domingo, 12 de julio de 2009

Incorporación


Con el sugestivo nombre de psicofonía ¿Que es la incorporación o la psicofonía?

Es la facultad que permite a los Espíritus, utilizando los órganos vocales de los encarnados,transmitir la palabra audible a todos los que se hallen presentes.Es la facultad más frecuente en nuestros movimientos de intercambio con el mundoextracorpóreo.Es a través de ella que los desencarnados narran, cuando desean, sus aflictivos problemas,recibiendo de los adoctrinadores, en nombre de la fraternidad cristiana, la palabra delesclarecimiento y del consuelo.Si no existiesen estas reuniones, que posibilitan la incorporación o la comunicaciónpsicofónica, los obreros de la Espiritualidad tendrían sus tareas aumentadas en el servicio desocorro a las entidades que, en las regiones del sufrimiento, lloran entre las aflicciones delremordimiento y del rencor.Las entidades superiores tendrían que reducir sus propias vibraciones para hacerse visibles opoder ser oídos por los hermanos desafortunados y transmitirles el verbo Consolador, comociertamente, ocurría antes de la llegada del Espiritismo, que trajo a los hombres de buenavoluntad sublime campo para el ejercicio del amor, a través de la oportunidad que da elservicio mediúmnico.

Los grupos mediúmnicos tienen, así, valiosa ocasión de colaboración en la obra deesclarecimiento de los Espíritus endurecidos, convirtiéndose en herederos del majestuosotrabajo que antes pertenecía exclusivamente a los obreros desencarnados.Con relación a los beneficios recibidos por los Espíritus en las sesiones mediúmnicas esoportuno recordar lo que afirman los Mentores venerables.León Denis, por ejemplo, acentúa que en el Espacio sin la bendición de la incorporación,sus fluidos, todavía groseros, “no les permiten entablar contacto con los Espíritus másadelantados”El Asistente Áulus, enfocando el asunto, esclarece que ellos “aún traen la mente en un tenorvibratorio idéntico al de la existencia en la carne, respirando en la misma faja de impresiones”.Emmanuel, con su palabra siempre respetuosa, destaca la necesidad del servicio deesclarecimiento a los desencarnados, ya que se conservan, “incapaces durante algún tiempo deaprehender las vibraciones del plano espiritual superior”Evidentemente, aunque expuestas en términos diferentes, hay perfecta concordancia en lastres opiniones, lo que viene a confirmar lo que para nosotros no constituye ninguna novedad:la universalidad de la enseñanza de los Espíritus Superiores.En el gráfico que ilustra el presente capítulo tomamos por base una comunicación grosera,es decir, de una entidad esclarecida que, incapaz de percibir vibraciones más sutiles, necesitade la incorporación para ver por los ojos del médium, oír por los oídos del médium, y hablarpor la boca del médium...Si los postulados de la Doctrina nos enseñan semejante verdad, los nuevos conocimientostraídos por André Luiz, incluso a través de “En los Dominios de la Mediumnidad”, nos llevana aceptarla pacíficamente.Vemos como este Amigo Espiritual describe la incorporación de una entidad de bajo patrónvibratorio:“Percibimos que Eugenia – Espíritu – se desprendió del cuerpo manteniéndose junto a él, aalgunos centímetros de distancia, mientras que amparado por los amigos que lo asistían, elvisitante se sentaba cerca inclinándose sobre el instrumento mediúmnico al cual se yuxtaponíaa la manera de alguien que SE ASOMABA POR UNA VENTANA”La verdad doctrinaria no sufre alteración pues son inamovibles los fundamentos delEspiritismo: cuanta más materialidad menos distancia; cuanta más espiritualidad, másdistancia.La circunstancia de verificarse tan acentuada imantación entre Espíritu y médium en lascomunicaciones de esa naturaleza, aliada al hecho de que el intermediario refleje, en virtud dela íntima y profunda asociación de las dos mentes, los pesares, rencores, aflicciones, odios ydemás sentimientos del comunicante con dolorosa repercusión en el organismo físico, nosinduce a juzgar adecuadas las siguientes abstenciones de señoras-médiums en las tareas dedesobsesión:a).

A) - partir del 3º mes de gestación.

b). - Por lo menos una vez al mes en el día por ella considerado inoportuno para larealización de servicios mediúmnicos más pesados.La abstención referida en el apartado “a” objetiva incluso preservar al reencarnante de lasvibraciones pesadas del comunicante, atendiendo al hecho de que al estar la mente del hijoíntimamente asociada a la de la futura madre, naturalmente se asociará también a la delEspíritu, ya ligada a la del médium conforme la demostración gráfica.Si el médium tuviese siempre la certeza de que su facultad sería utilizada exclusivamentepor Espíritus Superiores, tendría que suprimir la abstención del apartado “a”.En la incorporación, el médium cede el cuerpo al comunicante, pero, de acuerdo con suspropios recursos, puede comandar la comunicación fiscalizando los pensamientos,disciplinando los gestos y controlando el vocabulario del Espíritu.Reconocemos - bueno es decirlo - que hay casos en que el médium no consigue ejercer esecontrol, por ser la voluntad del comunicante más firme que la suya; pero tendremos queconvenir que el médium tendrá siempre medios de cultivar su facultad, educándola en elsentido, según la expresión de Áulus, de actuar como si fuese un enfermero “accediendo a loscaprichos de un paciente con el objetivo de ayudarlo”. Ese capricho debe, no obstante, serlimitado, ya que, consciente de todas las intenciones del compañero infortunado al que prestasu “vehículo físico”, el médium debe reservarse “el derecho de corregirlo en cualquierinconveniencia”.El pensamiento del Espíritu antes de llegar al cerebro físico del médium pasa por el cerebroperiespiritual, resultando de ello la facultad que tiene el intermediario, EN TEORÍA, de hacero no hacer lo que la entidad pretende.La prueba de ese control que el médium desarrollado ejerce, está en la revuelta demostradapor el Espíritu al completarse la incorporación.“¡Veo! ¡Veo!... Pero, ¿por qué encantamiento ME ATAN AQUÍ?, ¿qué CADENAS MESUJETAN a este pesado cuerpo?”.La explicación se encuentra en la palabra del Asistente:“El sufriente – dice el asistente con firmeza – al contacto con las fuerzas nerviosas delmédium revive sus propios sentidos, por lo que se admira. Se queja de las cadenas que losujetan, cadenas que en un cincuenta por ciento provienen de la contención cautelosa deEugenia “.Más adelante otra exclamación del Espíritu:“¿Quién podrá soportar esta situación? ¿Alguien me hipnotiza? ¿Quién controla mispensamientos? ¿De qué me vale restituirme la visión si me atan los brazos?”“Mirándolo con simpatía fraterna, el asistente nos informó:Se queja del control a que está sometido por la voluntad atenta de Eugenia”.La conclusión que sacamos del hecho es la de que la entidad, realmente alucinada, desearíagolpear la mesa, gritar, desahogarse, etc.; y, mientras, la voluntad firme de la médium leimpide realizar su objetivo.La educación mediúmnica aliada a la mejoría interior desde el punto de vista moral, posibilita,indiscutiblemente, la disciplina en la comunicación.El médium negligente, que todavía no está suficientemente educado, favorece el alboroto enlas comunicaciones de Espíritus violentos.Sin exigir lo imposible a los médiums, porque nadie, en su sana conciencia, se juzgará conderecho para semejante exigencia; es justo serles recordado que el mejoramiento espiritual, ladedicación, la bondad para con todos y el deseo de servir, conducen al intermediario a unmayor control de su propia voluntad, asegurando así el éxito del trabajo.-


(R. Simonetti)

1 comentario:

  1. Porque Moisés y luego allanc kardec prohíben la iincorporación de espíritus?
    Gracias.

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