viernes, 19 de diciembre de 2008

Para vencer hay que vencerse


Aprenderás a amar amando, sin esperar ser amado… Tienes el privilegio de poder colaborar con Dios embelleciendo la vida, mientras tú mismo pasas por el crisol que ha de purificarte quemando todo lo inútil e inservible…
Aprenderás a guardar silencio, mientras tanto, no murmures; escucha la sinfonía interminable de la Naturaleza y habrás conocido algo diferente y novedoso…
Aprenderás a desprenderte de todo lo superfluo y usarás sólo lo necesario como administrador idóneo…
Aprenderás a prestar atención al sufrimiento ajeno y eso te humanizará, sensibilizando tu alma, abriendo espacios para un nuevo amanecer.
Aprenderás a ver en la Naturaleza a una Madre muy querida con la que deberás colaborar para que el pan se multiplique…
Aprenderás a perdonar todas las calumnias, improperios, resentimientos y maldades, convirtiendo a esos desdichados seres en hermanos necesitados de urgentes cuidados…
Aprenderás a respetar las opiniones ajenas, seguro de que todos somos hijos de Dios, con la obligación moral de entendernos…

Aprenderás a desprenderte con alegría de tus posesiones y bienes, seguro de que con ello ayudarás a algunos desafortunados… Aprenderás que todos somos hijos de Dios y miembros de una sola y gran familia y que todo ello implica una gran responsabilidad…
Notarás que muchos enfermos de orgullo, egoísmo, avaricia, etc., viven en penuria espiritual como verdaderos desadaptados e indigentes, y como mendigos de riquezas verdaderas…Y entonces, viendo el panorama sombrío y desolador que presenta
la sociedad, sentirás –por amor– la necesidad de servir a todos sin distinción, para llevar a cada uno la esperanza de la Vida Eterna y la seguridad de los beneficios del Amor Divino, donde nadie es desamparado…
Finalmente llorarás por la emoción de ser útil a la Vida y pertenecer a la Gran Familia que te ama y que espera que sigas amando y sirviendo, como única posibilidad de verdadera regeneración, dando así un sentidos superior a la existencia humana…

(Mensaje psicografiado por el médium Alipio González Hernández en la reunión de Estudio y Práctica de la Mediumnidad, que se celebró en la sede de la Sociedad Espírita “Mensaje Fraternal”, en Caracas, la noche del día 07 de abril de 2008).

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