lunes, 29 de diciembre de 2008
Monseñor habla del Espiritismo
El Espiritismo no es una superchería, ni una brujería, y tampoco un pacto diabólico, ya
que el diablo no existe como lo entiende la masa católica.
El Espiritismo genuino es una ciencia una doctrina y una filosofía, que enseña
fundamentalmente sobre la existencia de un Dios infinitamente bueno, la inmortalidad del
alma o del espíritu, el amor al prójimo como hermano, la necesidad de santidad en la vida,
con ausencia absoluta del egoísmo, del odio, de la envidia, de la calumnia y maledicencia,
de la desconfianza en Dios, y de toda mala voluntad en contra del prójimo.
El Espiritismo no consiste únicamente en la comunicación con los muertos del
más allá. La comunicación con estos muertos, que están más vivos que nosotros, los
terrenales, es la ínfima expresión del verdadero Espiritismo. El error de los espiritistas
modernos consiste en reducir el Espiritismo a estas manifestaciones del más allá y
descuidar de la Doctrina espirita que es esencialmente cristiana y filosófica. De ahí nacen
las supercherías y el natural menosprecio de parte de la gente seria.
Sin embargo, cuando todos hayan penetrado a fondo en el Espiritismo, cuando se
convenzan, con el estudio serio y profundo que se trata de una ciencia muy espiritual, que
no es una religión, ni una secta, sino una doctrina elevadísima , que cuida de todas las
disciplinas del espíritu; que enseña el hombre a ser auténticamente bueno, porque no sabe
engañar, ni desear mal a los demás, ni mentir, ni envidiar, ni maldecir, ni ser egoísta o
injusto, avaro o inconforme con su suerte; que enseña a todos a amar sinceramente a Dios
y confiar en Él, a amar al prójimo como hermano (porque todos somos hijos de un mismo
Padre), a ser humildes y mansos de corazón como lo enseñó Jesús; a aceptar con
resignación el inevitable dolor humano y explicarlo de forma razonable; a responder al
Mal con la abundancia del Bien; en fin, a cumplir fielmente el Decálogo y actualizar las
sublimes enseñanzas del Gran Maestro Jesús.
Cuando las personas de criterio se hayan convencido de estas realidades
espirituales, todos, entonces, verán al Espiritismo como una Doctrina plena de Verdad y
Amor, infinitamente consoladora y de gran seguridad y esperanza para toda la
Humanidad."
Monseñor Enrique María Dubuc; Transcrito de la revista "PERSEVERANCIA" Abril/Junio-2000.
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Es bello ver como este señor por fin pudo encontrar la verdadera luz que libera de las ataduras de la ignorancia fanatica. Que Dios lo siga iluminando. Asi sea.
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