lunes, 11 de agosto de 2014

Los replicantes

noreplicar
Vivimos diciendo las mismas palabras pero vivimos dando interpretaciones diferentes sobre la base del contexto en que se encuentra cada uno.
Entonces es muy importante escuchar las otras voces, lo que no quiere decir replicar lo que esas voces dicen, sino llevarlo a tu propio contexto, comparar y transformar lo que haga falta para que la experiencia sea más enriquecedora. A su vez cuando escuchamos otras voces, hay que liberarse de prejuicios, por no condenar, para entender el contexto en el que las palabras son pronunciadas y el proceso por el cual esta persona paso para llegar a decir eso.
 Cuando entiendes los procesos entonces se disuelven los prejuicios, se disuelven los enfrentamientos, las agresiones, la ignorancia, y renace la aceptación, todo se transforma en una experiencia sana.

Causas frecuentes que desvían la columna vertebral.

columna
La columna sostiene todo el peso del cuerpo y cualquier choque, fuerza física o tensión, impactará su estructura. Este impacto es recibido por el cuerpo desde siempre, principalmente por las malas posturas.
Ya sea sentarse mal frente al computador, cargar un bolso pesado sobre un sólo hombro o dormir boca abajo con la cabeza torcida.
Una desviación de la columna vertebral simboliza principalmente una resistencia a vivir plenamente mi vida. El modo en que me porto en la vida, mi dificultad en dejar la vida sostenerme y dejar ir las viejas ideas se manifestarán por una desviación de la columna vertebral que se inclinará de lado, hacía delante, o hacía atrás… Decido asumirme y mantenerme “derecho” frente a la vida, con confianza y determinación.

Síntomas emocionales de la ARTRITIS

artritis
Es una enfermedad reumática de las articulaciones, de naturaleza inflamatoria, que viene acompañada de todos los signos característicos de la inflamación (hinchazón, enrojecimiento, calor y dolor), los cuales se presentan en una o varias articulaciones. El dolor se siente independientemente de los movimientos que se hagan y hace sufrir al enfermo tanto durante el día como en la noche. Además, esta enfermedad produce rigidez en las articulaciones, con la consiguiente molestia para quien la padece.

Desde el punto de vista médico, hay diferentes tipos de artritis. La gravedad del problema nos indicará la gravedad del bloqueo emocional, mental y espiritual existente.
En general, la artritis se manifiesta en personas que son duras consigo mismas, que no se conceden el derecho a detenerse o a hacer lo que les gusta, y además les resulta difícil pedir lo que necesitan. Prefieren que los demás las conozcan lo suficiente para ofrecerles lo que precisan. Cuando los demás no responden a sus expectativas, se decepcionan y sienten amargura y rencor. Incluso pueden abrigar deseos de venganza, aun cuando se sientan impotentes. Esto les hace experimentar una ira que reprimen muy bien. Poseen un sentido crítico interno muy fuerte.
El lugar en el que se presenta la artritis indicará qué área de su vida es la afectada. Por ejemplo, si es en las articulaciones de las manos, le beneficiaría adoptar una actitud diferente al trabajar con ellas. Si necesita ayuda debe pedirla y no esperar a que los demás utilicen la telepatía o adivinen que desea que la ayuden.
Las personas que padecen artritis tienen un aspecto de docilidad, pero en realidad viven con una gran ira interna y rechazan profundamente este sentimiento. Al igual que la artritis, también las emociones nos paralizan, por lo que estas personas se beneficiarían si dejaran de acumularlas.

Si padeces artritis, revisa por qué te resulta tan difícil pedir lo que necesitas. Si es porque crees que haciendo lo que te gusta vas a exagerar y a volverte egoísta, te sugiero que revises si esto es cierto. También te ayudaría consultar la definición de la palabra “egoísta”. Acepta la idea de que te puedes permitir decir “no” cuando no quieras realizar algunas tareas y, si te decides a llevarlas a cabo, debes hacerlas con placer y sin criticarte internamente.

Si te impones muchos deberes porque buscas reconocimiento, confiésalo y reconoce que lo haces por ti y no porque alguien te obligue. Concédete el derecho de buscar reconocimiento haciendo cosas para los demás. Si realizas tus tareas con alegría en lugar de criticarte mentalmente, la vida te parecerá más agradable y te volverás más flexible y ágil.
Se define la artritis como la inflamación de una articulación. Puede afectar cada una de las partes del sistema locomotor humano: los huesos, los ligamentos, los tendones o los músculos. Se caracteriza por inflamación, rigidez muscular y dolor que corresponden, en el plano metafísico, a un cierre, crítica, pena, tristeza o ira. Simbólicamente hablando, la gracia y la libertad de movimiento son las principales cualidades, vinculadas a la articulación. Cuando se vuelve ésta inflexible, o cuando se endurece, la artritis está asociada a cierta forma de rigidez de mis pensamientos (pensamientos cristalizados), de mis actitudes o de mis comportamientos, de tal forma que todas las emociones profundas que debería expresar normalmente, lo son por la manifestación física de esta enfermedad. Así, la artritis se produce si soy demasiado inflexible, demasiado exigente, testarudo, intolerante, muy moralista, criticón, restringido o demasiado orgulloso con relación a mí – mismo, a los demás o a las situaciones de mi existencia. Un sentimiento de impotencia acompaña habitualmente el sufrimiento que me frena. Vivo el sentimiento particular de estar mal amado, de no estar amado y apreciado a mi justo valor, lo cual me trae mucha decepción y amargura frente a la vida y mal humor. Manifiesto entonces un espíritu excesivamente racional. Crítico con frecuencia todo o nada porque tengo miedo a la vida y siento frecuentemente una forma de inseguridad crónica. Me siento explotado: hago acciones y pongo gestos más para complacer a los demás que por real voluntad e interés, de tal modo que digo “sí” por deber cuando, en verdad, es “no”. Quizás haya vivido un traumatismo de infancia y me inhibo ahora mis emociones, sin admitir lo que sucedió (ocultación) porque “sufrí mucho en tal experiencia y me permito inconscientemente censurar y quejarme para que los demás puedan comprender hasta qué punto padecí”. Esta manifestación se relaciona con el sacrificio de sí. La artritis también puede proceder del modo en que me trato o trato a los demás con relación a la crítica. La artritis también provoca una especie de acción retrógrada; tengo la sensación de volver atrás en el plano energético, como si se me indicara hacer algo más en una dirección diferente, en vez de ir hacia delante. Ya que mi miedo, mi débil valoración propia y mi rigidez hacen que se creen profundas emociones referentes al porqué, el cómo o a la dirección de mis movimientos en la vida, puedo tener el sentimiento de estar obligado, restringido, inmovilizado o encerrado. Entonces, sentiré una incapacidad a doblar (mi actitud), a ser mentalmente flexible o capaz de abdicar. La articulación artrítica me indica lo que vivo y me da más informaciones.
Al nivel de las manos (dedos), la pregunta es: ¿Estoy realmente haciendo lo que deseo y lo que quiero hacer? ¿Mis propios asuntos están “bien entre mis manos”? ¿Hay gente a quienes ya no tengo el gusto de “dar la mano”? Mi libertad y mi espontaneidad en “manejar” lo que sucede en mi universo están limitadas por mi rigidez y mi dureza. A nivel de los codos: “Estoy inflexible a los cambios de direcciones por tomar en mi vida? Permito a los demás ser libres y expresar su pleno potencial? En las rodillas: Frente a quién o qué tengo la sensación de tener que arrodillarme y delante de quién o qué no quiero doblar? A partir de ahora, compruebo mis verdaderas intenciones con relación al amor. Debo cambiar mi modo de pensar y adoptar una nueva actitud frente a las situaciones de mi vida. Quedándome abierto al amor que está omnipresente (por todas partes) y expresándolo de modo más honesto, libre y espontáneo, mi corazón será radiante y respetaré a los demás tanto como a mí – mismo. Amistad, comprensión y perdón son ahora disponibles para mí.

Organos internos y Relación Emocional: CADERAS

cadera
Llevan mi cuerpo en perfecto equilibrio y están ubicadas entre la pelvis y el fémur (hueso largo que se halla a lo largo del muslo y que forma su esqueleto). Mis caderas permiten a mis piernas moverse para hacer adelantar mi cuerpo hacía delante. Ellas determinan si voy hacía delante o no. 
Representan mis creencias de base frente a lo que son o a lo que deberían ser mis relaciones con el mundo. La pelvis y las caderas forman un conjunto, y representan así el hecho de lanzarme en la vida. Por lo tanto, las caderas representarán también mi nivel de determinación a progresar en la vida. Acepto avanzar con alegría y confianza en la vida, sabiendo que todo es experiencia para ayudarme a descubrir mis riquezas interiores.
(dolores de…)
La cadera es la articulación fundamental para mantenerse en pie y para caminar, asegurando la extremidad inferior de la pelvis. Si el problema de la cadera proviene de una fractura o artritis, véase el problema en cuestión, además de la definición siguiente.

La persona a quien le duele la cadera tiene dificultades para decidirse a pasar a la acción, para ir hacia lo que desea. Su actitud es la siguiente: “¡Qué más da, no va a salir bien!”, o: “¡Nada saldrá bien si actúo de esa manera!”. Duda en comprometerse con algo o alguien que tenga que ver con su futuro porque tiene miedo de que no dé resultado.

También puede pensar o decir: “Este trabajo no me da nada bueno”, o “No progreso en la vida”. Si la cadera duele más estando en pie, la persona desea mantenerse firme en sus decisiones, pero se detiene por sus temores. Si por el contrario, la cadera duele más en posición sentada o acostada, ello indica que esta persona se impide descansar o tomar un momento de reposo cuando lo necesita.

La intensidad de tu dolor es una indicación del grado de tu actitud derrotista. Confía en ti, confía en los demás y ve, lánzate, avanza en tus decisiones. A medida que avances sabrás si tu decisión te conviene y qué hacer si cambias de idea. Debes vivir una experiencia nueva para verificar si lo que quieres en ese momento es benéfico para ti o no. Si piensas: “No va a salir bien”, nunca sabrás si eso es lo que debes hacer.
En lugar de creer que no avanzas, sé más consciente de tus progresos. Si no lo crees, comprueba si los demás opinan lo mismo. Sé más flexible, es decir, acepta cambiar con confianza tu forma de pensar; ello te aligerará mucho. Recuerda: ¡En la vida no hay errores, sólo experiencias!

Es en las caderas que se inicia el movimiento de las piernas, o sea el andar. Las piernas sirven para avanzar libremente. Puedo retenerme de ir hacia delante. De aquí la indecisión para avanzar en la vida. Por los problemas de las caderas, mi cuerpo me indica cierta rigidez: por lo tanto vivo inflexibilidad frente a una situación o a una persona. Esto puede proceder de una situación en la cual me he sentido traicionado por alguien o abandonado y esto me ha afectado tanto que vuelvo a plantearme mis relaciones con los demás. Además, tengo el gusto de establecer “nuevas reglas” para protegerme y evitar estar herido otra vez. Puedo tener una inquietud por el porvenir: por lo tanto, siento angustia cuando debo tomar una decisión importante porque puedo tener la sensación que no voy a ninguna parte o que nunca llegaré a nada. Cuando me dueles mis caderas, mi cuerpo me manda un mensaje. Me ayuda a desarrollar mi consciencia para que adelante en la vida con confianza y seguridad y me enseña a ser más flexible en mi modo de tomar decisiones, asegurándome así un mejor futuro. Cuando hay un dolor, hay alguna culpabilidad. Así es como un dolor en las caderas o caderas que no quieren moverse, pueden indicarme que bloqueo mi placer sexual por temor o culpabilidad. Incluso puedo vivir impotencia a nivel sexual como en mi capacidad en aceptarme tal como soy, con mis gustos, mis deseos, mis placeres. Estaré perturbado sexualmente y emotivamente, impidiendo así que mis caderas funcionen normalmente. Esta impotencia también puede vivirse en el hecho que no me siento capaz o ya no me siento capaz de tomar mi lugar y de oponerme a alguien o algo. Esta situación me obliga a reflexionar sobre los límites que me doy. Estoy en equilibrio y ando en la vida con confianza y serenidad. Agradezco la vida por todo lo que me hace experimentar en cada instante. Aprendo a vivir en equilibrio con estas experiencias.

Síntomas Emocionales: Depresión

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La siguiente descripción se dirige principalmente a las personas que sufren DEPRESIÓN PSICÓTICA y no a quienes viven momentos depresivos pasajeros o como reacción a un acontecimiento difícil de aceptar. Para estos últimos, la descripción de la agorafobia, la angustia o la ansiedad es más adecuada.
Los principales síntomas de la depresión son la pérdida de interés y de placer en las actividades habituales, un sentimiento de desesperación o de abatimiento asociado a la fatiga o a una disminución de energía, menor capacidad de concentración, indiferencia, desinterés, desánimo, repliegue sobre sí mismo y rumiación mental. Por lo general, el individuo que la padece no quiere pedir ayuda; prefiere que los demás sean quienes cambien. Duerme mal, incluso con la ayuda de somníferos.
 Habla poco y tiene tendencia a huir del mundo. Incluso puede tener ideas suicidas. Con frecuencia se confunde la depresión con el agotamiento. Lee la descripción de agotamiento para establecer bien la diferencia.

 La depresión es el medio que una persona utiliza para no sentir presión, sobre todo afectiva. No puede más; ha llegado a su límite. De acuerdo con mis observaciones durante varios años, la persona con tendencias depresivas tiene conflictos pendientes de resolver con su progenitor del género contrario. Esto explica que muy a menudo ataque a su cónyuge, en quien establece la transferencia. Lo que esta persona hace sentir a su pareja es lo que hubiera querido hacerle a su padre o a su madre, pero se contuvo. Al rechazar ayuda, la persona depresiva continúa alimentando su rencor o su ira hacia ese padre o esa madre, y se hunde en su dolor.
La gravedad del estado depresivo refleja la intensidad con la que se vivió la herida siendo niño. Las heridas pueden ser las siguientes: rechazo, abandono, humillación, traición o injusticia Para ocasionar un desequilibrio mental tan grande como la depresión y la psicosis maniaco-depresiva, el dolor tuvo que ser vivido en aislamiento. Esta persona no tuvo con quien hablar en su infancia, alguien que escuchara sus preguntas y sus angustias. Tampoco aprendió a confiar en los demás, bloqueó sus deseos y se replegó finalmente sobre sí misma, mientras aumentaba su sentimiento de rencor o de ira.

En general, la persona depresiva no quiere ayudarse ni pedir ayuda, por lo que quienes la rodean son los que intentan resolver su problema. Si eres uno de ellos, te sugiero que seas muy firme con ella y le digas que nadie en el mundo puede sacarla adelante de manera definitiva, excepto ella misma.
Lo más importante es que acepte que su estado depresivo le ocasionó el gran dolor que sufrió su SER en la infancia. Rechaza lo que ES. La herida más común es el rechazo o el miedo a ser rechazada. Esta persona debe admitir que aun cuando haya sido rechazada en la niñez, ello no quiere decir necesariamente que su padre o su madre no la quisieran. El padre que rechaza a su hijo seguramente fue rechazado cuando era niño y todavía se rechaza a sí mismo. Sentir compasión por ese padre y perdonarlo es el inicio del camino hacia la cura.

Después, la etapa más importante es perdonarse a sí mismo por haber querido tanto a ese padre. A continuación, lo único que resta es expresarle a ese padre lo que sintió sin ninguna acusación de por medio. Es muy humano albergar rencor o ira cuando se es niño y se sufre intensamente en el aislamiento. Por otro lado, sugiero que esta persona tome la decisión de reconocer su propio valor. Si le resulta difícil, puede pedir a quienes les conocen bien que le digan lo que ven en ella.

Por otro lado, si la persona depresiva tiene ideas suicidas, sucede que alguna cosa en ella quiere morir para poder dejar lugar a lo nuevo. Confunde la parte de ella que quiere morir con ella misma.
La depresión implica una profunda tristeza interior, una acumulación de emociones inhibidas provocando un conflicto entre el cuerpo y la mente. Esta enfermedad está conectada con un suceso señalado de mi vida. La depresión se traduce por desvalorización y culpabilidad que me corroen por dentro. Si soy depresivo, me siento miserable, menos que nada. Vivo en el pasado constantemente y tengo dificultad en salir de él. El presente y el porvenir no existen. Es importante efectuar un cambio ahora en mi modo de ver las cosas porque ya no es como antes. Ladepresión frecuentemente es una etapa decisiva en mi vida (por ejemplo: la adolescencia) porque me obliga a volver a cuestionarme.
 Quiero a toda costa tener una vida diferente. Estoy trastornado entre mis ideales (mis sueños) y lo real (lo que sucede), entre lo que soy y lo que quiero ser. Es un desequilibrio interior (quizás químico y hormonal) y mi individualidad es irreconocible. Me siento limitado en mi espacio y voy perdiendo despacio el sabor de vivir, la esencia de mi existencia. Me siento inútil. En otras palabras, la depresión tiene en su origen una situación que vivo frente a mi territorio, es decir lo que pertenece a mi espacio vital, sean personas (mis padres, mis hijos, mis amigos, etc.) animales (mi perro, mis peces, etc.) o cosas (mi trabajo, mi casa, mis muebles, etc.). El conflicto que vivo puede estar vinculado a un elemento de mi territorio que tengo miedo de perder: a una pelea que tiene lugar en mi territorio y que me molesta (por ejemplo: las peleas entre hermanos y hermanas). He aquí expresiones que revelan cómo me puedo sentir: “¡Me ahogas!”, “¡Me chupas el aire!”; “¡Aire!”. A veces también, ciento dificultades en delimitar o marcar mi espacio, mi territorio: ¿Qué es lo que me pertenece en exclusividad y qué es lo que pertenece a los demás? Las personas depresivas frecuentemente son permeables a su entorno. Siento todo lo que sucede alrededor de mí y esto incrementa mi sensibilidad, de aquí un sentimiento de limitación y la impresión de estar invadido por mi entorno. Así, abandono porque encuentro la carga demasiado pesada, ya no tengo el gusto de vivir y me siento culpable de ser lo que soy. Incluso puedo tener tendencia a la auto – destrucción. También puedo tener “necesidad de atención” para ayudarme a valorizarme; la depresión se vuelve en este momento, un medio inconsciente para “manipular” mi entorno. 
La risa ya no forma parte de mi vida. Poco importa la razón, compruebo ya ahora la causa o las causas subyacentes a mi estadodepresivo. ¿Viví yo una presión de joven? ¿Cuáles son los acontecimientos señalados vividos en mi infancia que hacen que mi vida parezca tan insignificante? ¿Es la pérdida de un ser amado, mi razón de vivir o la dirección de mi vida que ya no consigo ver? Huir la realidad y mis responsabilidades no sirve de nada (por ejemplo: suicidio) por más que esto parezca ser el camino más fácil. Es importante constatar las responsabilidades de mi vida porque necesitaré otra cosa que antidepresivos para hacer desaparecer la depresión: debo ir a la causa. A partir de ahora, comprendo que soy un ser único. Tengo valores interiores excepcionales. Puedo retomar el control de mí – mismo y de mi vida. Tengo elección de “soltar” o de “luchar”. Tengo todo lo necesario para cambiar mi destino. Responsabilizándole, adquiero más libertad y mis esfuerzos están recompensados.

CUELLO y su relación emocional

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El cuello es una parte muy importante del cuerpo que une la cabeza al resto del organismo y, en el sentido metafísico, el cuerpo espiritual con el material. El dolor de cuello se manifiesta cuando la persona mueve la cabeza en cierta dirección. Si la rigidez es intensa, se llama tortícolis.

Como el cuello es una de las partes flexibles del cuerpo, todo problema en él denota inflexibilidad en la persona que lo padece. Esta persona no quiere hacer frente a una situación porque no la puede controlar como quisiera. Tiene miedo de ver o de escuchar lo que pasa a su espalda, del mismo modo en que la rigidez en su cuello le impide girar la cabeza hacia atrás. Hace como que la situación no le molesta, pero en realidad siente muchas emociones.

La presencia de este padecimiento te indica que la razón por la cual no quieres hacer frente a la situación no es buena para ti. Esta actitud mental te lleva a ponerte rígido y no te ayuda a encontrar una solución. Si tienes miedo de lo que pueda pasar a tus espaldas, date cuenta de que este temor es producto de tu imaginación y no de la realidad. Te sugiero que hables con la persona o personas involucradas y las expreses al mismo tiempo lo que crees y lo que temes.

Para más datos, observa si la rigidez de tu cuello te impide mover la cabeza para decir sí o no. Si te es difícil moverla para decir sí, la razón por la cual te impides decírselo a alguien o a una situación dada no es válida. Descubre el temor que te impide decir sí. Te sugiero que después verifiques con la persona relacionada si tu temor está justificado realmente. En resumen, si el dolor te impide decir sí, tu cuerpo te dice que lo mejor para ti es decir sí. Te dice que tu terquedad, tu inflexibilidad, te perjudica mucho más de lo que te ayuda en la situación que vives. Si lo que se te dificulta es decir no, sigue el mismo procedimiento.

El cuello es la parte del cuerpo que soporta la cabeza. Este nexo entre el cuerpo y la mente es también el puente que permite a la vida manifestarse, es la expresión viva, el que autoriza el movimiento más fundamental. Representa la flexibilidad, la adaptabilidad y la dirección anticipada. Es multi – direccional y amplia mi visión exterior del universo. Lo puedo ver todo alrededor mío y, gracias a la flexibilidad de mi cuello, puedo mirar una situación bajo todos los ángulos (delante, atrás…). Mi punto de vista se vuelve más objetivo. Un cuello en buena salud me permite tomar las mejores decisiones. Todo lo que da la vida pasa por el cuello: el aire, el agua, los alimentos, las circulaciones sanguínea y nerviosa. Une la cabeza con el cuerpo y permite la libre expresión de sí, la palabra viva (voz) y el amor. 
El cuello separa pues lo abstracto de lo concreto, lo material de lo espiritual. Es importante mantener mi cuello en buena salud porque me permite ver lo que me rodea con una menta abierta, dejando de lado cualquier forma de obstinación y estrechez mental (cuello rígido). Ya que la garganta se sitúa en el nivel del cuello, si tengo dificultad en tragar mis emociones, si las “reprimo”, esto puede crear una tensión en el nivel de mi cuello en donde se halla el centro de energía de la comunicación. Al corresponder el cuello a la concepción, también representa mi sentimiento de pertenencia, mi derecho de estar en esta tierra, dándome así un sentimiento de seguridad y de plenitud.

EL MASAJE CON PINDAS

pindas
Masaje Pinda Sweda nutritivo ( con arroz, hierbas medicinales y leche):
Proporciona un efecto nutritivo en el organismo, por lo que está indicado en casos de delgadez extrema (emanciación).

Trata el envejecimiento prematuro. Terapia de calor relajante, reequilibrante y desintoxicante, especialmente indicada en casos de rigidez e inflamación articular.
 En función del Dosha regente (Pitta, Vatta o Kapha) el masaje aromático te dará la calma o la energía que buscabas.

Relación Emocional: El Dolor

dolor

Cualquier sea el dolor, está vinculado a un desequilibrio de orden emocional o mental, a un sentimiento profundo de culpabilidad o de pena
Es una forma de angustia interna y, al sentirme culpable de haber hecho algo, de haber hablado o incluso de haber tenido pensamientos “malsanos” o “negativos”, me castigo manifestando inconscientemente un dolor de intensidad variable. 
La pregunta por plantear es: ¿Soy realmente culpable? ¿Y de qué? El dolor vivido actualmente sólo disimula la causa verdadera: la culpabilidad. Mis pensamientos son muy poderosos y debo mantenerme abierto para identificar bien estas culpabilidades. No debo evitarlas, sino afrontarlas, porque son miedos que deberé integrar pronto o tarde. El dolor en los huesos indica que la situación me afecta en lo más hondo de mi ser, mientras que en los músculos, es más undolor de nivel mental. El dolor me “conecta” instantáneamente y me obliga a sentir lo que sucede en mi cuerpo. 
En un sentido, es positivo porque  me permite “conectarme” conmigo mismo, como alma y de volverme consciente. Cuando el dolor es crónico, esto significa simplemente que, desde la aparición del dolor, no me he encarado con la verdadera causa de este dolor
Cuanto más tardo en tomar consciencia de él, más vuelve regularmente el dolor hasta hacerse “crónico”. Es importante que acepte comprobar el origen de mi dolor y que me mantenga abierto para resolver la verdadera causa de mi dolor. El lugar donde está ubicado el dolor me da indicaciones sobre la auténtica causa de éste.

TELEPATÍA NO ES MAGIA NI PODERES OCULTOS

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La telepatía ha sido comprobada científicamente,¿por qué seguimos sin aceptarla como una realidad?
Repetidos experimentos, avalados por numerosos científicos, han comprobado la existencia de fenómenos de percepción extrasensorial; sin embargo, la corriente principal de la ciencia sigue rechazando a la telepatía, acaso víctima de un nuevo dogma, avatar de una estrecha visión religiosa.
La ciencia lleva la voz dominante de lo que es real en nuestra cultura. Su método de obtención de conocimientos, aparentemente objetivo y riguroso, se ha erigido como el más efectivo dentro de nuestro paradigma sociocultural. Sin embargo, como antes la religión, que tanto criticó, la ciencia ha construido una autoridad oficial que en ocasiones legisla a través del dogma.
Un caso que parece demostrar lo anterior es el de la telepatía o la percepción extrasensorial (ESP, en inglés). Como bien muestra Chris Carter, maestro por la Universidad de Oxford, en un reciente ensayo, existen numerosas pruebas científicas que comprueban la existencia de la telepatía y sin embargo ésta es considerada como una aberración del pensamiento mágico insuperado por las conciencia primitivas que merodean las afueras de los laboratorios y las universidades.
Este prejuicio que pende sobre lo mal llamado “paranormal” tiene un larga historia, adoptado incluso por científicos tan reconocidos como Einstein, quien llamó despectivamente al fenómeno que hoy conocemos como entrelazamiento cuántico “spooky action at a distance” (“acción fantasmagórica a distancia”).
Carter traza la historia del sesgo (paradójicamente) irracional que existe en contra de la telepatía que recurrentemente se manifiesta en la ciencia. Por ejemplo, recientemente el famoso psicólogo escéptico Richard Wiseman admitió que la evidencia que se tiene de la telepatía es tan buena que “para los estándares de cualquier otra área de la ciencia está comprobada”. Carter trae a colación que esto viene sucediendo desde décadas atrás. El psicólogo Donald Hebb escribió en 1951:
¿Por qué no aceptamos la percepción extrasensorial como un hecho psicológico? Rhine ha ofrecido suficiente evidencia para convencernos en casi cualquier otra cuestión. Personalmente, no aceptó la percepción extrasensorial porque no hace sentido. Mi criterio externo, tanto de física como de fisiología, dice que la la percepción extrasensorial no es un hecho pese a la evidencia de que ha sido reportada. No puedo ver que otra base tienen mis colegas para rechazarla. Rhine puede acabar estando en lo correcto, improbable como pienso que es, y mi propio rechazo de esta perspectiva es –en el sentido literal– prejuicio.
Cuatro años después George Price publicó un artículo en la prestigiosa revista Science:
Los creyentes en los fenómenos psíquicos… parecen haber dado con una decisiva victoria y virtualmente silenciado a la oposición. La victoria es el resultado de cuidadosa experimetación e inteligente argumentación. Docenas de experimentadores han obtenido pruebas positivas de percepción extrasensorial en experimentos, y los procedimientos matemáticos han sido aprobados por los más destacados estadísticos… Contra esta evidencia, casi la única defensa que le queda al científico escéptico es la ignorancia.
George Price, del departamento de medicina de la Universidad de Minnesota, sin embargo, dijo que ya que la parapsicología y la ciencia moderna son incompatibles se debía rechazar la telepatía –como si el edificio de la ciencia moderna hubiera sido construido con oro solido y nada pudiera mancillarlo o derribarlo (o todo aquello que amenazara con hacer esto debería de ser marginado).
Los anteriores ejemplos muestran claramente que los escépticos consideraban que si la telepatía fuera un campo de investigación como los otros que investiga la ciencia, ya habría sido aceptada como una realidad. Sin embargo, por ser un caso especial se requiere “evidencia extraordinaria”. Pero esta evidencia extraordinaria contrasta con la experiencia ordinaria de miles y miles de personas que viven la telepatía como algo común en sus vidas cotidianas.
Curiosamente, según un par de encuestas citadas por Carter, incluso los físicos se inclinan en más de un 50% a creer que la telepatía existe, pero los psicólogos se inclinan a negar esta posibildad.
Una de las principales razones por las que los científicos se oponen a la telepatía, pese a las pruebas experimentales, es que supuestamente, en palabras de Richard Dawkins “pone de cabeza las leyes de la física”. Pero esto, según Carter, en realidad solo aplica a la física clásica, y no a la física cuántica actual. No ocurre una contradicción con el modelo de la física cuántica actual, en el que partículas subatómicas exhiben una conexión instantánea a distancia, lo que se conoce como entrelazamiento cuántico, repetidas veces probado en el laboratorio desde el seminal experimento de Alain Aspect en 1981.
En el esfuerzo de entender cómo funciona la telepatía desde un modelo científico es interesante revisar el trabajo de Rupert Sheldrake, quien no sólo ha realizado experimentos midiendo la telepatía humana y animal, sino que ha establecido una base teórica para entender la percepción extrasensorial, particularmente la transmisión psíquica de información a distancia. Sheldrake ha observado indirectamente la existencia de lo que llama “campos mórficos” o “campos morfogenéticos”, los cuales almacenan la memoria de una especie incorpóreamente. Sheldrake sugiere que los seres vivos entran en un estado de resonancia con estos campos –o con otros miembros de su especie– y de esta forma reciben información puntual a distancia.
Quizás sería bueno recordarles a algunos científicos como las creencias religiosas en su momento fueron el enemigo principal del conocimiento… como la creencia en general va en detrimento de la inteligencia. Ya que su creencia en un modelo del mundo les impide observar sin filtros los datos experimentales que se contraponen a su visión de cómo son las cosas (una visión que es más un cómo deberían de ser las cosas). Todos proyectamos nuestros pensamientos y creencias en el mundo, pero supuestamente la ciencia estaba libre de esto. Una ciencia que por otro lado ha descubierto que esa proyección, ese acto de observación con un instrumento, modifica la realidad observada

La ley de la atracción

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Siempre estamos atrayendo aquello en lo que nos enfocamos a cada momento, una manera de atraer amor es enfocarte en el amor que ya existe a tu alrededor.

Llegas a ser aquello en lo que más piensas, pero también atraes aquello en lo que más piensas.
NO pienses en lo que no quieres, ni divagues acerca de las cosas que han sucedido en el pasado, porque si solamente piensas en todas las cosas malas que te han sucedido, o en las cosas malas que piensas que te van a suceder, entonces solamente conseguirás más de esas cosas malas que no quieres que sucedan.
No es aceptable pensar cosas como, “No quiero que esto suceda..” o, “Esto NO sucederá” o “Esto está pasando ahora, pero no va a suceder nunca más..”. 
Diciendo estas cosas no estás alejando a las malas circunstancias, o impidiendo que sucedan. En todo caso, estás atrayendo esas circunstancias a tu vida. La ley de la atracción NO ve que NO QUIERES eso, sólo sabe que estás pensando en eso, y por la ley de la atracción te dará lo que sea que estés pensando.

Tus sentimientos causan tus pensamientos. Esta es la parte más difícil de entender para la mayoría de gente. Es increíblemente difícil aprender cómo usarlo, pero no es imposible y vale la pena. Justo como se acaba de mencionar, este paso es el más difícil de aprender para la gente, pero también es la parte más importante. Aplicar la ley de la atracción a tu vida no tendrá éxito si no sabes cómo transformar tus sentimientos negativos a sentimientos positivos.

Si sientes emociones buenas como felicidad, amor, excitación, gratitud, pasión, alegría, esperanza, y satisfacción, entonces tus pensamientos serán positivos y te sucederán cosas positivas. Pero si sientes emociones malas como la furia, el miedo, el resentimiento, la depresión, el odio, la venganza y la culpa, entonces tus pensamientos serán negativos y te sucederán también cosas negativas.
Si estás sintiendo esas emociones buenas y positivas y algo negativo te sucede, entonces serás capaz de controlar tus emociones y no dejar que esa situación negativa que ha sucedido las afecte. Nadie te puede dar la respuesta de cómo puedes controlar tus emociones y mantenerlas positivas. Tienes que aprender a hacerlo por ti mismo, porque será diferente para cada uno.

Por ejemplo: en la mañana, si empiezas teniendo un buen día y siempre que no permitas que NADA cambie ese sentimiento o humor, entonces continuarás atrayendo más situaciones, circunstancias y gente que preserven ese sentimiento feliz. Lo mismo sucede si te despiertas de mal humor. Si empiezas teniendo un mal día y no alteras tu humor, entonces solo atraerás más situaciones, circunstancias y personas malas e infelices.
Lo que se va a decir es muy importante, y necesitas entenderlo plenamente. La forma en que sientes lo es todo. Es la clave para aplicar a ley de la atracción. Si lo que deseas es estar saludable, debes sentir que YA estás saludable. No deseando estar saludable o esperando algún día estar saludable, sino realmente sentir como si YA estuvieras saludable, incluso si no lo estás. Tienes que continuar pensando y sintiendo de esta forma todo el tiempo. Tienes que comprometerte con el sentimiento de estar ya saludable. Si no te comprometes con eso, entonces será un desperdicio de tiempo y nada cambiará.
Si lo que deseas es algo tangible como un carro nuevo, entonces tienes que sentir como si ya lo tuvieses. No deseando ser el dueño de un carro o esperando que algún día puedas tener ese carro, sino realmente sintiendo como si ya lo tuvieses, aún cuando no lo tengas. Tienes que continuar pensando y sintiendo de esta forma todo el tiempo. Tienes que comprometerte con el sentimiento de que ya posees ese nuevo carro. Si no te comprometes, será un desperdicio de tiempo y puede que acabes volviendo a desear y esperar tener ese carro y nunca hacer nada respecto a eso.

Una vez que te hayas dado cuenta que la forma en que sientes lo es todo y empieces a dirigir tus pensamientos basado en como te sientes, poco a poco puedes encontrar el lugar para el sentimiento de lo que deseas y se manifestará en tu experiencia.

Empieza a hablar acerca de lo que quieres con otros e involúcralos en tu sueño, tu deseo, tu necesidad. Empieza a hablar como si eso que deseas ya estuviera llegándote, o que ya fuera parte de tu experiencia.
Recuerda “Yo soy…” es una oración poderosamente creativa. Es una declaración. Una declaración empieza el proceso de creación. Asegúrate de que lo que sea que sigue al “Yo soy” es realmente lo que quieres en el ahora y perpetuarse en el futuro. También, formula tu oración concisa y precisa. No le agregues a lo que quieres todas las razones por las que no puedes tenerlo (por ejemplo, “Quiero tener un carro nuevo, pero no puedo pagarlo). En lugar de hacer esto, simplemente di lo que quieres (“Quiero un carro nuevo”) sin usar el “no”, el pero, el porque. Simplemente di lo que quieres.

Lleva a cabo acciones llenas de inspiración que te alinean a ti con lo que quieres. Si quieres un nuevo trabajo, uno que te satisfaga más, más emocionante, con mejor salario, pensar en eso o hablar de eso no te hará conseguirlo. DEBES tomar acciones que le digan al Universo que tú quieres ese trabajo. Empieza buscando activamente. Establece contactos. Habla sobre lo que tú quieres en un trabajo. Dile a tus amigos y familiares lo que estás haciendo. Apoya tu deseo con acción. La manifestación de lo que quieres viene mucho más rápida y completamente cuando se apoyan tus palabras. Apóyate en tu integridad. Haz lo que dices que vas a hacer. Muestra al Universo que eres un creador poderoso SIENDO lo que dices que quieres ser.

Articulaciones y su relación emocional

articulaciones
Una articulación es una parte del cuerpo en la cual se reúnen dos o varios huesos permitiendo un movimiento adaptado (los huesos del cráneo juntados entre sí, se consideran generalmente como articulaciones inmóviles) a la anatomía del cuerpo humano (sinónimo: junta, unión, juntura).
La articulación representa la facilidad, la movilidad, la adaptabilidad y la flexibilidad, dando al movimiento gracia y fluidez. Todas estas cualidades simples son posibles con una articulación en perfecto estado. Sin embargo, ella también tiene sus límites. Ya que el hueso representa la forma de energía más “densa”, la más fundamental de mi existencia, los problemas articulares están implicados en todas las componentes fisiológicas del cuerpo humano (tejido, sangre, etc.). Así es que un trastorno articular indica una resistencia, cierta rigidez en mis pensamientos, en mis acciones o en la expresión de mis emociones frecuentemente inhibidas. Una inflamación se produce si tengo miedo de ir hacia delante: me vuelvo incapaz de moverme, tengo dificultad en cambiar de dirección, juego el juego del desapego emocional, no actúo con espontaneidad, dudo o rehúso abandonarme a la vida y hacer confianza.
Cuando tengo dolor o dificultad en moverme, mi cuerpo expresa que no quiero comprender (o aceptar comprender) algo que me limita en la expresión del Yo. Con relación a mi rigidez para comprender, mirando la parte del cuerpo afectada, puedo activar el proceso que consiste a aceptar que tengo algo que comprender. Por ejemplo, las muñecas, los codos, los hombros o las manos dolorosos indican que debo cesar alguna acción o algún trabajo. Quiero replegarme sobre mí – mismo (codos) porque estoy cansado o harto de hacer lo que estoy haciendo o de ser lo que soy: ya no quiero ser responsable (hombros).
 Las caderas, las rodillas y los pies (miembros inferiores) indican que ya no deseo seguir la vida con las dificultades que comporta. Debo recordarme que la atención sobre un solo y mismo lugar (es decir fijar inconscientemente la energía o la emoción en una sola articulación) puede hacer cristalizar esta energía e inmovilizar la articulación. En este caso, el proceso de aceptación al nivel del corazón es esencial para integrar la toma de consciencia con relación a esta enfermedad y así liberarse de ella. Una juntura es un lugar en el cual dos huesos se encuentran. Una dolencia o una enfermedad referente a ésta revela una inflexibilidad con relación a mí- mismo o hacía una persona o una situación.
Puedo encontrar el aspecto de mi vida hacía el cual necesito mostrarme más flexible mirando cuál parte de mi cuerpo está afectada. ¿Son las junturas de mis dedos, de mis muñecas, de mis tobillos, etc.?

ARTICULACIONES – TORCEDURA.

Las torceduras se encuentran al nivel de una u otra de mis articulaciones y se deben a una lesión de los ligamentos de una de éstas. Las articulaciones representan la flexibilidad y mi capacidad a doblarme a las diferentes situaciones de mi vida. La muñeca y el tobillo son la expresión de la energía, justo antes de que se manifieste en lo físico. La torcedura me indica que aplico los frenos.
Resisto o vivo inseguridad frente a la dirección que tomo (tobillo) o en lo que hago (muñeca) actualmente o lo que podría hacer en una nueva situación. Vivo culpabilidad y quiero castigarme porque resisto. Vivo una tensión mental que ya no puede tolerarse.
Dependiendo de mi grado de resistencia, ira, culpabilidad o tensión mental, tendré una torcedura benigna también llamada esguince, en la cual los ligamentos simplemente están distendidos, o una torcedura grave, en la cual los ligamentos están rotos o arrancados. Tomo consciencia de lo que hacía y sentía en el momento en que sucedió.
 Puedo preguntarme: ¿Estoy a punto de hacer algo a lo cual sería mejor renunciar? ¿Me causa tensión o una real angustia el modo en que trato la situación? ¿Estoy sentado en una base inestable y molesta mentalmente? Acepto tomar el tiempo de volver a orientarme o de hacer los cambios necesarios para que pueda estar bien en mi piel e ir hacia delante libremente. Acepto la presencia de esta torcedura para llevarme a hacer cambios. Si la aceptación está hecha, la curación será rápida y total. Pero si, porque ahora no puedo andar o lo puedo hacer muy poco, me desvalorizo y me siento inútil y “bueno para nada”, la curación será mucha más larga.
Por esto tengo ventaja en ver esta situación (la torcedura y lo que implica) de un modo positivo y constructivo.

Articulaciones y su equivalente emocional: TOBILLOS


tobillos
El tobillo es una parte del cuerpo muy flexible y móvil. Sirve para sostener el cuerpo y, por su posición física, sufre grandes presiones. Es una especie de puente, nexo entre yo y la tierra. Es a causa de ella si estoy conectado a la tierra en el suelo, si la energía espiritual viaja desde arriba hacía bajo y viceversa, si estoy en contacto con la tierra – madre. También es el lugar en el cual expreso mi capacidad de adelantar, de levantarme y de mantenerme de pie, estable y anclado.
El tobillo ejecuta los cambios de dirección y, por consiguiente, representa mis decisiones y mis compromisos que se toman teniendo en cuenta mis creencias y mis valores. Cualquier herida o dolor en los tobillos está vinculado con mi capacidad en mantenerme flexible, mientras voy cambiando de dirección. Si tengo miedo de lo que deriva, si soy inflexible frente a una decisión que tomar, si voy demasiado de prisa sin reflexionar, si tengo miedo de mis responsabilidades presentes o futuras, si tengo la sensación de ser inestable, corro el riesgo de frenar la energía en mis tobillos.
Según la intensidad del bloqueo de energía y de mi cierre al flujo de vida, puede resultar un esguince, una torcedura o una fractura. No puedo tenerme en pie sin mis tobillos. Quizás deba apoyarme en nuevos modos de ver las cosas, nuevos “criterios” que son más abiertos y flexibles. Toman cuidado de mí y de mi ser interior, me soportan en la vida. Si un tobillo cede o se rompe, ya no tengo base sólida, necesito cambiar de dirección, vivo un conflicto mental. Mi tobillo ya no puede soportarme y es el cuerpo entero que cede físicamente. En cierto sentido, mi vida se derrumba también, pero es más la imagen de que hay algo que no va en vez de un derrumbe real de la persona. Referente a la torcedura, el tobillo torcido, es la energía que se “tuerce” en el tobillo y mi estructura de soporte está deformada.
Ya no hay nada claro y definido. Cuando estoy confrontado a algo muy profundo, un cambio obligado para mi estar – mejor, se manifiesta la ruptura o fractura. Verdaderamente, debo cambiar de orientación. Están en juego mi honor, mi seguridad, mi objetivo y mi orientación en la vida.
Poco importa la dolencia, el período de inmovilidad que sigue, permite a mi cuerpo y a mi ser interior integrar adecuadamente el aspecto de mi vida que debo cambiar y permite también a la maravillosa transformación que sigue para mí de instalarse! Acepto la vida y todo lo que ella pone en mi camino. Esto me ayudará a abrazar la vida del buen lado!