sábado, 10 de octubre de 2009

¿Que son Los Emisarios Pleyadianos de Luz?


Cuando llegamos al final de un gran ciclo evolutivo, generalmente cada 5.200 o 26.000 años, los Emisarios Pleyadianos de Luz se hacen ver. Son un colectivo con responsabilidades y papeles diversos, incluyendo el de guardianes de la Tierra y de este sistema solar. Como tales guardianes vienen a abrirnos los ojos sobre dónde nos encontramos en nuestra evolución y lo que se necesita para dar los siguientes pasos. Esta información incumbe no sólo a nuestro planeta globalmente sino a los individuos que tienen, como yo, una conexión personal con los pleyadianos. Cuando mi necesidad de ellos es real siempre aparecen. Ya se trate de necesidades de sanación y despejamiento personales o de información, o a veces sólo para tranquilizarme - o quizá para reavivar los recuerdos de mi cometido y actos de servicio aquí en la Tierra - los pleyadianos siempre me han ayudado de forma significativa y apropiada. Existen distintos tipos de seres con diferentes funciones dentro de los Emisarios Pleyadianos de Luz que se han hecho cargo de una gran variedad de necesidades en el camino. Pero no todos los pleyadianos son miembros de este grupo.
Ra, el ser que siempre me habla en calidad de instructor y filósofo, forma parte de lo que se llaman las Tribus Pleyadianas Arcangélicas de la Luz. Estos arcángeles son los custodios de la Tierra y de nuestro sistema solar. Existen cuatro Tribus Arcangélicas definidas por el color que irradian: el amarillo dorado, el rojo escarlata, el azul claro cielo y el verde suave esmeralda.
Existen numerosos seres de cada color y los seres del mismo color comparten el mismo nombre.

* Todos los miembros de la Tribu Pleyadiana Arcangélica de color dorado se llaman Ra y son los
guardianes de la sabiduría divina, que es el producto de toda experiencia.
* Los seres azules se llaman Ptah 18 y son protectores y cuidadores de la naturaleza eterna de la vida.
* Ma-at es el título concedido a los seres rojos, constituidos en guerreros espirituales; encierran en sí la energía de la valentía divina, que no conoce el miedo. Existen más seres Ma-at encarnados en la Tierra que de cualquier otro de los tres grupos arcangélicos.

Algunos de los arcángeles pleyadianos establecen lazos conscientes con seres humanos como el que Ra tiene conmigo. Otros se especializan en comunicaciones interestelares y planetarias que están centralizadas en Alción, el sol central de las Pléyades. Otros arcángeles pleyadianos trabajan con los humanos durante nuestro tiempo de sueño y nos muestran posibilidades que van más allá de lo que tenemos por limitaciones físicas. A veces organizan sueños especiales de sanación con los que nos liberamos del pasado y continuamos creciendo, o encontramos nuevas maneras de expresarnos que son más acordes con el estado que vamos a alcanzar. Ahora empiezan a facilitarnos el recuerdo y la enseñanza de modalidades ancestrales de sanación, tales como los Ejercicios Pleyadianos de Luz. Otro tipo de comunicación con los humanos terrestres fue el que se dio en el invierno de 1992. Los Emisarios Pleyadianos hicieron posible para nosotros, los que nos encontramos viviendo vidas humanas, el viaje espacial casi instantáneo fuera del cuerpo entre la Tierra y la constelación pleyadiana. Hubo entonces una gran celebración, a la que tuve el privilegio de asistir, donde se reunieron los alumnos humanos de los Ejercicios de Luz con los miembros de la Federación Galáctica, incluyendo a los Emisarios Pleyadianos de Luz. También tuve la buena suerte de experimentar este viaje «fuera del espacio y del tiempo» cuando me llevaron a un planeta de uno de los sistemas solares de las Pléyades. La ida y la vuelta fueron cuestión de segundos. El planeta al que me llevaron era maravilloso. Los pleyadianos que lo habitan han creado el equivalente a un museo de dimensiones planetarias donde todavía sobrevive cada una de las especies que ha existido en esta galaxia, incluyendo las extintas en la Tierra. Existen arboledas de especies que se extinguieron en la Tierra en tiempos prehistóricos. Cuidar este museo es una de las responsabilidades favoritas de sus habitantes. Sin ni siquiera haber empezado a tocar la lista de cometidos específicos de las Tribus Arcangélicas Pleyadianas, os he dado una idea general de la gran variedad de su pericia y dedicación.
Los cirujanos psíquicos y los sanadores son los otros miembros de los Emisarios Pleyadianos de Luz con los que he tenido el privilegio de trabajar. No son arcángeles pleyadianos (mi abreviatura de las Tribus Angélicas de Luz), pero su colaboración es muy estrecha. En términos generales, los arcángeles pleyadianos son los instructores que asignan las tareas a realizar. Así como nosotros en la Tierra tenemos el Consejo Superior de los Doce que supervisa la totalidad de nuestro sistema solar, las Tribus Arcangélicas Pleyadianas de la Luz cumplen esa función en las Pléyades. Así como nosotros tenemos ángeles, guías, Maestros Ascendidos y educadores trabajando bajo la mirada de nuestro Consejo Superior de los Doce, los pleyadianos tienen numerosos grupos que sirven a sus arcángeles. Estos arcángeles a su vez cuentan con un Ser Supremo a un nivel más amplio al que sirven como nuestro Consejo Superior al suyo. Estas jerarquías no son de señores y vasallos en el sentido de ser unos «más que» y otros «menos que». La estructura se basa simplemente en la esencia especial presente en la naturaleza de todos los seres que, al llegar a ciertos niveles de evolución, desean profundamente dar y servir a otros. Por lo que se me ha dado a entender, este deseo se basa en el Amor Divino, cuya naturaleza la mayoría de los humanos se muestran incapaces de entender. También lo mueve lo mismo que nos empuja a seguir creciendo: el deseo de que la separación llegue a su fin para ser Uno con Dios/Diosa/Todo Lo Que Existe. Estos seres superiores anhelan ser de nuevo Uno con nosotros. Puede que los nombres de las Tribus Arcangélicas os resulten familiares Ra, An-ra, Ma-at y Path, ya que se usaban frecuentemente en el Antiguo Egipto, sobre todo en la realeza. Los egipcios estaban en aquellos tiempos más avanzados espiritualmente que ahora. Los pleyadianos, incluyendo a las Tribus Arcangélicas, estaban en comunicación cotidiana con los antiguos egipcios, capaces de responderles durante la cima de su progreso espiritual. Aprendieron de los pleyadianos la mayor parte de sus conocimientos espirituales, prácticas de sanación, desarrollo pleno del sentido de la percepción y una comprensión de la finalidad de la Tierra dentro del sistema solar, la galaxia y más allá de la misma. En el Antiguo Egipto muchos pleyadianos tomaron cuerpo humano mientras otros trabajaban en dimensiones superiores con los soñadores, videntes, sanadores, sacerdotes y sacerdotisas, incluso con la realeza. Sus objetivos comunes eran la evolución global del planeta y la raza humana, así como almacenar el suficiente conocimiento superior aquí en la Tierra para que, al llegar el momento del Gran Despertar, contásemos con lo necesario.Por supuesto, Egipto no fue la única civilización que recibió estos dones.
El Cosmos es un desafío constante que atrae la atención de todos nosotros, quizás porque somos herederos de algún legado perdido en la noche de los tiempos y ello hace que “naturalmente” nos sintamos atraídos por lo ignoto.

Detrás de la leyenda
Cuando hablamos de Las Pléyades, nos referimos a un notable cúmulo estelar en la constelación del Toro, a modo de una mancha blanquecina o nube. Está formado por 74 mayores que se hallan a una distancia de casi 500 años luz del planeta Tierra. A simple vista, se perciben las siete estrellas principales conocidas por la Siete Cabras. El grupo constituye un sistema físico dotado de movimiento idéntico para todas las estrellas que lo integran. Hay en este grupo estelar un detalle que no pasó desapercibido en la antigüedad; un número esotérico, el 7, que sé emparenta estrechamente con el simbolismo bíblico de tal número y que posee una significación de totalidad. Pero cuando depositamos nuestra mirada en la mitología griega referente a estas Pléyades, vemos que según la leyenda, eran siete hermanas, hijas de Atlas y Pleione, divinizadas y transformadas en estrellas de la agrupación de ese nombre. Perseguidas por el cazador Orión, imploraron ayuda a Júpiter, que las transformó en palomas y las colocó en el cielo.

* Maya, Electra y Taigeta fueron amadas por Júpiter
* Alcione y Celene tuvieron a Neptuno como amante
* Astérope a Marte
* Mérope eligió como amante a un moral y se casó con él. Ese mortal se llamaba Sísifo y por su actitud Mérope fue castigada siendo por eso la menos brillante

Las citas bíblicas

Lo interesante de esto es que el número de letras que integran cada nombre de Las Pléyades, configura una especie de CLAVE.

* 3 de ellas contienen 7 letras, Alcione, Electra y Taigeta
* 2, poseen 6 letras, Mérope y Celena
* Astérope tiene 8 letras
* Maya solamente 4

Si ordenamos esa numeración tenemos: 7-7-7-6-6-8-4, sale la cifra 777, que contrapuesta al famoso 666, el número de la Bestia o el Anticristo y que en el Libro del Apocalipsis de San Juan, significaría LA DIVINIDAD. La suma de todos estos números da la cifra 49, que es el 7 al cuadrado; y si a 49 restamos el valor de Mérope que se casó con un moral, da 43 y nuevamente nos encontramos con el número 7. La madre de Las Pléyades, Pleione, también posee 7 letras; si seguimos con este razonamiento, las sorpresas también aparecerán; si sumamos las letras de Atlas (5) y Pleione (7), da 12. Y si realizamos la suma de 49, Las Siete Cabras más 12, nos hallamos con el número 61, y nos da nuevamente el número mágico 7, 6 más 1.

Las concomitancias para tener en cuenta
Cuando decíamos que el cazador Orión las perseguía, y entonces Las Pléyades le solicitaron su auxilio a Júpiter, éste las transformó en PALOMAS. El simbolismo de la paloma indica al Espíritu Santo, en la creencia cristiana; el caso de Mérope, una divinidad que elige por esposo a un mortal, tiene que ver mucho con la encarnación de Cristo (Dios hecho hombre que habitó entre nosotros) y con aquella parte del libro del Génesis que habla que “Los hijos de Dios tomaron por esposas a las hijas de los hombres”. Siempre se da una constante la relación Divinidad - Ser mortal. Otra interpretación de esta leyenda de las Pléyades, nos dice que posee gran similitud con el Apocalipsis de San Juan. En este caso, Orión equivaldría al Espíritu Maligno, el Ángel Malo, Luzbel, que lucha contra las palomas, que son los Ángeles Buenos, encabezados por Miguel. Júpiter sería el Dios Creador que ampara a los buenos. Mérope con su matrimonio con Sísifo se asemejaría a la Iglesia Militante que vaga por el desierto y por eso, no brilla tanto como los ángeles amparados por el Dios Padre.

Bosquejos de un pasado
Por años, nos venimos preguntado por el valor y significado de las leyendas y mitologías. Es evidente que un mito o una leyenda no se dan porque sí, nomás. Hay que tener en cuenta que con el transcurso de los milenios es posible pensar que algunos hechos auténticos han sido deformados en la transmisión oral y finalmente, fueron plasmados como una ficción totalmente distorsionada. Sin embargo, del conocimiento de lo que cuenta la leyenda, siempre algo se puede extraer; por que en ésta que nos ocupa, hay un detalle que no se puede pasar por alto; Mérope, la divinidad casada con un mortal, al parecer ha hecho una trasgresión grave, que en el mito se le castiga siendo la estrella menos brillante del grupo. Esto de Mérope es significativo, porque sonsacamos que de la divinidad (recordemos el número 7) alguien llegó hasta la Tierra y compartió la vida con los hombres. El paralelismo con la creencia de la Encarnación de Cristo es muy grande. Pero supongamos, por un instante, que no sea tan así, sino que, de alguna manera, “Alguien” desde Las Pléyades llegó a nuestro planeta y luego volvió a su punto de origen. Las posibilidades están dadas, en la medida que la interpretación de la leyenda o mito se ajuste perfectamente a algún hecho real. un hecho real. En ese aspecto, nuestro mundo presenta tantas incógnitas referentes a su origen, que realmente abruman. ¿Acaso alguien puede decir con exactitud cómo surgieron los sumerios o de dónde emanó el conocimiento asombroso que denotan los vestigios de la Antigüedad?

El seguimiento minucioso
La constatación que muchas leyendas no serán tales, sino referencias difusas de hechos auténticos, no hace sino acicatear el espíritu investigativo de muchos estudiosos que intuyen que detrás de la intrincada maraña de acertijos se oculta la realidad de una verdad que acerca al hombre hacia el encuentro con su destino Religión, leyenda, mito, historia, integran un curioso calidoscopio en el que cada uno de nosotros iremos viendo aconteceres, que muchas veces nos llegan a superar, pues estarían indicando que pasado y presente, vuelven a confundirse, a tal punto, que de súbito brota la idea que cada vez que deseamos conocer el futuro, debemos sumergirnos en el pasado, pues allí están todas las claves que señalarían nuestro derrotero.

(Para el blo por Barbara Hand C.)

2 comentarios: