domingo, 18 de enero de 2009

Cambio de cuerpos


Si analizamos profundamente la vida, al focalizar la naturaleza, notaremos el Cambio incesante de cuerpos en todo el universo, donde se deshacen agregados de energías condensadas, que nuevamente se rehacen, siendo la misma materia que nunca se acaba: apenas se transforma.
Ese cinetismo divino es movido por la Inteligencia Mayor, que usa eso para Sus hijos más viejos, aquellos que ya despertaran todos sus valores espirituales. La vida es un movimiento constante de valores y podemos verificar el cambio de cuerpos en toda parte, no solamente en el reino de los hombres, como y ciertamente en todos los reinos de la naturaleza, donde se despierta la llama espiritual, que crece cada vez más. Con el crecimiento de la llama divina de todas las cosas, la propia materia crece y se intelectualiza, pudiéndose transformar en valores espirituales, con un tiempo contado que escapa a las cuentas humanas.
El hombre actual, debido a su desenvolvimiento más acentuado, se preocupa en conocer la vida, descubrir el alma y sus cuerpos para conocer a Dios. Aun es temprano para tanto, en primer lugar debemos conocernos a nosotros mismos, dominando nuestros impulsos, transformando pasiones inferiores en virtudes, pasando del odio al amor, de la venganza al perdón, del egoísmo al desprendimiento con criterio, del orgullo a la fraternidad universal. En este trabajo, demoraremos milenios sin contar, de cuerpos a cuerpos, de vidas a vidas, para después alcanzar la armonía interior, capacitando la mente para entrar por la puerta de la felicidad. Cuando llega al hombre, la llama divina ya circula por todos los reinos de la naturaleza, y aun queda en el ejercicio de transición por mucho tiempo, para que como premio reciba la razón. Por lo tanto, todos los valores espirituales, desde el principio, se encuentran en estado de sueño, como embrión en el centro de la vida creada por Dios. Analizando una semilla, puede usted observar lo que estamos hablando: ella se transforma en árbol frondoso, todo ciclópico. Antes de ser árbol, fue apenas una semilla... Todo cuerpo humano o animal nació del encuentro del . con el óvulo, invisibles cuerpos a veces se forma, pero que traen todos los trazos de aquello que deben ser.
Quien cuida o ayuda a cuidar de la naturaleza, se siente feliz en ver, por experiencia, como mudan de cuerpos a los árboles, que se toman cada vez más sensibles, en su aplomo espiritual. El tiempo dará a todos condiciones favorables de sentir, paso a paso, la vida, y comprenden, en su entendimiento, Dios. La Doctrina de los Espíritus muestra las puertas por donde se debe entrar a nuevos conocimientos, preparando a las criaturas para la desencarnación más feliz. Estamos aun en el abecé de la vida espiritual, pero los espiritistas ya comienzan a saber, en la carne, las primeras lecciones que deberán recibir a la llegada al más allá.
Despierte a las verdades. El apego, el celo, la maledicencia, la violencia, la tristeza, las persecuciones, y otras ignorancias que pueden nacer de estas, atolondran al alma y hacen que ella duerma, sin discernimiento espiritual. Procura huir de esos climas, y no se olvide de Jesús, que Su evangelio iluminará su vida, con sus suaves conceptos, desde que viva ese bien que derivan de sus letras sagradas.
La vida, para quien entiende, es una canción de la naturaleza. La sinfonía universal es tocada permanentemente, de modo que se puede sentir la armonía de la vida dentro del corazón de Dios.
Procure, mi hermano, no exaltares con nada, pero también no quedarse estático ante los acontecimientos: ayude donde quiera que sea, sin crear más problemas, trabajando para armonizar corazones y suavizar los infortunios. Si usted ya está en la delantera, ayude a los que se encuentran en la retaguardia: cuantos están en su frente y trabajan en silencio, ayudándolo sin que usted mismo sepa? Eso, sin hablar de Dios, ayudando a todos.
Armonicé su vida, en la vida del Cristo, que Dios estará siempre en su frente, con todo lo que debe entregarle, para su paz.

Vamos ver lo que la naturaleza nos muestra, a nuestro favor:


1.- Celidonia: (Te)


Valor terapéutico: inflamaciones de vesícula * calambres de estomago * asma * inflamaciones * inflamaciones de los ojos * verrugas y callos * manchas y paños * ictericia * males del hígado.


LA ALEGRÍA DE VIVIR CON JESUS ES CONDICIÓN INDISPENSABLE PARA EL ALMA.

(Kahena)

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