martes, 30 de diciembre de 2008

Desdoblamiento del ser humano



El desdoblamiento es la proyección del cuerpo sutil y su permanencia temporal más o menos manifiesta y fuera de su envoltura física. La ciencia oficial de nuestros días niega absolutamente la existencia individual del alma. Todos los razonamientos espiritualistas han sido impotentes para demostrar que el principio pensante tiene existencia real. Tan solo descuidando voluntariamente los hechos irrecusables es como los materialistas pueden llegar a la negación de la individualidad del alma. Si ésta es una función del cerebro (como dicen ellos), de ningún modo puede ser separada del organismo, del mismo modo que no se puede oír una voz sin aparato vocal destinado a producirla. Si se demostrara que el alma puede salir del cuerpo, entonces quedaría establecida su existencia independiente. Pues bien: el fenómeno, de desdoblamiento es no solamente posible, sino relativamente frecuente. Las apariciones de vivos son debidas a una ley biológica, y han sido observadas en todo tiempo. La antigüedad y la edad media ofrecen muchos ejemplos. Tácito 1 relata que Vespasiano fue testigo de un hecho de este género en Alejandría. La Iglesia católica cita como milagros los casos de bicorporeidad de San Ambrosio, San Antonio de Padua, San Francisco Javier, Alfonso de Liborio, María de Ageda, etc. Los magnetizadores de principio de siglo conocían también esta posibilidad, según se atestigua en la correspondencia de Billot y Deleuze 2 y en el curso de magnetismo del barón du Potet 3; Allan Kardec 4 consagra un capítulo del Libro de los Médiums a éstas manifestaciones, cuyos ejemplos numerosos se encuentran también en Kerner 5, Perty 6 y D'Assier 7.
1 Tácite. Histoires, libre IV chapitres 81 y 82. Traduction de Burnouf. 2 Billot. Correspondance avec Deleuze sur le magnetisme animal.-2 vol. ín 8°, t. I, pág. 137. 3 Du Potet. Le traité complet de magnetisme animal.- l0 lecon. Pág. 479. 4 Allan Kardec. Livre des Mediums. Pág. 142 5 Kerner, La voyante de Prévorst. 6 Perty, Phénoménes mystiques. Tome II. 7 D'Assier. L' Humanité posthume. Chapitre 2.

Pero, a partir de la publicación de los notables trabajos de la Sociedad de Investigaciones Psíquicas de Londres, es cuando se han hecho absolutamente incontestables dichas manifestaciones. Ya sabemos en qué consisten dichos fenómenos. Una persona, A, aparece a otra, B, de la cual se halla alejada. A y B están generalmente unidas por los lazos del parentesco o de la afección; se dice entonces que B ha experimentado una alucinación telepática viendo el fantasma de A. Esta aparición, no es fortuita, pues coincide frecuentemente con un acontecimiento importante, ocurrido en la vida de A, y en este caso, se dice que la alucinación es verídica. Existe un lazo causal entre la alucinación de B y el acontecimiento de A.
Ya saben, señores, así como yo, el minucioso cuidado con que los sabios han procedido en la investigación rigurosa de los hechos; por consiguiente, podemos depositar toda la confianza en los relatos que nos hacen y que vienen confirmados por minuciosos estudios. Vamos ahora a discutir el valor de la explicación que de dichos fenómenos se nos ha dado.

El término alucinación elegido por los autores de los Phantasms, indica claramente que en su opinión nos hallamos en presencia de fenómenos puramente psíquicos. El fantasma no es realmente perceptible por medio de la vista ordinaria, y sólo tiene existencia en el cerebro del sujeto. Esta teoría, que se apoya en los hechos de transmisión del pensamiento y de alucinaciones provocadas por la sugestión sobre sujetos hipnotizados, no es suficientemente basta para abarcar todos los casos. En la obra publicada por aquella Sociedad y en los proceedings, se distinguen cierta categoría de observaciones que establecen la objetividad de la aparición, es decir, la presencia del fantasma en el espacio.

He aquí, según Rusell Wallace, los criterios que permiten hacer esta distinción. Una aparición es objetiva:

1º Cuando existe simultaneidad de percepción del fantasma visible por dos o más personas.

2º Cuando el fantasma es visto por varias personas, ocupando diferentes sitios y correspondiendo a un movimiento aparente, o bien cuando conserva una misma posición, a pesar de cambiar de sitio el observador.

3º Cuando la aparición ejerce impresión sobre animales domésticos.

4º Cuando la visión produce efectos físicos.

5º Cuando los fantasmas, visibles o no, han podido ser fotografiados.

6º Cuando puede obtenerse un molde de un miembro de la aparición. Obligado a ser conciso, no citaré más que un ejemplo de cada clase, aunque podrían reunirse un gran número, según lo ha demostrado M. Aksakof en su libro Animisme et Spiritisme.

1º y 2º Simultaneidad de percepción del fantasma por muchas personas, con desplazamiento aparente. Número 348 de Los Fantasmas.

La Sra. Elgée y la Srta. Denys, en un viaje que hacían a la India, se detuvieron en el Cairo, y a causa de la afluencia de viajeros, se alojaron en un hotel poco concurrido. Una vez instaladas en su habitación, cerraron herméticamente la puerta; colocando para mayor precaución, junto a ella un baúl y un saco de noche. La Sra. Elgée se despertó de repente, teniendo el sentimiento vivo de que alguien la había llamado, y vio en la habitación, a la clara luz de la aurora; un antiguo amigo, el coronel L…, al cual dirigió las siguientes frases: «¡Dios mío! ¿cómo es que os encontráis vos aquí?»

La aparición se aproximó, señalando con el dedo a la Srta. Denys, sentada sobre su cama y mirando de esta forma con intensa expresión de terror. El fantasma sacudió la cabeza y se retiró lentamente, pareciendo hundirse en la puerta. Por la mañana la Sra. Elgée nada dijo a su amiga, pero ésta espontáneamente le habló de la aparición, describiéndola exactamente tal como la había visto la Sra. Elgée.

La aparición era tan clara, que la Sra. Elgée pudo observar tres botones en onix que constantemente llevaba el coronel. Más tarde supo la señora Elgée, que, el día de la aparición, su antiguo amigo había pensado mucho en ella, deseando vivamente consultarla respecto a la aceptación de un puesto que se le ofrecía.

La hipótesis de una alucinación telepática debe descartarse aquí, toda vez que entre el coronel y la Srta. Denys no existía relación alguna. Dicha señorita, que se hallaba despierta a causa de los mosquitos, fue la primera en ver al fantasma. Las declaraciones, de ambos testigos concuerdan, tanto por lo que respecta a la descripción, como por los movimientos del fantasma; fue, por consiguiente, una aparición objetiva.

Señalamos la completa similitud entre el doble y el cuerpo físico, advirtiendo que la distancia en nada influye respecto a la producción del fenómeno. Po lo que acabamos de manifestar, se deduce que puesto que el doble es visible, es prueba que tiene una sustancialidad, una suerte de materia que le permite pasar a través de la materia y en parte librarse de las leyes de la gravitación.

3º La aparición produce una impresión sobre los animales domésticos. ― Como acción probable de un vivo, puedo citar el caso de M. Garling (Phanfasmas, volúmen II, pág. 149). Dicho señor se encontraba de visita en una casa de campo aislada. Durante la noche oyeron sus moradores un fuerte y continuo ruido procedente de la puerta de la fachada, la que parecía temblar y vibrar bajó la acción de violentos golpes. El ruido despertó a los criados, que dormían a 60 pasos de distancia del lugar donde partía el ruido. A todo eso, un perro grande que se encontraba en la puerta de entrada, y otro perro conejera que se hallaba en el interior de la casa, apenas podían ladrar. Este último, realizando una acción contraria a sus hábitos, se esquivó temblando, escondiéndose debajo del sofá. Mister Garling tuvo durante el día la aparición del fantasma de uno de sus amigos que se encontraba gravemente enfermo, quien deseando ardientemente verle, pidió con insistencia que le enviaran un aviso. Aunque el autor del ruido no fue visto, puede creerse que fue el doble del amigo de M. Garling el que notaron los dos perros, demostrándolo por el miedo de que dieran pruebas. Hechos análogos ocurridos en diferentes ocasiones dan validez a semejantes hipótesis. (Wallace, Defense du Moderne Spiritualisme.)

4º Efectos físicos producidos por la aparición. ― El Dr. Britten en su libro Man and his relations, cita el siguiente caso: Un caballero llamado Wilson y habitante en Toronto (Estados Unidos), se durmió en su despacho y soñó que se encontraba en Hamilton, población situada a cuarenta millas inglesas al oeste de Toronto. Hizo su recaudación y se fue a llamar a la puerta de una amiga suya llamada la señora D. Una criada fue a abrirle y le participó que la señora había salido; a pesar de ello el visitante entró, bebió un vaso de agua y se fue, no sin encargar antes a la criada que cumplimentase a la señora. Al despertar el Sr: Wilson se apercibió que había dormido 40 minutos.

Algunos días más tarde una señora llamada G. y que habitaba en Toronto, recibió una carta de la señora D., de Hamilton, en la cual ésta le decía que el Sr. Wilson había estado en su casa, había bebido un vaso de agua y se había marchado sin volver de nuevo, lo cual le había contrariado, pues tenía grandes deseos de verle. El Sr. Wilson, por su parte, afirmaba no haber estado en Hamillton desde hacía un mes; pero pensando en su sueño, rogó a la señora G. que escribiera a la señora D. suplicándole que nada hablara a los criados del incidente ocurrido, a fin de saber sí por azar lo reconocerían. Se dirige a Hamilton en unión de algunos amigos, y se presentó acompañado de ellos en casa de la señora D. Dos criadas reconocieron al Sr. Wilson como a la persona que bebió ― el vaso de agua y dejó recuerdos para la dueña de la casa.

Este ejemplo demuestra un viaje cumplido por el alma durante el sueño, con recuerdo al despertar de los acontecimientos ocurridos durante este desprendimiento. Como se ve, el doble es tan material que puede llamar a una puerta, beber un vaso de agua y ser visto y reconocido por testigos. Es claro que aquí no se trata de telepatía, sino que es una completa bicorporeidad, y la aparición que anda habla y bebe, no puede ser una imagen mental, sino que es una verdadera materialización del alma de un vivo. Experimentalmente se ha llegado a resultados análogos. La Sra. de Morgan logró hacer golpear la puerta de su casa por un sujeto dormido, cuya alma produjo este efecto físico. El Sr. Desmond Fítzgerald (Espiritualist, Tomo I, página 97), cita el caso del magnetizador Lewis el cual envió a su casa al espíritu de una joven a quien dormía por primera vez, y le hizo describir lo que veía y tocar a una de las personas, que en aquel instante se hallaba presente en la casa. Una delegación de concurrentes observó la emoción profunda de que se hallaban presa los habitantes de la casa, pues un fantasma (decían) se les apareció, habiendo tocado a uno de ellos. Para cumplir todos estos actos, precisa que el alma tenga un cuerpo. ¿Es ella quien lo fabrica con un fin determinado? Nosotros no lo creemos así, y diremos por qué.

Si la envoltura etérea acompaña siempre al desprendimiento del alma, es porque ya existe en el cuerpo material. Semejante inducción es confirmada por la afirmación de los sensitivos mucho antes de que se hablara de Espiritismo, la Vidente de Prevost según el Dr. Kerner, declaraba ver en los amputados el miembro fluídico que les faltaba. Davis afirma en su libro La grande armonie, haber visto al alma de una moribunda del modo como abandonaba su cuerpo, escapándose poco a poco de la cabeza y manifestando primeramente la forma de una nube luminosa que gradualmente fue adoptando la apariencia externa e interna del cuerpo físico.

Poseemos asimismo el testimonio de los observadores que han llegado al desdoblamiento, conservando el recuerdo de semejante anormal estado. Tal es el caso de un joven grabador citado por el Dr. Gibier en su libro L'Analyse des Choses (páginas 142 y siguientes). Dicho joven se sentía un cuerpo real, pero que su mano podía atravesar. Éste cuerpo no obraba sobre la materia, aunque la penetraba, y así se explica que tuviera la visión del departamento de su vecino en el cual jamás había penetrado, pudiendo al día siguiente, así que lo visitó, comprobar que no fue un sueño, sino que había visto con la mayor claridad todo cuanto allí había. El asombro que le causó semejante fenómeno, demostró que para nada había intervenido la voluntad en su producción.

Todas las sonámbulas lúcidas contestan y reconocen que después de desprenderse de su envoltura carnal, poseen siempre una forma vaporosa que les individualiza. Debemos advertir que estos sujetos sé hallan en el estado segundo, tal como el joven grabador, y que el yo sonambúlico es el que se da cuenta de tener la forma de su cuerpo. Y no es simplemente la personalidad externa con su conciencia normal, sino que es la individualidad integral quien tiene esta bicorporeidad. Si nos faltaran pruebas, podríamos apelar a los estudios realizados por el Conde de Rachas, Este señor ha puesto en evidencia el proceso de salida del alma, dándole el nombre de exteriorización de la sensibilidad. Ha demostrado que la envoltura del alma se exterioriza por capas concéntricas que irradian alrededor del cuerpo, y que son sensibles, siguiendo determinadas zonas. Cuando el fenómeno es completo, el doble que en este caso encierra la inteligencia y la sensibilidad, es completamente distinto de la parte material, inerte e insensible. En unión del Dr. Barlemond ha obtenido la fotografía simultánea del cuerpo y del doble de Nadard, momentáneamente separados1.

1 Revue Spírite, noviembre 1894.

5º Fotografía de apariciones de vivos. ― Llegamos a la prueba irrefutable de la objetividad del alma. Citaré algunos casos con objeto de demostrar que no son accidentales. Mr. Aksakof (Animisme et Spirit., pág. 78) dice que obtuvo el retrato del médium Hérod y de su doble. En la misma placa se ve al cuerpo dormido, y su doble sosteniéndose en pie, colocado de perfil y con la cabeza un poco inclinada hacia el sujeto. Otro caso de este género cita el juez Cartel en una carta que dirige al Banner of Light; el tercer caso lo refiere M. Glendiuniug. Recordaré asimismo que el capitán Volpi y un experimentador conocido de Mister Stead, han obtenido fotografías de fantasmas vivos. La que se refiere a este último caso fue muy interesante, pues la aparición se dejó cortar un mechón de cabellos y quebró una pantalla para afirmar su realidad (Borderland, Abril 1896, p. 175). El doctor Baraduc relata también las experiencias hechas por los señores Hasdeu e Istrati. La fotografía, del desdoblamiento de este último, operada voluntariamente, se encuentra en la obra L'áme humaine, ses mouvements, ses lumières, pág. 122.)

Estamos muy lejos de aceptar para estos casos la hipótesis telepática, máxime cuando se comprueba científicamente que estando inmovilizado el cuerpo de un médium, se muestra, no obstante, su doble con perfecta independencia. Durante un experimento realizado por William Crookes, Misster Cox ha comprobado que el doble de la señora Fay, médium, fue visto por los concurrentes, mientras su cuerpo físico estaba sujeto a una corriente eléctrica, que al mismo tiempo pasaba por un galvanómetro cuya aguja habría indicado el menor cambio de sitio, si hubiera tenido lugar1.

6º Moldaje de un desdoblamiento. ― El periespíritu es un modelo tan exacto del cuerpo, que reproduce con fidelidad completa todos los detalles. Es un hecho general y absoluto, que el doble es el alter ego del ser vivo. Esta semejanza no es como la de un dibujo más o menos grosero representando el cuerpo vivo, sino que es la copia fiel, exacta, anatómica. No se puede imaginar que el alma produzca voluntariamente este doble, pues sería preciso que poseyera una ciencia perfecta para imitar a la naturaleza. Un comité de investigaciones hizo en 1876 una experiencia decisiva tocante a este punto.

Bajo el título de Dédoublement du corps humain, el Spiritualist de 1876, se expresa así: «El molde en parafina de un pie derecho materializado obtenido en una sesión celebrada en Great Russel Street, 38, con el médium Eglinton, cuyo pie derecho estaba visible durante la experiencia para los observadores colocados fuera del gabinete, se comprobó después de un examen minucioso hecho por el doctor Carter Black, que era la reproducción exacta del pie del médium Eglinton.»

1 Spiritualist, 1875, Tomo I p.151.

Hemos llegado a la prueba absoluta del desdoblamiento del ser humano. Fácil me seria demostrar que la acción extra−corporal del alma se ejerce asimismo intelectualmente por medio de mensajes. Me basta recordar los casos citados por Aksakof, que son los de Solowieff, de Sofía Swoboda, de Tomás Everitt, de Florencia Marryat, etc., y los hechos comunicados por el Juez Admonds, para estar seguros de que ninguna forma de la actividad del alma queda extraña al desdoblamiento.

Me parece, por consiguiente, que he demostrado que durante la vida, tiene el alma una corporeidad invisible, pero real, que reproduce anatómicamente la forma del cuerpo; cuando se exterioriza completamente, puede obrar más allá de los límites de su cuerpo y probar su realidad:

a) Por medio de efectos psíquicos, telepatía y transmisión de impresión a distancia.

b) Por fenómenos telecinésicos, acciones variadas sobre la materia.

c) Por fenómenos telefánicos, objetivación parcial de su sustancialidad, probada por medio de la fotografía. Y d) Por fenómenos teleplásticos, objetivación parcial, y manifestaciones intelectuales.

La teoría espírita que enseña que el alma se halla siempre asociada a cierta sustancialidad, es la única que puede suministrar una explicación sencilla y racional de estos casos. Vamos ahora a demostrar que cuando la separación del alma y del cuerpo es definitiva, en lugar de ser momentánea, los mismos fenómenos son observables, de lo cual vendremos a deducir que el alma después de la muerte conserva, no solamente su individualidad y su personalidad terrestre, sino también la propiedad de organizar la materia.

(Extraído del libro "El alma es inmortal")

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