La Tierra es poseída el agua de los océanos: dos partes de ella se esconden debajo de las aguas, guardando un misterio que les es peculiar, en al fuerza de los arcanos que la Divinidad le entrego. En los mares está la marca del principio de la vida: ellas aguas saladas saben y nos revelan la historia de la humanidad, pues fue el principio de sus formaciones en la condición de monada, hace tiempo, que se pierden en la noche de los siglos. La ley de la reencarnación muestra a sus estudiosos todas las asertivas que hacen con que comprendan la belleza de la vida, en función espectacular con la naturaleza, que imprime en todas las formas, por la voluntad del Creador, él empujo el progreso. Ese progreso se manifiesta del mínimo o máximo, dando traemos la gran esperanza a los seres vivientes, que viven y respiran en ese barco cósmico a que llamamos Tierra, en esa gota del océano divino a circular en el infinito.
Nuestro amor a la naturaleza se manifiesta porque en ella sentimos a Dios y es necesario tener afinidad con el mar, cuyas aguas nos causan sensación de bienestar porque de ella nacemos, en la amplitud de su alcance, ante la naturaleza humana y divina. Va hasta él, siempre que puede, porque difícilmente el poder viene hasta usted, a no ser en épocas de grandes catástrofes, aunque no lo deseemos. Toda criatura arrastra consigo algo del mar, que existe dentro de todos, actuando y ayudando en aquello que vino para servir. Los océanos tienen acumulado en su seno fecundo las bendiciones de Dios más acentuadas, por los rayos del sol vivificante, por el magnetismo de las estrellas, por la fuerza que los ángeles en él depositan y por los fluidos espirituales acumulados en sus entrañas por los benefactores espirituales de la humanidad. Más allá de eso, él es rico en alimentos de variadas especies, en sentido de suplir a la humanidad en lo que ella carece en la sustentación del físico, en cumplimiento de muchas tareas en la fase de la Tierra. El también nos es útil en desempeños diversos, en el equilibrio de los enfermos que llevamos a sus márgenes en busca del magnetismo indispensable para la paz de las criaturas, principalmente a los recién desencarnados. El mar es vida y él nos dona más vida cuando la amamos en la dimensión en que él vibra en nuestro favor.
Los océanos son laboratorios inmensurables, y transforman los elementos que reciben de muchas fuentes en medicamentos que corresponden a las necesidades de todos los animales de la Tierra, y de los hombres que ya despiertan a la razón, en busca de la verdad. Debemos procurar la ponderación en todo, en el pensar y en el hablar, y hablar con el océano por las vías del Cristo, que se encuentra en nosotros. Cada ser humano, regulado por leyes, es un pequeño océano, que se hizo menor, atendiendo la voluntad de aquel que no creo y nos ama en todos los sentidos. El mar canta siempre la canción de la fraternidad: la armonía en su seno liquido es divino, dentro de la divina tónica del amor. Él en su tamaño nos habla de Dios y nos pone a meditar en la esperanza. Los hombres precisan aprender a sentir y apostarse delante de ese gigante liquido, de él sacando vida, en la sublimación de su propia vida.
Cuantas luces y colores existen en el mar... Los océanos son divididos en la regencia de Jesús entregados a millares de entidades luminosas y prosiguiendo las divisiones en millones de otras, para que la paz sea en todas sus divisiones internas.
Los mares son donadores, dentro de la gran comunidad terrestre, nos afirma la palabra del Señor: Da gracia a lo que de gracia recibistes. Él recibe, transforma y distribuye en todas las direcciones. Sonriendo hacia las estrellas y al cantar de las sonrisas de los astros, meditemos sobre el agua, pensemos más sobre los océanos y sintamos las manos de Dios trabajando a favor de la vida, y dándole más vida.
Vamos encontrar en el Cabello Vegetal lo que sabes de la naturaleza que nada se pierde: lo que se juega fuera descascando el maíz es fuente de salud para sus riñones.
1.-Cabello de Maiz:(Te)
Valor terapéutico; ácido úrico * inflamación de la vejiga * albuminaría * disuria * disturbios de la vejiga * dolores renales * dificultades de orinar * combate Las causas de la mucosidad y pus que se mezclan a la orina. Es poderoso diurético, curando las infecciones de las vías urinarias, disolviendo las arenas y cálculos de los riñones.
DIOS ESTAEN TODO, BASTA ENCONTRARLO POR LAS VÍAS DEL AMOR
(Kahena)
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