viernes, 16 de octubre de 2009
Los Límites de la Ciencia
Tras del fracaso de las religiones tradicionales, debido al (casi) fin de la fe ciega, la ciencia pasó a ocupar el lugar dejado por ellas, aunque dentro de la misma mística. Antes, sólo era verdad aquello que fuese admitido por las religiones; después, sólo es verdad lo que es sancionado por la ciencia. ¡Y cómo la ciencia, digamos ortodoxa, ha cometido errores! Tantos cuanto las propias religiones que la antecedieran en pretendida autoridad sobre lo que es o no es Verdad.
El período en el cual las religiones son puestas en duda y la ciencia se erige en dueña de la Verdad es el siglo XIX. Al final de aquel siglo, los científicos afirmaron que los pasajeros de una locomotora a vapor o de un automóvil, recién inventados, morirían por hemorragia debido a las velocidades pretendidas: 30 a 60 Km/h. Las cosas no cambiaron mucho de allá para acá; naturalmente los errores son de otro nivel y naturaleza, pero continúan aconteciendo. Hace décadas no existe más la ciencia por la ciencia misma, sino la búsqueda del conocimiento por los beneficios que éste pueda eventualmente traer. El mercantilismo ganancioso y avasallador dominó la ciencia al punto de ser "verdad" aquello que mejor convenía a determinados intereses, siempre transitorios. Con eso la verdad tornóse relativa. La Realidad no se restringe a aquello que nosotros los humanos queremos. La ciencia es apenas el conocimiento organizado. Eso es bueno por un lado, mas por otro es pernicioso y limitador, pues fragmenta esa misma Realidad investigada. Pasamos a verla y comprenderla como quien mira por huecos de cerraduras. Muchas veces en una visión monocular y, por eso, limitada. Eso explica porque teorías contrarias pueden ser elaboradas a partir de un mismo material. Depende de la interpretación que el investigador da a lo que fue visto por el hueco de la cerradura'.
Mas, ¿y la puerta nunca se abre? Sí, pero cuando estamos prontos para comprender lo que está detrás de ellas. La ciencia es un medio y no un fin en sí mismo. Es objetiva y experimental, poniendo a nuestra disposición recursos para que comprendamos, aunque parcial, fragmentaria e imperfectamente, la realidad que nos rodea.
Es intelectiva por naturaleza y puede sancionar o no todo aquello que está al alcance del intelecto. La cuestión es que no toda la Realidad está contenida en lo que es objetivo y experimental. Existen muchas cosas más allá, en el campo subjetivo e intuitivo y que también constituyen verdades y realidades, aunque apenas en parcelas conducentes con nuestra capacidad de entendimiento aún tan limitado.
Allan Kardec a codificar, organizar, el Espiritismo, dándole un cuerpo teórico consistente, usó los mejores recursos científicos de su tiempo. Echó mano de la metodología positivista de entonces para que esta viabilizase y diese las necesarias credenciales a la nueva doctrina en el momento en que ella fuese llevada al conocimiento público. Eso significa que Kardec usó la ciencia para que ésta sancionase el nuevo conocimiento. Entretanto, él fue suficientemente previsor para no someter la evolución doctrinaria espírita solamente a los criterios de la ciencia humana, limitadora y llena de conveniencias. Condicionó la evolución del Espiritismo al buen sentido y a la lógica, que son variables subjetivas. Si hubiese creado una dependencia absoluta a factores objetivos y experimentales, típicos de la ciencia convencional, habría colocado al Espiritismo en el campo de los intereses y conveniencias humanas. Por tanto, la metodo-logía positivista usada por Kardec fue un medio, un recurso, y no una camisa de fuerza que condicionase la doctrina que nacía. Consecuentemente, la Doctrina Espírita progresa en función de descubrimientos de la ciencia y sancionados por ésta y va más allá en varios campos donde apenas la lógica y el buen sentido subjetivos son posibles. Claro que esta característica abre innumerables posibilidades de discordancias e interpretaciones diferentes, mas da al Espiritismo su dinamismo propio, sólo cercado por las limitaciones e imperfecciones del hombre, orígenes del espíritu sectario, del fanatismo, del conservadorismo, del religiosismo piadoso y de tantas otras debilidades humanas que azotan el movimiento espírita. En el futuro el conocimiento intelectivo se asociará al conocimiento intuitivo, dando al hombre la posibilidad de alcanzar el conocimiento holístico, global, por entero, y no necesariamente fragmentario como ahora. En cuanto a eso, aún nos veremos divididos, defendiendo tesis parciales, a veces absurdas, provenientes de lo que vemos a través de huecos de cerraduras.
Por: Roberto Santos (Publicado en el periódico "A Voz do Espíritu" - Edición 89: Enero - Febrero de 1998)
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me gustan estos temas, son muy buenos sigue asi.
ResponderEliminarMUY BUENA WEB CON BASTANTE CONTENIDO, ESPIRITUAL
ResponderEliminarE INTRUCTIVO, CONTINUARÉ VISITANDOLA MUCHAS GRACIAS POR LLEVAR LA LUZ A LOS QUE NOS ASOMAMOS A LA VENTANA.