miércoles, 14 de abril de 2010

¿El clon humano es una utopía?


¿La clonación humana es defendible? ¡Esa es la pregunta! El asunto es intrigante e impone debate más amplio. No hay respuestas definitivas para el problema. ¿Cuál es la mejor actitud frente a la bioética de ella? La respuesta no es fácil. El tema aun es asustadizo, todavía, invariablemente, será una práctica rutinaria en los siglos futuros, atendiendo a cuidadoso planeamiento que envolverá Espíritus encarnados y desencarnados. Actualmente, es complejo el asunto, por eso, suscita problemas y dudas. Para algunos, el clon humano es una utopía patética. Para los estresados, hay un cierto delirio que hace que algunas personas piensen en la posibilidad de crear individuos descerebrados en el clonaje y después almacenados para el trasplante de órganos. ¡Es una locura! Eso no nos debe preocupar. Otros acreditan que pueden interferir en el gen, en el DNA y retirar la sensibilidad para hacer individuos, totalmente, inmunes al dolor, más, en verdad, eso no pasa de ciencia ficción. Con todo, “la búsqueda de conocimientos es característica fundamental del Hombre, aunque muchas veces proceda como un aprendiz de brujo, sin dominio sobre sus propias conquistas, en virtud de su desenvolvimiento moral.” El Genetista Panayitis Zavos ha informado, insistentemente, que implantó 11 embriones clonados en cuatro mujeres y cree que, si amplia los esfuerzos actuales, podrá llegar al primer bebe clonado en un año u dos. Para algunas autoridades, el procedimiento de Zavos es un “brutal desvió de ciencia genética”, por eso, el método es ilegal en varios países. Hace algunos años, Panayiotis no presento cualquier evidencia de la técnica y fue condenado como “irresponsable” por dar falsas esperanzas a mujeres que no podían tener hijos. Considerándose que hay un descarte de gigantesca cantidad de embriones, el método es, algo muy arriesgado. A cada 100 tentativas, al menos el 95 no prosperó, dejando un rastro de abortos y muertes de gestantes; las cinco gestaciones que, eventualmente, prosperaron, probablemente, no garantizan vida saludable para los clones, para comenzar por el previsible envejecimiento celular precoz. Los métodos, aun, están muy distantes del éxito real; hay, aun, mucho espacio por recorrer, a la vista de los impedimentos éticos y legales que obstan en los experimentos. Con todo, llegará el día en que el clonaje será factible. Se no hoy, sin duda alguna en un futuro. Los espiritas saben que es el espíritu el que da vida inteligente al cuerpo. Si un cuerpo humano fuera clonado a partir de una célula de alguien ya desencarnado, ciertamente será designado un Espíritu para dar vida a aquel cuerpo, más es poco probable que sea el del donador de la célula. Aun mismo que fuese el espíritu de este, sería una nueva vida y con nueva misión. La vida no se repite. Los clones ya existen de forma natural. Los gemelos un vitelinos, por ejemplo, son un clonaje de la Naturaleza. En ese caso, solo un ovulo dará origen a dos seres, genéticamente, idénticos, más con impresiones digitales diferentes. Son idénticos en el punto de vista genotípico. Un cuerpo podrá ser clonado perfectamente igual, con todo, no se puede realizar lo mismo con la personalidad, raciocinio, lucidez y otros ítems psicológicos, porque son del espíritu. En el clonaje de seres humanos, tendremos una copia de genes, absolutamente igual. Más, en cuanto a su personalidad, carácter, inteligencia, índole, y todo lo que distingue a un ser humano de otro, será, invariablemente, diferente, guardando conformidad con el estado evolutivo y la manera de ser del Espíritu reencarnado. Toda criatura que vive “después del nacimiento, tienen, forzosamente, encarnado en si a un Espíritu, de lo contrario, no seria un ser humano”. Así, si el clonaje humano fuese un éxito, ciertamente, no produciría robots, más si seres auténticos. Puede el hombre manipular los óvulos y espermatozoides, más jamás podrá determinar que alma habitará en un eventual clon. Ningún investigador podrá “elegir” al alma que irá a habitar en el resultado de un clonaje humano reproductivo. Si nos basáramos, apenas, en la palabra clonaje, nada encontraremos en Kardec específicamente. Más, con el Codificador, sin la menor dificultad, deducimos cuanto el Espiritismo tiene de sabiduría, en su triple aspecto de Ciencia, Filosofía y Religión: el desenvolvimiento científico, filosófico y religioso del clonaje están ahí. “Caminando a la par con el progreso, el Espiritismo jamás será ultrapasado, porque si nuevos descubrimientos le demostrasen estar en el error acerca de un punto cualquiera, el se modificaría en ese punto. Si una verdad nueva se revelara, él la aceptará” El Libro de los Espíritus esclarece que en la reencarnación el “espíritu se une al cuerpo en el momento de la concepción, esto es, en el instante de la formación del zigoto o de óvulos.” Según el Genio de Lyon “esa célula inicial ejerce sobre el espíritu una atracción tan irresistible, que el, generalmente, se une a ella, instantáneamente, a través, de “un lazo fluídico” de su periespiritu o cuerpo sutil.” André Luiz describe “el instante de la concepción o fertilización como siendo el de las primeros pasos del espíritu en la materia, cuando comienza, entonces, a estructurar el nuevo cuerpo. El actúa sobre la célula-ovulo como un vigoroso modelo, como si fuese un imán entre limaduras de hierro.” No hay como dudar que llegará el momento en que la genética encontrará recurso para clonar al ser humano, más cuando eso sea posible, evidentemente el espíritu reencarnará. Cuando la ciencia consiga medios que faculten la reencarnación, el espíritu se hará presente. Observemos que la fecundación “In Vitro” sustituye perfectamente al organismo humano. Detalle: Kardec no confirma que, apenas, en el momento de la fecundación el espíritu puede unirse al cuerpo. El afirma que en el momento de la fecundación ocurre eso, más no solamente en ese. Este raciocinio debe ser aplicado en el caso de que el clonaje humano sea factible. La reproducción humana, ciertamente, pasará por considerables cambios a lo largo de los próximos siglos, por eso, no debemos sorprendernos con el clonaje reproductor y aun mismo con las gestiones en ambientes extra-uterinos. Mientras, nuevos conocimientos espiritas precisan ser incorporados a la Doctrina sobre un momento alternativo que el Espíritu pueda unirse al cuerpo. También, entendemos que el hecho de la fecundación se da fuera del útero, en nada interferirá en el proceso de encarnación, pues este ovulo será implantado en el útero materno y se desenvolverá normalmente. Para los especialistas espiritas, las indagaciones bioéticas continúan en abierto, aguardando progresos tecnológicos en el área de la investigación espiritual y, sobretodo, avances humanos, en el campo del amor y de la misericordia. Por tanto, el clonaje humano será importante cuando la Ciencia estuviera iluminada por el conocimiento del espíritu y trabajando por el engrandecimiento espiritual de la Humanidad.

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