viernes, 2 de enero de 2009

La prostitución


Pregunta: ¿Qué nos podéis decir de la prostitución respecto de la vida espiritual?
Ramatís: Es indudable que la prostitución es el fruto de un mal comportamiento espiritual en la materia. Tampoco puede juzgarse y analizarse exclusivamente por un único parámetro, porque existen innumerables factores de orden social, financiero, económico, religioso, político y patológico, que deben examinarse a fin de juzgar el grado mayor o menor de esa condición humana, simplemente calificada como delito o pecado, respectivamente, por la sociedad y religiones. Además, aunque se diga que la "profesión más antigua del mundo", en la actualidad es creciente el número de seres que demuestran ser respetables y se entregan a esa práctica sexual, que se considera algo tan criticable, mercenaria o puramente placentera, contribuyendo a que desaparezca el profesionalismo de la prostitución, a causa de su generalización. No obstante, ante las leyes espirituales, la prostitución es una condición que retarda el ascenso espiritual del ser, por vivir en demasía el instinto, sin objeto definido, pues debiera corresponderse moralmente con la elevación espiritual del hombre.
Pregunta: Están los entendidos y estudiosos de ese problema, que determinan que la prostitución es la peor "llaga de la civilización". ¿Qué nos podéis decir?
Ramatís: La peor llaga de la civilización nos parece la práctica de las guerras, que masacran y mutilan agrupaciones humanas formadas por viejos, mujeres, jóvenes, niños y hasta recién nacidos que acaban de entreabrir sus ojos a la vida física. Bajo tal "llaga" quedan los rastros de sangre, vísceras humanas pudriéndose en los campos floridos y en las ciudades civilizadas; mientras que los sobrevivientes gozan del derecho de poder morirse un poco más tarde de hambre, epidemias o irradiaciones atómicas. Jamás una prostituta hizo tanto mal al mundo como los puritanos religiosos que autorizaron y aprobaron la construcción de las bombas atómicas y creyeron oportuno su lanzamiento sobre Hiroshima. Los armamentistas, cuya mercadería industrial es la destrucción de la carne humana; los monopolios que centran sus productos como la leche, el pan y los medicamentos en sus manos avaras, con lucros ilícitos y le permiten al turismo constante, la "dulce vida" y paradójicamente se prostituyen muy confortablemente a bordo de un navío preparado para el efecto psicológico y material, que despierte los instintos más pecaminosos.

Pregunta: Ese comercio nefasto se presenta en forma bastante desagradable, pues casi siempre está manejado por almas corruptas. Además, existe la explotación de esas pobres almas, para satisfacción lúbrica de gozadores adinerados. ¿Cuál es vuestra opinión?
Ramatís: Es evidente el negocio de los favores femeninos, tanto en la prostitución profesional como en los casos encubiertos que sustentan la pusilanimidad de la hipocresía humana, y que constan como una culpa genérica de toda la humanidad. Directa e indirectamente, pocos son los seres que no contribuyen mental, verbal y activamente a la continuidad de ese comercio, el que muchas veces es ejercido por necesidad de sobrevivir materialmente. En consecuencia, el amor venal es el más antiguo comercio de la humanidad, juntamente con el religioso de los templos de la Mesopotámia. Aunque es un viejo tema de la historia terrícola, no se constituye en el peor crimen del mundo, y actualmente, a partir de la mayor liberación y emancipación de las mujeres, después del fragor de dos guerras mundiales, surgieron transformaciones profundas que modificaron las estructuras, las bases morales, sociales y políticas del mundo. Es un problema inquietante, pero no el peor, entre los múltiples problemas que afectan a la humanidad. Requiere análisis y examen, para obtener una razonable solución. Hay escándalos en el seno de la vanidosa aristocracia y monarquía -remanentes de los antiguos regímenes políticos- así como la burguesía adinerada y el proletariado imitador. Entre bastidores de las más avanzadas instituciones políticas, están los irresponsables y deshonestos en el empleo del dinero público, en cualquier país.

Pregunta: La prostitución, por su forma de vida disoluta y de libertad sexual extrema, ¿no es un tipo de perversión condenable por exponerse ante el público, y hasta oficializada en algunos casos?
Ramatís: En el lenguaje humano, la palabra perversión significa "la acción o efecto de pervertir, cambiando del bien para el mal, corrupción, desmoralización y depravación de las costumbres". Entonces el ser humano puede practicar innumerables tipos de perversión, las que varían en su manifestación con mayor o menor perjuicio para otros, sea para la sociedad o para las instituciones políticas, sociales y aun religiosas. Los tiranos del mundo practican innumerables "perversiones", sea cuando corrompen los valores políticos y doctrinarios por los cuales son responsables o se hacen responsables, destruyendo disfrazadamente con meticulosa perversidad y sadismo, a hombres, mujeres y hasta niños torturados por efecto de probables denuncias o espionaje. Son cambios del bien para el mal, corrupción de costumbres por medio del soborno y astucia, que se encuadran perfectamente en el tema "perversión". Las cruzadas de la Edad Media fueron verdaderas prostituciones religiosas, así como la Santa Inquisición, con su hipocresía, conduciendo herejes, judíos e infieles a las hogueras bajo el patrocinio de Fernando II e Isabel, los Reyes Católicos de España; figuras prostitutas que corrompían la ternura, el amor y la santidad del Cristo, matando con falsas y previas oraciones salvadoras, a aquellos que no seguían y servían sus intereses religiosos. Esto era en la antigüedad, pero ahora otro caso mas espeluznante surgió en la segunda Guerra Mundial. Cuando el pueblo aclamó la existencia de la bomba atómica y acompañó con su apoyo mental y verbal, en los diarios, la noticia salvadora del mundo -tras haberse aniquilado 120.000 japoneses por la acción pacificadora de la bomba atómica- se cambió bien por mal. Nadie habla del sentido que pervirtió lo sublime de la vida, al asesinar criaturas indefensas, nacidas para la ventura humana y muchas aun no salidas del vientre materno. Hubo una prostitución colectiva, genocida, en la que la menor culpa fue la del militar encargado del bombardeo que detonó la infernal bomba. Apenas fue el agente para abrir las compuertas de las pasiones humanas, satisfaciendo el odio reprimido e incrementado por las pasiones políticas, diseminado en todos los pseudocivilizados. El aura abominable de la prostitución del hombre destructor y criminal hace que la prostitución humana apenas sea un reflejo. A la negociación de los seres muertos en los mataderos fratricidas de las guerras -producida por hombres depravados y prostituidos por la ambición de fortuna o de consagración política- se la caracteriza como servicio a la patria y a la humanidad.

Pregunta: Debemos concebir que la prostitución tiene auge y más difusión en las épocas de degradación humana, ¿no es verdad?
Ramatís: No sólo en las épocas de decadencia de una civilización dominante, como fueron las del Imperio Romano y Edad Media. En la era moderna, hubo prostitución cuando los reyes cultivaban el hábito de tener algunas concubinas, mientras se acentuaban las condiciones económicas generadoras de hambre y desempleo, creando angustia por la sobrevivencia humana. Y la hubo luego de las revoluciones, guerras y flagelos naturales, o por relajamiento de las costumbres, a causa de ciertas doctrinas aceptadas por el pueblo. He ahí el porqué de que las prostitutas desempeñaran un papel importante en Atenas y Corinto, durante la edad áurea de la famosa cultura griega, donde dominaban la filosofía, el teatro, las artes en su máxima expresión. El culto a Venus, la diosa del Amor, reinaba absolutamente en la vieja Grecia, en todas sus formas y expresiones, extensivas hasta las actividades e intercambios en la vida de sus ciudades. El propio Solón, conocido como uno de los mayores filósofos y legislador griego, a falta de un médico oficial y social, prescribió para los atenienses, la medicación para los prostíbulos, como antídoto de la enfermedad propagada por el homosexualismo. Bajo tal prescripción terapéutica, Solón había constituido un lupanar estatal como antídoto al homosexualismo masculino y al lesbianismo.

Pregunta: Bajo la égida de las enseñanzas de Jesús, ¿cómo se debe encarar el problema de la mujer prostituta?
Ramatís: El Maestro Jesús, lleno de amor y comprensión por todos los hijos de Dios, fue claro en el juzgamiento de la prostituta, al proclamar su inolvidable sentencia, justamente a quienes eran perseguidas por adulterio: "Aquel que no tuviere pecado, que tire la primera piedra". La turba estaba enfurecida y tratando de hacer justicia por sus propias manos, mientras el Cristo cubría con su mirada mansa y angélica a la mujer adúltera y penetraba en el alma de cada uno, desentrañando en el fondo de esas almas, la existencia de su oculta prostitución. Retrocedieron atemorizados e indecisos y no reaccionaron, pues sentían a la luz del día, la culpa por la prostitución, como medio de negocios sucios, que los presentes poseían muy escondido. Además, ningún símbolo de redención humana fue de mayor estímulo para la sublimación femenina, que el de aquella figura angustiada y desesperada de María Magdalena, tocada por la figura carismática del Cristo Jesús, liberándola del lodo nauseabundo del placer, despertándola a la luz creativa del ángel adormecido en su intimidad. Bajo la égida de elevada inspiración, María Magdalena es un eterno ejemplo para todas las mujeres de mala fama, que pueden lograr su propia redención y el ingreso en las esferas angélicas, cuando se propongan "vivir incondicionalmente", en lo íntimo de su alma, el amor puro del Cristo.

Pregunta: En el enjuiciamiento social orientado a un sentido ético y moral de los valores de la vida, ¿es justa o criticable esa separación entre mujer "honesta" y "mujer prostituta"?
Ramatís: Ambas fueron creadas para servir en la sublime misión de la vida física, y tanto como les fuera posible, progresar constantemente, para liberarse de las ataduras de la vida animal e inferior. No obstante, la proverbial hipocresía masculina, que ve en la mujer tan sólo un objeto de placer sexual, fácilmente envuelve a la joven ingenua, inexperta o acicateada por su indescifrable impulso erótico, para integrarse en la fila de "madres solteras". Innumerables veces, la joven despierta y evalúa su equivocado paso, pues de ahora en más será el blanco específico de la concupiscencia masculina, mientras tendrá que soportar chocantes dificultades, cuando pretenda heroicamente amparar y criar al fruto de su supuesto pecado ó estigma social; sin posibilidad de mantenerse en el empleo, a causa del contrapeso indeseable del hijo. O bien deberá soportar la noticia sensacionalista del infanticidio de la "madre desnaturalizada" que no quiso criar el fruto de sus amores clandestinos, o cuando debe soportar el aborto en las manos peligrosas de la primera "deshacedora de ángeles", en la infeliz decisión. Además y como último recurso por la gran carga que el medio social le establece, llega al alocado suicidio, ante el estigma infamante de ser una prostituta.

Pregunta: Psicólogos y sociólogos opinan que la base fundamental de la prostitución femenina obedece a causas económicas.
Ramatís: Jamás el pretexto específico de la ignominiosa prostitución de la mujer, creada para la santificada función de "médium de la vida", es por causas económicas o condiciones financieras. Desgraciadamente, son diversos los factores que contribuyen a la prostitución: ignorancia, inexperiencia, desesperación, frustración, abandono, difícil sobrevivencia y aun tendencias eróticas, entre otras, son el producto del mayor crimen cometido por el hombre por falta de Amor. El hombre terrícola, aún es un ser primario que aporta sus reacciones tipo troglodita a la superficie del cuerpo vestido con una rica tela importada. Continúa igualmente con sus satisfacciones instintivas, aunque resulten graves perjuicios para el prójimo. Raramente se aproxima a la mujer sin que, bajo su sonrisa maléfica, no vibre su deseo carnal y si le es posible, inicia la trama sofisticada para llegar a la posesión carnal de la infortunada víctima. Trata por todos los medios de llegar a su satisfacción sexual, creando un perjuicio irreversible para la mujer, y en el juego amoroso pierde su vulnerabilidad emotiva y sensible, cabiéndole al hombre el menor perjuicio y responsabilidad. Se evidencia la falta de amor en el hombre por la mujer, porque es codicioso, falso en sus promesas, poco le importan los problemas de las infelices y las dificultades de la joven sacrificada a su orgía. Además, no falta el adulterio en contra de su esposa para deleitarse con las jóvenes que sacrifica. Ese hombre debe reconocer que la mujer es, por encima de todo, el espejo de hermana, esposa, madre e hija. Cuando lo haga, transformará su conducta despreciativa respecto de los valores humanos y amorosos, al entender que ella es el vaso donde se perpetúa la especie y se ensaya el amor incondicional a Dios.

Pregunta: ¿Cómo encaran el adulterio y la prostitución los legisladores siderales?
Ramatís: Los mentores no clasifican el adulterio y la prostitución en pecadores regulares, pero sí, en la clase patológica de las enfermedades del alma. Toda alma enferma es infeliz, porque en su ignorancia espiritual busca su felicidad en los procesos primitivos y seductores que retardan la evolución liberadora.

Pregunta: ¿Cuál seria el método o la solución para que disminuya la prostitución en la mujer?
Ramatís: Fundamentalmente eso seria fácilmente resuelto por un buen esclarecimiento espiritual, porque la mujer como espíritu eterno y dotada de los mismos principios, obligaciones y sueños de felicidad del hombre, será, sin duda, más resistente para identificar las posibles maniobras de los que arrebatan la felicidad ajena, por unos segundos de embriaguez sexual, por otra parte, porque la mujer esclarecida se encuentra en el camino que le brinda la felicidad eterna. Sin lugar a dudas, cabe a los legisladores la responsabilidad humana de establecer códigos de protección a la mujer, ante el asedio sexual, imponiendo severas penas, principalmente cuando causa dificultades a la mujer, por satisfacerse sexualmente. La mujer esclarecida sobre los motivos de la vida espiritual, creará más defensa psicofísica. El hombre pasible de punición será obligado a responder por sus actos, sin contemplación alguna por la autoridad. De esta forma, iría disminuyendo el índice de prostitución, por falta de iniciadores de esa cruel infracción al código establecido en defensa de la hermana mujer. Respecto de los problemas de orden económico, asistencia social y otros, son obligaciones de la administración pública, debiendo encuadrarse dentro de los derechos de la ciudadanía en general. Siendo de esta forma la mujer respetada en su fuero íntimo, entendiendo el hombre que es el amor, por encima de todo, consagrado al vínculo espiritual de un alma para otra alma, en vez de sólo atracción de un cuerpo hacia otro. El adulterio, los cónyuges "engañados" y la prostitución, que tanto estigmatiza a la hermana mujer en su función procreadora, también desaparecerán del orbe, como sucede con la erradicación de las enfermedades incurables.

Pregunta: El hombre que usufructúa el sexo de una joven inexperta, que después sortea los prejuicios sociales, aun así, ¿le cabe alguna rectificación kármica en una encarnación futura?
Ramatís: Existe un viejo adagio que dice así: "El hombre puede engañarse a sí mismo, jamás engaña a Dios". Toda contravención a las leyes divinas encuadra a su infractor en la corrección necesaria y a cuenta del atraso de su ventura espiritual. El espíritu del hombre, cuando desciende para renacer en la materia, es aleccionado para realizar el compromiso asumido y si no cumple, es de su responsabilidad ante el esquema trazado por los mentores. Cualquier acto indebido, pillaje o explotación material o incluso sexual, jamás dejará de "pagarse hasta el último centavo", conforme estipuló el Cristo a través de su sublime Evangelio.

Pregunta: ¿Podríais esclarecernos en forma más concreta esa determinación de la Ley del Karma, que después de pagar la deuda del espíritu infractor, aún está sometido a las mismas pruebas que causó a otros?
Ramatís: En sencillo ejemplo, recordaos de cierto joven que abusa de su masculinidad, más o menos seductora, para dar rienda suelta a su lubricidad e ilusionar a jóvenes casaderas e inexpertas. Comúnmente, el conquistador está interesado exclusivamente en su satisfacción erótica. Después de pasar cierto tiempo usufructuando a satisfacción su instinto animal, realiza otras tantas experiencias con otras jóvenes y por último, cansado de su peregrinaje de sembrar tanto mal, decide casarse formalmente. Ingenuamente se convence de que ha de vivir una existencia calma y desahogada, libre de cualquier aflicción, sin pensar jamás en todo el mal que sembró a conciencia. Para que sea provechosa la corrección kármica para el espíritu infractor en el campo sexual, es posible que la rectificación se inicie de inmediato, o por motivos superiores y hasta por un orden económico en lo espiritual, se contempla la posibilidad rectificadora para la próxima encarnación.

Pregunta: En el caso del espíritu culpable, que siembra desventuras en ciertas jóvenes seducidas por sus mentiras y promesas vanas, por Ley Kármica, ¿cuándo se inicia su rescate y cómo se procesa el mismo, teniendo en cuenta que "Se debe recoger conforme a la siembra"?
Ramatís: En el caso de que la corrección espiritual fuera determinada para la actual existencia, lo Alto planeó un esquema expiatorio donde deberá recoger los frutos de su mala siembra. Al comienzo y conociendo sus intenciones de construir un hogar para el usufructo venturoso, el donjuán optimista será atraído para esposar a determinada joven, por el magnetismo de una pasión exaltada, y también candidata a las pruebas de frustración, dolores y desventuras que sembró en otras vidas. Efectuado el casamiento, después de los placeres de la luna de miel, comienza la acción de la Ley del Karma, al determinar que sus descendientes sean los mismos de otrora, con sus faltas e irresponsabilidades espirituales. Por su acción nefasta, esos espíritus, llegados a su adultez, comienzan a recoger los efectos de la atracción de los espíritus de mal carácter y de tendencias depravadas. En vez del hogar tranquilo e imaginado aparecen ciertos escollos y surgen nuevas anormalidades y desajustes hogareños. Después de algunos años y cuando se piensa que todo ha de marchar en perfecto orden, comienzan a encanecer los cabellos, aparecen las arrugas en el rostro y se pasa del sufrimiento a la frustración, por la imposibilidad de educar y corregir a las hijas con inclinación a una vida sexual irresponsable, o de los hijos que caen en manos de autoridades policiales, por robo de vehículos, falsificación de cheques y adicción a la droga.

Pregunta: Suponiendo que la Ley Kármica decidiera someter al culpable a recoger sus frutos en una nueva encarnación, ¿qué le puede suceder?
Ramatís: En la próxima existencia y con la esposa bajo el mismo rescate, le toca recibir como hijos en su hogar, a las almas que frustró en la actual existencia, y trabajar duramente para satisfacerles las mínimas exigencias y caprichos. Tratándose de espíritus que sienten en lo profundo de sus almas el resentimiento y la infelicidad sufrida en su vida anterior, por culpa del mismo espíritu que hoy es su padre biológico, a pesar del olvido de los hechos de la vida pasada, permanece la frialdad y la segura e íntima convicción de acreedores y deudores, impidiendo el amor filial o ayuda al progenitor. La desobediencia, la negligencia y la frialdad de corazón en esas alma, también imperfecta, llegan a los acontecimientos tan comunes, con los padres envejecidos, enfermos y pobres, despreciados por los hijos ricos, saludables y duros de corazón.

Pregunta: Los conquistadores que pasaron su existencia abusando de los placeres sexuales, en la constante búsqueda de aventuras, donde poco les importaba los resultados de sus víctimas, aun de cualquier orden, ¿pueden también sufrir sus correcciones en un cuerpo de mujer, en la próxima encarnación?
Ramatís: Tal acontecimiento es uno de los preceptos de la Ley del Karma. El espíritu en falta, además de indemnizar a su víctima de los perjuicios causados por su lubricidad, podrá sufrir en sí mismo los efectos y dificultades de su acción. El seductor de jóvenes, habituales proveedores de carne viva para los prostíbulos, podrá renacer en un cuerpo femenino, a fin de experimentar en sí mismo, cómo es de oneroso el destino que ocasionó a otros. No es nada raro que estas almas culpables de crímenes y de seducir y llevar a la prostitución a las jóvenes incautas, terminen su existencia en la prostitución, bajo la determinación de la Ley: "A cada uno le será dado según sus obras".

Pregunta: Esa determinación de la Ley, ¿no se ajusta dentro de esa otra ley del "ojo por ojo y diente por diente"? ¿No sería un círculo vicioso eso de que el alma masculina renaciera en un cuerpo femenino fatalmente condenado a la prostitución?
Ramatís: Es evidente que la Ley no es inmoral ni vengativa, a punto de pronunciar decretos irrevocables, ¡cuya finalidad no es conducir fatalmente a alguien a la práctica criminal o inmoral! No obstante, así como el asesino no renace en el futuro bajo la implacabilidad de ser asesinado por alguien determinado, salvo que haya en el ambiente situaciones de ese tipo, por analogía el espíritu culpable de lubricidad y perversión al prójimo, irá a encarnar en un medio donde todo tiende a la prostitución. Y como abusó de la debilidad, desamparo, condición financiera precaria o de la pasión ingenua de la joven casadera, también ha de ser víctima de esas dificultades e imprudencias, las que sin lugar a duda, lo llevarán a la fatalidad de terminar en un prostíbulo. Mientras tanto, lo que se cumple es la Ley anticipadamente expuesta y explicada por todos los instructores espirituales de la Tierra, entre los cuales Jesús fue el sintetizador, que revivió y reactivó las enseñanzas, de modo que el hombre no pudiera alegar desconocimiento. Mientras tanto, lo que interesa al plano divino es la redención del pecador y no su punición, y aun después de la caída en el vicio degradante o en el crimen, ambición o venganza, el espíritu delincuente todavía puede redimirse de sus errores. Así fue como María Magdalena alcanzó su salvación después de conocer al Maestro Amado. Existen innumerables casos de criaturas viciadas, perversas, subversivas y deshonestas que se regeneran bajo programas de salvación, amparo religioso o cuando, entre las fibras del instinto animal, empieza a asomar la luz liberadora del soplo sagrado.

Pregunta: Considerando que la lujuria es uno de los siete pecados mortales, toda mujer prostituta u hombre pervertido en la esfera del sexo, ¿ha de sufrir en la próxima encarnación las consecuencias de su imprudencia?
Ramatís: Conforme hemos explicado en otras obras y en breve ejemplo para ilustrar la pregunta; el que se suicida por ahorcamiento o por la bala que perfora el cráneo, ha de renacer de acuerdo con el delito practicado en sí mismo, como ser con problemas mentales, sordo mudo y giboso, atravesando la existencia golpeado fuertemente. Todo eso sucede, no como consecuencia de una punición por parte de la Ley sino por el efecto de los actos irregulares, violentos y contrarios a la técnica fundamental creativa, pues el espasmo último del hombre colgando de su cuello, lesiona y atrofia al tejido super-magnético del periespíritu, formando el molde defectuoso cuando deba plasmar o materializar un cuerpo nuevo en la próxima encarnación. Y, respecto del sordomudo, alcanzado por la bala suicida, lesiona las delicadas neuronas etéreas del periespíritu, relativo a la cerebración, matriz de todos los cerebros físicos usados en diversas encarnaciones terrenas, dificultando la conformación perfecta de esa zona de transmisión de la mente y de la voluntad para el organismo carnal. Lo mismo sucede con cualquier otra anomalía practicada por el espíritu en un momento de imprudencia o visitación, en el transcurso de la existencia física, resultando efectos semejantes que se generan por causas semejantes. Ese es el motivo de por qué los toxicómanos, al entorpecer o desregularizar su cerebro por la acción de los psicofármacos, retornan a la carne en una nueva existencia con disturbios psíquicos de un aspecto crónico inmodificable, bajo diversos aspectos y de bajo nivel de conciencia. No existen por parte del Creador, los extremos absolutos en los ciclos de las vidas. En cualquier parte del Universo y en la intimidad de los seres, la cosecha kármica es rigurosamente el fruto de un conjunto de causalidades donde la lógica que posee la Ley da soluciones sensatas. De igual forma, los espíritus viciados o toxicómanos deben recoger en encarnaciones futuras los efectos de esa imprudencia, por lo tanto, tendrán en otra vida la enfermedad exactamente conforme con el tipo del psicotrópico utilizado, el tiempo de su uso, la fuga deliberada de las responsabilidades de la vida en común con la colectividad, la de no cumplir con la promesa antes de reencarnar, el sufrimiento de los padres y de la familia afectada por sus tropelías, delincuencia o simple escape a las clases de orden físico y espiritual.

Pregunta: ¿Podéis extender un poco más ese interesante asunto?
Ramatís: Los estados de espíritu clasificados por los diez mandamientos, son los que más agravan la situación reencarnatoria de las almas imprudentes y víctimas de los descontroles mentales y emotivos, llevándolos a las peores consecuencias y sufrimientos futuros. En los casos que venimos tratando, las seducciones y los placeres impúdicos en la esfera sexual, son acontecimientos encuadrados entre los perjuicios a otros y a sí mismo. El individuo extremadamente sexual e impúdico vive sembrando mentiras, decepciones, angustias y destinos tristes en su propósito de satisfacer su instinto animal. Siendo así, impregna la delicada contextura de su periespíritu y aunque vibra en un nivel humano, tendiendo a la liberación lenta de esa acción imantadora y gravitacional de la materia, no obstante, con las fuerzas primarias y densas de una pasión primitiva, aumentan la atracción material. En su caída vibratoria, retarda la circulación "etéreo magnética" del periespíritu, degrada la configuración en sentido regresivo hacia la esfera de la animalidad. Allí es donde domina el fluido o energía sustentadora de la lujuria; en consecuencia, el periespíritu del hombre o de la mujer extremadamente libidinosos, pierde mucho de su cualidad y configuración humana, a favor de la vieja figura del animal, que estaba siendo vencida en parte. Es un retroceso "psico" periespiritual culminando en un retardo físico en la forma de licantropía reencarnatoria, cuyos trazos y reacciones humanas traen señales animalescas muy declaradas y puestas de manifiesto.

Pregunta: ¿Qué sucede con el hombre extremadamente lujurioso, en su nueva encarnación, por causa de los perjuicios ocasionados a terceros?
Ramatís: En el caso de tratarse de una entidad extremadamente pecadora por el exceso de lubricidad, cuyo periespíritu vibra en la faja de descontrol emocional y bajo el dominio de la fuerza inferior de la animalidad, ha de modelar en la próxima existencia física un tipo impúdico, donde esa energía inferior predominante debe accionar en su modelación carnal. Comúnmente, no sólo hiere el campo cerebro-periespiritual, sino que modifica las líneas de fuerzas constructoras de la fisonomía humana, y produce tan grave vulnerabilidad psicofísica, que los otros vicios o delitos menores existentes en la intimidad del reencarnado y menos ofensivas, también terminan dinamizando e imponiendo su influencia en una formación anómala, desde el campo neurológico hasta el sistema reproductor, reproduciendo un tipo de aspecto predominantemente lujurioso, imbécil, peligroso o psicópata con características de maldad e impiedad. En estos casos, la Ley permite hasta la impotencia y esterilidad, para evitar la continuidad de un binomio espiritual y físico indeseable. Descontrolado por la sexualidad, minando hasta los poros del cuerpo, impotente y con serias dificultades motrices, es la criatura obscena cuya fisonomía se parece a las características de los animales afines a la lujuria, por causa del pernicioso residual en su periespíritu, por la tortura de no lograr satisfacerse sexual-mente y en una constante irritación y actividad neuromuscular, conducido al delirio y más tarde postración en un cansancio delirante... En la carne, deformada por la configuración grotesca, de aspecto repulsivo, chocante y agresivamente sexual, yace la figura del sediento donjuán. En verdad, la extensa gama de reparaciones y compromisos en el campo de cualquier acción culpable o dolosa, que Jebe sufrir y redimir cualquier espíritu delincuente, agrava la situación, por las otras circunstancias complementarias y contrarias al bien, como resultado de un sentimiento sensible y fundamental, que hace a los problemas de esos espíritus. En el caso extremo del tarado sexual, se agrava la situación rectificadora, pues en el ejercicio de su actividad equivocada, agrega otros sentimientos: odio, avaricia, gula, alcoholismo, toxicomanía, celos, ira o astucia. El cortejo de energías movilizadas desde el mundo animal termina conformándole la figura semihumana en la próxima encarnación, de modo de expurgar a través del periespíritu sacrificado hacia el medio ambiente, hasta el último alivio posible. ¡Es muy dura la prueba!

Pregunta: Por ventura, el espíritu que sufre ese crucial drenaje de energías o toxinas creadas por su descontrol, como en el caso del hombre lujurioso, ¿liquida su karma en una sola encarnación?
Ramatís: El proceso de rectificación kármica dura tanto como sea la intensidad del fluido anómalo adherido a la tesitura delicada e hipersensible del periespíritu. Además, como es un proceso técnico sideral, se considera su resistencia biológica al expurgo. Sirve de protección para los tratamientos que deben darle cierto alivio, cuando se exasperen el sufrimiento y el delirio. En algunos casos, hasta llega a interrumpirse, a causa del delirio suicida provocado por la obsesión impiadosa hecha por el adversario de otras épocas, al amparo de entidades vengativas. Se consigue frustrar la existencia física beneficiosa, lanzándolo nuevamente a otra existencia sacrificial para que padezca en el más allá, la ideoplastía consciente de sus actividades delictuosas. Siendo de esa forma, el alma delincuente tanto puede lograr la normalidad periespiritual, con un completo drenaje mórbido, sin acontecimientos imprevisibles para que su organización carnal resista los impactos destructivos y lesionadores de ese fluido tóxico en exudación, como también puede necesitar dos, tres o más encarnaciones para equilibrar su periespíritu, de acuerdo con la ley.

Pregunta: ¿Qué sucede con las víctimas de los seductores que se vuelcan a la prostitución y que por esa causa, pasan a ser entidades vengativas, pero que no tienen chances de superarse?
Ramatís: Repetimos: La Ley no usa la misma medida para juzgar a todas las almas, así como no hay enfermedades sino enfermos. No existen pecados, pero sí pecadores. El médico, al medicar a un paciente, tiene en cuenta su idiosincrasia y adecúa el tratamiento conforme a sus vicios; en el código sideral, las imprudencias e indisciplinas también son pesadas en la balanza de la justicia, los atenuantes por los bienes sembrados, como los motivos insuperables o negligencia del que ha de ser juzgado. Siendo así, a la mujer que después de seducida y afectada por algún conquistador, acepta el fruto de sus entrañas, ampara y cría a su hijo bastardo, aunque termine desesperada en el lupanar y ante las peores dificultades, sin llegar a destruir el fruto de su vientre, la Ley también la contempla de acuerdo con su merecimiento, que no es poco, ante esas circunstancias bastante difíciles de sobrellevar. Por otro lado, suele suceder que esa infeliz víctima, arrojada en un prostíbulo, encuentra un esposo afectado por la misma circunstancia, consiguiendo ambos, equilibrarse en sus deberes femeninos y masculinos, ante la Ley. Otros casos vencen el estigma social y adoptan un trabajo modesto, pero sano moralmente, y en su peregrinaje, encuentran el hogar espiritista o la institución caritativa, que les ayudan a sobrepasar el duro trance. Todo lo que es créditos y débitos, ineludiblemente pasa por la justicia mayor. En una existencia futura, se tienen en consideración sus dotes loables de bondad, humildad, resignación y servicios al prójimo, como motivo para favorecerle una existencia tranquila, por ejemplo, el ingreso en una comunidad religiosa donde pueda activar los valores positivos del espíritu y eliminar de apoco, los factores negativos que contribuyeron a su decadencia anterior, viciosos que entregan nuevas inexpertas al mercado de la prostitución?

Pregunta: La prostitución oficializada bajo un régimen disciplinado por la salud pública, ¿no contribuye a poner traba a los acontecimientos degradantes, como violaciones y dar facilidad para que los prostíbulos reciban mejoras constantes, respecto de las jóvenes desilusionadas por los malos ciudadanos?
Ramatís: El problema es más de esclarecimiento espiritual, definición correcta de los motivos y objetivos del metabolismo sexual, demostración convincente y clara de la función del espíritu encarnado, y de los motivos superiores de su vida en un esfuerzo por una constante liberación del instinto animal. Mientras el hombre busca placeres en las cosas transitorias, efímeras y hasta enfermizas, invierte los valores espirituales en el culto decepcionante de la carne. No es en el prostíbulo oficial o estatal, bajo rigurosa asepsia, donde ha de solucionar ese problema milenario, desafiándolo con la cultura del presente, para una solución lógica y sensata. El amor libre, la libertad sexual y los experimentos de grupos en la búsqueda de soluciones definitivas para una actividad que es transitoria, jamás podrán ofrecer la solución final. Jesús fue la entidad de mayor capacidad creativa en el mundo, porque se elevó por encima de las contingencias del sexo y de los recursos específicos de procreación, y activó la vida pura y eterna de la humanidad, delineándole el destino glorioso y sublime de felicidad eterna. Es tan sintomática la precariedad de la necesidad sexual, que los grandes genios y sabios de la humanidad vivían largo tiempo sin sentir las exigencias del instinto animal, pues esa inversión de energía la destinaban a la verdadera vida del espíritu inmortal.

Pregunta: ¿Qué nos decís sobre el uso de la píldora anticonceptiva? ¿No es un recurso censurable, que la juventud aprovecha para abusar de sus relaciones sexuales, exceptuadas de la responsabilidad creativa?
Ramatís: Sin duda, antes que practicar el aborto es mejor la píldora. Además, antes de que las leyes humanas favorezcan tanto a la mujer como al hombre, es preferible que las jóvenes inexpertas eviten el peligro de consumir su vida en un prostíbulo, y sean rechazadas por una sociedad mistificadora, cuyo procedimiento es mantener las puertas cerradas por falsos preconceptos. Aunque la precaución de la joven soltera no la libera lo suficiente para ser atractivo de los codiciosos sexuales, sin duda que el aborto significa mayor responsabilidad espiritual. Por otra parte, aun así, no se logra eludir a la naturaleza, usando las píldoras. La función ovárica algunas veces funciona, para decepción de la supuesta eficacia de los anticonceptivos. Loable sería que la mujer superara el estímulo sexual erótico, despertando en su intimidad espiritual, los valores definitivos de la vida eterna. Mientras tanto, no se puede exigir que el capullo en crecimiento ofrezca el perfume de la flor adulta; bajo la égida del Amor del Creador, sus hijos van despertando y desarrollando las energías en una creatividad cada vez más sublime y perfecta, hasta alcanzar la definitiva liberación de esa esclavitud, ocasionada por el instinto sexual mal encaminado.

( "Bajo La Luz del Espiritismo", Ramatís)

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