miércoles, 6 de enero de 2010
Elementales de la Tierra, Eter-Vital
HADAS
Las hadas expresan ligereza, goce y alegría de vivir.
Es el tipo de espíritus mejor conocido por el hombre. Viven normalmente bajo la tierra, aunque como su cuerpo es etéreo, pueden atravesar a su voluntad la corteza terrestre. Sus formas son múltiples y variadas, pero generalmente tienen forma humana de tamaño diminuto con alguna exageración de una u otra parte del cuerpo. Tienen colores propios que distinguen unas especies de otras. Hay un inmenso número de razas de hadas cuyos individuos difieren en inteligencia y aptitudes. Dado que la materia etérea es plástica y fácilmente moldeable por el poder del pensamiento, son capaces de adoptar cualquier aspecto que les plazca, si bien tienen de por si, formas peculiares que levan cuando no necesitan tomar otras con determinado propósito y o ejercen su voluntad para transmutarlas. La reencarnación es un principio que también se impone en su existencia, aunque las condiciones son un tanto diferentes. No tienen lo que nosotros llamamos nacimiento y desarrollo. El hada aparece en su mundo completamente formada. Vive poco o mucho sin apariencia de fatiga ni necesidad de descanso y sin envejecer con el paso de los años. Pero llega un momento en que su energía se agota y se siente cansada de la vida y empieza su proceso de transición para evolucionar en su siguiente forma.
DUENDES
Se presentan en estaturas, entre 10 y 30 centímetros, habiendo algunas especies (menos comunes) que llegan a medir entre 60 y 90 cms.; generalmente parecidos a ancianitos, robustos y encorvados, invariablemente vestidos a la moda medieval. Los gnomos solo son varones, todos ellos infinitamente egocéntricos y aparentemente no suelen comunicarse entre si.
Se han descrito varios tipos de gnomos, todos ellos criaturas terrestres, capaces de desplazarse sin obstáculos a través de las hojas; algunos corren por la tierra con los pies bajo la superficie, y ninguno es capaz de elevarse por el aire por encima de su estatura. Al parecer aunque son individualistas están animados enteramente por una conciencia de grupo o instinto gregario.
ELFOS
Solo miden algunos centímetros, sus manos y pies son desproporcionados con relación a sus cuerpos, de piernas débiles, orejas grandes y puntiagudas. A diferencia de los otros espíritus naturales, no parecen vestidos a imitación de ningún estilo humano. Su cuerpo da la impresión de ser una masa de sustancia gelatinosa sin ninguna estructura interna, rodeada por una tenue aura verde. Unas minúsculas alas ovales, de una materia lustrosa semitransparente, que no emplean para volar pero que sin embargo vibran a cada uno de sus movimientos.
HOMÚNCULOS
Se les da este nombre a todas las criaturas feericas de apariencia masculina que no pueden clasificarse ni como duendes, ni gnomos ni elfos, pero que exhiben ciertas cualidades acompañadas de rasgos específicos que les son propios. Su inteligencia es muy primitiva, menor a la de un animal, e imitan a la humanidad, pero sin comprender el significado u objeto de su mimetismo.
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