martes, 23 de diciembre de 2008
sahumerios (2°parte)
Quien tiene el dominio consciente de los aromas, y sabe sus reales efectos, posee un gran poder. Es por eso que en las escuelas de misterios había un discípulo que guardaba celosamente estos secretos. No los revelaba, por que al hacerlo brindaba a todos un conocimiento que podía ser riesgoso. Es necesario tener la buena voluntad de servir a la propia evolución personal y favorecer, con el empleo de las distintas fórmulas, a la evolución de la humanidad. El sahumerio y las esencias son claves, verdaderas llaves que pueden abrir el mundo de nuestro inconsciente.Su aroma puede guiarnos por caminos beneficiosos o no, según la intención de quien los elabora, porque son como mensajes subliminales.
Existen aromas en forma de sahumerios, como esencias, que facilitan el aquietamiento de la mente. Así como sucede con otros que despiertan recuerdos, hay algunas fragancias que permiten tomar más contacto con los problemas cotidianos para resolverlos y otras que facilitan el encuentro con los sentires de índole espiritual.
Por la vía del aquietamiento mental se hace factible el encuentro con lo divino, con el espíritu.
Quizas la utilización de sahumerios o esencias para lograr una mejor relación con lo espiritual sea simplemente la repetición, grabada en lo más profundo del inconsciente humano, de un ritual sagrado en el cual se elegían las mejores maderas aromáticas para encender el fuego y comunicarse con los dioses. Pero también el empleo de un sahumerio cuando se va a realizar algún tipo de práctica espiritual, nos permite lograr una cierta calma en la mente y la elevación a otros grados de conciencia.
Algunas hierbas empleadas como sahumerios para prácticas espirituales:
Benjui: Purifica y descarga las energías negativas.
Canela : Favorece los contactos con energías espirituales, despeja la mente y permite encontrar soluciones a los problemas.
Ciprés: Para evocar buenas intenciones
Romero de Castilla: Se emplea para limpiar las casas.
Estragón: Utilizado en rituales de purificación y expansión.
Hinojo: Su aroma y su humo ayudan a provocar estados místicos.
Incienso: Purificador, utilizado en ceremonias religiosas de todos los cultos. Ideal para prácticas meditativas.
Kouso: Eficaz para el desarrollo de las fuerzas psíquicas.
Laurel: Favorece la clarividencia.
Lavanda: Eleva el ánimo, aleja los miedos y la inseguridad.
Lirio: Con su perfume se convocan fuerzas astrales.
Manzanilla : Ayuda a mejoras las relaciones con el entorno.
Mirra: Purificador y protector.
Sándalo: Purificador, atrae energías positivas.
Valeriana: Alto poder calmante y somnífero.
El incienso, el sándalo rojo, la canela, la lavanda, el benjui, son las fragancias más aconsejables para favorecer el contacto y la experiencia espiritual.
Su empleo tiene que ser medido, y utilizarlos solo en los momentos de la práctica espiritual.
Así el sahumerio y las esencias se convierten en herramientas importantes para el crecimiento y la evolución personal.
Siga estos simples pero efectivos pasos:
Coloque el sahumerio en un recipente limpio. Apóyelo en una mesa en el lugar que usted emplea para meditar o para orar, párese frente a la mesa y con los ojos levemente cerrados ponga la tensión en el centro de su pecho, donde late su corazón. Y desde allí envíe el firme propósito de que todo lo que usted haga y toda la energía que lleve este sahumerio o esencia, sea beneficiosa para usted y para el propósito que persigue. Frote luego ambas palmas de sus manos cargándolas de energía hasta sentir calor. Aproxímelas al recipiente que contiene el sahumerio transmitiéndole sus deseos y su propósito.
Una vez realizado este sencillo acto, el sahumerio ha quedado preparado física y energéticamente para su utilización. Puede emplearlo inmediatamente o conservarlo para sahumar en otro momento o para obsequiarlo si lo desea.
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