miércoles, 6 de enero de 2010

El segundo Rayo, influencia


Los seres humanos y las energías cósmicas.
Siempre es agradable tener a un grupo de personas deseosas de entender los misterios de la sabiduría divina; sin embargo, cuando ese deseo se ve traducido en acciones y éstas se enmarcan dentro de un plan maestro para el desarrollo de la humanidad, el sentimiento es muchísimo más alto; no es solamente el sentirse agradable, sino el sentir un pleno gozo de poder estar trabajando en estrecha colaboración la Jerarquía y los seres humanos.
Importancia del estudio de la historia de la humanidad.
Desde este lugar en donde nos encontramos, los problemas de la humanidad se observan de diferente manera, ustedes se encuentran influenciados inevitablemente por las noticias, los medios de comunicación y las opiniones que, acerca de los problemas, vierten algunos políticos, economistas, o presidentes de países, es decir, observan los problemas a través de la lente de unos cuantos de ustedes. Sin embargo, la historia de la humanidad nos proporciona las bases para el entendimiento de los acontecimientos actuales y, a la vez, nos permite hacer ciertas deducciones sobre el futuro de la humanidad.
El conocimiento del plan divino, por otra parte, nos permite entender la naturaleza de las fuerzas que, en forma secuencial, irán llegando a la tierra en los próximos años y, a la vez, poder predecir, con cierta exactitud, las repercusiones que estas energías tendrán en la sociedad humana.
Si bien, el comportamiento de un individuo aislado es difícil de predecir, la forma como una colectividad se comportará es relativamente sencillo, si conocemos bien la cualidad de la energía que está incidiendo sobre ella. La psicología de las masas es mucho más certera que la psicología del individuo. Así pues, esta panorámica, cimentada en las bases que acabo de mencionar, es la que nos permitimos transmitirles, hasta donde es posible, a fin de que ustedes cuenten con los mismos elementos de juicio que nosotros tenemos y, de esta forma, sus pasos, sus acciones, sus vidas personales, puedan ser orientadas en acorde a los principios divinos.

Trabajo del Segundo Rayo.
Comentábamos en la lección anterior, que la forma de trabajo del Primer Rayo, impulsa a los seres humanos a movimientos revolucionarios o transformadores. La energía del Primer Rayo modifica y derrumba todo aquello que se encuentre próximo a terminar su ciclo de existencia, preparando el terreno para la llegada del Segundo Rayo. Esta nueva energía toma los elementos que fueron dejados previamente y los impulsa a una reorganización, los impulsa a una reestructuración, para formar creaciones de un orden más elevado y para fines más en acorde a la voluntad divina.

Cómo trabajan las energías de los Rayos sobre la humanidad.
Para que entendamos un poco mejor la forma en cómo las energías y los Rayos trabajan en la humanidad, veamos que las energías, como vibraciones que son, trabajan sobre los cuerpos superiores de los individuos. Estas energías colorean a los vehículos astral y mental de los seres humanos. El grado de sensibilidad de un ser, hacia estas energías, determinará el impacto que las mismas tendrán sobre él. Una vez que el vehículo astral o mental se encuentra impresionado por estas energías, es decir, ha absorbido parte de las vibraciones de estos Rayos, se traducen en flujos de energía descendentes que llegarán, a través del cuerpo etérico, hasta incorporarse a las energías que circulan en el cuerpo físico del hombre.
Estas energías que no son otra cosa que átomos de luz, producen pensamientos, impulsos, motivaciones, sensaciones o sentimientos, en cada una de las neuronas del cerebro. El cerebro entonces, responde, generando asociaciones que van acordes a esos átomos de luz que, en cierta forma, podríamos decir, encarnan la voluntad divina. Dichas asociaciones representan, para la mente consciente humana, ideas nuevas, impulsos nuevos y, por lo mismo, se traducen en acciones que buscan materializar lo que antes fue dado en ideas y que representa la voluntad divina de esta hora.
Un individuo puede no ser sensible a estas energías, pero, como las mismas trabajan sobre millones de seres humanos simultáneamente, pronto vemos que un gran porcentaje de la colectividad humana, empieza a dirigir sus pasos, sus acciones, hacia determinados puntos y, así pues, la sociedad va caminando, reorientando sus pasos, hacia el cumplimiento de la voluntad divina.
Aunque este proceso pudiera parecer lógico y sencillo, se complica cuando la tierra se ve agitada por mareas de pasiones o de inquietudes derivadas de algún movimiento bélico, alguna crisis económica o algún tipo de situación política, que pueden hacer tensas las relaciones entre países. Igualmente, en ciertos acontecimientos tanto deportivos como artísticos, pueden afectar la forma como los seres humanos asimilarán las energías provenientes de los Rayos Cósmicos.

Los seres humanos producen mareas astrales.
Los seres humanos producen oleadas de energía que ya anteriormente habíamos denominado como mareas astrales. Esas mareas astrales corresponden, análogamente, a los flujos de pequeñas olas que se producen en todas las playas; esas pequeñas olas son las que, en cierta forma, producen los mayores efectos sobre las arenas y las rocas de las playas.
Las grandes mareas cósmicas de los Rayos, llegan como olas más grandes. Siguiendo el mismo ejemplo, las olas provenientes de los Rayos, serían mucho mayores a las pequeñas oleadas producidas por los seres humanos; sin embargo, son menos frecuentes y su efecto se deja sentir de una manera diferente.
Si bien, las mareas astrales son continuas, de poca intensidad y afectan enormemente las personalidades y conductas de los hombres, las mareas cósmicas tienen un efecto más lento, pero más definitivo, esto es, dan una dirección preferencial a las pequeñas mareas humanas que se generan continuamente. De la combinación de ambas, se producen los acontecimientos que, después, marcan la historia de la humanidad.

Función del Segundo Rayo.
Por decir: El Rayo número dos es el Rayo de los sembradores, es un Rayo que impulsará a la humanidad a la creación de nuevas formas de gobierno, o bien, de nuevas formas de arte, o de nuevas formas de filosofía, o de nuevas formas de ciencias. Las pequeñas mareas astrales humanas, tomarán esos impulsos y provocarán movimientos colectivos de intensidad variable, que estarán afectando la vida cotidiana de la humanidad. Pero, conforme pase el tiempo, se observará que, estas mareas astrales humanas, realmente, lo que están haciendo, es siguiendo el impulso de ese gran Rayo cósmico que es el número dos y provocarán el surgimiento de nuevas formas de arte, ciencias, política, religión o cualquier otro campo de actividad humana. Esta es la forma como trabajan las energías del cosmos, en combinación con las propias, generadas por los seres humanos.
Formas de captar las oleadas cósmicas de los Rayos.
Siguiendo con nuestro estudio, podríamos, muy bien, dividir a los seres humanos en varias categorías:
Tal como mencioné anteriormente, una pequeña porción de seres humanos, son capaces de tomar las energías provenientes de los Rayos y dirigirlas, de manera consciente, hacia acciones concretas que van acordes al plan divino. Estos hermanos trabajan de una manera consciente con la Jerarquía; ellos son las mentes iluminadas de la humanidad, hermanos que trabajan, muchas veces, desde el silencio, desde la oscuridad, evitando cualquier contacto con la sociedad, que pudiera ocasionarles alguna desviación en su labor oculta. Esas personas trabajan en los niveles mentales y muchas veces en los niveles físicos de la tierra. Algunos de ellos llevan vida pública y se constituyen en líderes de la humanidad; todos ellos son guardianes del plan divino; todos ellos son ángeles que han descendido a la tierra, para cuidar las semillas que el Padre viene sembrando desde el principio de los tiempos y que serán la bendición de la humanidad al final de ellos.
Muchos otros, simplemente, perciben la naturaleza de los Rayos y sienten cuáles deben ser las acciones correctas en este momento histórico. Estas mentes, también iluminadas, aunque hasta cierto punto inconscientes de que existe un plan divino, trabajan como instrumentos de Dios y sus acciones son las que van escribiendo las páginas del libro de la historia y van acercando a la humanidad hacia el reconocimiento de la voluntad divina.
La gran mayoría de los seres humanos permanecen inconscientes a estas energías; sin embargo, sus pasos, inevitablemente, irán detrás de los líderes quienes sí perciben lo que debe hacerse. Estas grandes porciones de humanidad, aunque, inconscientes de la energía que están recibiendo en sus vehículos superiores, siguen, invariablemente, las tendencias que marcan las energías cósmicas. Y así, toda la humanidad, como una gran colectividad de seres, va cumpliendo, paso a paso, los designios divinos y el plan maestro sigue adelante.
Estudien estas palabras y observen cómo pueden entender los acontecimientos mundiales a través de la lente de estas nuevas enseñanzas.

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