lunes, 11 de agosto de 2014

Articulaciones y su equivalente emocional: TOBILLOS


tobillos
El tobillo es una parte del cuerpo muy flexible y móvil. Sirve para sostener el cuerpo y, por su posición física, sufre grandes presiones. Es una especie de puente, nexo entre yo y la tierra. Es a causa de ella si estoy conectado a la tierra en el suelo, si la energía espiritual viaja desde arriba hacía bajo y viceversa, si estoy en contacto con la tierra – madre. También es el lugar en el cual expreso mi capacidad de adelantar, de levantarme y de mantenerme de pie, estable y anclado.
El tobillo ejecuta los cambios de dirección y, por consiguiente, representa mis decisiones y mis compromisos que se toman teniendo en cuenta mis creencias y mis valores. Cualquier herida o dolor en los tobillos está vinculado con mi capacidad en mantenerme flexible, mientras voy cambiando de dirección. Si tengo miedo de lo que deriva, si soy inflexible frente a una decisión que tomar, si voy demasiado de prisa sin reflexionar, si tengo miedo de mis responsabilidades presentes o futuras, si tengo la sensación de ser inestable, corro el riesgo de frenar la energía en mis tobillos.
Según la intensidad del bloqueo de energía y de mi cierre al flujo de vida, puede resultar un esguince, una torcedura o una fractura. No puedo tenerme en pie sin mis tobillos. Quizás deba apoyarme en nuevos modos de ver las cosas, nuevos “criterios” que son más abiertos y flexibles. Toman cuidado de mí y de mi ser interior, me soportan en la vida. Si un tobillo cede o se rompe, ya no tengo base sólida, necesito cambiar de dirección, vivo un conflicto mental. Mi tobillo ya no puede soportarme y es el cuerpo entero que cede físicamente. En cierto sentido, mi vida se derrumba también, pero es más la imagen de que hay algo que no va en vez de un derrumbe real de la persona. Referente a la torcedura, el tobillo torcido, es la energía que se “tuerce” en el tobillo y mi estructura de soporte está deformada.
Ya no hay nada claro y definido. Cuando estoy confrontado a algo muy profundo, un cambio obligado para mi estar – mejor, se manifiesta la ruptura o fractura. Verdaderamente, debo cambiar de orientación. Están en juego mi honor, mi seguridad, mi objetivo y mi orientación en la vida.
Poco importa la dolencia, el período de inmovilidad que sigue, permite a mi cuerpo y a mi ser interior integrar adecuadamente el aspecto de mi vida que debo cambiar y permite también a la maravillosa transformación que sigue para mí de instalarse! Acepto la vida y todo lo que ella pone en mi camino. Esto me ayudará a abrazar la vida del buen lado!

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