martes, 22 de diciembre de 2009

NECESITAMOS DE TI


Buenas tardes:

A todos ustedes quienes leen mi blog dia a dia y tienen la posibilidad de ir aprendiendo de èl enseñanzas y temas relevantes para ti y para evolucionar como persona y tener un conocimiento muy bueno, te invito a que ayudes a que la pagina siga creciendo y tambien la posibilidad de crear una revista para poder repartir en los hogares la enseñanza Espirita, pero para eso como en todos lados se necesita colaboracion y dinero, lo que os pido es solamente una pequeña ayuda monetaria para poder el 2010 llevar acabo nuestro proyecto, y poder asi seguir creciendo y enseñar mas y mas a todos, ya que en estos tiempos son tantas las personas que necesitan de la verdadera palabra y de las enseñanzas de la doctrina.

Es muy sencillo ayudar, solo tienes que enviar una pequeña ayuda a CUALQUIERA de estas tres cuentas de banco.

a la cuenta: 27060014251
tipo de cuenta: AHORRO G.DIFERIDO PESOS UNIPERSONAL
Banco: Banco Estado de Chile.
Pais: Chile
Persona: Nicolas Benedetti A. rut: 16060559-6


a la cuenta: 00167810233
tipo de cuenta: AHORRO JOVEN
Banco: Banco Estado.
Pais: Chile
Persona: Nicolas Benedetti A. rut: 16060559-6

a la cuenta: 32962278190
tipo de cuenta: AHORRO G.INCOND.PESOS UNIPERSONAL
Banco: Banco Estado de Chile.
Pais: Chile
Persona: Carlos Villarroel M. Rut: 15361938-7

UNA PEQUEÑA AYUDA PARA PODER SEGUIR SURGIENDO Y PODER AYUDAR A MUCHOS, GRACIAS. QUE TENGAS UNA MUY FELIZ NAVIDAD.

ATTE.
CORDINADOR PAGINA.

Dimensiones


Todos los antiguos calendarios y profecías de nuestros ancestros hablan de una nueva Edad de Oro. Una época donde la potencialidad humana será expandida permitiéndonos manejar cualidades psíquicas, una consciencia mayor a la que actualmente tenemos y un entorno donde la armonía y el amor serán predominantes.
Este despertar ya esta sucediendo y se manifiesta a diario en nuestras vidas. No solo estamos despertando nosotros sino que todo el planeta esta evolucionando a octavas vibratorias superiores. Como todo proceso de cambio muchas veces lo percibimos, mientras lo transitamos, como algo traumático, para luego darnos cuenta en el tiempo, del significativo crecimiento que este nos trajo.
El despertar esta asociado a la nueva conciencia también llamada conciencia crística o búdica, esta tiene que ver con el reconocimiento colectivo de nuestra esencia, con el saber que todos somos uno. El despertar dimensional ha llegado para quedarse.

¿Pero que son las dimensiones? ¿Qué significa el cambiar de dimensión?

Las dimensiones son los diferentes estados de la existencia que experimentamos durante el camino hacia el Ser Único. Es decir son los pasos evolutivos que el Ser decidió experimentar para regresar a la fuente divina. Todos los niveles dimensionales se encuentran en el aquí y el ahora, la diferencia es la longitud de su onda o frecuencia. Las dimensiones son frecuencias dentro de la cual vibramos, también son podríamos decir niveles de conciencia, son algo parecido a las bandas de radio con sus frecuencias y estaciones. Existen siete dimensiones perceptuales que se corresponden a la octava dimensional donde se encuentra la Tierra en estos momentos. Igualmente existen otras dimensiones que se corresponden a otras octavas vibratorias que se encuentran actualmente fuera de nuestra comprensión humana. Cambiar de dimension significa expandir nuestra conciencia, es famosa la historia del personaje animado que vivía en un papel y cuyo mundo era totalmente bidimensional o plano, asi su cerebro había aprendido que asi era su realidad formada por puntos y líneas sobre un inmenso plano blanco. Era Inconcebible para el pensar en objetos con volumen o tridimensionales. Asi es para nosotros un imposible desde nuestras creencias, pensar el realidades que no sean la conocida, ya que nuestro cerebro esta entrenado a percibir de una manera determinada. Entonces, cambiar de dimensión es expander nuestra forma de percibir la realidad, de ver las cosas. Ahora nos encontramos pasando a una realidad mas energetica, que se parece mas al mundo de los sueños y la imaginación. A pesar de que pienso que las clasificaciones son limitantes y lineales, que la realidad siempre las supera, me voy a basar en una clasificación para poder explicar las diferentes dimensiones, haciendo la salvedad de que estas siempre están interconectadas, y que forman parte de un sistema de intercambio dinámico radial y vibratorio.

La Primera dimensión es la encargada de convertir a la energía en materia, es la frecuencia basica de los átomos y las moléculas, por lo tanto es la dimension del microcosmos, es la frecuencia vibratoria de activacion del ADN . Se puede decir que maneja un nivel de consciencia elemental referido al cumplimiento de funciones, o sea una consciencia puntual, sabe como dirigirse de un punto a otro. Los minerales y el agua vibran en esta frecuencia, los minerales son el aspecto cristalino de la misma, el agua el aspecto liquido de la misma. Se encuentra en los fluidos y las corrientes electricas del cuerpo humano, activa el código génetico e impulsa energéticamente el sistema celular. Si tomaramos como metafora al ser humano para describir las dimensiones, podriamos decir que la primera dimensión la experimentamos en la etapa prefetal, donde somos un conjunto de potencialidades con un programa de division celular y mantenimiento de funciones. Todas las dimensiones funcionan a todas las escalas y las de esta octava son las mismas en todo el universo.

La Segunda dimensión es la frecuencia donde existen la mayoría de los animales y las plantas. Es tambien física e impulsa la identidad biológica. Es la vibración que mantiene la unión entre las especies, lo que se ha llamado el inconciente colectivo de las especies, es decir es la forma como se reconocen los animales de una misma especie para cumplir con sus funciones reproductoras. No posee diferenciación individual, ni autoreconocimiento. En este nivel de conciencia no hay referencia temporal espacial. La conciencia es lineal o bidimensional. A nivel geométrico se corresponde con las formas planas como el círculo, el cuadrado etc. Es la responsable de la variedad biológica y de todas las energías que se encargan de propiciarla como las fuerzas elementales de la naturaleza. Podemos tomar como ejemplo las bandadas de pájaros que actúan cordinandamente como un todo, o los cardúmenes de sardinas, ambos han sido objeto de estudio y se ha comprobado que actúan como un cuerpo conciente donde cada uno de los miembros mantiene una distancia matemática entre ellos y que solamente rompen la formación cuando son atacados por al Siguiendo la metafora del ser humano, la segunda dimensión se podría compara con la etapa fetal, flotamos siendo uno con el entorno, en un estado no egóico, sin referencia temporal/espacial.

La Tercera dimensión es donde existimos los seres humanos, también es física y el tipo de conciencia de esta vibración es volumétrica o tridimensional, a nivel geométrico se perciben formas como el cubo y la esfera y los sólidos platónicos. Hay una percepción lineal del tiempo y el espacio, con la capacidad de recordar el pasado, proyectar el futuro estando en el presente. Se basa en la polaridad y la ilusión de separación, en el desarrollo de la identidad individual y la perdida del sentido grupal. Esta es la frecuencia donde nos hacemos conscientes de nosotros mismos, desarrollamos el ego y creemos que estamos separados del todo. Es en esta dimensión donde nos percibimos más separados del todo que en ninguna otra, por lo tanto es aquí donde al Ser Único se le presentan mas retos de integración y crecimiento. En el ser humano comienza a partir del segundo año de vida, cuando el niño empieza a diferenciarse del entorno como individuo, a expresar sus deseos, a formar su ego. Es una etapa de aprendizaje muy importante, donde comienza la fragmentación. En tercera dimensión experimentamos un proceso de división del Ser que produce lo que llamamos personalidad. Es parte del trabajo de evolución el recoger y juntar todas las partes.

La Cuarta dimensión es la frecuencia donde regresamos a la conciencia de integración grupal, sin pérdida de la individualidad. Esta frecuencia ha sido llamada zona arquetipal o inconsciente colectivo, es el lugar donde residen los sentimientos, las emociones y los sueños. En esta dimensión percibimos el tiempo en oleadas cíclicas o en forma de espiral. Existe en un campo cuántico donde se presentan simultáneamente todas las alternativas y posibilidades. Es la frecuencia de la sincronicidad, la empatía y la telepatía. Es la ultima dimensión donde experimentamos con el cuerpo físico como vehículo de aprendizaje. En esta frecuencia percibimos la multidimensionalidad y nos damos cuenta de nuestra responsabilidad, al hacemos consciente que cada una de nuestras acciones afecta el todo. En estos momentos nos encontramos despertando a la conciencia de cuarta dimensión y la sentimos sobrepuesta sobre la tercera, por eso a nivel humano estamos pasando por la necesidad de compartir con grupos, revisar nuestras relaciones, buscar sanación y crecimiento con terapias. También es la causa del desmoronamiento de estructuras físicas, económicas y políticas por mucho tiempo establecidas, que ya no se corresponden con esta nueva vibración. Y cada vez vamos a ver más cambios a todos los niveles de aquello que no se corresponda con la nueva energía. El cambio dimensional es a todas las escalas, no solo lo estamos experimentando los seres humanos sino también la Madre Tierra y a una escala mayor toda la galaxia. El cambio dimensional no sucede de un día para otro sino por capas paulatinas de conciencia. Una vez que estemos alertas en la cuarta dimensión se abrirán suavemente las puertas a quinta y sexta. Aceptar la conciencia de cuarta dimensión es lo que se ha llamado el salto cuántico y es el paso más difícil del cambio dimensional ya que este implica un profundo cambio de creencias. La cuarta dimensión es el portal hacia la conciencia Crística. La conciencia Crística es aquella conciencia colectiva que se reconoce a si misma como Unidad.

La quinta dimensión es la frecuencia de la sabiduría y es totalmente pura energía. Es donde se encuentran los Maestros Ascendidos y los espíritus guías. En quinta experimentamos el fundirnos con el grupo de almas al cual pertenecemos vibracionalmente y al Ser superior o Multidimensional. Es la dimensión donde recordamos quienes somos y despertando nuestra sabiduría interna. Es en esta dimensión donde se experimenta la conciencia grupal que forma un solo Ser de mayores dimensiones. Es una frecuencia energética, no física. El tiempo es un continuo, solo existe el ahora eterno. Muchos de los seres que están en esa dimensión al contactarse con su sabiduría, escogen ser los guías espirituales de los que estamos en la dimensión física, como parte de su servicio en el proceso de evolución. Muchos de los seres canalizados hoy en día que se presentan como una conciencia de grupo están en quinta dimensión, así mismo cuando hacemos contacto con nuestro Yo Superior estamos viviendo una experiencia de quinta. Como es una dimensión de luz percibimos holográficamente y en formas lumínicas de una gran intensidad, muchas veces geométricas.

La diferencia entre quinta y sexta así como entre sexta y séptima no es tan evidente como la de cuarta y tercera, a partir de quinta las dimensiones se encuentran solapadas o fundidas y sus fronteras son difusas, esto es debido a que estamos hablando de energía y no de materia.

La sexta dimensión es la frecuencia que se ha llamado Crística o Búdica, porque es allí donde se llega el estado de remembranza total, donde se toma responsabilidad por el todo y se es el todo. Es un estado de conciencia compasiva, la famosa iluminación. Es el regreso a casa, al Ser Único. En sexta el proceso de evolución del Ser y el Todo se experimentan como Uno, es el lugar de la conciencia ilimitada y unificada. Esta frecuencia se manifiesta como individual y colectiva simultáneamente. La sexta dimensión es la creadora de las matrices morfogénicas que se manifiestan en otras dimensiones como tercera, segunda y primera. Estas matrices son las formas geométricas y las redes que llamamos geometría sagrada ,son los patrones geométricos de luz creadores de vida y responsables de su materialización.

La séptima dimensión es la frecuencia de la integración total, ya no quedan partes dispersas, la conciencia se experimenta multidimensionalmente, es decir se tiene conocimiento de las partes que alguna vez estuvieron desmembradas en el pasado con una nueva perspectiva de integración. Allí se encuentran los seres que están y son puro amor. Es una dimensión energética donde no existe la forma. Es la dimensión del reino angélico y las conciencias de luz pura.

Mas sobre la Cuarta Dimensión

Casi toda la información que nos llega sobre el tema de las dimensiones tiene origen en materiales recibidos por canales de entidades extraterrestres. Algunos de estos materiales coinciden en los términos y otros no.
Nos gustaría sin embargo puntualizar sobre alguno de los términos como es la definición de dimensión. Hasta ahora hemos llamado dimensión a un tipo de vibración o frecuencia que a su vez define una densidad física. Quiero introducir la idea de que en una densidad pueden existir muchas dimensiones. Algunos autores llaman entonces densidades a lo que anteriormente definimos como dimensiones. Otra forma de referirse a las mismas es con las siglas 3D o 4D.

El paso a 4D

Entonces el sistema de creencias que sostiene la 3D esta basado en concepto de separación, del tiempo lineal, de la fragmentación de la conciencia y de la realidad ilusoria, estas creencias han sido necesarias hasta ahora para la evolución humana .Pero como ya nos encontramos en transición hacia la 4D, estamos experimentando un proceso de integración que se manifiesta en forma cíclica. Cuando nos referimos a pasar es simplemente al hecho de hacer consciente esa otra densidad con su nuevo sistema de percibir y ver la cosas, porque en realidad no hay que ir a ningún lado, ya que todo esta en el presente, en el aquí y el ahora.

El despertar a 4D por lo tanto no es algo que se da de forma inmediata, es un proceso paulatino que se superpone. Habrá momentos en los cuales funcionemos con la conjunción de estos dos sistemas y otras donde prevalezca uno o el otro.

Cambio de frecuencia planetario y proceso de ascensión
En estos momentos a pesar de que la Tierra ya ha cambiado de frecuencia, nuestra conciencia no esta sincronizada todavía con la nueva energía.. Este es un proceso delicado, cuando la frecuencia terrestre y la de la conciencia humana no están en sincronía se produce una fricción temporaria, que de alguna manera explica los cambios bruscos que estamos viviendo a nivel global. Sin embargo, es solamente cuestión de tiempo, ya que el cambio esta programado genéticamente y la memoria celular conectada a la conciencia , está a la espera.
Esta transformación de la cual estamos hablando también se ha llamado proceso de ascensión. La ascensión es básicamente un cambio de una realidad a otra..Hay por lo menos tres escenarios posibles descritos para vivenciar la ascensión.
Un escenario es el que dice que durante la ascensión el cuerpo físico se hará cada vez mas luminoso y etéreo hasta disolverse en la nueva realidad, una suerte de nacimiento a la inversa., que al llegar a esa nueva dimensión seremos recibidos por nuestros padres de cuarta que serán nuestros guías y guardianes hasta la edad de dos años terrestres.
Otro es el que habla de la experiencia como resurrección, algo parecido a lo vivido por el Maestro Jesús, es decir que todos vamos a morir y resucitar con una versión menos densa del cuerpo físico.
Por último hay el que sostienen que vamos a ser evacuados por los hermanos mayores (extraterrestres) que esperan en los cielos en sus gigantescas naves nodrizas para llevarnos a la nueva dimensión, porque la vida en la Tierra se va a hacer imposible. Todos son escenario posibles, puede ser que nadie tenga la misma experiencia, que cada quien escoja su propia y única manera de transmutación y ascenso de acuerdo a su creencia y a su nivel de conciencia. Lo que si es cierto es que se trata de una verdadera metamorfosis.

Los cambios físicos
Mucho se ha hablado de los síntomas físicos que acompañan esta transformación y de las mas variadas alteraciones que desafían los diagnósticos médicos. Lo cierto es que cada quien escoge según sus creencias lo que le toca vivir. Mientras mas resistencia opongamos y ocultemos nuestra sombra, así proporcionalmente será nuestra dificultad de adaptación a las nuevas frecuencias vibratorias.
Una gran cantidad de energía lumínica entrando a nuestra atmósfera, explosiones solares intensas, cambios muy profundos en los ejes solares afectando nuestra magnetosfera, son las causas de estos cambios en nuestro cuerpo físico, que tienden a producir la transmutación necesaria para adaptarnos a esas nuevas energías. Algunos de los síntomas más comunes que nos indican que estamos cambiando nuestra estructura física y genética son:

1. Dolores de cabeza
2. Dolores erráticos en las articulaciones
3. Cambios en el sistema endocrino y el nervioso
4. Cambios en los hábitos alimenticios
5. Sensaciones de flujo de energía en el cuerpo
6. Palpitaciones y taquicardias.
7. Amplificación de los sentidos
8. Perdida de memoria
9. Sensación de desorientación
10. Cambios en la percepción del tiempo
11.Experiencias fuera del cuerpo
12. Sueños vívidos

Podríamos enumerar muchos mas, es uno de los temas mas interesantes y que nos esta enseñando a cambiar nuestras creencias sobre la enfermedad y a retomar nuestro poder sobre el cuerpo físico, muchas veces entregado a los otros por miedo e ignorancia.
Este grupo de síntomas finalmente sirven para recordarnos que estamos viviendo una transmutación para poder existir en una dimensión aunque física, menos densa

Las señales de que estamos en 4D
Hoy en día nos encontramos realmente con un pie en tercera y otro en cuarta. Pero ¿cuales son las señales que nos dicen que estamos acercándonos a esa transformación?
Una de las señales es el darnos cuenta de la sincronicidad. En realidad todo sucede en el presente y todo es sincrónico, pero existen ciertos eventos mas resaltantes que son como el timbre del despertador, que nos permiten el realizar conexiones entre las cosas. Por ejemplo: cuando pensamos en alguien y esta persona nos llama por teléfono o aparece de visita inesperadamente. O deseamos comer cierto tipo de comida y llega un amigo y nos invita a comer justamente lo que estábamos deseando. Anteriormente hablabamos de sueños vívidos y experiencias fuera del cuerpo, estos también son señales, unidos a las experiencias de bilocación, es decir la conciencia de encontrarnos en dos sitios simultáneamente o de omnilocación cuando nos sentimos tan expandidos que percibimos que estamos en muchas partes a la vez. Cambio en la percepción del tiempo, es el sentir una fluidez distinta , lo que llamamos tiempo fluido o circular, no lineal. Podríamos describirlo como cuando sentimos consecutivos a dos eventos distanciados en el tiempo. Ejemplo: Nos encontramos en un lugar donde habíamos estado hace un año y sentimos que no ha pasado casi tiempo entre una ocasión y la otra.. Pensamos en un evento del pasado y tenemos memorias tan vívidas como si hubiera sido ayer.
Otra de las señales es que sintamos la necesidad de reunirnos con personas afines a nuestro sentir, buscar sanarnos emocionalmente, hacer terapia o interesarnos por libros de temas espirituales, algo que antes nunca nos hubiéramos planteado, esto es parte de la energía de unión propia de la conciencia crística. La búsqueda interna y la exploración de nuestra razón de ser, el conocer cual es nuestro propósito también es señal de que estamos viviendo el cambio. Hay muchas otras señales que nos anuncian el cambio a 4D, pero se podría decir que la señal mas importante es nuestro cambio de percepción de la realidad con la conciencia de que no hay diferencia entre adentro y afuera.

Contactos ínterdimensionales
A medida que las dimensiones se fundan y nuestra percepción de la realidad cambie, el contacto con seres que habitan en otras dimensiones se hará cada vez mas frecuente. Es parte de la conciencia de unidad.
Un ejemplo hermoso y milenario, que ha sido una forma de comunicación interdimensional usada por nuestros antepasados aborígenes, es la de comunicación con las diferentes especies biológicas y minerales. Es decir cada vez es mas común que las personas sintamos empatía o que soñemos con alguna planta o animal, que nos sintamos atraídos por los cristales y rocas descubriendo sus cualidades y simbología.. En el universo de la cuarta dimensión los especies tiene una connotación simbólica que nos enseña cualidades de nosotros mismos, es decir en el mundo arquetípico cada ser tiene una frecuencia afín o disonante con nosotros que muestra algún aspecto de nuestra multidimensionalidad. El reconocimiento de esta vibración es parte de la sincronicidad positiva propia de las nuevas dimensiones.
Otra forma de comunicación interdimensional es la de los contactos con seres extraterrestres. Mucho se ha hablado sobre este tema. Hoy en día se han clasificado las formas de contacto en: avistamiento de naves a distancia, avistamiento de naves en la cercanía, contacto directo físico con seres, el contacto telepático y la canalización de seres.
También se ha descrito con quien hacemos contacto, sin ser exhaustivos, los contactos puede ser con nuestros yo futuros, con amorosos arcángeles, ángeles, seres de luz y maestros ascendidos, con extraterrestres amables como los Pleyadianos y Arcturianos o con los juguetones Essassani. Contactos con seres que nos atemorizan por su forma física como los Reptoides. Y por último, las famosas abducciones de los grises o Zeta Reticuli de las cuales voy a hablar en un artículo aparte.
El poder integrar como parte nuestra esa gran variedad de especies, seres, energías y apariencias, es parte del reto de unidad de conciencia que propone la cuarta dimensión.

El presente no es el resultado del pasado
Los Zeta Reticuli o grises son seres que han estado por diversas razones vinculados a nuestra evolución. Una de ellas es que compartimos un mismo origen genético humano y eso nos hace afines. Ha llegado el momento de dejar de ver a estos seres como enemigos y saber que compartimos una misión común en la evolución como especies.
Desde los años cincuenta comenzamos a tener noticia de abducciones y manipulación genéticas por parte de estos seres. El producto de estas experiencias traumatizantes para los humanos fue miedo y rechazo a los mismos, por un lado perfectamente justificado, pero sin tomar en cuenta que este contacto formaba parte del contrato de evolución previamente compartido.
Para los Zetas fue la posibilidad de reconectarse con las emociones a nivel de su especie y la creación de una nueva especie híbrida que conjugó las mejores cualidades de ellos (inteligencia, precisión, tecnología) con las mejores nuestras (amor, creatividad, sensibilidad), de esa unión surgieron los Essassanis.
En los últimos tiempos y como apoyo a nuestro cambio dimensional, un grupo de Essassanis que habitan en una banda de tiempo que se correspondería con nuestro futuro, han venido a asesorarnos en la forma cómo creamos nuestra realidad. Como estos amorosos seres se encuentran pasando de 4D a 5D, pueden compartir ahora su experiencia con nosotros.
Dicen: "El presente no es el resultado del pasado",sino del AHORA.
Dejamos este pensamiento como una reflexión
Dimensiones: "Ámbitos de conciencia delimitados por la gama de frecuencia vibratoria y la naturaleza de sus formas o su ausencia de formas."
Primera dimensión: "el reino de los minerales puros como recipientes de conciencia, pero carentes de su propia conciencia y autoconciencia".
Segunda dimensión: "el reino vegetal; planos astrales inferiores en los que las distintas conciencias se perciben a sí mismas como todo lo que existe, ajenas al espíritu, carentes de alma y totalmente absortas en sí mismas; asimismo el reino de ciertos tipos de elementales que no tienen más conciencia propia que la controlada por una fuerza. También contiene aspectos del inframundo de los denominados bardos del budismo conocidos en otras tradiciones como reinos infernales".
Tercera dimensión: "el mundo físico y sus correspondientes planos astrales. Anclado en un tiempo lineal y en una realidad basada en el espacio-tiempo. En este reino todo existe a un máximo de nueve mil vibraciones por segundo. Este es el reino en que se vive la conciencia humana."
Cuarta dimensión: "los seres conservan la conciencia en forma de sentimientos y como pensamientos basados en sentimientos. Esta dimensión contiene polaridades de oscuridad y de luz. Los reinos de luz están formados por 'Ciudades de luz' y por aquellos que han alcanzado una frecuencia vibratoria de entre las nueve mil hasta las doce mil vibraciones por segundo. Aquí la conciencia es la primera etapa de la conciencia de Cristo que sigue a la ascensión. Numerosos guías, ángeles y Maestros Ascendidos impulsan a los humanos tridimensionales a que sean receptivos y estén preparados para la evolución y el crecimiento espirituales. Los seres humanos también se ven impulsados por sus homólogos astrales de oscuridad que existen en esta dimensión. Son capaces de emular la frecuencia vibratoria inferior de pensamientos negativos, vicios, emociones reprimidas y zonas de sombra humana mal curadas o rechazadas -y son capaces de arrastrarlas hacia el lado oscuro y luego controlarlas y alimentarlas de su dolor, miedo y otro tipo de energías densas-. A medida que los seres humanos desarrollan cualidades de vibración superior del ser, pensar, sentir y hacer, así como trascienden las tendencias kármicas de sus propias zonas de sombra, se ven atraídos magnéticamente hacia los impulsos de luz de la cuarta dimensión y son liberados del control oscuro de los seres parásitos. La polaridad oscura de este reino es también uno de los lugares donde se dan las pesadillas y abusos astrales."
Quinta dimensión: "esta dimensión también cuenta con polaridades de luz y oscuridad. Los seres conservan las formas etéricas de la combinación de la tercera y cuarta dimensiones, pero refinadas, y con libertad para alterar estas formas a voluntad. En el aspecto de luz de este reino están la mayoría de los guías personales de los humanos, ángeles de la guarda, ángeles servidores y la mayoría de los Maestros Ascendidos y miembros de los Grandes Hermanos Blancos; las escuelas iniciáticas de nivel intermedio, el consejo kármico y los Devas Supralumínicos. A partir de esta dimensión es imposible hablar en términos de vibraciones por segundo porque se encuentran más allá de las limitaciones del tiempo y el espacio, aunque esta dimensión puede actuar a voluntad sobre la realidad espacio temporal. Esta es también la dimensión de las conciencias de Cristo y de Buda como resultado posterior del proceso de encarnación, ascensión y transición a través de las Ciudades de Luz de la cuarta dimensión. En esta dimensión se dan sueños de volar, sueños de sanación, experiencias superiores y enseñanzas. Este es el plano causal dimensional relativo a los humanos que se manifiesta y crea en los mundos de dimensiones inferiores durante el sueño. En otras palabras, es donde los humanos sueñan su vida dotándola de realidad espacio-temporal y luego se despiertan y viven esos sueños. Aquí se dan la conciencia superior, los sueños lúcidos y la magia blanca. La polaridad oscura comprende los poderosos señores oscuros de la magia negra y el control. Existen en este reino: ángeles, maestros, hechiceros y gobernantes oscuros de los mundos y los planos astrales inferiores. Si una persona desarrolla grandes poderes psíquicos y de control mental sin desarrollar la integridad de corazón y de espíritu, se les gobierna desde aquí, de donde vienen durante el sueño y tras acabar su vida humana."
Sexta dimensión: "es el reino del Consejo Superior, los arcángeles que interactúan con la Tierra. Los Consejos de Ancianos y una conciencia colectiva incipiente. A partir de este nivel las dimensiones son exclusivamente de Luz. La conciencia colectiva de este reino es la de las almas divididas. Dicho de otra manera, si el alma, después de haber permanecido en un cuerpo en la Tierra, decide dividirse en dos o más partes, ya tenga su decisión origen en el dolor o en el deseo de experiencias diversas, en el nivel de la sexta dimensión cada parte compartirá el mismo Yo Superior y se conectará con nosotros a nivel de alma y espíritu. Desde aquí se dicata nuestro objetivo superior. Los seres de este nivel pueden elegir proyectarse en formas humanas, si les sirve para algún propósito, pero en realidad existen en formas puramente geométricas, que es lo característico de esta dimensión. Esta es la etapa de la Creación en la que el pensamiento, el color y el sonido toman forma geométrica y relevancia numerológica. Cuando los seres de este nivel desean comunicarse entre sí, se limitan a fusionar sus campos de energía y consciencia. Se forma un entramado único a partir de esta fusión y cada uno experimenta la naturaleza esencial del otro mediante la comparación y lo que pueda ofrecer. Se da la sensación de conocer al otro sin sentir que uno se ha convertido en el otro. La conciencia de Melquisedec existe en este nivel dimensional."
Séptima dimensión: "el reino de la armonía y el sonido divinos. Los seres de este nivel existen como expresiones de la esencia a través de la armonía del sonido individual y colectivamente. La forma ya no se puede proyectar sin descender de dimensión. Las pautas se forman con el sonido pero son flujos nebulosos de color y movimiento. Las pautas variables en espiral son las únicas que pueden describirse. Cuando los seres de este nivel desean comunicarse entre sí combinan simplemente sus sonidos y mezclan colores y crean nuevas pautas. Las dos conciencias se energetizan con esta experiencia y llegan a comprenderse mutuamente. Existe un mayor acuerdo que se deduce del principio 'El Todo es más que la suma de sus partes'. Es el siguiente nivel de conciencia colectiva pero esta vez con otras almas diferentes a la tuya propia. Los seres a este nivel tienen la clave para traducir toda experiencia y conciencia en sonido puro, establecer y crear pautas de flujo. Estas frecuencias de sonido componen el único lenguaje común de la séptima dimensión hacia abajo. Los miembros de las familias de almas del mismo origen tiene la capacidad de experimentarse como un mismo ser en esta dimensión, manteniendo al mismo tiempo la capacidad de ser individuales."
Octava dimensión: "las características de este reino son el color puro y las pautas de flujo. Los seres de esta dimensión existen como autoconciencias que despiden color, luz y movimiento. La comunicación entre sí es más bien una experiencia sinérgica durante la cual ninguno de los seres puede notar la diferencia entre sí mismo y el otro. Aquí existe un amor grande de unión y comunión. Debido a la ausencia de sonido como expresión individual de este reino, es también el reino del vacío, cuyo auténtico propósito es ser un lugar donde experimentar la propia completud como esencia y conciencia puras. En ausencia de miedo puede ser un lugar de consuelo y profundo descanso."
Novena dimensión: "punto de origen del Laoesh Shekinah, el sagrado Pilar de Fuego o Pilar de Luz. Es la última dimensión en la que un ser de luz tiene la capacidad de experimentar la conciencia separada de la entera supra-alma de donde vino y puede elegir sentir cuando desee la conciencia colectiva de la supra-alma. La única forma que existe es la del pilar o cadenas paralelas de una luz muy purificada. Todo parece luz blanca y cristalina, y aún así se descompone, emanando luz de colores hacia la octava dimensión. Esta es la dimensión de la conciencia de Metatrón. Cuando en una ocasión se me dio a experimentar este reino, lo único que todavía conseguía diferenciar de mí misma eran cristales etéricos. Tenía una colección de cristales de cuarzo en la mesa de mi habitación donde se encontraba mi cuerpo cuando la experiencia tuvo lugar. De pronto, fui conciente de que aún percibía los cristales como algo separado de mí aunque los muebles y las personas se habían fusionado por completo en mi conciencia. Me dijeron que sólo hasta allí podía llegar la conciencia humana sin vaporizarse el cuerpo. "
Décima dimensión: "Todo lo que se me ha dicho de esta dimensión es que todos los miembros de las familias primigenias de supra-almas experimentan estar completamente inmersos en una conciencia y ya no tienen en cuenta su ser individual. Más allá de este punto no se me ha mostrado ni mencionado nada, excepto que la decimotercera dimensión es el lugar de completitud y de ser Uno en la que el yo se ve absorbido hacia Todo Lo Que Es y no conoce la separación."

Extraído de Cosmología pleyadiana

Nociones sobre el astral inferior.


Pregunta: ¿Qué son las regiones abismales o más conocidas como el "astral inferior", cuyos conocimientos hemos recibido por algunas comunicaciones mediúmnicas?
Atanagildo: Son zonas o regiones en donde se acumulan fluidos deletéreos bastante densos y mórbidos, formando enormes depósitos de sustancias producidas por la escoria de todo lo que la Humanidad terrena produce por su mente irregular, así como se forman montones de residuos a causa de los intercambios de energía por el metabolismo natural de los seres y de la vida planetaria. Bajo la ley de correspondencia vibratoria, los fluidos puros y diáfanos tienden a expandirse y a diseminarse en las regiones más altas del astral, fijándose en forma de energías sublimadas. De acuerdo a la misma ley, el magnetismo opresivo y vil propende a bajar hacia los niveles inferiores que circundan al orbe terráqueo formando la carga residual, densa y letárgica, que ha de merecer la denominación de "zonas abismales" o "astral inferior". Es conveniente recordaros que en el Más Allá se modifican todas las escalas y padrones de las medidas conocidas en el mundo físico; así que cuando nos referimos a las zonas "bajas" o "altas", es nuestro deseo dar a conocer con más exactitud las zonas inte¬riores o exteriores, que se distinguen entre sí conforme a la naturaleza de sus fluidos. Algunas regiones astrales se asemejan a la emulsión sensible de las placas fotográficas, con la propiedad de fijar todas las emanaciones perturbadas de la mente humana, como ser el miedo, la tristeza, la cólera, la envidia, la angustia, el celo, la lujuria, la avaricia y todas las demás consecuencias de la insatisfecha y contradictoria conducta de la Humanidad. Las demás capas fluídicas que allí se acumulan semejan una monstruosa tela de magnetismo que se refleja en un torbellino de imágenes deformadas.

Pregunta: Hemos leído diversas obras mediúmnicas en donde los espíritus manifiestan que en el astral inferior hay tempestades. ¿No podéis aclarar algo al respecto?
Atanagildo: En el astral inferior existen espesas sombras que se mueven constantemente, bajo una fantástica dinamización, a consecuencia de los impulsos degradantes y agresivos de las almas culpables que allí se sitúan. Ciertas veces, cuando la agitación de los desencarnados es excesiva, dan lugar a las llamadas repercusiones mentales, las que se unifican a la de los encarnados, desatando terribles casos de odio y crueldad, como si fueran enormes avalanchas proyectadas por pasiones degradadas que forman en el astral inferior verdaderos tifones y remolinos de sustancia tenebrosa, que se expanden en torbellinos sofocantes, como si fuera una violenta tempestad de arena negra y viscosa. Esas regiones perturbadas están muy próximas a la superficie de la Tierra por cuyo motivo los espíritus benefactores que la visitan en servicios asistenciales a veces son perjudicados durante los casos de tempestades violentas, pues esa materia degradada les lastima el delicado cuerpo periespiritual.

Pregunta: ¿Se pueden registrar en el medio astral accidentes geográficos semejantes a los ocurridos en la Tierra? ¿No se tratará apenas de situaciones provisorias creadas por el vigor de la mente desencarnada?
Atanagildo: ¿Por qué no? Aunque nos encontremos en un plano vibratorio diferente al de la materia sólida, la relatividad entre el medio y el agente es semejante a lo que sucede con el vuestro en la Tierra. Así como en la superficie terrestre se forman surcos, valles, océanos, campiñas, montañas y vegetación variada, también en el astral se configuran formas con sus contrastes y puntos de apoyo, necesario para las relaciones del alma con el medio, aunque se regulen por leyes diferentes a las del plano físico. Las regiones inferiores del astral se nos presentan como si fueran de una solidez casi impenetrable y tienen forma de abismos, desfiladeros, malezas inhóspitas, ríos, lagos y caminos peligrosos, de naturaleza atemorizante y deformada, sin la gracia del paisaje terreno. En la metrópoli del Gran Corazón los ríos y riachos que bañan a la ciudad son fuentes de agua cristalina y de fragancia bienhechora; en las regiones inferiores, las corrientes de agua son oscuras, cálidas y sucias, exhalan un olor fétido y emanan vapores sulfurosos. De ahí el sufrimientos dantesco que padecen las almas que son atraídas y "caen" a esas zonas sin poder orientarse para salir de ellas, siendo víctimas de los más engañadores fenómenos en sus relaciones con el medio. Sumergidos en las sombras aterradoras y sofocados en los inmundos desperdicios aeriformes, se ven atraídas por las más simples necesidades fisiológicas de su periespíritu. Entonces claman por alimentos, agua, sueño, reposo y abrigo, mientras que sus despiadados adversarios, entrenados en las sombras, agotan todas las reservas de coraje, esperanza y alivio, vampirizándolos bajo el más humillante estado de sufrimiento moral y espiritual.

Pregunta: ¿No sería lógico que los espíritus que viven en el astral inferior pudiesen visitar las comunidades más elevadas, así conocen el júbilo de la vida superior que les sirve de incentivo para su renovación espiritual?
Atanagildo: A pesar de los grandes sacrificios a que nos sometemos cuando vamos en misión de tarea sacrificial o de entrenamiento espiritual, descendemos a los planos bastante inferiores del astral, a pesar de que nos es más fácil descender al seno de las sombras, que a los espíritus tenebrosos o sufrientes subir a las regiones elevadas, en donde se encuentran las regiones angélicas. Entre ellos hay espíritus diabólicos, que en cantidades amenazadoras acostumbran atacar los puestos y agrupaciones de ayuda que se sitúan en las inmediaciones de las zonas sombrías, pero no consiguen su intento, porque son rechazados por aparatos defensivos a base de emisiones electro-magnéticas. Para bajar a las regiones inferiores tenemos que revestir a nuestro periespíritu con una verdadera escafandra de fluidos densos que nos coloquen en sintonía con el medio compacto, al mismo tiempo que nos esforzamos por esconder nuestra procedencia y despojarnos de todas las apariencias credenciales superiores que nos puedan identificar delante de las multitudes y de los administradores de las ciudades subvertidas. En la suposición de que tales espíritus inferiores pudieran subir hasta nuestra metrópoli, el fenómeno se invertiría, pues ellos tendrían que despojarse completamente de su manto de tinieblas para lograr alcanzar la extrema liviandad periespiritual y poder ascender a las esferas paradisíacas. Eso lo conseguirían con sólo substituir la crueldad por la ternura, el egoísmo por el altruismo, el orgullo por la humildad y la lujuria por la castidad, por ser el único proceso que les permitiría equilibrarse en el ambiente sutil y purificado de las metrópolis celestiales. Si ellos pudiesen hacer eso, hace mucho tiempo estarían completamente renovados, elevándose por sí mismos, sin necesidad de estímulos o incentivos superiores. La madurez espiritual no se consigue con toques de magia; es una realización paulatina y comúnmente conseguida bajo el aprendizaje del dolor y el sufrimiento, por haber violado la Ley Kármica. Mientras tanto, nuestro descenso al astral inferior es un acontecimiento perfectamente viable y comprensible, porque se realiza por el auto-sacrificio y por la reducción de nuestra frecuencia vibratoria familiar. Bajo el potencial de nuestra voluntad concentramos las fuerzas internas del espíritu, en un esfuerzo reductor, para lograr hacernos cada vez más "pequeñitos" y poder ir al encuentro de nuestros hermanos que han faltado a la Ley Divina. Con todo eso, no podemos dejar de reconocer cuan diminutos somos ante la inmensidad de la Vida Cósmica. La convicción sincera y humilde que tenemos de la grande/a de Dios y del Infinito, ya que en realidad, no dejamos de ser un inexpresivo grano de arena sideral, y esto mucho nos ayuda para alcanzar el éxito de esa aproximación vibratoria hacia los espíritus aun impermeabilizados contra el flujo de la luz eterna que, sin embargo, late en lo íntimo de sus almas.

Pregunta: Los espíritus superiores que transitan por el astral inferior, ¿tienen conocimientos de las sorpresas y fenómenos que ocurren en la región?
Atanagildo: Aun para los espíritus bastante entrenados en esas excursiones sombrías o para los que se dirigen en procura de aprendizaje, las sorpresas que les esperan son aterrorizantes, pues no conocen las miserias de la vida rara que oculta en las profundidades del astral inferior de la Tierra. Todas las sensaciones de júbilo y de poesía sideral, muy común en las agrupaciones superiores y en las ciudades elevadas, desaparecen a medida que sus moradores descienden hacia las regiones inferiores, en donde el panorama se reviste de un fondo tétrico y de una vida que amedrenta y repugna, en donde se enfrentan con las formas vivas más inconcebibles para la imaginación humana. Son cuadros de torturas y excentricidades que sobrepasan a todo lo que se podría suponer y conocer a través de la más fecunda literatura de leyendas y fantasías mórbidas.

Pregunta: ¿Cuál es vuestra sensación o estado espiritual al penetrar en esas regiones inferiores?
Atanagildo: Cuando penetro en esas regiones me siento en un mundo extraño y mórbido, dominado por una atmósfera silenciosa y anormal que preanuncia algún acontecimiento terrible. Ese espantoso y atemorizante silencio es quebrado súbitamente por clamores, aullidos, blasfemias y carcajadas siniestras, produciendo agitaciones y revueltas que mueven todo el paisaje y el ambiente, super excitándolo todo, dándole una misteriosa sensación de terror. Su vegetación es tristona, imitando perfectamente al paisaje de fondo de las viejas historietas de brujas, duendes y fantasmas horripilantes, algunos árboles están cubiertos de hojas, las que se agitan y revolotean, dando la sensación de agresividad; otros no tienen hojas y elevan sus ramas, cual brazos en resignada tortura vegetal, como si fueran adornos fúnebres en medio de un paisaje de hollín gaseoso. A pesar del aspecto repulsivo y amedrentador de esa vegetación, se percibe la fuerza de una vida poderosa y oculta, que parece angustiada y oprimida en una vigorosa eclosión vegetativa, proveniente del gran potencial que nutre a los reinos inferiores de la existencia planetaria. Desde la sutil hierba y el más diminuto insecto hasta el vegetal más prodigioso y el animal más gigantesco, todo se presenta amenazador y siniestro. Cierta vez, después de algún tiempo de cuidadosa observación, me sorprendí al comprobar que detrás de aquellos aspectos agresivos había una sensación misteriosa de miedo, como si todos percibieran una extraña amenaza en la atmósfera triste y lúgubre. Yo no puede comparar fielmente estos acontecimientos del astral inferior con fenómenos semejantes que acaecen en la superficie de la Tierra, pero debo deciros que, en base al silencio mórbido y absoluto de ciertas zonas que visité, me sentía influenciado por una extraña sensación de "peligro a la vida", aunque ignorase su origen y razón. Algunas veces comparé lo que precede a las grandes tempestades cuando la quietud y la calma momentánea es violentamente interferida por la cólera de la naturaleza, en donde el suelo es barrido por la fuerza del tifón y el paisaje es fustigado por la tormenta impresionante. A pesar de la familiaridad con que afronté todas las sorpresas del mundo astral, aún no puedo dejar de impresionarme con ese misterioso silencio que preludia al torbellino de una vida avasallante y agresiva en el astral inferior. La vegetación, los animales y las aves que viven en esa región oscura del astral, llena de formas tenebrosas e inestables, parecen mantener entre sí una actitud extraña, como si se protegieran de una cosa que les causa mucho miedo y angustia. Entonces procuran vencer el miedo producido por el ambiente misterioso que los rodea, por medio de otro miedo mutuo que encubre una actitud defensiva.

Pregunta: ¿A qué atribuía esa sensación de angustia y al mismo tiempo de miedo que notasteis en el ambiente astral inferior?
Atanagildo: Es conveniente que no olvidéis que os estoy dando mis impresiones personales sobre la naturaleza del mundo astral inferior, dentro de mi conocimiento y de mis actuales reacciones psicológicas. Es evidente que otros espíritus que fueron sometidos a las mismas experimentaciones os podrían ofrecer consideraciones y relatos mucho más lógicos, en base a conocimientos muy avanzados y más allá de mi simple concepción particular. No guardo la presunción de poseer mejores conocimientos que otras ramas de la metrópoli del Gran Corazón, como tampoco quiero sugeriros que soy demasiado sensible e impresionable por los fenómenos relatados. Pero os aseguro que el pavor, la angustia y al mismo tiempo la misteriosa amenaza que existe en toda la región del astral sombrío y que se extiende aparentemente a todos sus habitantes excéntricos, debe tener su origen en las emanaciones mentales inferiores, de perversidad, celos, desesperación, odio, envidia y demás pasiones tenebrosas que provienen de la mayor parte de la humanidad allí existente. En cambio, la vegetación, las aves, los animales y las cosas que existen en las colonias y ciudades elevadas, están saturados de vida, son tiernos y comunicativos y se nutren por los esplendores de la luz que los envuelve continuamente; en el astral sombrío, la falta de luminosidad interior produce el ambiente infectado y oprime el libre influjo de la savia creadora, resultando el aspecto torturante y asustador que domina a todas las cosas existentes. Si la luz en nuestra metrópoli renueva y purifica nuestras relaciones con el medio y los seres, tornándolos en admirable prolongación comunicativa de nosotros mismos, es de imaginar entonces que la falta de luz en las regiones infelices incentiva al máximo el egoísmo y la impiedad, exceptuando las condiciones apropiadas para proteger su personalidad inferior y a su vez para que puedan sobrevivir en un medio tan hostil para la vida misma.

Atanagildo.

NECESITAMOS DE TI, TU QUIEN LEES


Buenas tardes:

A todos ustedes quienes leen mi blog dia a dia y tienen la posibilidad de ir aprendiendo de èl enseñanzas y temas relevantes para ti y para evolucionar como persona y tener un conocimiento muy bueno, te invito a que ayudes a que la pagina siga creciendo y tambien la posibilidad de crear una revista para poder repartir en los hogares la enseñanza Espirita, pero para eso como en todos lados se necesita colaboracion y dinero, lo que os pido es solamente una pequeña ayuda monetaria para poder el 2010 llevar acabo nuestro proyecto, y poder asi seguir creciendo y enseñar mas y mas a todos, ya que en estos tiempos son tantas las personas que necesitan de la verdadera palabra y de las enseñanzas de la doctrina.

Es muy sencillo ayudar, solo tienes que enviar una pequeña ayuda a CUALQUIERA de estas tres cuentas de banco.

a la cuenta: 27060014251
tipo de cuenta: AHORRO G.DIFERIDO PESOS UNIPERSONAL
Banco: Banco Estado de Chile.
Pais: Chile
Persona: Nicolas Benedetti A. rut: 16060559-6


a la cuenta: 00167810233
tipo de cuenta: AHORRO JOVEN
Banco: Banco Estado.
Pais: Chile
Persona: Nicolas Benedetti A. rut: 16060559-6

a la cuenta: 32962278190
tipo de cuenta: AHORRO G.INCOND.PESOS UNIPERSONAL
Banco: Banco Estado de Chile.
Pais: Chile
Persona: Carlos Villarroel M. Rut: 15361938-7

UNA PEQUEÑA AYUDA PARA PODER SEGUIR SURGIENDO Y PODER AYUDAR A MUCHOS, GRACIAS.

ATTE.
CORDINADOR PAGINA.

NECESITAMOS DE TU AYUDA


Buenas tardes:

A todos ustedes quienes leen mi blog dia a dia y tienen la posibilidad de ir aprendiendo de èl enseñanzas y temas relevantes para ti y para evolucionar como persona y tener un conocimiento muy bueno, te invito a que ayudes a que la pagina siga creciendo y tambien la posibilidad de crear una revista para poder repartir en los hogares la enseñanza Espirita, pero para eso como en todos lados se necesita colaboracion y dinero, lo que os pido es solamente una pequeña ayuda monetaria para poder el 2010 llevar acabo nuestro proyecto, y poder asi seguir creciendo y enseñar mas y mas a todos, ya que en estos tiempos son tantas las personas que necesitan de la verdadera palabra y de las enseñanzas de la doctrina.

Es muy sencillo ayudar, solo tienes que enviar una pequeña ayuda a CUALQUIERA de estas tres cuentas de banco.

a la cuenta: 27060014251
tipo de cuenta: AHORRO G.DIFERIDO PESOS UNIPERSONAL
Banco: Banco Estado de Chile.
Pais: Chile
Persona: Nicolas Benedetti A. rut: 16060559-6


a la cuenta: 00167810233
tipo de cuenta: AHORRO JOVEN
Banco: Banco Estado.
Pais: Chile
Persona: Nicolas Benedetti A. rut: 16060559-6

a la cuenta: 32962278190
tipo de cuenta: AHORRO G.INCOND.PESOS UNIPERSONAL
Banco: Banco Estado de Chile.
Pais: Chile
Persona: Carlos Villarroel M. Rut: 15361938-7

UNA PEQUEÑA AYUDA PARA PODER SEGUIR SURGIENDO Y PODER AYUDAR A MUCHOS, GRACIAS.

ATTE.
CORDINADOR PAGINA.

Relaciones Karmicas entre padres e hijos II


Pregunta: Aun delante de vuestras amplias aclaraciones, no podemos apartar la idea de una acción inexorable y algo punitiva por parte de la Ley Kármica, con relación a los procesos redentores de los padres en falta.
Ramatís: Es probable que so suceda debido a que suponéis que la Ley del Karma es un mecanismo inexorable de "culpa" y "pago". Desde un principio es necesario comprender que el mundo terreno es un admirable laboratorio para los ensayos de la química espiritual, en donde se respeta la voluntad y el libre albedrío de las criaturas a pesar de sus contradicciones con el orden evolutivo de la vida espiritual manifestada en la materia. Conviene que no generalicéis el asunto tratado, pues existen situaciones sacrificiales y expiatorias aparentemente idénticas, pero son de origen completamente opuesto. Hay casos en que los esposos se ven en el duro trance de los hijos teratológicos, porque también fueron responsables de sus crueles desgracias, tocándole soportar ahora la terrible prueba de reparación kármica. Sin embargo, en esas mismas condiciones de infelicidad pueden encontrarse almas buenísimas y abnegadas, sin culpas en el pasado, pero que en voluntaria misión de amor y sacrificio concuerdan en hacerse padres de espíritus delincuentes, con la intuición de ampararlos piadosamente en sus pruebas dolorosas, evitando que se sumerjan definitivamente en las tinieblas de las abyecciones y rebeldías. En el primer caso, se trata de una rectificación espiritual impuesta compulsivamente por la ley de la "cosecha obligatoria"; en el segundo, es el sacrificio espontáneo aceptado por almas en flor, que se dejan inspirar por el divino concepto del "amaos los unos a los otros" del sublime Jesús. De la misma forma, no todos los espíritus superiores se encarnan para una muere prematura y consecuente prueba de los padres, como no todos los desheredados de la suerte sucumben prematuramente. De igual forma, no todas las desencarnaciones prematuras son expiaciones deliberadamente kármicas para sus progenitores, pues antes de la reencarnación ciertas almas aceptan la incumbencia dolorosa de generar un cuerpo físico, destinado a un espíritu amigo, que necesita poco tiempo de vida física para completar el término de sus reencarnaciones. Es evidente que esos padres han de sufrir intenso dolor por la ausencia del hijo querido, muerto prematuramente, sin que por eso pague culpas pasadas. Si estuviesen absolutamente seguros del acuerdo espiritual "preencarnatorio" no sufrirían tan acerbadamente y aceptarían la muerte física como una breve ausencia del espíritu, que fuera su hijo carnal.
En el futuro, cuando el terráqueo sea merecedor de la benevolencia y la dádiva sideral, la vida humana será considerada como un estacionamiento, tan común en la Tierra, como se consideran las "becas" de estudio en el extranjero. La mayoría entonces se despedirá de la vida física como si fuera un viajante que finaliza su recorrido y tiene que tomar el tren que lo llevará a su punto de partida. He ahí por qué no debéis generalizar lo que decimos, pero hay que comprender que siempre hay un motivo justo y lógico que puede explicar todos los acontecimientos raros o dolorosos de la vida humana, sin que se desmienta la implacable justicia de Dios.

Pregunta: Creemos, debido a la enseñanza de las religiones dogmáticas, que el dolor y el sufrimiento son los castigos generados por los pecados cometidos en este "valle de lágrimas"; pensamos que las situaciones incómodas para el espíritu encarnado han de ser pruebas expiatorias e indiscutibles deudas del pasado.
Ramatís: De ser así la existencia humana sería un automatismo constante. ¿Jesús tuvo que matar algún adversario en el pasado para ser punido con la muerte en al cruz? ¿Encarceló o traicionó a inocentes discípulos para que se justifiquen los chicotazos que recibió, o porque fue negado por Pedro y traicionado por Jesús? Esa creencia insensata sólo os conducirá a una profunda confusión para comprender las verdaderas finalidades de la vida terráquea. Ésta, como dijéramos anteriormente, es un laboratorio planetario destinado a la eclosión de las energías del espíritu, a través de la invitación instintiva de la carne, y no ese compungido "valle de lágrimas" preparado adrede por la fantasía melodramática de las sectas religiosas. Aunque consideréis como dolores y sufrimientos las fases de los distintos estacionamientos del proceso kármico, que transforma animales en ángeles, no tiene carácter de punición o de venganza por las faltas cometidas por el hombre en ésta o en encarnaciones pasadas. Esos dolores y sufrimientos, como etapas de perfeccionamiento progresivo, conducen las formas brutas hacia las más elevadas expresiones de belleza espiritual. El camino de los nuevos aspectos y la adquisición de la conciencia futura comienzan cuando la piedra se desgasta a través del dolor mineral; la vegetación despierta con el dolor vegetal, a causa de la poda o el injerto; el animal progresa por el dolor carnal, sensibilizándose bajo los impulsos del instinto, y el hombre, cuando se libera de las pasiones degradantes. Es innegable que sois dueños de vuestra voluntad o libre albedrío, pudiendo practicar vuestras acciones en beneficio o perjuicio de la colectividad, pero es necesario que recordéis que la Ley del reajustamiento y del equilibrio ascensional del espíritu interviene inmediatamente ni bien os extralimitáis en vuestras acciones, resultando las consecuencias perjudiciales para el próximo y una franca desarmonía con la ética evolutiva. La sabiduría popular antigua, segura que la constante y eficaz pre¬sencia de la Ley Kármica, por detrás de cualquier acontecimiento inevitable o trágico, prefería curvarse humildemente a la resignada convicción de que "Dios siempre sabe lo que hace". Esta seguridad también debiera participar de vuestras convicciones espirituales, pues no hay duda que una cosa es imposible de evitar, y es que en el Cosmos todo debe alcanzar, ineludiblemente, la felicidad.

Pregunta: Conocemos a determinadas personas, que después de haber perdido a sus hijos, hace años, siguen sin consuelo, como el primer día, sin lograr otro aliciente. ¿Merece censura ese afecto inconsolable, que parece comprobar un inagotable amor en los padres? Si la Ley del Karma es tan severa para aquellos que descuidan los deberes afectivos con sus descendientes, ¿por qué los que tanto aman son tan infortunados? ¿En esa situación la Ley no es injusta?
Ramatís: Basándose en que el espíritu es la única realidad en los caminos planetarios y que sobrevive eternamente a las innumerables desintegraciones de los cuerpos que ocupó, la ignorancia de esa realidad es al que produce el sufrimiento prolongado, motivado por la separación provisoria. En consecuencia, la solución del problema afectivo no reside en destruir ese "desconsuelo", pero sí en aclarar rápidamente su situación, precisando liberarse de su ignorancia espiritual y conocer las finalidades de la verdadera vida del espíritu.
No nos cabe censurar a los padres que lloran largamente la muerte física de sus queridos descendientes, pero es evidente que si comprendiesen los objetivos superiores del alma, en modo alguno proseguirían en esa actitud de profundo egoísmo y disconformidad con respecto a las directrices de la Sabiduría Divina. Indudablemente que no siempre pueden llorar al espíritu del hijo amigo, pues si ignoran la realidad reencarnatoria también desconocen que, en muchos casos, pueden estar llorando desconsoladamente al terrible verdugo del pasado, por el solo hecho de haber heredado por breve tiempo un cuerpo en el seno de su hogar. Es probable que si conociesen la terrible verdad que los hace llorar inconsoladamente, cesaría de inmediato el sufrimiento por una criatura espiritual que, en realidad, hasta les podría ser detestable.

Pregunta: ¿Cómo podemos comprobar si hay egoísmo en ese sufrimiento acerbo cuando los padres sufren la pérdida del hijo?
Ramatís: Hay criaturas muy beneficiadas por la fortuna, que se dedican egoístamente a su único retoño porque éste es carne de su carne y sangre de su sangre. Mientras tanto, ese apego enfermizo puede significarles la futura decepción en el Más Allá, cuando verifiquen que en el hijo de su humilde cocinera o en el niño que detestaban en la vecindad es donde realmente vivía el espíritu más querido en el pasado, mientras que el hijo adorado, que fuera rodeado de los más fantasiosos caprichos, habitaba el alma adversaria, cruel y despiadada.
Hay criaturas que cuando pierden a un hijo el mundo se les torna indiferente; inconsolables, se apartan de los atractivos de la vida, se recogen melancólicamente en un estado de inactividad emotiva e inútil, cultivando su desdicha personal aunque continúen rodeados de la colectividad terrena sufriente y necesitada de toda clase de cooperación. Algunos se sumergen definitivamente en la caparazón de su vida egoísta, celosos de la felicidad ajena y considerando al mundo como responsable de la muerte del hijo querido. Los más recalcitrantes pierden la sensibilidad espiritual y el sentido de vivir cristianamente, olvidándose de la pobreza de los hijos ajenos o de la aflicción de otras madres, prefiriendo levantar un fastuoso mausoleo en la tierra fría del cementerio, transformándolo en un templo definitivo hacia el culto enfermo de la muerte, inclinándose melancólicamente junto al cadáver del hijo en desintegración. Cuántas veces, junto a esas almas herméticamente encerradas en sí mismas hemos visto al muerto gritarles en el auge de la angustia: "Basta, padres míos. No fuercen mi presencia espiritual junto a mi cadáver. Cultiven mi memoria sirviendo, amando y socorriendo a otros hijos de madres desdichadas, que me puedan sustituir en vuestros corazones". Mientras lloran la separación del cuerpo condenado a la putrefacción, esos infelices progenitores olvidan los sufrimientos y las angustias que suceden a pocos metros de los palacios enlutados, cuando madres desesperadas claman por ropa y pan, con el fin de que su prole pueda sobrevivir. Llénanse los orfanatos y los asilos de criaturas abandonadas, mientras que por los cementerios anti higiénicos padres y madres circulan en silenciosa rebelión contra el mundo, creyendo que su dolor personal y su caso particular debe considerarse en las proporciones de un drama universal. En vez de sustituir al hijo que fue mimado y tratado con lujo exagerado, con atenciones indebidas, que desencarnó bajo el ritmo justo de la ley de recuperación espiritual, debieran cultivar su memoria por la dádiva del vestir, alimentar y llevar el socorro al hogar de los hijos sin padre y sin madre, que se contentarían con las sobras de las mesas abundantes; esos padres prefieren aferrarse al culto enfermizo de su dolor inconformable y reverenciar el recuerdo de la carne perecible.

Pregunta: Creemos que el sufrimiento prolongado de los padres por consecuencia de la falta de ese ente querido no es fruto exclusivo del egoísmo, pero sí debido a su sensibilidad afectiva. Además, ¿cómo se podría amar intensamente al hijo ajeno cuando la vida no permite siquiera que se ame al propio hijo?
Ramatís: El verdadero amor es aquel que os despierta un estado de simpatía espiritual, o sea, un estado en que sentís en vosotros mismos el sufrimiento y las necesidades que ocurren en otros seres infelices. He ahí el secreto de los grandes amantes de la humanidad, como Francisco de Asís, Buda, Krisna o Jesús. Mientras el amor paterno y materno se dedican exclusivamente a la carne de los hijos que procrean, estad seguros que los padres serán candidatos a sucesivas decepciones en los mundos físicos y astrales. Lo manifestamos así para que cuando regreséis al mundo espiritual también disminuyan un poco vuestras terribles desilusiones y también conoceréis el verdadero significado de muchas contradicciones humanas registradas en la Tierra en nombre del amor, de la bondad, de la honestidad o de la renuncia. No hay fundamento sensato en llorar ininterrumpidamente a los hijos desencarnados, cuando ellos no pasan de ser imágenes de carne en incesante transformación cotidiana. Es suficiente el transcurso de algunos años del calendario terráqueo para que los descendientes regordetes se vuelvan diferentes a las figuras que son expuestas en el álbum de fotografías de la familia. Miraos vosotros mismos en el espejo doméstico, ¿y lo que veis enfrente? ¿Por ventura aún sois aquel rosado bebé de carne viva que hace algunos años se agitaba en la cuna, festejado ruidosamente por los parientes satisfechos? ¿Seríais capaces de reconoceros si un espejo mágico os mostrara el rostro macilento del futuro viejo, apoyado en el bastón que os ampara los pasos debilitados? ¿Quién sois, al fin? "¿Quiénes son mis hermanos, mi padre y mi madre?", preguntó Jesús en un instante de gran lucidez espiritual. En realidad, las figuras humanas son imágenes en continua metamorfosis, que envejecen y se deforman apresuradamente. Surgen en cunas de seda o entre montones de trapos, crecen, se fatigan, caen y terminan en el melancólico silencio de la sepultura terrestre. Cuántas ilusiones guarda el alma al llorar inconsolablemente en el recuerdo enfermizo por la imagen provisoria de aquel que partió temprano, cuando el verdadero afecto debe dirigirse al espíritu, que es inmortal, cada vez más consciente de sí mismo y que existe más allá del espacio y del tiempo.

Pregunta: Sucede que nosotros centramos todo nuestro afecto en la figura humana, y cuando desaparece nos falta el apoyo emotivo en donde basamos nuestros más altos sentimientos, ya bastante despiertos. ¿No es verdad que ése es el proceso natural de la evolución espiritual?
Ramatís: Es evidente que si estáis esclavizados en los caminos virtuales del mundo ilusorio no podéis alcanzar la realidad definitiva del espíritu, que requiere decisión y coraje para la deseada liberación de la materia.
El padre o la madre que después de diez años aún desespera por la muerte del hijo, olvida en su ceguera espiritual que si ese hijo aún estuviese vivo no sería exactamente la imagen que aún llora, pues habría de ser otro el aspecto, porque en su fisonomía se produciría el cambio inexorable por el pasar de los años. En verdad, si el hijo estuviese vivo sería diez años más viejo. También sería más gordo o enfermo, dócil o cruel, bueno o vicioso, soltero o casado. Bajo cualquier hipótesis, ese padre o esa madre inconsolable continúan llorando la imagen falsa, obsesionados por una idea fija en la retina de su mente, tal como sucede en la proyección cinematográfica, finalizado el film, del cual sólo queda el recuerdo de lo observado. Sucede también que en el cumplimiento común de la vida humana es mayor el porcentaje de los espíritus adversarios, verdugos y víctimas que se reencarnan cotidianamente para formar familias consanguíneas, y es mucho menor el número de almas amigas que renacen ligadas por simpatías del pasado. Bajo nuestros conocimientos espirituales sabemos que muchos hijos e hijas, cuya muerte es llorada algunos años después por padres inconsolables, si aún estuviesen encarnados habrían sido terribles verdugos de sus progenitores, pues eran espíritus despiadados, que bajo la Ley del Karma habían comenzado los primeros ensayos de aproximación espiritual con sus víctimas. Debido a la ignorancia espiritual, las criaturas no pueden convencerse que su más cruel enemigo del pasado puede habitar el cuerpo del hijo sonriente, y es natural entonces que atraviesen algunos lustros cargando pesimismo y vertiendo lágrimas de aflicción. Bajo tal confusión espiritual, aún es muy difícil que un padre ame al hijo ajeno, pues su figura física difiere mucho de la estética carnal de la familia egoísta, para la cual los hijos no pasan de ser lindas colecciones de cuerpos bonitos, plasmados bajo el sello de parientes consanguíneos, a lo que se apegan fanáticamente en el culto peligroso de la carne provisoria. Cuando el espíritu del hombre comprenda la realidad de la vida espiritual y se disponga a enjugar las lágrimas ajenas, sin observar las formas de sus cuerpos o los lazos consanguíneos, con toda razón también se avergonzará de sus lágrimas melodramáticas. Comúnmente la sensibilidad humana se rige por el significativo y contradictorio sentimentalismo, mientras que algunos padres consideran la muerte de sus hijos como un acontecimiento digno de espanto en el Cosmos, mientras que la noticia de millares de criaturas que se ahogan en las inundaciones de la India o en la China no deja de ser para ellos una simple noticia diaria. Bajo tan falso sentimentalismo, raros son los que se disponen a amar la carne de otra carne y la sangre de otra sangre.

Ramatis.

Relaciones Karmicas entre padres e hijos I


Pregunta: Cuando un espíritu reencarna con una prueba dolorosa desde la cuna, sus padres también indirectamente sufren. ¿Qué causa justifica ese penar de los padres?
Ramatís: No hay injusticia ni punición inmerecida cuando tal cosa sucede, pues tanto los padres como el reencarnante están ligados por las mismas culpas y débitos asumidos en el pasado. La Ley Kármica es muy justa y en su ecuanimidad sólo reúne en pruebas rectificadoras semejantes, aquellos que son culpables de alguna insania espiritual. ¡Cuántas veces los padres de hoy son los responsables por los crímenes cometidos en el pasado, sobre aquellos que después reencarnan como sus hijos! Entonces deben cumplir severa obligación de elevarlos moral y espiritual-mente, amparándolos para que alcancen condiciones superiores. De la misma forma, innumerables hijos participan de las pruebas dolorosas de sus padres y se encuentran vinculados por débitos semejantes. En los hogares terrenos es muy común que los verdugos y las víctimas se ajusten espiritualmente, adheridos a los mismos intereses y necesidades. Las viejas cadenas de odio atadas en el pasado comienzan a desatarse bajo la unión consanguínea de la familia terrena.

Pregunta: ¿Y en los casos en dónde los hijos desencarnan prematuramente, no causan dolores injustos a sus padres?
Ramatís: Cuando el espíritu regresa prematuramente al astral, no es para que los padres sufran dolores calculados por la Ley del Karma; sucede por un acuerdo espiritual en donde se establece, que el alma deberá desencarnar temprano en la Tierra; por eso nace en el hogar de aquellos, que por deudas pasadas deberán perder el hijo en tierna edad, ya sea por desencarnación prematura o porque fueron responsables de situaciones semejantes.

Pregunta: ¿Actuando de esa manera, la Ley del Karma representa punición, perfectamente encuadrada en el concepto del "ojo por ojo y diente por diente"; no es verdad?
Ramatís: Hay equívocos en vuestra interpretación, porque el principal motivo del sufrimiento o pago kármico de las criaturas terrenas, siempre es por falta de Amor y porque aún predomina la dureza en sus corazones. El papel de la Ley Kármica en su principal función, no es la de punir los delitos de los espíritus, por encima de todo, es desarrollar el sentimiento del amor que se encuentra en forma embrionaria en la mayoría de los hombres. El sentido rectificador de la Ley del Karma es de naturaleza moral y no penal. Los padres que sufren el dolor de perder a sus hijos en edad infantil, se explica, que sean castigados por haber sido negligentes con otros descendientes en el pasado; en verdad, se encuentran comprometidos y se someten a un proceso de técnica sideral que les rectifica los impulsos psíquicos destructores, avivando el sentimiento amoroso adormecido en el seno de su alma. En ese caso, la implacabilidad de la Ley actúa bajo el concepto que "cada uno ha de recoger conforme a lo que siembra", en vez de aplicar el concepto draconiano del "ojo por ojo y diente por diente". Se rectifica el "motivo" que generó el pecado en la existencia pasada por falta de amor. Gracias a esa terapéutica dolorosa, desencarnan prematuramente los hijos de padres culpables en el pasado y se activa en éstos, espontáneamente, la razón de un nuevo amor que aun teniendo comienzo en un efecto egoísta se ha de enternecer bajo los dolores agudos de la recordación de los seres queridos que parten más tempranamente.

Pregunta: ¿Aquéllos que sufren el dolor inconsolable de perder a sus hijos en tierna edad, son aquéllos que deliberadamente los destruyeron en otras vidas, debiendo soportar ahora esas pruebas atroces?
Ramatís: No todos los que pierden sus hijos en temprana edad destruyeron a otros descendientes en el pasado. Esas pruebas dolorosas y rectificadoras del espíritu, se subordinan al grado de sentimiento amoroso que precisa desarrollarse en los padres de acuerdo a su mayor o menor sentimiento egocéntrico. Es un proceso que activa y apura en el receso del alma, el amor hacia los hijos y que en el pasado fuera muy descuidado. Varían las formas de los delitos y en consecuencia, también varían las pruebas futuras en lo tocante a la pérdida prematura de los hijos.

Pregunta: ¿Nos podéis explicar algunas de esas formas de delitos, a que os referisteis?
Ramatís: Os explicaremos; pero insistiremos en deciros nuevamente que si tales delitos sentencian kármicamente a los culpables a futuras pérdidas de hijos, eso no indica que haya determinación punitiva por parte de la Ley del Karma, sólo es un proceso técnico espiritual y rápidamente eficiente que hace manifestar en el espíritu indiferente el sentimiento de amor que aún le falta. Esos delitos pueden consumarse por diversas causas, entre ellas, el aborto voluntario, los operaciones quirúrgicas provocadas para huir a la responsabilidad de procrear, la despreocupación odiosa en la enfermedad de los hijos detestados, la crueldad en el castigo excesivo, la donación innecesaria de los hijos por indiferencia, por comodidad o preconceptos sociales por negligencia al dejarlos sucumbir por falta de asistencia o amparo. Sin duda, que el mayor delito es el de matar al hijo a propósito, como sucede entre muchas mujeres infelices, algunas de las cuales lo hacen por miedo de enfrentar la maledicencia del mundo y otras, por una invencible aversión kármica hacia el espíritu adversario del pasado que se amparó en sus entrañas. Indiscutiblemente, todos los delitos que enunciamos, identifican y comprueban que se cometen por falta de amor de sus autores, pues si hubiesen tenido despierto ese sentimiento sublime, ninguno de esos delitos se habría consumado aunque exigiese la vida propia el realizarlos.
Es suficiente un rápido examen para verificar, que si hubiese comprensión amorosa del sentido que su vida en la carne también se la deben a otros seres que los precedieron en el camino, pero que fueron dominados por la tierra disposición de crear. Si hubieran pensado así no sólo habrían evitado las terribles expiaciones en el Más Allá de la tumba, sino, que aún se librarían de las terribles amarguras que les espera en vidas futuras, cuando se inclinen sobre el cajón mortuorio del hijo amado que parte prematuramente.

Pregunta: Se nos ocurre reflexionar, que esos delitos mencionados parecen referirse exclusivamente a la responsabilidad materna. ¿Entonces, cuál es la culpa del padre, cuando está sometido a pruebas tan dolorosas como la pérdida prematura de sus hijos?
Ramatís: Dentro del mecanismo perfecto de la Ley del Karma, el esposo que es sometido a la prueba angustiosa de la pérdida prematura de los hijos, obviamente responde por motivos que pueden encuadrarse en los siguientes delitos del pasado: que indujo a su compañera al aborto, al infanticidio o a la operación "anticonceptiva"; abandonó a la familia y a los hijos, librándose de la responsabilidad paterna o los torturó cruelmente por haber presentido que encarnó algún adversario espiritual. Es justo, por lo tanto, que un padre en tales condiciones deba someterse en lo futuro a la prueba dolorosa de verse privado de sus descendientes, los que desearía crear y al no verse correspondido despertará el sentimiento del amor y sensibilizará también el corazón.

Pregunta: ¿El sufrimiento de los padres pecaminosos, en las existencias futuras, se iguala a la naturaleza de sus delitos practicados en las vidas anteriores?
Ramatís: No podemos detallar todos los recursos de que se sirve la Ley del Karma en su aplicación metódica para elevar el padrón espiritual de los seres; pero podemos afirmar, que la "siembra es libre, pero la cosecha es obligatoria". El proceso kármico de rectificación espiritual, es severo y siempre se desarrolla atendiendo a la justa necesidad de renovación espiritual, y no como una venganza o cólera de Dios que castiga a los culpables. Vosotros sabéis perfectamente, que un hombre bueno, en un momento de cólera impensada comete un homicidio, la Ley lo trata con más indulgencia que al hombre malo o asesino profesional. El primero requiere un proceso compulsorio más doloroso, para que la sensibilidad de su conciencia le permita meditar sobre el crimen y purgarse con el hierro candente del remordimiento. En el segundo caso, está curtido por los crímenes y es incapaz de ejercer la "autocrítica" acusadora o poseer el remordimiento purificador, y ha de exigir un plano de dolores más atroces para lograr despertar las fibras de su corazón endurecido. De la misma forma, los delitos cometidos en el pasado por los padres culpables, aunque a veces sean iguales en su origen y acción, pueden variar las condiciones del pago futuro. La madre que mata al hijo en un momento de locura por no poder eludir la miseria insidiosa, de modo alguno será tratada por la Ley Kármica, que es justa y sabia, de la misma forma a la mujer que mata al fruto de su carne porque teme a la maledicencia, el sacrificio social del nombre o porque no desea abdicar de los placeres del mundo.

Pregunta: ¿Cuándo los progenitores culpables son sometidos a la prueba dolorosa de perder a sus hijos queridos, de qué modo se les desenvolverá el amor que no tenían en el pasado?
Ramatís: Despertar el potencial de amor en los padres delincuentes de otrora, se produce en la esfera principal del psiquismo, pues el dolor producido por la pérdida del hijo querido se transforma en una divina fuerza centrípeta, que concentra v apura todas las vibraciones dolorosas en el crisol depurador del espíritu. Bajo la envoltura de los cuerpos físicos permanece el alma inmortal, cuya memoria etérica se engrandece v se sublima por el amor v el heroísmo en las vidas humanas. Todas las equivocaciones del pasado se rectifican bajo el estilete del sufrimiento dirigido por la pedagogía sideral. En cada existencia, el espíritu es abatido por las inclemencias de las vicisitudes morales y los sufrimientos físicos; más la renovación sidérea interior no siempre resulta conforme a los acon¬tecimientos trágicos ocurridos en el escenario físico. El castigo corporal, la aislación en la cárcel y el comentario acerbo de la prensa diaria, no consiguen abatir el cinismo v despertar el sufrimiento moral en el delincuente empedernido; la más simple duda de honradez sobre un hombre justo, lo hace sufrir desesperadamente. Lo mismo sucede con el efecto de las pruebas kármicas de los padres culpables en el pasado; para algunos, la simple imposibilidad de concebir un hijo ansiado significa una profunda tortura; para otros, la tragedia dantesca que se cierne sobre el hogar y destruye hasta la familia que de modo alguno les conmueve en su dureza, ni activa el amor que aún está petrificado por el pasado de ignominia.
He ahí porqué la Técnica Sideral acostumbra a emplear métodos de la más alta eficiencia correctiva y conforme a la psicología y al grado de sensibilidad psíquica de los espíritus culpables, provocando exclusivamente la eclosión del sentimiento amoroso que les falta y no de acuerdo al delito cometido en el pasado, Si no fuera así, podríais acusar a la Divinidad de crueldad con sus hijos, pues estaré actuando bajo la Ley del "ojo por ojo y diente por diente".En ese caso, sería punida la cantidad del crimen y sacrificada la cualidad del sentimiento de amor que debería existir en el alma delincuente. De ahí emana el hecho, que un mismo tipo de crimen puede revelar psicologías criminales diferentes y hasta opuestas, aunque dos crímenes se parezcan en su forma, pudiendo variar la aplicación del proceso de rectificación espiritual. Mientras la montaña de piedra requiere una poderosa carga de dinamita para quebrarse, para hacer la estatua es suficiente el trabajo lento e incisivo del cincel. Así relativamente, la Ley del Karma también actúa sobre las almas culpables por los delitos semejantes, en¬caminándolos hacia sufrimientos cruciales pues aún se encuentran petrificados por la impiedad, necesitando una terapéutica rectificadora más acerba, pero también impone un programa doloroso, aunque más suave a los corazones sensibles que fueron víctimas de su emotividad traicionera. Por lo tanto, la madre criminal que mató por piedad, desesperación o miseria, aunque pueda sufrir en lo futuro la prueba de los hijos enfermos, los verá sobrevivir sin el dolor de perderlos prematuramente; mientras tanto, aquélla que los mata por odio o por huir de la responsabilidad materna, aunque sea una falta semejante, requiere en el futuro la rectificación por el dolor, causada por la separación del hijo querido

Pregunta: Apreciaríamos que nos diéseis un ejemplo más concreto, para valorar mejor, cómo se desenvuelve ese amor en los padres que son probados por haber matado o abandonado a sus hijos en vidas pasadas.
Ramatís: Para mayor claridad del asunto, reduzcamos los delitos a una sola forma y veamos cuáles son sus probables consecuencias kármicas futuras. Supongamos el caso de un padre, que en vidas pasadas repudió a su hijo porque era feísimo, deformado, enfermizo o de raciocinio perturbado. Delante de la Ley Kármica, ese padre demostró que estaba incapacitado al punto de despreciar al alma atribulada que vino a suplicar amparo en su hogar terrestre, para soportar su más terrible prueba de humillación física. Si en su corazón existiese la más diminuta forma de afecto o piedad, es evidente que se hubiera apiadado del infeliz descendiente, prodigándole el cariño y las atenciones más exigibles porque era víctima de una lesión corporal. Bajo las directrices de la Ley Kármica de rectificación espiritual, ese padre delincuente es un necesitado de cuidados espirituales; no sólo por haber repudiado a su hijo infeliz, sino, porque aún no sabe amar. Y si el principal objetivo de su vida espiritual es desenvolver el amor adormecido en el receso de su alma, la Ley establece el plan del fallecimiento prematuro del futuro hijo sano y hermoso, que por tener esa cualidad, ha de ser egoístamente amado en la próxima existencia.

Pregunta: ¿Cómo será inducido ese padre para que ame a su hijo futuro, si en su alma persiste la misma falta de amor que padecía en el pasado?
Ramatís: La Técnica Espiritual sabe actuar con extrema sabiduría y aprovecha el potencial adormecido en las almas culpables, sirviéndose de recursos eficientes, aunque dolorosos, que actúan como verdaderos "excitantes" o "multiplicadores" de frecuencia amorosa aún deficiente. En base de haber pecado por el desprecio y repudio hacia el hijo indeseable, feo, deforme, enfermo o débil mental, la Ley lo ajusta con otro hijo sano, bello o sumamente inteligente —con una corta encarnación— que se vuelve su incesante motivo de pasión y goce egoísta. Feliz y envanecido por ser el blanco de la admiración ajena, pero ignorante de las futuras pruebas dolorosas que lo esperan, se deja fanatizar por la adoración incontrolada. Algunos padres viven casi exclusivamente alrededor de su diocecito del mundo. Todo eso no deja de ser pasión egocén¬trica y vanidosa, generada por la imagen agradable de la carne que tuvo forma feliz; poco a poco se han de ir cambiando las emociones en los corazones de los padres en falta; la Ley los somete a los climas más emotivos y contradictorios, intercalándoles fases de alegría y de angustia, ventura y miedo. La simple premonición de cualquier enfermedad en su querido descendien¬te, es bastante para entristecer sus almas; las enfermedades constitucionales de la infancia acumulan dolores y preocupaciones. Entonces, el hijo adorado de aquel hombre de nuestro ejemplo, nacido hace poco tiempo, bello, sano o inteligente, se vuelve el motivo de incesante tranquilidad y sirve para apurar la sensibilidad amorosa que comienza a despertarse en el padre v también empieza a vivir escenas, exactamente opuestas a las del pasado. Antes se alegraba por la simple idea, que un accidente trágico o una enfermedad irreparable pudiese aniquilar a su hijo repudiado, por haber nacido feo, enfermo, débil o deformado. La esperanza que sustentaba en el pasado de ver morir pronto a su hijo perturbado, porque significa una profunda humillación para los esposos, delante de otros progenitores felices, se transforma en esta existencia, en un ardiente deseo, para que sobreviva a cualquier costo el descendiente perfecto y gloria de la familia. Sometiendo a las almas delincuentes del pasado a procesos de profundidad espiritual, la Ley Kármica, de causa y efecto, consigue extraer de la veta del corazón, el precioso mineral, que es el amor. Al comienzo, el filón del amor será explotado por la vanidad, interés y egoísmo, después se sublima en la ternura, en el sacrificio y en la renuncia, demostrando que la Divinidad posee recursos para lograr el objetivo deseado. Los padres culpables invierten el sentido de sus pasiones reprimidas en el pasado por el despecho de la deformidad de los hijos, para terminar interiormente fascinados por sus descendientes, que más tarde exaltan las tradiciones de la familia o provocan la admiración ajena. Se abandonan efusivamente a un amor delirante, mezclando la vanidad con los extremos de ternura y orgullo con la adoración. Sucede justamente, el reverso de lo que le sucedía en el pasado cuando se encontraba delante del hijo lesionado por el destino, y hacía todo lo posible por molestarlo y expulsarlo de su presencia, terminando por apartarlo en al frialdad de los orfanatos, la impiedad de los tutores sádicos o de las madrinas histéricas.

Pregunta: ¿Podemos suponer, que después de ese experimento rectificador, proporcionado por la Ley, los corazones de esos progenitores se encontrarán suficientemente desarrollados, para que más tarde amen a otros hijos menos agraciados por la naturaleza?
Ramatís: A pesar de tanto júbilo y emotividad a flor de piel hacia los hijos, no es posible decir que consiguieran la debida compensación en la falta de amor que los hizo delinquir en el pasado.
Es verdad, que aún siendo una pasión activa por la configuración carnal y las dotes excepcionales del feliz bebé, va se comprueba que germina el sentimiento, que en el futuro hará surgir el amor en sus corazones recalcitrantes. Mientras tanto, no tienen derecho al goce completo en la existencia rectificadora, porque sería un flagrante error por parte de la Ley, como si ella premiase a los culpables, y la muerte extendiera sus alas lúgubres y cortara la vida del hijo adorado, casi siempre, cuando el júbilo de la familia es más intenso. Es obvio describiros el dolor intenso v el sufrimiento atroz que padecen esos corazones, heridos por la supuesta impiedad de Dios, que les roba el hijo querido Su muerte, puede provocar acerbas blasfemias contra el Creador; tal vez calle por largo tiempo la alegría de la madre herida en lo íntimo del corazón, mientras que el padre se deja dominar por la rebeldía sistemática contra todos los dictámenes de la vida religiosa o revelaciones espirituales. Pero la Ley Kármica, en su infinita sabiduría, siempre logra el éxito de sensibilizar los corazones indiferentes en el pasado, preparándolos con rigor, para convertirlos en tiernos v amorosos para otros efectos futuros. La recordación que aún los envuelve, causada por la partida del ente querido, continuará manteniéndoles viva la imagen del hijo que contribuyó como un verdadero "detonador" del amor, que se encontraba adormecido en la frialdad de las almas que lo adoraban.

Pregunta: ¿Ese amor, sólo puede despertarse a través de los hijos bellos, sanos e inteligentes, que más tarde desencarnan para avivar los sentimientos paternales adormecidos?
Ramatís: No debéis olvidar, que no estamos ajustando al ejemplo de un padre, que debido al abandono de su hijo deformado, débil mental o adversario espiritual, requería la terapéutica rectificadora de perder prematuramente otro hijo, bello, sano o inteligente. La ley dispone de diversos recursos para incentivar a los padres delictuosos y despertar el amor latente en sus almas, sin necesidad de someterlos exclusivamente a la prueba de perder los hijos bellos o sanos. El espacio exiguo de esta obra no nos permite analizar la multiplicidad de acciones y reacciones de "causa y efecto", que se aplican bajo la visión sabia de los Mentores Siderales cuando precisan promover la rectificación espiritual de los diversos delitos de padres comprometidos con los hijos en encarnaciones anteriores.

Pregunta: Inspirándonos en el proceso de la Ley Kármica, que regula la "causa" y el "efecto" en la rectificación de los equívocos de las criaturas, encontramos que los hijos deformados, malos, imbéciles o repulsivos, que son repudiados por los padres crueles, deben merecer tal hostilidad, suponiendo que en el pasado también pudieron repudiar los afectos Datemos y despreciar inclusive a sus progenitores. ¿La Ley no debería colocarlos bajo tutela de los padres adversarios?
Ramatís: Evidentemente, muchas veces sucede así en la lógica justísima del proceso kármico.
Generalmente, los espíritus que subestimaron a sus progenitores en una encarnación, no merecen en futuros renacimientos el techo afectuoso y amigo, debiendo renacer entre padres indiferentes, impiadosos y despejados de ternura alguna. Esos padres, además de poseer frialdad, cuando presienten en el hijo antipático al adversario detestado del pasado, se dejan tomar por una invencible repulsión, llegando a expulsar al infeliz descendiente y a veces, el despecho, el odio o la crueldad, los lleva a aniquilarlo despiadadamente, conforme lo anuncia la prensa terrena que es pródiga en esas noticias. Los espíritus bastante agravados por los delitos del pasado, que intentan renacer para la debida reconciliación con los adversarios de otrora, necesitan nacer deformes o retardados mentales, y sus oportunidades para encarnar son muy reducidas, pues la acogida es poco favorable en la familia terrena. Aquellos que se benefician al asomar el remordimiento en sus conciencias degradadas se someten amargados a la tentativa —de poco éxito-de sobrevivir en el hogar de sus enemigos pasados, a los cuales se ligan por lazos del odio insatisfecho. Dominados por indescriptible angustia, sólo les importa ajustarse a un cuerpo de carne para poder borrar el incesante recuerdo de sus crímenes, pues en su memoria etérica liberada en el mundo astral, los segundos vividos les parecen siglos de horror y desesperación. Entonces, aceptan cualquier encarnación deforme de la carne para renacer en la materia, o entre los padres más odiosos de la Tierra; necesitan el bálsamo del olvido ante las vilezas cometidas en el pasado y concedida en la forma de un cuerpo físico. Debido a la impiedad u hostilidad criminal de los progenitores adversos, a veces los devuelven nuevamente hacia las miserias del mundo astral inferior, expulsándolos del cuerpo de la carne tan implorado para la redención espiritual, y aún son bastante raros los espíritus que se conforman con ese acontecimiento odioso. Sintiendo recrudecer el odio mal disimulado bajo las cenizas del propio interés, se vuelven almas desatinadas y se arrojan rabiosamente sobre sus ex progenitores, persiguiéndolos implacablemente hasta la hora de su desencarnación, esperándolos en la puerta del Más Allá como enfurecidos demonios sin el menor indicio de piedad.

Pregunta: Estamos seguros que una gran parte de los padres terrenos no tienen muy en cuenta esa responsabilidad, pues si la tuvieran, los asilos y los orfanatos estarían vacíos.
Ramatís: Esos padres precisan saber, que ninguno de los más trágicos y emotivos escritores de vuestro mundo podría describir el pavor y la alucinación que se apodera de los padres infelices, cuando están dominados por el odio, llegando a repudiar o matar a sus hijos en la Tierra. Cuando retornan al Más Allá se transforman en verdaderos "trapos vivos" en manos de los exacerbados verdugos y adversarios, que imprudentemente eliminaron de sus hogares terrenos. Las mujeres que se dejan dominar por sentimientos súbitos de repulsión y rebelión hacia sus hijos, y recurren a los tradicionales enemigos de la vida o "destructores de ángeles" para expulsarlos a través del aborto premeditado, ignoran, que un pavoroso infierno de sufrimientos les espera después de la desencarnación, cuando caen desamparadas bajo la opresión de espíritus tenebrosos que les negaron un cuerpo que estaba en gestación. No es posible imaginar la cólera, el resentimiento, la rebeldía y el odio que se apodera de esos espíritus, cuando reaccionan contra la criatura que les impidió la gestación del cuerpo amigo y tan necesario para olvidar el pasado acusador, que les molesta incesantemente en su memoria subvertida. Después de esa desilusión, sólo les mueve un deseo feroz: fomentar todas las humillaciones y enfermedades cruentas posible a quienes les negaron el beneficio de un cuerpo físico, apresurándoles la desencarnación a fin de hacerlas víctimas de sus más crueles venganzas en el menor tiempo posible.
Por eso, si muchos hijos deformados, imbéciles, crueles o retardados mentales merecieran la prueba kármica de nacer en hogares de padres adversos, los progenitores deben conformarse con esa situación desfavorable, pues están cogiendo en la prole antipática el fruto de las simientes hostiles que sembraron en las encarnaciones pasadas.

Pregunta: ¿Si por Ley Kármica, los espíritus que repudiaron o menospreciaron a sus padres deben renacer en el seno de familias adversas con probabilidades de ser repudiadas v hasta eliminarlos prematuramente, los padres que los abandonan o maltratan, no estarán contribuyendo para otros objetivos rectificadores de la Ley contra los que han cometido falta? ¿No será un motivo para equilibrar las pruebas futuras, una vez que dieron cumplimiento al objetivo que estaba determinado?
Ramatís: La Ley del Karma, a pesar de ser justa e implacable, no origina la predestinación para el crimen, ni permite el desquite por parte de nadie. Ella es el efecto de una causa creada por el hombre en el pasado.
Con respecto al modo más seguro de actuar en este caso, es Jesús quien lo indica en las siguientes recomendaciones.: "Ama a tu prójimo como a ti mismo", y "Haced a los otros lo que quisierais que os hagan a vosotros" o "Cuando te quiten el manto, dale también la túnica"; "Si tu adversario te obliga a caminar una milla, anda una más con él". No importa constatar si las culpas requieren puniciones o si los delitos exigen reparaciones al pie de la letra, pues el objetivo más importante es liberar las cadenas del odio, celos o crueldad, que liga a las almas adversarias y endeudadas al mundo material. El círculo vicioso de las venganzas y tormentos recíprocos indica el estado de profunda ignorancia del espíritu, puesto que esto lo ata aun más a la rueda de las reencarnaciones. La reparación recíproca impuesta por preceptos kármicos y obligatorios para el espíritu, tiene por finalidad evitar que se perturbe el orden y la armonía del mecanismo de la evolución y que ocurran negligencias en la línea moral del perfeccionamiento del alma. Desde el momento que los adversarios resuelvan desatar los grillos que los esclavizan mutuamente a través de las venganzas, ellos mismos habrán conseguido los efectos benefactores para sus futuras reencarnaciones, cada vez más reducidas en las amarguras y más amplias con respecto a la oportunidad educativa. Los padres que son adversos a los hijos porque nacieron deformados, imbéciles o son enemigos del pasado, aunque pudie¬sen comprobar que esos espíritus no tienen derecho a un hogar amigo, no tienen tampoco la facultad de eliminarlos, pues una acción criminal crea un "efecto" bajo igual culpa. En consecuencia, esos padres son candidatos a los dolores atroces por las pérdidas de sus hijos en el futuro y también deberán renacer en el seno de la familia antipática, contando con mayores probabilida¬des de ser abandonados y con pocas perspectivas de permanecer en el hogar. La criatura humana, en vez de discutir la procedencia de los actos resultantes de la acción implacable de la Ley del Karma —que es un proceso educativo obligatorio para la disciplina del mundo físico—, debe aceptar incondicionalmente las disposiciones de la Ley del Evangelio, que son liberadoras y conducen a la vida en los cielos.

Pregunta: En el caso en que los padres repudien al hijo detestado, ¿no es la Ley la que los lleva inconscientemente a ejecutar ese acto para que se cumpla el precepto kármico y disciplinador?
Ramatís: Aunque los padres, en ese caso, estén dando, sin saber, cumplimiento a la Ley del Karma, lo hacen bajo influencia de la crueldad como una acción predispuesta, que los coloca delante de la infracción de la ley de "quien con hierro hiere con hierro será herido", o bien esta otra: "la cosecha ha de ser conforme a la siembra", como premisas fundamentales para las futuras rectificaciones. Si esos padres prefiriesen seguir el derrotero indicado por la Ley del Evangelio, tratarían a sus hijos bajo la inspiración del Amor, y entonces entre los adversarios del pasado y los encarnados en el mismo hogar serían desatadas las cadenas que obligan a las correcciones kármicas, pues es de ley que "ha de ser desatado en la Tierra lo que en la Tierra fuera atado".
En cuanto al Karma —aunque justo en su acción disciplina-dora— reajuste el efecto a su causa para atender a las necesi¬dades educativas del mundo material, el Evangelio se vuelve el sublime recurso que libera al espíritu, porque no lo encadena a las obligaciones reparadoras de las equivocaciones del alma, porque inspira y orienta la ascensión espiritual. Los padres rebeldes pueden destruir a los herederos de sí mismos por no querer aceptarlos en la forma que la Ley se los envía; mientras tanto, en el futuro, la misma Ley volverá a enviarles los hijos conforme a sus deseos, pero no les permitirá criarlos, debido a sus deseos anteriores que sólo eran de orden físico y no de ampararlos hasta el fin de la existencia. Sirviéndonos de una expresión familiar entre vosotros, diría¬mos que esos padres no son merecedores de esos hijos exclusivamente atrayentes, porque aún no saben aliar lo "útil a lo agradable". Mientras tanto, si desearan un tratamiento amoroso y la protección de otros padres en futuras encarnaciones, sólo les resta una actitud hacia sus enemigos renacidos en su hogar, que es la fórmula preceptuada por Jesús: "Ama a tu prójimo como a ti mismo" y "Haced a los otros lo que quisierais que os hagan".

Pregunta: Por lo que habéis expuesto, estamos inclinados a creer que todos los hijos que nacen deformados, imbéciles, enfermos, feos o tontos, son almas delincuentes, mientras que todos los bellos, sanos y sabios son espíritus superiores. ¿No es así?
Ramatís: Tampoco en el Más Allá hay reglas sin excepción, pues muchas criaturas hermosísimas y fascinantes han sido en encarnaciones pasadas terribles criminales, perdularios, prostitutas, facinerosos, envenenadores crueles, parricidas y matricidas. La belleza física no es regla absoluta para comprobar la presencia de un espíritu superior en el mundo, pues Lucrecia Borgia y la emperatriz Teodora eran de una belleza atrayente; la primera fue despiadada envenenadora y la segunda una reina cruel. Muchas veces el adelanto y la sabiduría pueden esconderse en las criaturas feas, humilladas y de apariencia insignificante. La carne es el instrumento del espíritu, de la que se sirve muchas veces para experimentar su poder y su voluntad, estructurando su conciencia bajo la ley del libre albedrío y la conducta para la Ley del Karma, que ajusta vías peligrosas y le providencia las oportunidades para elevarse moralmente. La belleza o fealdad, la riqueza o pobreza, la gloria o humillación en el mundo físico son parte de los pertrechos provisorios con que el espíritu se sirve para intentar su progreso y ampliar su conciencia sideral. Pero no representa su identidad espiritual específica, ni tampoco son conquistas definitivas. Esa es la causa por la que puede encontrarse entre los más afortunados y de configuración bellísima, los genios como los tontos, los buenos y los malos, y también los más imprudentes y atontados por las ilusiones de algunos instantes de goce, que imitan a las mariposas cuando se ciegan por el exceso de luz.
Aunque la criatura angélica del futuro deba ser hermosa, buenísima y sabia, de la cual Jesús era uno de los tipos más ideales, muchísimos filósofos que consumieron sus existencias en favor de un derrotero moral superior en la Tierra nacieron sin credenciales físicas, como Sócrates, por ejemplo. La historia terrena señala a los bellos especimenes humanos, cuyos cuerpos apolíneos escondían almas diabólicas que sembraron el dolor, la desilusión y la degradación moral. Hay que tener presente que la forma humana es provisoria y el camino de las expresiones es aún desconocido en la Tierra, siendo el espíritu el factor más importante, aunque invisible para los ojos carnales; realmente, es la expresión definitiva y sobreviviente al organismo físico, que sólo sirve para la experimentación humana. La vestimenta de la carne y el ambiente privilegiado poco interesa cuando el espíritu es sabio y bueno. Casi siempre, las almas que en el pasado pecaron por exceso de belleza, que abusaron de las posiciones seductoras o fueron favorecidas con la fortuna, prefieren renacer feas y pobres, con el fin de vivir en situaciones humildes que mejor les apura la bondad y se liberan de tentaciones peligrosas que provocan la belleza, la fortuna y el prestigio.

Pregunta: En el mundo astral, la belleza de la forma en los seres que habitan ese plano, ¿no los identifican como almas superiores?
Ramatís: En la Tierra, el cuerpo físico se conforma según sean los experimentos que ha de intentar el espíritu encarnado; en el mundo astral el periespíritu revela en esa sustancia quinta esenciada el contenido de su psiquismo. Son muy comunes las terribles decepciones después de la muerte del cuerpo físico, cuando muchas criaturas ven aflorar a la superficie de sí mismas las expresiones y contornos más grotescos y monstruosos después que se han desligado de los cuerpos bellos y atrayentes. Las falsas virtudes, el barniz de la ética social o la hipocresía religiosa se pulverizan bajo el pase milagroso de magia, cuando el espíritu degradado se revela en el escenario del Más Allá, exponiendo al desnudo su conciencia y sufriendo la tremenda decepción de haberse engañado a sí misma. El cuerpo físico puede resultar agradable debido a su linaje ancestral biológico; en el Más Allá, lo bello es el sello de las almas bondadosas y sabias, porque es la forma real proyectada desde su intimidad espiritual. En la misma forma, las figuras teratológicas que pueblan el astral inferior y desafían al más osado Dante en su descripción, son los resultados exactos de la suversión espiritual, que muchas veces se oculta en la Tierra bajo el disfraz de un cuerpo hermoso y tentador. Muchos hombres encumbrados y mujeres seductoras penetran en el Más Allá de la sepultura conformando si¬niestras figuras de horrendos brujos, que se asustan de sí mismos.

Pregunta: ¿Cuál es entonces el aspecto común de los hijos terrenales cuando son acreditados como espíritus superiores? ¿Serán siempre bellos o también feos?
Ramatís: En los hogares terrenos tanto pueden nacer hijos bellos y ser portadores de almas diabólicas, como hijos feos de almas angélicas. De la misma forma, no todas las precocidades infantiles confirman la sabiduría espiritual, porque la vivacidad y la ligereza de observación que puede exaltar a la criatura terrena subliman algunas veces la astucia y el sofisma, que son las características del astral inferior. Pero, no hay dudas con respecto a lo siguiente: el hijo bueno siempre es de cualidad espiritual superior, mientras que el hijo malvado es la imagen de su alma detestable, tanto en el mundo físico como en el Espacio. Sobre este asunto no precisáis tener dudas, porque el sello prin¬cipal que identifica el grado de elevación espiritual es la virtud que deriva del amor, y la bondad es uno de los más simpáticos aspectos de ese amor que, por otra parte, es el distintivo indiscutible del alma superior. La bondad es una prolongación tierna del Amor, y éste es la marca divina con que Dios señaló la esencia de su obra. El espíritu bondadoso, rico o pobre, ignorante o sabio, es una flor amorosa en el jardín de la vida humana; siempre santifica el ambiente en donde vive y todos aquellos que lo hostilizan reciben un poco de su ternura y también su generoso perfume espiritual. Cuando nada parece salvar al hombre, lo salva la bondad, la benevolencia o el Amor. Como las sabiduría espiritual representa la razón divina, y el amor incondicional el sentimiento de los cielos, aquel que posee tales cualidades, realmente, es el ángel vencedor de todas las batallas y el sobreviviente de todas las metamorfosis de la vida humana.

Pregunta: Cuando los padres sufren la pérdida prematura de sus hijos bellos y sanos, al ser heridos violentamente en su amor egocéntrico por esa transición brusca de la alegría a la terrible desesperación, ¿no contribuye a agravar la proverbial falta de amor, resultando una franca rebeldía o aversión a la finalidad divina de procrear?
Ramatís: Sólo el dolor en su intensa manifestación consigue influenciar a los corazones indiferentes o a las almas atrofiadas por el exceso de goce o bienestar. La pasión egocéntrica expuesta en potencial, que se interpone por la pérdida del hijo querido, no se pierde en los padres, porque la ley de la vida les impone una incesante superación a todos los fracasos, sufrimientos o vicisitudes humanas. Aun cuando las almas se entreguen a la degradación completa, viven procurando alcanzar compensaciones venturosas; realmente, les falta capacidad para adquirir la posición perdida, aquella que los impulsaba a cometer peligrosos desatinos contra sí mismas, mientras poseen la ilusión enfermiza que de esa forma se desagravian en público!... En lo íntimo de cada ser se activa el deseo ardiente de poder recuperarse y renovar las esperanzas frustradas. Por eso, los padres endeudados con la Ley que pierden al hijo adorado —como no pueden eliminar la pasión o el sentimiento nuevo originado— ven renacer las esperanzas en la única tera¬péutica capaz de aminorarles el dolor acerbo, que será el advenimiento de otro hijo. Sus aspiraciones convergen hacia la imagen de otro ser que pueda sustituir al desaparecido y, a su vez, que les proporcione las mismas alegrías y admiraciones desvanecidas anteriormente. Debilitadas las recordaciones dramáticas de la desencarnación prematura del primer hijo, la sugestión superior se encargará de despertar en los padres desconsolados el deseo de un nuevo descendiente. Todo eso contribuye para que el nuevo descendiente encuentre ambiente más propicio para sus manifestaciones, aunque no revele las credenciales del primer hijo. Aunque no posea la belleza o la inteligencia del anterior, siempre ha de ser un huésped bienvenido, porque en la intimidad de los corazones lacerados de los padres permanece la ansiedad de cualquier compensación que pueda aminorarles el dolor inconsolable. Aquellos que no logran la gracia de otro hijo para amenguar los recuerdos, se conforman con extender su afecto a otros hijos ajenos, buscándolos en los orfanatos en una amorosa compensación.

Pregunta: Ese hijo bello e inteligente que desencarnó prematuramente, ¿no podría ser el hijo feo, deformado o imbécil que fuera repudiado otras veces?
Ramatís: Los padres que sufren la prueba kármica de perder prematuramente a sus hijos, no indica el que hayan sido esposos en otras encarnaciones. La ley puede haberlos reunido a causa de delitos y pruebas kármicas semejantes. El padre que repudió al hijo, que por su culpa terminó rápidamente su existencia carnal entre la miseria del mundo, en otra encarnación pudo ser el esposo de otra mujer, que por haber practicado el infanticidio debe sufrir la prueba de perder uno o más hijos. Pero aquellos que en el pasado fueron amantes o esposos responsables por la muerte del hijo deformado, enfermizo o imbécil, no precisan ser probados por medio del mismo espíritu que expulsaron anteriormente. Conforme ya os aclaramos, puede nacer de esos padres otra entidad sana, bella o sabia, que desencarnando a tierna edad los empuje aún más al amor y la recordación debido a su cuerpo carnal más atrayente; lo que importa a la Ley del Karma es la acción y el resultado rectificador, no la naturaleza de los agentes que provocan ese despertar amoroso.

Pregunta: ¿Qué obstáculo puede haber para que el espíritu repudiado anteriormente retorne al mundo en otra existencia y sirva como instrumento de ajuste kármico para los padres culpables?
Ramatís: El mismo aforismo que dice: "la naturaleza no da saltos", podría aplicarse al proceso de ascensión espiritual, pues ésta tampoco se efectúa a saltos improvisados. Aunque hayamos dicho que no siempre la criatura pobre, simple y humilde es un alma inferior, conviene saber que aquel que nace deformado o imbécil está soportando la prueba severa de una rectificación espiritual, maniatado por la Ley que subvirtió en el pasado. Casi siempre es el adversario más feroz de los padres que viene a rogarles hospedaje carnal; en su interior, las pasiones y la agresividad pueden estar amordazadas en el andrajoso de carnes enfermas, en las formas del imbécil o en el descontrolado por la alienación mental. En general, si se le concediese completa libertad a tal espíritu para dirigir incondicionalmente un organismo atrayente y sano, debido a su inmadurez psíquica no tardaría en cometer los mismos desatinos, crueldades y torpezas del pasado. Bajo tales condiciones sería demasiado inmadura la reencarnación en situación de ser bello, sabio o tener libertad de acción, contrario a lo que la Ley buscaba como rectificación para asegurar el éxito de la prueba espiritual posterior de los padres culpables. Tampoco le sería posible al alma delincuente efectuar a corto plazo una renovación espiritual tan milagrosa, en una se¬gunda prueba kármica con aspecto angélico, pues la ascensión sideral se hace por etapas distintas y con lentas modificaciones que no violenten el padrón psíquico. Comúnmente el alma invierte más de un milenio para sólo apurar una virtud loable, como la resignación, la honestidad o la simplicidad. Dentro del concepto popular de que el "vaso ruin no se quiebra", el espíritu que desencarna prematuramente, exceptuando accidentes técnicos del astral o de la Tierra, es una entidad elevada y con vida breve en la carne, mientras el que enfrenta una larga existencia, en general, es portador de los defectos comunes de la humanidad.

Pregunta: ¿Se ha comprobado que ciertos padres culpables son probados con la pérdida de sus hijos, pero es posible que algunos espíritus acepten el sacrificio de morir en la infancia para ser instrumentos de esa prueba?
Ramatís: ¡Volvemos a advertiros que la Ley Kármica ajusta pero no castiga! Tampoco crea hechos delictuosos o acontecimientos deliberadamente odiosos para que se rectifiquen las almas delincuentes. Sería un profundo desmentido a la Sabiduría y Justicia de Dios, si para realizar la prueba del sufrimiento kármico hubiera necesidad de preparar instrumentos de prueba, así como en vuestro mundo se preparan las personas para provocar los escándalos públicos. No se justificaría que en el mundo espiritual, de la más alta sabiduría de la vida, se decidiera que la respon¬sabilidad exclusiva de las almas culpables dependiese de los sacrificios ajenos para su efectivación. La Ley Kármica actúa dentro de un ritmo irreductible, en donde una "acción" produce igual "reacción", o sea, una determinada causa tiene idéntico efecto. El espíritu que debe desencarnar prematuramente como hijo de padres culpables, con el fin de despertarles con más vehemencia el amor aún acrisolado en lo íntimo del corazón, casi siempre es una entidad de inteligencia precoz, bondadosa y de sabiduría innata o capaz de desarrollar genes de los ascendientes hereditarios para un físico bello y atrayente. Cuántas veces la sabiduría popular identifica al ser angélico bajo el dicho que dice: "criatura que no se cría, no es de este mundo". No siempre la profecía es verídica, pues algunas criaturas presienten que esos hermosos, tiernos y sabios espíritus evolucionados, cuya reencarnación es un recurso más de la técnica astral, necesitan un plazo corto de vida humana para descargar en la carne instintiva los últimos tóxicos de magnetismo inferior que aún les pesa en la contextura de sus túnicas resplandecientes. Son espíritus que descienden a la materia en un rápido vuelo, como si fueran aeronautas siderales que completan sus horas en el cuerpo físico, con el fin de promoverse al comando superior en los páramos de luz y felicidad eterna. La Ley del Karma, en su inteligente mecanismo benefactor espiritual, los aprovecha y se sirve de su belleza, sabiduría y bondad angelical como recursos para despertar la ternura o una pasión preliminar que pueda sensibilizar el corazón de los padres que pecaron por falta de amor. Más tarde, los padres culpables y sensibilizados por la partida prematura del hijo querido pro¬crean un nuevo cuerpo y retoman nuevas esperanzas amorosas, y la Ley se encarga de reponerles en ese clima más favorable del hogar el viejo adversario que fue repudiado en el pasado. Aunque retorne con la mente anormal y la configuración menos bella— haciendo sentir a sus progenitores la dolorosa diferencia con el hijo excepcional que partió prematuramente—, encontrará cabida definitiva, porque existe un vacío profundo en los corazones de los padres, que claman por cualquier substituto cordial.

Pregunta: Creemos, según vuestras consideraciones, que todos los hijos bellos, sanos, buenos y sabios debieran desencarnar prematuramente porque vienen a este mundo para el sufrimiento de sus padres —culpables en el pasado— y por ser espíritus que cumplen con su última encarnación. ¿Hemos comprendido bien?
Ramatís: Nuestras consideraciones no son absolutas, como no hay reglas sin excepción. No todas las criaturas bellas, buenas, sanas y sabias son espíritus que descienden a la materia para su última encarnación, como no todos los padres de criaturas hermosas e inteligentes están sometidos a la prueba de sufrir la pérdida prematura de los hijos queridos. ¡Jesús fue bello, sabio y bueno, mas sobrevivió hasta los treinta y tres años, y no se encarnó en el mundo físico para descargar cualquier tipo de saldo de magnetismo inferior! María de Nazareth y Lucrecia Borgia deslumbraron al mundo desde la infancia por al hermosura de sus semblantes; sin embargo, sin que nadie sospechase de esos destinos tan diferentes, la primera fue la madre del salvador de los hombres, y la segunda el pote de pasión que sembraba veneno. Sucede que en edad temprana tanto desencarnan las criaturas bellas como las feas, las inteligentes o las retardadas, las amorosas y las crueles, pues la muerte es como una espada de Damocles suspendida sobre vuestras cabezas que os amenaza desde el primer gemido en la vida física. Es una condición permanente del mundo en que vivís, como factor necesario para la transformación del medio material, en donde las fuerzas más brutas amenazan continuamente la existencia de las cosas más frágiles.
Los seres vivos permanecen en continuo desgaste, ya sea por un proceso de enfermedad u otro cualquiera, y el fenómeno de la muerte es una "transformación" que acaece con las energías del mundo físico. La muerte, analizada desde la Tierra, os parece un caso tétrico y desesperante, que interrumpe el goce insulso de las cosas materiales y rompe los lazos egocéntricos de la familia. Mientras tanto, ese mismo acontecimiento cuando se examina desde aquí, modifica completamente su forma lúgubre, porque representa la "divina puerta" que la Bondad del Padre entreabre para que el alma regrese a su casa amiga, a su verdadero hogar espiritual, donde realmente se trabaja por la Ventura definitiva. He ahí el porqué de la desencarnación de los hijos y del sufrimiento de los padres, que no debe encararse en forma tan desesperada, ya que la muerte no termina con el espíritu, pero lo libera de la materia a la que se encontraba incómodamente ligado. Lo que importa, en realidad, es la modificación que debe acaecer en su contenido espiritual, aunque los hijos desencarnen prematuramente o permanezcan encarnados hasta la vejez. Para la Ley del Karma la muerte no es un recurso punitivo, es un proceso técnico, usado como un sistema de perfeccionamiento espiritual. Mientras que algunos padres mejoran su psiquismo por haber desarrollado el sentimiento del amor que les faltaba en el pasado y gozan con la sobrevivencia de los hijos adversarios hasta la madurez física, otros sólo consiguen esa mejoría sufriendo la muerte prematura de los hijos queridos. Pero es innegable que la desencarnación funciona como simple recurso de control en el tiempo y en el espacio de las existencias humanas, bastante alejado de cualquier tipo de expresión que se le quiera atribuir definitivamente.

(Continua...)