"Hay en el hombre algo que escape a todo constreñimiento y por lo cual goce de una libertad absoluta? Por el pensamiento disfruta el hombre de una libertad sin fronteras, porque aquél no conoce obstáculos. Se puede impedir su manifestación, pero no aniquilarlo."(El Libro de los Espíritus, Allan Kardec, pregunta 833.)
Obsesión es esclavitud temporal del pensamiento, imantando a deudores y acreedores, que inconscientemente o no se buscan por leyes Kármicas.Por el pensamiento nosotros nos liberamos o nos esclavizamos. El hombre no ha sabido utilizar el pensamiento. Solamente ahora se entera de sus propias potencialidades. Solamente ahora comienza a descubrir que él es el que piensa. Que sus pensamientos son él mismo, esto és, expresan su individualidad, la esencia misma de lo que realiza, con todas las particularidades que integran su personalidad. Únicamente ahora el ser humano está percibiendo que se ha mantenido cercenado, disminuido, por haber viciado su pensamiento, acostumbrándolo a transitar por entre las bajas esferas, que van de los instintos a las pasiones que lo avasallan. Que se hace esclavo de éstas, alimentándose de los vicios y siendo por ellos dominado. Solamente con el desarrollo de los siglos es que el raciocinio humano está comenzando a accionar sus inmensos recursos para las más elevadas finalidades del Espíritu. Recibiendo las sublimes enseñanzas de Jesús, y aún así, habituado a manipular el pensamiento para ponerlo al servicio de sus intereses egoístas, distorsionó por casi dos milenios el Mensaje esclarecedor del Evangelio. Lentamente, las criaturas están descubriendo las ilimitadas potencialidades que tienen en sí mismas. Pocos se han dado cuenta de que cada ser es un universo en miniatura, expansible por el pensamiento y por el sentimiento y que posee como atributo la eternidad.La Doctrina Espírita, reviviendo las enseñanzas de Cristo, ha contribuido fundamentalmente, a despertar al Hombre para la Verdad. El Espiritismo vino a enseñar la liberación del pensamiento, sometido al peso inmensurable de la esclavitud material, mostrando la espiritualidad que existe en cada ser, la cual, hasta ahora, la gran mayoría prefirió ignorar.Las obsesiones son, en realidad, esclavitud temporal de la mente. Es el vuelo del pensamiento súbitamente detenido, prisionero.Aunque el hombre moderno se enorgullece de sus conquistas, arregla mil pretextos para tornarse esclavo no sólo de sí mismo, sino también de otros hombres, de situaciones y principalmente de las cosas materiales, vanagloriándose, inclusive, de esas preferencias, completamente ignorante de las verdaderas metas de la vida y de sus reales valores. Jactándose de vivir en el siglo XX, cuando el avance del conocimiento alcanzó cumbres jamás imaginadas, el hombre, aún así, es: Esclavo de los vicios. Esclavo del sexo. Esclavo del dinero. Esclavo del ocio. Esclavo de la máquina.Esclavo de todo, cuando no, negando a Dios, se permite la más infame y dolorosa esclavitud: su autoencierro en la mazmorra sombría del egoísmo avasallador.El Espiritismo vino a enseñar el proceso de liberación. La manera de liberarse de todas las dependencias inferiores. Mil formas de esclavitud y una sola forma de liberación: ¡JESUS! "Yo soy el Camino", dice Él. "la Verdad os hará libres..."
Obsesión es esclavitud temporal del pensamiento, imantando a deudores y acreedores, que inconscientemente o no se buscan por leyes Kármicas.Por el pensamiento nosotros nos liberamos o nos esclavizamos. El hombre no ha sabido utilizar el pensamiento. Solamente ahora se entera de sus propias potencialidades. Solamente ahora comienza a descubrir que él es el que piensa. Que sus pensamientos son él mismo, esto és, expresan su individualidad, la esencia misma de lo que realiza, con todas las particularidades que integran su personalidad. Únicamente ahora el ser humano está percibiendo que se ha mantenido cercenado, disminuido, por haber viciado su pensamiento, acostumbrándolo a transitar por entre las bajas esferas, que van de los instintos a las pasiones que lo avasallan. Que se hace esclavo de éstas, alimentándose de los vicios y siendo por ellos dominado. Solamente con el desarrollo de los siglos es que el raciocinio humano está comenzando a accionar sus inmensos recursos para las más elevadas finalidades del Espíritu. Recibiendo las sublimes enseñanzas de Jesús, y aún así, habituado a manipular el pensamiento para ponerlo al servicio de sus intereses egoístas, distorsionó por casi dos milenios el Mensaje esclarecedor del Evangelio. Lentamente, las criaturas están descubriendo las ilimitadas potencialidades que tienen en sí mismas. Pocos se han dado cuenta de que cada ser es un universo en miniatura, expansible por el pensamiento y por el sentimiento y que posee como atributo la eternidad.La Doctrina Espírita, reviviendo las enseñanzas de Cristo, ha contribuido fundamentalmente, a despertar al Hombre para la Verdad. El Espiritismo vino a enseñar la liberación del pensamiento, sometido al peso inmensurable de la esclavitud material, mostrando la espiritualidad que existe en cada ser, la cual, hasta ahora, la gran mayoría prefirió ignorar.Las obsesiones son, en realidad, esclavitud temporal de la mente. Es el vuelo del pensamiento súbitamente detenido, prisionero.Aunque el hombre moderno se enorgullece de sus conquistas, arregla mil pretextos para tornarse esclavo no sólo de sí mismo, sino también de otros hombres, de situaciones y principalmente de las cosas materiales, vanagloriándose, inclusive, de esas preferencias, completamente ignorante de las verdaderas metas de la vida y de sus reales valores. Jactándose de vivir en el siglo XX, cuando el avance del conocimiento alcanzó cumbres jamás imaginadas, el hombre, aún así, es: Esclavo de los vicios. Esclavo del sexo. Esclavo del dinero. Esclavo del ocio. Esclavo de la máquina.Esclavo de todo, cuando no, negando a Dios, se permite la más infame y dolorosa esclavitud: su autoencierro en la mazmorra sombría del egoísmo avasallador.El Espiritismo vino a enseñar el proceso de liberación. La manera de liberarse de todas las dependencias inferiores. Mil formas de esclavitud y una sola forma de liberación: ¡JESUS! "Yo soy el Camino", dice Él. "la Verdad os hará libres..."
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