en nuestro sistema de vida comunitaria exista un elemento de estudio y de vivencia y convivencia apoyado en lo Espiritual, nos convierte en planificadores de un futuro inmediato, a más de tratar de poner en la diaria práctica cotidiana, todos los conceptos, elementos, y particularidades que vamos conociendo de la verdadera vida que nos aguarda cuando, libres de nuestro ropaje corporal, de la materia física, volvamos al mundo del Espíritu, de donde allí sí somos miembros permanentes.
En contraste con el sistema de vida actual, veremos como el denominador común de éste sistema es el egoísmo en todas sus variadas facetas. Empezando por observar a sus seres queridos como primer, y en la mayoría de casos, único motivo de preocupación.
Jesús decía: “Ama al prójimo como a tí mismo y a Dios sobre todas las cosas”. El prójimo al que el Maestro se refiere es el padre o la madre, el vecino, el amigo o el desconocido, el enemigo o el criminal…pero hoy en día es una práctica que muy poco se entiende y menos se practica, con el corazón puesto en la obra y no en las palabras. Dice un dicho popular: “Obras son amores y no buenas razones”.
Uno de los epitafios más conocidos del Codificador del Espiritismo, Allan Kardec, decía así: “Sin caridad no hay salvación”. Quizá no sea del todo la caridad la clave exclusiva del progreso del Espíritu, pero si que en verdad es uno de sus grandes y principales puntales.
Sólo quienes han derribado las estructuras sociales y culturales de sus mentes y han abierto paso a sus sentimientos de amor hacia los demás, son capaces de poder interpretar una vida vivida bajo un patrón espiritual que no comprende de sociologías ni de personalismos egoístas.
Por eso, no todo el mundo está en situación para comprender este hecho, porque, como dije al principio, la evolución interior de su Espíritu es la que ha de hacerlo maduro para comprender y entender, y con ello poner en práctica o rechazarlo de plano.
¿A quiénes de vosotros se le ha empujado para tomar la decisión de vivir en Comunidad? A ninguno, es evidente. Todos en nuestro día llamamos a sus puertas porque nuestro propio impulso espiritual llamó antes a la puerta de nuestro corazón y de nuestro Espíritu.
Una buena prueba de ello lo tenemos hoy aquí, con la presencia de nuestros queridos hermanos Karin y Sergio, que se han acercado hasta esta Comunidad, desde una larga distancia, buscando el hermoso y Universal lenguaje de la Fraternidad entre hermanos, razón por la cual es fácil comprobar la inquietud y la madurez de su Espíritu.
La Familia Carnal representa el ejercicio de la Familia Espiritual, es el ensayo, la práctica, el depurador por donde, vida tras vida, los hombres nos ejercitamos en el saber compartir, ser responsables, tener a nuestro cargo a otros…pero jamás la Familia Carnal, tal y como está establecida en nuestra actualidad, puede ser el modelo a seguir para un futuro mucho más maduro espiritualmente hablando, que se ha adentrado ya en la Era de Acuario y para cuando su establecimiento sea mucho más patente que en nuestro presente.
“Así pues, sólo transitoria es la condición del Espíritu que ha tomado cuerpo y formando familias carnales, consigue en ellas la formación de lazos espirituales, que son los del Amor, los que persisten después de la muerte del cuerpo, ligándolo mejor dentro de la familia espiritual, que es el objetivo, mientras la familia carnal constituye sólo un medio”.
Estas palabras eran las que el Maestro indicaba como significación, mensaje y objetivo de ambos sistemas de vida, pero no quisiera dejar de haceros reflexionar sobre otro concepto de suma importancia del que el mismo Jesús solía hablar.
El, decía: “Las condiciones de la familia carnal encierran los altos propósitos del Padre, quien, mediante ellas, sabiamente hace brotar los más bellos sentimientos entre esposos, entre padres e hijos, entre hermanos y hermanas, transformando los odios, momentáneamente ocultos por el velo de la materia, en estrechos lazos de afecto, que van luego a entrelazar los miembros de la familia espiritual en puntos en que el recuerdo de ofensas o el deseo de venganza han dejado lagunas de oscuridad en medio de campos de luz”.
Este “trasformar los odios momentáneamente ocultos por el velo de la materia”, como afirma el Maestro, es el karma que todo encarnado porta inscrito en el libro de su vida; y esas “lagunas de oscuridad en medio de campos de luz”, representan la evolución que éste hace sobreponiéndose a esos hechos kármicos del ayer pretérito y olvidado, cambiándo el odio y el rencor por Amor y respeto a través de este “trueque o intercambio en el tiempo”, siglo tras siglo y vida tras vida.
Este es un alto concepto que debemos de tener muy presente como utilidad precisa para depurar nuestros endeudamientos del pasado y limar, en el roce de la existencia en una familia consanguínea, las diferencias que se crearon por nuestra conducta imprudente hacia ellos en el trascurrir del tiempo.
La Era de Piscis, que ya hemos dejado atrás, fue una Era precursora de este emblema Universal de la Familia Espiritual, donde el factor clave ha sido, sin duda, el intento por conseguir la Unidad en todos los aspectos posibles en la vida de nuestro mundo, ya que la base de esta Era de Acuario es la Fraternidad en todas sus manifestaciones en la vida.
Los pueblos se unen y se sublevan contra el sistema Feudal de la Edad Media completamente egoísta y separatista; signo significativo de esa familia carnal, surge la unificación lingüística con el Idioma Universal, el Esperanto; se forman uniones internacionales entre países, desaparecen fronteras, las naciones se unen para firmar tratados de desarme, pactos de colaboración, una única moneda internacional…etc.
Entre tanto la Era de Piscis, la Era de los peces, símbolo emblemático de los cristianos, trajo con el ejemplo de vida que marcó Jesús y sus apóstoles un importante y trascendente precedente en la historia.
El Maestro, con éste hermoso ejemplo de convivencia con sus Apóstoles demostraba la igualdad entre los hombres, fuesen o no miembros de una misma familia, condición, credo o raza. Su fin era el que debían considerarse todos como miembros en igualdad de sentimiento y consideración; a fin de cuentas hermanos todos de una misma familia.
Fijáos sino en esta afirmación suya:
“La doctrina de Jesús demostraba la igualdad entre los Espíritus al salir de las manos del Creador, siendo la diferencia que se establece después entre ellos el resultado del adelantamiento más o menos rápido de cada uno de acuerdo con la irradiación del Amor hacia la Familia Universal, cuyos miembros son todos hermanos y deben ayudarse mediante la caridad y la abnegación”.
Como esfuerzo de abnegación y dejando un ejemplo patente, no sólo de sus palabras sino también de obra, recordad aquél momento de la vida del Maestro en el que, ante una multitud, alguien le dijo: “Maestro, tu madre y tus hermanos te buscan”, a lo que el respondió señalando a las gentes: “Esta es mi madre y estos son mis hermanos”.
A sus Apóstoles, muchas veces les decía: “Yo soy la cepa y vosotros sois los sarmientos”.
Como es lógico pensar este sentido de convivencia ha sido mal comprendido, interpretado y utilizado durante siglos a lo largo de la historia. Por eso voy a tocar ahora un tema muy delicado que viene al caso como es el de las sectas.
Este concepto de la Familia Espiritual no es nuevo, desde la antigüedad es un modelo de vida que lo encontramos a lo largo y ancho de los siglos, las épocas y las culturas. Jesús vió y comprendió este principio en su aprendizaje junto a la Comunidad de los Esenios, cuando ya llevaban más de 500 años practicando ésta modalidad de vida antes de su llegada.
Para los Esenios o los hindúes así como en muchas otras culturas que vivían en grupos comunitarios, quizá no era del todo tomado éste concepto como universalista, sino más bien en un sentimiento de solidaridad, de unión, de estrechamiento entre ellos; pero aún así, visto bajo ese enfoque, resulta aún magnífico; porque de ahí precisamente, mis queridos hermanos, partió el fundamento básico de la idea de la Familia Espiritual.
Pronto, algunas mentes inteligentes, se dieron cuenta de que para muchas personas, alocadas e ignorantes, les era muy fácil abandonarlo todo para ir a integrar y formar parte de grupos que, con apariencia espiritualista, de redentores, místicos, gurús o salvadores del mundo, los embaucaban para después convertirlos en auténticos autómatas sin voluntad ni juicio.
Pues bien, queridos hermanos, como sabéis la inteligencia con fines alejados del Bien y unida a la astucia perversa, es una mezcla que produce efectos muy desastrosos sobre la ignorancia de los hombres, que se dejan sugestionar por los falsos profetas que existen y han existido en todos los tiempos.
También el Maestro, cuando uno de sus discípulos le preguntó: “Maestro ¿cómo sabremos distinguir a los falsos profetas?” El responde: “Por sus obras los conoceréis”.
Las obras de muchos de éstos falsos profetas son terriblemente evidentes, dejando un rastro de muerte, desolación, engaño y mentira como el caballo de Atila. Las devastadoras huellas de estos “Atilas” del siglo XX nos han dejado un mensaje que debiéramos meditar y reflexionar profundamente, para que jamás volviesen a ocurrir.
Recordemos como el 8 de Agosto de 1968 se produjo lo que se llamó como “La Matanza ritual en Hollywood” a manos de Charles Mason, un psicópata que creíase la encarnación de Cristo y el Diablo juntos.
Corría el año 1978 cuando el 20 de Noviembre ocurrió la “ Masacre de la Guyana” donde más de 900 personas, miembros de la secta “El Templo del Pueblo”, se suicidan por orden de su lunático líder Jin Jones.
Más recientemente, en 1993, 87 personas mueren en Waco–Texas en la secta que lidera David Koresh. En el mismo año suceden dos tragedias similares en dos puntos de Suiza y una tercera en Canadá. Así como lo ocurrido en este año en el Japón.

¿Porqué esta psicosis demente envuelta en el falso papel de lo espiritual? ¿Qué sentido tiene?
En realidad, queridos hermanos, de espiritual ninguno, pero es evidente que es el signo de estos tiempos, el signo de “la Bestia”. Os hablaba hace un momento de la Era de Acuario, que ya vivimos, pero para que la podamos sentir plenamente con todas sus magníficos fundamentos de fraternidad, han de suceder muchas cosas.
El sistema de vida actual está enfermo, mal herido, y todos sabéis muy bien qué sucede cuando un animal, que normalmente es pacífico, se encuentra herido de muerte. Lucha con toda su rabia, revelándose contra todo. Fijáos lo que sucede con los elefantes, suelen ser dóciles, asustadizos, tímidos, pero cuando se sienten amenazados mejor no poneros en su camino.
El veneno que el ser humano ha estado vertiendo sobre su propio mundo, está haciendo su efecto y volviéndose contra él. Este efecto se hace notar cuando, el mismo mundo, vomita una atmósfera psíquica envenenada que perturba, enloquece y transtorna la conciencia humana.
Este es un problema, el de las sectas, que afecta a ciertos países y que se manifiesta como un cáncer maligno muy dañino, y es algo que ha creado temor y miedo por doquier.
Cuando tuve la oportunidad de visitar Sudamérica, por ejemplo, me di cuenta que en estos países casi no existe este problema y cuando les hablaba de nuestro sistema de vida comunitaria, dentro de la Familia Espiritual, a todos se les encendía un luz sincera de ilusión en sus rostros como entendiendo este mensaje.
Era un motivo de alegría para ellos el saber que había personas que vivían así y algunos tenían proyectos similares que incluso pude saber que se habían intentado llevar a cabo.
l hecho de vivir con miedo y de no abrir la mente, cierra numerosas puertas al progreso interior del ser humano.
¿Recordáis lo que sucedió en los tiempos de la Inquisición cuando eran perseguidos los que practicaban algún tipo de facultad espiritual? ¡cuántas mediumnidades se perdieron porque temían las represalias de la Iglesia en aquel entonces! Pues, aunque hoy a nadie se le condene a morir quemado por querer vivir como desee, el sólo hecho de temer o vivir con miedo impide que la mente busque.
Por todas estas razones y causas, muchos hombres de estos tiempos no quieren ni oir hablar del tema y mucho menos aceptar el hecho de que ciertas personas se unan bajo un vínculo de unión que va más allá de la humana.
Lo cierto y verdad es que en muchos lugares de la Tierra los hombres están formando grupos, asociaciones, centros donde se comparte una nueva ciencia, una nueva espiritualidad.
Aquí, en esta Comunidad, se practica y se vive un lenguaje diferente al que los hombres que están inmersos en el egoísmo de una vida exclusiva.
La vida en Comunidad nos habla precisamente de los valores de hermandad y de fraternidad que debemos de aprender a poner en práctica diaria. El considerarnos hermanos y vivir una existencia unidos bajo una serie de vínculos espirituales, nos ha de reforzar en todo aquello que el ser humano de ésta sociedad se encuentra debilitado.
Hemos de encontrar nuestra fuerza espiritual en la unión verdadera, la que nos fortalece, la que nos nutre, donde sentir a Dios como un auténtico Padre de familia, de la Familia Espiritual.
“Justo y santo es el amor que prodigáis a vuestros padres, mas en verdad os digo que el Padre Universal por encima ha de ser amado que el padre de una sola familia. Y en verdad también os digo, que si justo es el amor entre los hermanos de esta familia humana, justo es así mismo que los hermanos de la familia Universal sean amados por encima de los hermanos de esa sola familia humana. Por cuanto la Familia Universal es permanente, el Padre Universal es también permanente, y los hermanos de esta Familia Universal son así mismo toda la eternidad; mientras que la familia humana y todo lo que a ella se refiere, es transitorio.
Debéis, no obstante, ensayar vuestros sentimientos en la familia, siendo que quien no ama al padre y a la madre, ¿cómo ha de amar al prójimo?”
He aquí un nuevo sentido del que nos habla el Maestro para reflexionar, hemos conocido el motivo por el cual muchas relaciones, entre miembros de una misma familia carnal no funcionan, que sus vidas juntos se rompen porque se convierten en puras expresiones de odio y rencor del pasado que vuelven a emerger en el presente.
Igual sucede en nuestros tiempos y cada vez en mayor número con infinidad de enlaces matrimoniales, que antes o después acaban en una dolorosa separación; pero una cosa es conocer y otra muy distinta asumir y comprender plenamente en la razón humana.
La prueba está en que es inconcebible tratar de amar al prójimo cuando se odia a los miembros más directos de la propia familia, que son a los que uno más estrechamente se encuentra vinculado; a los que, de alguna forma, se les deben ciertas consideraciones que nos han sido retribuidas a lo largo de la vida, desde el mismo instante en que ellos fueron los precursores de nuestra propia oportunidad de vivir y por ende, de progresar en este mundo.
En la Familia Carnal, como he dicho, existen enemigos del pasado que se convierten en estrechos parientes de sangre durante algunas existencias. Durante éstas existencias, como es su objetivo, suelen suceder dos cosas muy distintas:

1º– Que los odios, las antipatías, los rencores y diferencias que existen entre ambos se vayan limando, poco a poco, por esa convivencia diaria y forzosa. Con lo cuál, no sólo pagamos nuestra propia deuda, sino que también esta lucha se convierte en un progreso y avance magnífico para nuestro Espíritu.
2º– Que todo aquello que nos produce un rechazo se mantenga porque estemos creando otras nuevas causas de diferencia hacia esa o esas personas.
Con lo que estamos sumando y prolongando en un nuevo destino doloroso, en una nueva vida que seguramente tendremos que volver a compartir, lo que a través de esa difícil unión se debieran de solventar en ésta y no acrecentar.
Pero tanto o más importante que ésto, es lo que sucede cuando una de las dos partes abandona antes que la otra, la vida física y vuelve al Mundo Espiritual.
Si el odio, la antipatía, el desafecto, las malquerencias de aquél que primeramente vuelve a la Vida Espiritual, no se han resuelto, sino que se han agudizado, ese odio se torna en venganza y resentimiento por parte del desencarnado hacia el encarnado, en las diferentes modalidades que todos conocemos, obsesión, subyugación, etc.
Pero entonces, es obvio que el encarnado puede optar por dos actitudes totalmente distintas: trasmitirle Amor y pensamientos de elevación o seguir odiándole, con lo cual se encadenará con él a pesar de estar desencarnado.
En el primer caso, el de trasmitirle Amor y pensamientos de elevación, ha de tener presentes éstos puntos:

1º• Ha de devolver en todo momento y por muy difícil que sea, bien por mal, sin hacer presente en su pensamiento la rabia, la ira, el rencor de los hechos desagradables que fomentaron discordias en sus vidas.
2º• Ha de comprender que esos hechos desagradables, que marcaron profundamente sus vidas, fueron el producto de las diferencias del pasado, en el que quizás, la parte hoy herida, fue la que en el ayer, hirió a su contrario.
3º• Ha de tener bien presente de que se encuentra ante un ser imperfecto y falto de progreso que necesita la comprensión del amor sincero para que asuma o asimile su situación actual y rectifique su conducta.
4º• Ha de pensar que todo dolor, por muy angustioso que éste se nos muestre, es una deuda del presente o del pasado, que se paga y que nos libera hoy para vivir un futuro porvenir, lleno de satisfacciones que en éste presente estamos pagando por nuestros errores y equívocos.
5º• Pensemos a la misma vez que Dios, como Padre misericordioso y justo, jamás permitiría que pasásemos pruebas que no somos capaces humana, ni espiritualmente de superar; por lo tanto, tengamos confianza en él que siempre por amargas que sean las pruebas a pasar en la vida serán siempre las más beneficiosas para nuestro Espíritu.
Pero por otro lado, puede seguir fomentando su antipatía y repulsión hacia él cada vez que lo recuerde, con lo cual cae en el peligroso riesgo de imantarse a ese Espíritu desencarnado, dándole una continuidad a esa venganza, a la que me referí anteriormente, ofreciéndole una razón para seguir encadenado y subyugado uno con otro, produciendo verdaderos estragos en la vida de los que todavía permanecen encarnados.
Además de una larga serie de sufrimientos también, para ese ser que permanece errante, se mantiene vagando por la superficie de la tierra e imantado a ese lugar donde ha encontrado esa razón para continuar odiando; perdiendo así preciosas oportunidades para desvincularse de ese estado vengativo y sufriente y seguir progresando en el lugar del Astral que ya le pertenece.
Este hecho es habitual en nuestro mundo y del que personalmente he conocido muchísimos casos. Los síntomas siempre son los mismos: caos en la familia, separaciones, altercados continuos, discusiones, falta de relaciones personales en la pareja; en definitiva la destrucción de la paz, la armonía y el orden en la vida familiar.
Esto produce la ineludible inestabilidad que les afecta en todos los ámbitos: en el trabajo, en su afectividad, en su emotividad, en todas sus relaciones interiores y exteriores.
Por lo tanto, queridos hermanos, devolvamos siempre bien por mal, que es una manifestación del progreso del Espíritu; porque el fuego es inútil combatirlo con el mismo fuego.

Mediumnidad animal


¿Los animales pueden ser médiums? Muchas veces se ha hecho esta pregunta y ciertos hechos parece que responden afirmativamente. Lo que sobre todo ha podido acreditar esta opinión son los signos notables de inteligencia de algunos pájaros adiestrados, que parece que adivinan el pensamiento y sacan de un paquete de cartas las que pueden contener la respuesta exacta a una pregunta hecha. Hemos observado estos experimentos con un cuidado muy particular, y lo que hemos admirado más es el arte que ha sido preciso desplegar para instruir a estos pájaros.
Sin duda no se les puede negar cierta dosis de inteligencia relativa, pero sería preciso convenir que en esta circunstancia su perspicacia sobrepujaría de mucho a la del hombre, porque no hay nadie que pueda vanagloriarse de hacer lo que ellos hacen; aun sería preciso para ciertos experimentos suponerles un don de doble vista superior a los sonámbulos, que ven más claro. En efecto, se sabe que la lucidez es esencialmente variable y que está sujeta a frecuentes intermitencias, mientras que en los pájaros sería permanente y funcionaría a punto fijo con una regularidad y una precisión que no se ve en ningún sonámbulo; en una palabra, nunca les haría falta. La mayor parte de los experimentos que hemos visto son de la misma naturaleza de los que hacen los prestidigitadores y no pueden dejarnos duda sobre el empleo de alguno de sus medios, particularmente el de las cartas forzadas. El arte de los prestidigitadores consiste en disimular estos medios, sin lo cual el hecho no tendría ningún atractivo. El fenómeno, aun reducido a esta proporción, nos es menos interesante queda siempre para admirar el talento del instructor lo mismo que la inteligencia del discípulo, porque la dificultad que queda por vencer es mucho más grande si el pájaro no obra sino en virtud de sus propias facultades; así, pues, haciendo que éste haga cosas que pasen los límites de lo imposible para la inteligencia humana, es probar, por esto sólo, el empleo de un proceder secreto. Por lo demás es un hecho constante que estos pájaros solo llegan a este grado de habilidad al cabo de cierto tiempo y con la ayuda de cuidados particulares y perseverantes, lo que no sería necesario si únicamente su inteligencia tomase parte. No es más extraordinario el adiestrarles en escoger cartas que el acostumbrarles a repetir aires musicales o palabras. Lo mismo ha sucedido cuando la prestidigitación ha querido imitar la doble vista; se hacía demasiado con este objeto para que la ilusión fuese de larga duración. Desde la primera vez que nosotros asistimos a una reunión de esta clase, no vimos en ello sino una imitación muy imperfecta del sonambulismo, revelando la ignorancia de las condiciones más esenciales de esta facultad.
Sea lo que quiera de los experimentos citados más arriba, la cuestión principal no por esto queda menos intacta desde otro punto de vista: porque de la misma manera que la imitación del sonambulismo no impide que la facultad exista, la imitación de mediumnidad por medio de los pájaros nada probaría contra la posibilidad de una facultad análoga entre ellos o entre otros animales.
Se trata, pues, de saber, si los animales son aptos como los hombres, para servir de intermediarios a los Espíritus para sus comunicaciones inteligentes. Parece bastante lógico el suponer que un ser viviente, dotado de cierta dosis de inteligencia, sea más propio a este efecto que un cuerpo inerte sin vitalidad como una mesa, por ejemplo; sin embargo, esto no tiene lugar.
La cuestión de la mediumnidad de los animales se halla completamente resuelta en la disertación siguiente dada por un Espíritu, cuyo fondo y sagacidad se ha podido apreciar por las citas que hemos tenido la ocasión de hacer. Para conocer bien el valor de su demostración, es esencial referirse a la explicación que ha dado del papel u oficio del médium en las comunicaciones que hemos reproducido anteriormente (Núm. 225).
Esta comunicación ha sido dada a consecuencia de una discusión que tuvo lugar sobre este objeto en la Sociedad Parisiense de Estudios Espíritas.
Hoy abordo la cuestión de la mediumnidad de los animales, promovida y sostenida por uno de vuestros más fervientes adeptos.

Él pretende, en virtud de este axioma: “Quien puede lo más puede lo menos”, que nosotros podemos mediumnizar a los pájaros y a los otros animales y servirnos de ellos en nuestras comunicaciones con la especie humana. Esto es lo que vosotros llamáis en filosofía, o más bien en lógica, pura y simplemente un sofisma. “Vosotros animáis, dice él, la materia inerte, es decir, una mesa, una silla, un piano; a fortiori debéis animar la materia ya animada de los pájaros”. Pues bien; en el estado normal del Espiritismo no sucede esto, no puede ser.
En primer lugar convengamos bien en nuestros hechos.
¿Qué es un médium? Es el ser, es el individuo, que sirve de trazo de unión a los Espíritus para que éstos puedan comunicar con facilidad con los hombres: Espíritus encarnados. Por consiguiente, sin médium no hay comunicaciones tangibles, mentales, escritas, físicas ni de ninguna clase.
Hay un principio que, estoy seguro, es admitido por todos los espiritistas: este es que los semejantes obran sobre sus semejantes y como sus semejantes. Así, pues, ¿cuáles son los semejantes de los Espíritus sino los Espíritus, encarnados o no encarnados? ¿Es menester repetíroslo sin cesar? Pues bien, yo os lo repetiré otra vez: vuestro periespíritu y el nuestro están sacados del mismo ambiente, son de una naturaleza idéntica, son semejantes en una palabra; poseen una propiedad de asimilación más o menos desarrollada, de imitación más o menos vigorosa, que nos permite a Espíritus y encarnados ponernos con mucha prontitud y con mucha facilidad en relación. En fin, lo que pertenece en propiedad a los médiums, lo que es de la misma esencia de su individualidad, es una afinidad especial, y al mismo tiempo una fuerza de expansión particular que aniquila en ellos toda refractibilidad y establecen entre ellos y nosotros una especie de corriente y de fusión que facilita nuestras comunicaciones.
Por otra parte, esta refractibilidad de la materia es la que se opone al desarrollo de la mediumnidad en la mayor parte de aquellos que no son médiums.
Los hombres siempre tienen propensión a exagerarlo todo; los unos, no hablo ahora de los materialistas, niegan un alma a los animales y otros quieren darles una, por decirlo así, semejante a la nuestra. ¿Por qué queréis confundir de este modo lo perfectible con lo imperfectible? No, no, estad bien convencidos, el fuego que anima a las bestias, el soplo que les hace obrar, mover, y hablar en su lengua, no tiene en cuanto al presente, ninguna disposición para mezclarse, para unirse, para confundirse con el soplo divino, el alma etérea, el Espíritu en una palabra, que anima el ser esencialmente perfectible: el hombre, este rey de la Creación. Por lo demás, ¿no es esta condición esencial de perfectibilidad lo que constituye la superioridad de la especie humana, sobre las otras especies terrestres? Pues bien, reconoced que no puede asimilarse al hombre, sólo perfectible en sí mismo y en sus obras, ningún individuo de las otras razas vivientes sobre la Tierra.
El perro, que por su inteligencia superior entre los animales, se tornó amigo y comensal del hombre, ¿es perfectible por sí mismo y por su iniciativa personal? Nadie se atrevería a sostenerlo, porque el perro no hace progresar al perro; y aquel de entre ellos que mejor adiestrado está, lo es siempre por su adiestrador. Desde que el mundo es mundo, la nutria construye su choza sobre las aguas; con las mismas proporciones, y siguiendo una regla invariable; los ruiseñores y golondrinas jamás construyen sus nidos de otro modo que lo hicieron sus padres. Un nido de gorriones antes del diluvio, así como un nido de gorriones de la época moderna, siempre es un nido de gorriones edificado con las mismas condiciones y por el mismo sistema de entrelazamiento de hebras de yerbas y desperdicios recogidos en primavera, en la época de los amores. Las abejas y las hormigas, estas pequeñas repúblicas caseras, nunca han variado en sus costumbres de provisiones, en su modo de andar, en sus hábitos y en sus producciones. En fin, la araña teje siempre su tela del mismo modo.
Por otra parte, si buscáis las cabañas de follaje y las tiendas de las primeras edades de la Tierra, encontraréis en su lugar los palacios y las mansiones de la civilización moderna; los vestidos de sucia piel han sido reemplazados por tejidos de oro y seda; en fin, a cada paso encontraréis la prueba de esta marcha incesante de la Humanidad hacia el progreso.
De este progreso constante, invencible, irrecusable de la especie humana y del modo de estacionarse indefinido de las otras especies animadas, convenid conmigo que si existen principios comunes en lo que vive y se mueve sobre la tierra, el aliento y la materia, no es menos verdad que vosotros, sólo Espíritus encarnados, estáis sometidos a esta inevitable ley del progreso que os empuja fatalmente hacia delante y siempre adelante. Dios ha puesto los animales a vuestro lado como auxiliares para alimentaros, para vestiros, para secundaros. Les ha dado cierta dosis de inteligencia porque para ayudaros le es necesaria la comprensión, y ha proporcionado su inteligencia a los servicios que están llamados a prestaros; pero en su sabiduría no ha querido que estuviesen sometidos a la misma ley del progreso; tales como fueron creados, tales han quedado y quedarán hasta la extinción de sus razas.
Se ha dicho: los Espíritus mediumnizan y hacen mover la materia inerte, las sillas, las mesas, los pianos; hacen mover, sí, pero, ¿mediumnizan? ¡No! Porque, lo repito, sin médium ninguno de estos fenómenos pueden producirse. ¿Qué tiene de extraordinario el que con el auxilio de uno o de muchos médiums, hagamos mover la materia inerte, pasiva, que justamente en razón de ser pasiva e inerte es, por lo mismo, propia para sufrir los movimientos y las impulsiones que deseamos imprimirle? Para esto tenemos necesidad de los médiums, es positivo, pero no es necesario que el médium esté presente o tenga conciencia de ello, porque nosotros podemos obrar con los elementos que nos proporciona, sin él saberlo y fuera de su presencia sobre todo en los hechos tangibles y de los aportes. Nuestra capa fluídica, más imponderable y más sutil que el más sutil y más imponderable de vuestros gases, uniéndose, casándose, combinándose con la capa fluídica más animalizada del médium y cuya propiedad de expansión y de penetración es impalpable para vuestros sentidos groseros y casi inexplicable para vosotros, nos permite mover los muebles y aun romperlos, en piezas o cuartos que no están habitados.
Ciertamente los Espíritus pueden hacerse visibles y tangibles para los animales, y a menudo el espanto repentino de que se ven poseídos y que os parece sin motivo, está causado por la vista de uno o de muchos de estos Espíritus mal intencionados para los individuos presentes o para aquellos a quienes pertenecen estos animales. Muy a menudo veis caballos que no quieren avanzar ni retroceder, o que se encabritan ante un obstáculo imaginario; pues bien: tened por cierto que el obstáculo imaginario es muchas veces un Espíritu o un grupo de Espíritus que se complacen impidiéndoles adelantar. Acordaos de la mula de Balaam, que viendo un ángel delante de ella blandiendo su brillante espada, se obstinaba en no moverse del puesto; es que antes de manifestarse visiblemente a Balaam, el ángel quiso hacerse visible al animal; pero, lo repito, nosotros no mediumnizamos directamente ni a los animales ni a la materia inerte; siempre nos hace falta de concurso consciente o inconsciente de un médium humano, porque nos hace falta la unión de fluidos homogéneos, lo que nosotros no encontramos ni en los animales ni en la materia bruta.
El Sr. T. . . dijo haber magnetizado a su perro; ¿hasta dónde llegó? Lo mató, porque este desgraciado animal murió después de haber caído en una especie de atonía, de languidez, consecuencia de su magnetización. En efecto, inundándole de un fluido absorbido en una esencia superior a la esencia especial de su naturaleza, lo ha aplastado y ha obrado sobre él, aunque más lentamente, de la misma manera que el rayo. Pues como que no hay homogeneidad posible entre nuestro periespíritu y la capa fluídica de los animales propiamente dichos les aplastaríamos instantáneamente mediumnizándolos.
Establecido esto, reconozco perfectamente que en los animales existen aptitudes diversas; que ciertos sentimientos, ciertas pasiones idénticas a las pasiones y a los sentimientos humanos se desarrollan en ellos; que son sensibles y reconocidos, vengativos e iracundos, según se les trata. Es que Dios, que no hace nada incompleto, ha dado a los animales compañeros o servidores del hombre, cualidades de sociabilidad que faltan completamente a los animales salvajes que habitan los desiertos.
Pero de esto a poder servir de intermediarios para la transmisión del pensamiento de los Espíritus, hay un abismo: la diferencia de las naturalezas.
Vosotros sabéis que sacamos del cerebro de los médiums los elementos necesarios para dar a nuestra idea una forma sensible y comprensible para vosotros; con auxilio de los materiales que posee, el médium traduce nuestro pensamiento a la lengua vulgar; pues bien: ¿qué elementos encontraríamos en el cerebro de un animal? ¿Hay en él palabras, nombres, letras, cualquiera de las señales parecidas a las que existen en el hombre, aun en el menos inteligente? Sin embargo, vosotros diréis que los animales comprenden el pensamiento del hombre, aun lo adivinan; sí, los animales adiestrados comprenden ciertos pensamientos.
Pero ¿nunca habéis visto que los reproduzcan? No; concluid, pues, de esto, la consecuencia de que los animales no pueden servirnos de intérpretes.
Para resumir: los hechos mediúmnicos no pueden manifestarse sin el concurso sabido o ignorado de los médiums; y sólo entre los encarnados, Espíritus como nosotros, podemos encontrar los que pueden servirnos de médiums. En cuanto a adiestrar a los perros, a los pájaros y a otros animales para que hagan tales o cuales ejercicios, es tarea vuestra y no nuestra.

Medicina Espiritual


La medicina espiritual puede ser entendida como la humanización de las acciones médicas,en todas las fases del atendimiento al enfermo y basándose en dos principios fundamentales: ser ejercida con amor, y reconocer que el ser humano está formado básicamente de cuerpo y alma. Y tanto el cuerpo como el alma están sujetos a presentar disturbios relacionados con la salud, como explica André Luiz en el libro En el Mundo Mayor: «si existen múltiples enfermedades para las desarmonías del cuerpo, otras innumerables hay para los desvíos del alma».
Los enfermos son almas vivientes, pasando por dificultades y, por sus necesidades, por las enfermedades y sufrimientos orgánicos o psíquicos que presentan, esperan encontrar, en los profesionales de la salud, la atención que necesitan, el atendimiento eficaz, cuya tónica de relación debe ser el amor fraterno. En este final de siglo, que se prepara para la alborada de una nueva era en el Planeta, los seres humanos necesitan, más que nunca, que las acciones médicas sean ejercidas con amor, considerando a los pacientes como criaturas que necesitan de asistencia integral y sin discriminación.
Considerando los diferentes aspectos de la Medicina actual y el estado insatisfactorio de salud de los seres humanos, Emmanuel en el libro del mismo nombre dice: «La medicina de futuro tendrá que ser eminentemente espiritual, posición difícil de alcanzar actualmente, por la maldita fiebre del oro; pero los apóstoles de esas realidades grandiosas no tardarán en surgir en los horizontes académicos del mundo, testimoniando el nuevo ciclo evolutivo de la Humanidad. El estado precario de la salud de los hombres, en los días que estamos, tienen su ascendente en la larga serie de abusos individuales y colectivos de las criaturas, desviadas de la ley sabia y justa de la Naturaleza. La Civilización, en su sede bienestar, parece haber homologado todos los vicios de la alimentación, de las costumbres, del sexo y del trabajo». La medicina ya alcanzó un elevado grado de progreso en todos los campos de sus realizaciones, y todavía deberá de progresar. Podrá descubrir recursos cada vez más perfeccionados para el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades, pero no resolverá los problemas de la salud, en el sentido amplio de las patologías orgánicas y espirituales, mientras que los seres humanos no reconozcan la necesidad de armonizarse con las leyes de la Naturaleza, aprendiendo a amar al prójimo como a sí mismos, y reconocer la realidad del alma que constituye la raíz de igualdad entre todas las criaturas. Nada puede mantenerse estancado en el Universo.
La vida pide renovación constante en todos los sectores. Las personas necesitan que les lleguen, bajo la égida del amor, los manantiales inagotables de la renovación, principalmente en el campo de la salud y de las realizaciones espirituales, que pueden llevar al conocimiento de los disturbios del alma como responsables de las malformaciones y enfermedades que pueden atacar a los seres humanos. La práctica de la Medicina deberá encontrar nuevos caminos para alcanzar un ejemplo condicional al ejercicio profesional, fundamentado en el conocimiento del alma y en el concepto según el cual las acciones médicas deben ser realizadas bajo la égida del amor fraterno, procurando ver al enfermo más allá de su cuerpo físico y de su mente, alcanzando la grandeza de su alma. Acostumbrado a buscar en el cuerpo físico la causa de los disturbios y de las dolencias que acometen al ser humano, el médico puede tener dificultad para aceptar el concepto según el cual es en el alma donde se encuentran las raíces, las causas de innumerables dolencias. Porque los actos practicados durante la vida quedan gravados en el periespíritu, que se comporta como archivo de la memoria espiritual de cada uno. Y, de acuerdo con su naturaleza, buena o mala, son responsables, respectivamente, de las cosas agradables o por un gran número de perturbaciones y enfermedades que pueden atacar al ser humano, ya que el alma envía al cuerpo físico el mensaje periespiritual responsable del bien o por el mal que ocurre en la vida de cada uno. Todo acontece de acuerdo con la ley de la reciprocidad que concede «a cada uno según sus obras» (Mateo 16, 27). Y nadie puede coger maíz si plantó guisantes.
El amor es una fuerza poderosa que debe estar presente en todas las fases del atendimiento al enfermo, desde su primer contacto con la recepcionista. El amor no es atributo del alma, sino una poderosa energía que emana del Creador y se expande a todo el Universo, y fue vivido por Jesús, que dejó sus enseñanzas gravadas con letras de oro, transcritas en el evangelio. Jesús no fue el creador de una religión, sino el iniciador de un movimiento de liberación de la Humanidad, donde los adeptos de cualquier corriente religiosa o filosófica pueden encontrar las bases para una relación armoniosa, de paz y fraternidad entre todos los seres. El poder terapéutico del amor no es secreto ni constituye privilegio de nadie. Siendo practicado por los adeptos de diferentes religiones e incluso por personas que no tienen religión, sino que están hermanadas por este mismo eslabón de energía universal que une y vivifica a todas las criaturas. Para mejor evaluar el alcance de la Medicina espiritual, basta penetrar en los nuevos conceptos que se tienen del ser humano, sobre el conocimiento de los atributos del alma, quien puede causar enfermedades como promover la salud. El ser humano no puede ser visto solo por su apariencia exterior, sino también por el ser inmortal que en su organismo vive, que dirige todos los actos de la vida y que se identifica con la de sus semejantes.
Hace cerca de 450 años a.C., Sócrates nos envió su mensaje: «conócete a ti mismo», que encontró resonancia en Descartes en el siglo XVII de la era actual al afirmar: «pienso, luego existo». Esas propuestas fueron enriquecidas por las enseñanzas de Allan Kardec, hace 150 años, al afirmar que «el pensamiento es un atributo del alma», como está en El Libro de los Espíritus, ítem 89 a. Partiendo de esa premisa, se abre para el ser humano un abanico de informaciones sobre la realidad de sí mismo y de su propia vida. Hoy, a través de los conocimientos avenidos de la Doctrina Espírita, el ser humano puede responder a Sócrates, diciendo: «a través de mis pensamientos, conozco a mi yo interior; y decir a Descartes: el alma que existe en mí es la que piensa». El alma es un importante constituyente del ser humano, el centro de todas sus potencialidades, de donde emanan sus pensamientos, su inteligencia, sus tendencias artísticas, su percepción científica, su carácter, su intuición, su propia conciencia. El pensamiento es un atributo del alma, la cual preexiste a la formación del cuerpo y se mantiene, con toda su individualidad, después de la desintegración del mismo. La masa encefálica no puede ser responsable de la elaboración de los pensamientos, aunque sea indispensable para la transmisión de los mismos.
Para tanto, debe ser mantenida en perfectas condiciones anatómicas y fisiológicas, para que pueda desempeñar plenamente sus funciones durante la vida humana. El alma sobrevive después de la muerte del cuerpo, manteniendo la continuidad de la vida mental, con todas sus peculiaridades. Y aunque tenga ocupado, por cierto tiempo, un cuerpo que puede volverse mutilado o debilitado por traumas o enfermedades, al desprenderse del mismo, tiene la oportunidad de equilibrarse, para vivir toda su plenitud como Espíritu, que puede elevarse continuamente, y continuar su evolución existencial. Y participando de la constitución del ser humano, como dice Kreinheder, en el libro Conversando con la Enfermedad: « El alma es mi parte más verdadera. Y diría más, la parte de todos nosotros que se asemeja más fielmente a la imagen de Dios». Y completa la expresión, diciendo: «el ama en sí es donde el humano y lo divino se encuentran y se tocan». Si vivimos en el plano del alma, tendremos buen ánimo y fuerzas para enfrentar las dificultades de la vida. Y aunque el cuerpo esté vinculado a las leyes biológicas y tenga su ciclo de vida limitado, el alma, ligada a las leyes espirituales, no envejece, sino que evoluciona, explicando la razón por la cual muchas personas, en la plenitud de la vida, pueden sentir la disposición de la juventud. La Medicina tiene siempre las puertas abiertas para la adquisición de conocimientos que puedan contribuir para el perfeccionamiento de los recursos para el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades en todos los campos de sus actividades.
Actualmente, existen modalidades de conocimientos que no pueden mantenerse marginados, como la regresión de la memoria a vivencias pasadas, que vienen a comprobar no tan solo la participación del alma en todos los actos de la vida humana, tanto en el presente como en el pasado, o bien como la continuidad de la existencia a través de las reencarnaciones. Aunque la Medicina espiritual pueda parecer un retroceso al tiempo en que las actividades médicas eran ejercidas por los sacerdotes, ella se presenta, actualmente, con características diferentes. Con la contribución de la ciencia y de la espiritualidad, resplandece un nuevo campo de actuación en la vida humana, y el pensamiento realiza un salto cuántico para la Medicina del tercer milenio en que el amor debe participar en todas las fases de las acciones médicas. Como afirma el autor del presente trabajo en el Boletín Médico-Espírita nº2, página 144, 2º párrafo: «La Medicina es eterna, desde que tomó cuerpo como ciencia y arte, y existirá siempre, constantemente enriquecida por la labor y actividades de los que a ella se dedican, acompañando a los seres humanos en todos los ángulos de su existencia, desde el nacimiento hasta la muerte». Y continúa en el 5º párrafo: «La finalidad de la Medicina trasciende a las especulaciones humanas. Ella proporciona recursos para la prevención de las enfermedades, para la promoción y recuperación de la salud, limita o remedia los males que no pueden ser evitados o curados, y derrama el bálsamo de la esperanza o la dádiva de una consolación para los que sufren». Los profesionales que a ella se dedican con amor, gozan de la consideración de la sociedad, mereciendo el respeto y la justa estima de sus semejantes. Reconocemos la importancia y la eficacia del tratamiento tradicional, basado en medicamentos de valor comprobado, valorizando la clínica médica y la cirugía, y sus diferentes especialidades, pero somos del parecer de que no hay acción terapéutica tan espléndida como cuando el pensamiento del profesional de la salud alcanza el centro del alma del paciente, despertándolo para el propósito de vencer las dificultades, y haciéndole entender las orientaciones que se le dan.
Al dirigirse a un paciente, el médico tiene condiciones para despertar su interior, su alma, transmitiéndole un mensaje de esperanza, delante del sufrimiento que enfrenta. No se trata de engañar al semejante que está pasando por problemas difíciles, muchas veces insolubles, como en el caso de las enfermedades terminales. El mensaje, sutilmente dirigida al alma, muestra que todo está siendo dado para el tratamiento, y que tendrá siempre una esperanza que abre un horizonte para la vida de cada uno. Y, aunque esté próximo su paso hacia el túnel oscuro de la separación del cuerpo, el alma tendrá buen ánimo para enfrentar posibles dificultades en su retorno al plano espiritual. La Medicina espiritual considera al ser humano como un todo, constituido de cuerpo y alma. La acción terapéutica a través de la palabra debe alcanzar al paciente en su interior, en su yo de dentro, capaz de realizar la cura integral, de forma consciente. Los males que acometen al cuerpo físico pueden reflejar desajustes del alma, los cuales, si no fueron reconocidos y tratados durante la existencia terrenal, quedarán vinculados al alma después de su desligación con el cuerpo físico, tal como dice el Dr. Joaquín Murtinho, espíritu, en el libro Hablando a la Tierra: «Nuestro hogar de curaciones en la vida espiritual está repleto de enfermos desencarnados. Desencarnados que todavía revelan psicosis de trato difícil». Y continúa: «Los instructores religiosos, más que adoctrinadores, son médicos del espíritu que pocas veces escuchamos con la debida atención, mientras estamos en la carne» y «Las enseñanzas de la fe, constituyen un recetario permanente para la curación positiva de las antiguas enfermedades que acompañaron al alma, siglo tras siglo».
Ese mensaje indica que las acciones médicas no se limitan a las actividades ejercidas entre los seres humanos, sino que se proyectan en la espiritualidad, donde otros trabajadores de la salud,.desligados de los vínculos del cuerpo físico, realizan, con dedicación y amor, el tratamiento de los enfermos del alma. Ese mismo tratamiento debe ser realizado, o por lo menos iniciado, por profesionales que militan en la existencia terrena, procurando realizar la cura integral del enfermo. El estudio de las enfermedades del alma no constituye, simplemente, solo un recurso para la medicina, sino una contribución seria, sugiriendo la necesidad de considerar al ser humano en su doble constitución. Y como existen disturbios en el cuerpo, otros existen relativos al alma. Mientras, no es fácil y convincente para un profesional de formación científica, delante de un enfermo que lo necesita, presentar síntomas de males que no son reconocidos por los recursos de diagnóstico disponibles, darle la orientación para un tratamiento paralelo, basado en los recursos espirituales, como el perdón a los ofensores, la fluidoterapia, la fe, el amor, la oración y la práctica del bien. En contrapartida, existen los enfermos renegados, que presentan cierto bloqueo interior y no aceptan cambiar sus conceptos y la orientación para buscar paralelamente una terapia espiritual. Aparte de ello, el atendimiento espiritual requiere una concienciación del paciente, para un tratamiento relativamente lento que envuelve su transformación íntima, el cambio de su comprensión y de su proceder en relación con su propia vida, que debe cambiar enteramente hacia el bien. Cuando, por ejemplo, viciados en el alcohol, en el tabaco, en las drogas, o perturbados por el habito de la maledicencia, de la rabia, del odio, de la lujuria, de los disturbios sexuales, males que manchan su individualidad anímica, al ser orientados para que abandonen esas prácticas perjudiciales para su salud, con serias consecuencias para sus familiares y para la sociedad, responden que hacen lo que les gusta, y se sienten bien con lo que hacen, oponiendo resistencia a cualquier argumento que pretenda modificarles el comportamiento. Hay enfermos del alma que muchas veces presentan serios disturbios psíquicos u orgánicos, persistentes, que se prolongan durante años, y que son tan solo atenuados por los tratamientos reglamentados.
Presentan sintomatología propia o de males físicos, como dolores que cambian de un lugar a otro, convulsiones epileptiformes, taquicardia, dificultades en la garganta, cólicos uterinos, males que son acompañados de depresión, de miedo, miedo de las enfermedades, de morir, miedo del futuro, miedo de perder algún ente querido, miedo que puede llegar al desespero y al pánico. Son ciertamente, para los enfermos de esa naturaleza, que se aplican las enseñanzas de Allan Kardec, en el libro El Cielo y el Infierno capítulo VII, párrafo nueve: «Esta ley explica el mal resultado de la medicina en ciertos casos. Desde luego que el temperamento es un efecto y no una causa, y los esfuerzos hechos para modificarlo se hallan necesariamente paralizados por las disposiciones morales del espíritu, que opone una resistencia inconsciente y neutraliza la acción terapéutica.
Dad, si es posible, ánimo al medroso, y veréis cesar los efectos fisiológicos del miedo». Y continua diciendo: «Esto prueba, repito, la necesidad que tiene la medicina convencional de tener en cuenta la acción del elemento espiritual sobre el organismo». La Medicina espiritual es compatible con el reconocimiento de las enfermedades del cuerpo y del alma, y procura cubrir ciertas dificultades con buena dosis de tolerancia, confiando en los resultados de su acción que, ciertamente, llegan en el momento oportuno. La Medicina espiritual constituye una proposición a ser observada por los profesionales de la salud, cuyo ejercicio debe ser complementado por el amor y «por la ecuanimidad», como decía sir William Osler, a inicios del Siglo XX. Hay innumerables razones para decir que todas las criaturas deben estar preparadas para las transformaciones que podrán pasar en la nueva Era que se aproxima, la Era del Espíritu, y se espera que sea coronada por la implantación de un nuevo Reino en el planeta Tierra, oriundo de la transformación íntima de cada uno. Los seres humanos serán buenos y se amarán los unos a los otros, y en consecuencia, la Medicina espiritual vendrá como adquisición natural de la nueva Humanidad.

jueves, 14 de enero de 2010

Deja Vu


¿No ha tenido nunca la sensación de estar viviendo una experiencia ya vivida? En muchas ocasiones al pasear por la calle, en el trabajo o con los amigos, asalta la impresión desconcertante de conocer esa situación pero se desconoce la razón.
Esa extraña sensación de haber vivido antes una determinada situación es llamada por los franceses déjà vu, que quiere decir “ya visto”. Este nombre se debe a un científico francés de finales del año 800, Emile Boirac. Pero esta manera de denominarla es considerada poco apropiada por muchos estudiosos, que consideran que sería más apropiada llamarla déjà vecu, es decir “ya vivido”.
Los expertos llevan muchos años estudiando cuál puede ser la razón que explique el déjà vu; de hecho, San Agustín ya investigó el tema. Se debe a un error de nuestro cerebro difícil de explicar. El déjà vu es una sensación que casi todo el mundo ha sentido alguna vez. En todas sus manifestaciones se caracteriza por unos rasgos en común.

Por un instante
En la mayor parte de las ocasiones se trata de una experiencia que dura tan sólo unos segundos, pero que el individuo que la vive puede sentir como más larga debido a la sensación de intranquilidad que le invade. Este nerviosismo suele desaparecer en el momento en que finaliza el fenómeno, como mucho unos minutos después.
Los hechos son reconocidos inmediatamente. Sin embargo, le resulta imposible ubicar en el pasado una situación igual, y cuanto más se esfuerza en reconocerlo, más se desvanece. Además, no se trata de recordar una cara, un sitio o un olor, sino una experiencia entera.

Sensación inquietante
A pesar de que es algo conocido o familiar, no resulta tranquilizante, sino todo lo contrario. Hay que tener en cuenta que se rompe el orden cronológico que estamos acostumbrados a seguir. De repente el presente se transforma en pasado.
En muchas ocasiones el hecho de reconocer los acontecimientos presentes como ya vividos, hace que se considere capaz de saber qué va a ocurrir después. Pero no es así, porque se trata de un hecho aislado que sólo dura unos segundos.

La explicación de los científicos
Tras muchos años intentando buscar una razón que explique el déjà vu, los expertos que estudian el funcionamiento de la mente no han llegado a una conclusión definitiva y unánime.
Los psicoanalistas opinan que es fruto de los sueños diurnos, de las fantasías inconscientes de la persona. No es un hecho que suceda por azar, sino que suele estar relacionado con algo de gran importancia para el sujeto.
Los psicólogos y los neurólogos lo consideran una alteración de la memoria.
Otra opinión menos extendida dice que es una alteración de la percepción.
También está considerado como un fallo en la interpretación de los hechos en el tiempo. Una incapacidad de establecer primero una secuencia y luego otra.
Algunos estudios establecen que en la mayoría de los casos se da en personas con una capacidad de atención baja; personas cansadas y con estrés.

Otras explicaciones
Al margen de los estudios científicos, el carácter desconcertante del déjà vu ha dado lugar a una serie de teorías relacionadas con la metafísica, la reencarnación y los poderes ocultos.
Dentro de este campo la explicación más extendida está relacionada con la reencarnación del alma. En una segunda vida el individuo no es capaz de recordar su vida anterior, pero si puede tener breves recuerdos, como ocurre en el déjà vu.
También se considera como una prueba de tener poderes especiales. Muchas veces la sensación de revivir el pasado desemboca en la creencia de que se puede predecir lo que va a suceder. Ha sido relacionado también con la telepatía y como prueba de poderes ocultos.

CUANDO EL DÉJÀ VU ES UN PROBLEMA
El 80% de las personas ha tenido alguna vez la sensación de estar viviendo una experiencia vivida anteriormente. Se suele tratar de algo inquietante pero inofensivo. Generalmente uno se pregunta durante unos minutos el porqué de esa situación, pero enseguida lo olvida. No se trata de recordar una cara, un sitio o un olor sino el conjunto de una serie de elementos que conforman una situación.
Según los estudios médicos presenta dos formas; una patológica y otra que no lo es. La mayoría de las personas padece un déjá vu inofensivo.
Cuando el déjà vu se prolonga durante todo un día se trata claramente de un trastorno. Ya que quiere decir que todo este tiempo el sujeto estará viviendo una experiencia que él considera ya vivida, con todo el caos mental que conlleva. Esta persona estará sumida en una profunda angustia porque está viviendo un desdoblamiento temporal.
En otras ocasiones el déja vu se puede dar en personas sanas con unos claros síntomas de cansancio, sueño o estrés. Es habitual después de una intoxicación, un problema serio o un trauma.
Tampoco es extraño que esta experiencia se viva sin presentar ninguno de los síntomas mencionados. Por tanto si usted vive este tipo de situaciones no tiene ninguna razón para preocuparse, siempre y cuando no sea demasiado largo.

Glandula Pineal


La glándula pineal, epífisis o "tercer ojo", está situada en el techo del diencéfalo, entre los tubérculos cuadrigéminos craneales, en la denominada fosa pineal. Esta glándula se activa y produce melatonina cuando no hay luz. Mide unos 5 mm de diámetro.
Sus células se llaman pinealocitos y se subdivide en fotorreceptores y secretadores. Los fotorreceptores se encuentran en peces, anfibios y reptiles. En las aves se encuentran menos desarrollados y se habla de fotorreceptores modificados. En mamíferos no existen los fotorreceptores, si bien la glándula está estrechamente relacionada con la función fotosensorial. Se une vía ganglio cervical superior y núcleo supraquiasmático hipotalámico a la retina. Así pues se puede considerar que la pineal es parte de las vías visuales y así convierte la información lumínica en secreción hormonal.
La melatonina es producida a partir de la serotonina. La epífisis está relacionada con la regulación de los ciclos de vigilia y sueño. Se ha comprobado que esta hormona sirve para contrarrestar los efectos del síndrome de diferencia de zonas horarias. Es también un poderoso antioxidante; y se ha comprobado que participa en la apoptosis de células cancerosas en el timo. Pero también está comprobado que altas dosis de esta hormona tiene un efecto cancerígeno. Es también un hecho que controla el inicio de la pubertad y influye en los ritmos circadianos. La producción de esta hormona disminuye con la edad.

Historia
Los monjes tibetanos hablaban, y aún lo hacen hoy en día, de un tercer ojo, situado aproximadamente en el centro del cerebro y entre los ojos, que había sido el centro de la clarividencia y de la intuición, y que en el decurso de los tiempos se había ido atrofiando, por lo que era necesaria su recuperación. Posteriormente se asociaría este tercer ojo con la glándula pineal.
La existencia de la epífisis o pineal se conoce desde hace más de 2000 años. Galeno en el siglo II, escribió que a los anatómicos griegos le había llamado la atención la situación particular de dicha glándula, concluyendo que servía de válvula para regular el flujo del pensamiento, que se creía almacenado en los ventrículos laterales del cerebro.
Descartes, en el siglo XVII, expresó su creencia que la pineal era la sede del alma racional. Para él, las sensaciones percibidas por los ojos llegarían a la pineal, de la que partirían hacia los músculos, los cuales producirían las respuestas adecuadas. Los estudios modernos demuestran en éste, como en otros aspectos de su pensamiento, la gran intuición del filósofo.

Características físicas, situación y relaciones
El nombre pineal se debe a su forma, semejante a una piña, siendo su tamaño aproximado el de un guisante. Pesa una media de 173 miligramos, oscilando según las personas entre los 41 y 804 miligramos.
Las pineales recogidas en autopsias, pesan en el hombre un máximo en el mes de Marzo, y un mínimo si son examinadas en Julio; mientras que en la mujer, el máximo peso se obtiene de las recogidas en Enero y el mínimo, de las obtenidas en Mayo.
Está situada en el techo del mesencéfalo, entre los tubérculos bigéminos craneales, en la denominada fosa de la pineal. Su cara craneal está por debajo del cuerpo calloso, y su base limita con el tercer ventrículo. Su célula funcional es el pinealocito, que está capacitado para producir las encimas necesarias para la síntesis de la melatonina (su principal hormona) y la seratonina, a partir del triptófano.

Pinealocito y síntesis de melatonina
La melatonina fue descubierta en 1958 por el dermatólogo y bioquímico A.B. Lerner, quien se basó en las observaciones hechas por MC. Cord y Allen en 1917. Estas observaciones deducían que, al arrojar extractos de pineal de vaca en el agua en que nadaban unos renacuajos, se producía un blanqueamiento de su piel.
Lerner y Cols purificaron extractos de más de 200.000 pineales vacunas, aislando una sustancia que agregaba intracelulares de la melanina. La hormona melanocito-estimulante, por lo contrario, disgregaba dichos gránulos oscureciendo la piel. Se la denominó melatonina en contraposición a la melanocito-estimulante.
En ausencia de luz, el pinealocito recibe estimulación periódica en forma de nor-epinefrina (NE), seratonina o descargas eléctricas de fibras nerviosas, provenientes del núcleo supraquiasmático superior. Este, a su vez, recibe información que proviene del sistema vegetativo, a través de neuronas emergentes del ganglio cervical superior, el cual conecta con otros ganglios de la médula espinal.
En presencia de luz, natural o artificial, los fotoreceptores de la retina convierten la señal luminosa, especialmente en la banda amarillo-verde, en señal eléctrica, que es transmitida por el tracto retino-hipotalámico hasta el ganglio cervical superior, por donde abandona el S.N.C., conectando con los ganglios de la médula y aboliendo la señal circadiana enviada por dicho ganglio al núcleo supraquiasmático. Como consecuencia, dicho núcleo queda liberado de la influencia de la médula espinal y enlentece el ritmo de liberación de NE sobre la pineal, lo que se traduce por una menor captación de aminoácidos, especialmente triptófano, por parte del pinealocito; menor producción de adenil ciclasa y cAMP y, por consiguiente, menor producción y liberación de melatonina.
Cualquier activación del sistema simpático abole el efecto represor de la luz.

Glándula pineal y pubertad
La glándula pineal es de mayor tamaño en la infancia que en la madurez, comenzando a disminuir de tamaño a partir de los 7 años. Esta recesión en el tamaño era considerada como una involución o atrofia de una glándula que carecía de utilidad, pero en la actualidad se piensa que es un proceso madurativo.
Desde el nacimiento, testículos y ovarios poseen una estructura lo suficientemente preparada como que para que en presencia del adecuado estímulo de gonadotropinas se produzca su maduración en poco tiempo. Sin embargo, este estímulo no se produce. La hipófisis, capacitada para producir dichas gonadotropinas, en presencia del adecuado estímulo hipotalámico de gonadotropin-relaxin-hormona GnRH, no las produce por carencia de éste.
En el adulto, los esteroides sexuales se autoregulan, al unirse a receptores hipotalámicos específicos, que a partir de cierta concentración sanguínea, disparan la vía opatérgica productora de endorfinas (opiáceos fisiológicos). Esta, a su vez, distorsiona la pulsatilidad de la GnRH, que frena la producción y liberación de gonadotropinas, por lo que los ovarios o testículos (gónadas) en ausencia de dicho estímulo, dejan de producir esteroides sexuales, disminuyendo su concentración en la sangre. Con ello, los esteroides unidos a los receptores, se sueltan y se vuelve a activar la liberación de GnRH. En el niño debiera pasar lo mismo, y sin embargo, no sucede.
La melatonina tiene la misma afinidad, por los receptores hipotalámicos de esteroides sexuales, que éstos. En la infancia, se produce mayor cantidad de melatonina que en la madurez, de forma que constantemente se halla unida a dichos receptores, disparando la vía opiatérgica, impidiendo así la liberación de GnRH y, en consecuencia, la maduración gonadal.
A partir de los 7 años, la pineal disminuye progresivamente de tamaño, y en consecuencia disminuye la concentración sanguínea de melatonina hasta que llega un momento en que ya no se une a suficiente número de receptores hipotalámicos, se bloquea la vía opiatérgica y se produce por primera vez la liberación y síntesis de GnRH. Esto sucede a partir de los 11 años en la mujer, y de los 12 en el hombre. En los pueblos, la pubertad sucede más tardía que en las ciudades, lo que se debe al menos consumo de luz en éstos que en aquéllas.

Otras funciones de la pineal
Controla simultáneamente todos centros neuroendocrinos hipotalámicos, y en consecuencia todos los factores liberadores e inhibidores. Aunque se desconoce su mecanismo y acción, se conocen algunos de sus efectos indirectos sobre la hipófisis. Disminuye las concentraciones de GnRH y, en consecuencia, disminuye las de la hormona folículo-estimulante (FSH) y luteotropa (LH); disminuye la función tiroidea (TSH y T4), la insulina y también aumentan las concentraciones de glucosa sanguínea, disminuye el ATCH y la corticosterona. Aumenta la síntesis proteica cerebral, como también aumenta la producción y liberación de dopamina (DA). Como consecuencia, se puede esperar un aumento de hormona de crecimiento (GH) y disminución de TSH y prolactina (PRL).

Comentario
Nuestros conocimientos sobre la pineal y su hormona, la melatonina, así como las numerosas lagunas que tenemos acerca de ellas, apenas nos permiten trazar un razonable esbozo sobre su funcionamiento que, sin duda, a lo largo de los tiempos será modificado a la luz de nuevos hallazgos.
Puesto que el silencio, en condiciones normales, suele acompañar a la oscuridad, podemos pensar que ambos estimulan la liberación de melatonina. Esta, a su vez, produciría la liberación de endorfinas que adormecerían el resto de los sentidos (tacto, olfato y gusto).
Conseguido esto, el subconsciente y, por tanto, el sistema vegetativo, quedarían libres de todo control consciente, produciéndose por una parte los procesos de crecimiento (infancia) y regeneración de los tejidos (adultos), y por otra, la liberación del subconsciente en forma de sueños.
Los sueños y la vista
La hormona melanocito-estimulante, es excitada por la luz, mientras que la melatonina, lo es por la oscuridad. Mientras que la primera (MSH) disgrega los gránulos de melanina, produciendo la sensación de oscuridad, la segunda, los agrega dando la sensación de luminosidad (blanco). Podemos pensar que en el S.N.C. existe una zona de células que, a modo de una película, se dejan impresionar por la interrelación de ambas hormonas, por el mencionado mecanismo. Durante el día, predominarán impresiones luminosas mediadas por la MSH, mientras que durante la noche, serían impresiones provenientes del subconsciente y mediatizadas especialmente por la melatonina. Dispondríamos así de un positivo y un negativo. Para que exista un sueño, se requiere que previamente, y como en un vídeo, tengamos filmadas las imágenes que, aunque a veces desordenadas, van a formar parte del mismo. Los sueños sirven a veces de válvula de escape a nuestras tensiones, otras son una aviso disfrazado de situaciones de las que somos culpables y que tenemos que rectificar, y en otras, son avisos previos a situaciones que tenemos que atravesar y soluciones para superarlas. Como vemos, los sueños pasan por la pineal y normalmente escapan a nuestra consciencia, de forma que en la mayoría de los casos, llegan a ella en forma distorsionada o simbólica. En cualquier caso, forman parte de nuestra realidad.

Cambio de costumbres y la pineal
Con el descubrimiento de la luz artificial por Edison, se han revolucionado nuestras costumbres, de forma que han alterado nuestro sistema de vida, nuestra relación con el Cósmico y también nuestra salud. Actualmente disfrutamos, pero también padecemos, mayores períodos luminosos y sonoros en detrimento de la oscuridad y el silencio regenerativos. Hemos perdido una parte de nuestra armonía con el Cósmico, que pagamos con un menor desarrollo de nuestra pineal, con una ligera atrofia de la misma. Nuestras menores cantidades de segregación de melatonina, hacen que nuestros procesos regenerativos sean parcialmente insuficientes, al igual que el descanso de nuestra mente, que se torna obsesiva y posesiva. Nunca como en la actualidad han existido tantas depresiones, obsesiones e insomnios.

Pineal y misticismo
La A.M.O.R.C. pretende mediante algunos de sus ejercicios, restaurar la armonía de la pineal con el Cósmico, de forma que se restauren en su totalidad los procesos regenerativos en parte olvidados por nuestras costumbres. En ningún modo se pretende una hipertrofia de la glándula, que nos desarmonizaría aún más con el Cósmico.
En la mayoría de nuestros ejercicios observamos que se aconseja la penumbra, el silencio o la música suave, y ciertos aromas de incienso también suaves. Todo ello nos lleva a un mayor aumento de la melatonina, ayudándonos a no perder nuestra consciencia y caer en el sueño. Con ello que podemos llegar a ser conscientes de nuestro subconsciente, y utilizarlo a nuestro favor (y a favor de la humanidad), mediante procesos de visualización y emisión de sentimientos de Amor y Paz Profunda, desde nuestro Ser Interno.