viernes, 5 de febrero de 2010

Niños y sus vidas pasadas


Hay niños que desde el momento en que comienzan a hablar hasta los 7 años aproximadamente, espontáneamente expresan “recuerdos” de una existencia en otro cuerpo. Algunos hablan sobre ello, tienen comportamientos que se pueden asociar a otra existencia previa, o también marcas de nacimiento que pueden ser identificadas de alguna manera con una persona fallecida. La explicación de estos aparentes recuerdos no es sencilla. Podría encuadrarse en lo que se conoce por reencarnación, podrían ser una conexión telepática o clarividente con una memoria colectiva, o también ser imágenes que han quedado “flotando” en el ambiente y el niño las percibe. En algunos casos se podría pensar en una memoria genética o en la criptomnesia. Si bien es difícil saber cual es el motivo u origen de estas experiencias, lo que nos interesa en esta página es presentar un resumen de lo investigado, para que al tener conocimiento sobre el tema, cada uno pueda identificar en su propia experiencia de vida signos que le demuestren si esto coincide o no con su realidad.
Existe un potencial desconocido que se evidencia en algunos niños, quienes presentan cualidades excepcionales, dicha fuerza energética puede ser llamada de distintas formas, pero se hace presente en sus capacidades. El Dr. Gustavo Geley le llamó dinamo-psiquismo, señalando que esa energía viene de una vida anterior y no de la presente, no es herencia psíquica de la madre ni del padre quienes no tienen esas características; tampoco es obra de la casualidad ni de la suerte.
La parapsicología ha reivindicado en parte a estos dotados, señalándolos como poseedores de capacidad paranormal y eso es evidente, lo que falta precisar es el verdadero origen de esta energía.
En el campo del arte paranormal también ocurre el mismo fenómeno, ya que la obra del genio no tiene explicación en el campo de la herencia ni de la genética. Y cuando hablo del arte estoy incorporando a todas las manifestaciones del arte, pintura escultura, música etc.

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