jueves, 15 de enero de 2009
El aire que Circula
El aire es un benefactor común, que sé movimiento permanentemente en torno de la Tierra, por leyes que regulan la vida. Él es vida, vida que amplia condición de entendimiento, ella a todo sirve en la fase de la Tierra. Los Rayos solares que desciende al planeta en misión especial de alimentar todas las cosas y todos los seres alcanzar el colchón de aire, que ampara y alimenta la humanidad, enriqueciéndola con la fuerza divina, en divina tarea de sublimar todos los elementos de vida en la naturaleza.
Si el ozono filtra a los rayos solares y cósmicos para que lleguen a los hombres más blandos, el aire también lo hace, desenvolviendo una química maravillosa en los elementos de vida, para que la vida resplandezca en profusión, rastreando el solo y enriquecimiento a la Tierra, en su multiplicación del pan de cada día. El aire es sensible a los pensamientos de los espíritus, tanto encarnados cuanto desencarnados, basta entender esa ciencia y usarla para el bien de la comunidad y para sí mismo. La vida natural es saciar de poderes, sirviendo a los hombres de buena voluntad, en lo que ellos pueden querer, juntamente con las leyes naturales del Evangelio de Nuestro Señor Jesús Cristo. No se puede vivir físicamente sin respirar, siendo así, respiremos visualizando algo más que él entrando en nuestros pulmones: donde estuviéramos, hagamos esa operación, que nos traerá cierto confort, salud y paz, porque nos comemos, bebemos y respiramos lo que pensamos.
El espíritu aun no sabe la fuerza que el pensamiento posee: el es la fuerza de Dios bajo nuestro control, como responsabilidad que tenemos por el su uso. Pensar es plantar de forma libre: por lo tanto, la cosecha es obligatoria para quien planto. Lo que los espíritus superiores hacen para la cura de los enfermos también podemos hacer, necesario solamente que hagamos lo que hacen: crear el hábito de vivir las virtudes del amor y del perdón, de la paz y de la sinceridad, de la alegría y de la fraternidad. En cualquier momento en que sacamos los pensamientos del bien y los dejamos fantasear en los caminos largos, entra la suciedad inferior y el magnetismo de vida pasa a ser el magnetismo de muerte y, así nada podemos hacer de bien.
En todos los momentos que usted recuerda, mi hermano, respira salud, respira fe, respira amor y alegría, que verdaderamente recibieras aquello en que pensar firmemente. Respeta la presencia del aire que sopla y viaja en torno del planeta, por el soplo de Dios y no su presencia con pensamientos y palabras inferiores. Deja nacer y en su corazón el Cristo, presentándote en sociedad como nuevo hombre, cuya fuerza que más se expresa en su conducta es el respeto para que todos tengan los mismos derechos. Si usted tiene la costumbre de orar. Conscientizate de que el aire, la brisa que sopla, donde usted estuviera en súplica, lleva su mensaje a lo que busca con la oración, para ayudar, atrayendo, con su celo, todo lo que encuentra en el camino. Es necesario recordar siempre que quien recibe dona igualmente para aquel que ofrece. Esta es la ley de Justicia y de Amor que gobierna y sustenta toda la creación. Ciertamente que no podremos crecer de una sola vez, dentro de pocos días o años, por eso debemos comenzar sin pensar en el tiempo, que sabe de lo que precisamos y nos va donando lo que merecemos, en la pauta de nuestras necesidades. Confiemos en Dios y en Sus agentes de luz.
El aire no nos va faltar, comenzamos a respirarlo al nacer y esa asistencia va hasta el último día de nuestra vida en la Tierra, como mensaje de vida, para mostrarnos la vida de Dios y lo que El hace por nosotros, en todos los planos de existir. El aire es fuerza renovadora, donde pisamos él está presente para recibir con el beso de Dios, que Él nos da por el soplo. Cuando respiramos, no nos olvidemos de mentalizar el aire lleno de vida y de luz, para donar vida y luz.
El aire de la vida las plantas y las plantas también respiran, de ellas el también recibe algo de vida. Recordemos aquí una que nos puede ayudar:
1.- Boldo de Chile: (té)
Valor Terapéutico: tónico y excitante: afecciones del hígado * hepatitis * prisión de vientre * flaqueza de vientre * flaqueza orgánica * litiasis biliar * reumatismo * dispepsia * gases intestinales y del estomago * gonorrea * digestión difícil * mareos * cólicos hepáticos * congestión del hígado * dolores de estomago * dificultad gástricos * inapetencia * insomnio.
NUNCA PIERDAS LA PACIENCIA, EN LA PACIENCIA DE DIOS.
(Kahena)
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