viernes, 19 de diciembre de 2008
Se agradecido
"Y sed agradecidos." –
Pablo. (Colosenses, 3:15)
Es curioso verificar que la multitud de los aprendices está siempre interesada en recibir gracias, entretanto, es raro encontrar a alguien con , la disposición de suministrarlas.
Los recursos espirituales, todavía, en su movilización común, deberían obedecer al mismo sistema aplicado a las providencias de orden material.
En el capítulo de las bendiciones del alma, no se debe recibir y gastar, insensatamente, sino recurrir al criterio de la prudencia y de la rectitud, para que las posibilidades no sean absorbidas por el desorden y por la injusticia.
Es por eso que, en sus instrucciones a los cristianos de Colosos, recomienda el apóstol que sean agradecidos.
Entre los discípulos sinceros, no se justifica el viejo hábito de manifestar reconocimiento en frase bombástica y aduladora. En la comunidad de los trabajadores fieles a Jesús, agradecer significa aplicar provechosamente las dádivas recibidas, tanto al prójimo, como así mismo.
Para los padres amorosos, el mejor agradecimiento de los hijos consiste en la elevada comprensión del trabajo y de la vida, de que ofrecen testimonio.
Manifestando gratitud a Cristo, los apóstoles le fuero leales hasta el último sacrificio; Pablo de Tarso recibe el llamado del Maestro y, en señal de alegría y de amor, sirve a la Causa Divina, a través de sufrimientos innominables, por más de treinta años sucesivos.
Agradecer no será tan sólo problema de palabras brillantes; es sentir la grandeza de los gestos, a la luz de los beneficios, la generosidad de la confianza y corresponder, espontáneamente, extendiendo a los otros los tesoros de la vida.
El Sermón de la Montaña es el himno de las bienaventuranzas que suprime aflicciones y desesperación.
Por donde pasa el Divino Amigo se instala contagiosa alegría.
El apóstol de la Buena Nueva se desenvuelve en un clima de alegría perfecta.
El Señor hace que fluya el manantial de la vida victoriosa para el mundo entero, para que el sol de la resurrección brille sobre la Humanidad y sustente su crecimiento espiritual en dirección a los siglos sin fin.
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muy bueno el escrito es interesante
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