miércoles, 17 de diciembre de 2008

Conplejidades mediumnicas


A primera vista, el intercambio seguro entre los Espíritus desencarnados y los hombres parece revestirse de mucha simplicidad.

Considerandose que, después de la muerte del cuerpo, el ser se presenta con todos los atributos que le caracterizaban la existencia física, es de creer que el proceso de la comunicación mediúmnica se convierte en natural y rápido, fácil y simple. Como en cualquier procedimiento técnico, sin embargo, le son exigibles varios requisitos, lo que hace que su calidad sea difícil de conseguir, y al mismo tiempo compleja su realización. El proceso de comunicación se da solamente a través de la identificación del Espíritu con el médium, periespíritu a periespíritu, cuyas propiedades de expansión y sensibilidad, entre otras, permiten la captación del pensamiento, de las sensaciones y de las emociones, que se transmiten de una a otra mente a través del vehículo sutil.
El médium es siempre un instrumento pasivo, cuya educación moral y psíquica le concederá recursos habiles para un intercambio correcto. En ese menester, innumerables impedimentos se presentan durante el fenómeno, que solamente el ejercicio prolongado y bien dirigido consigue eliminar.
De entre otros, cabe citar las fijaciones mentales, los conflictos y los hábitos psicológicos del sensitivo que rezuman de su inconsciente, y durante el trance, asumen con vigor los controles de la facultad mediúmnica, dando origen a los acontencimientos anímicos.
En si mismo, el animismo es puente para el mediumnismo, que la práctica del intercambio termina por superar. Aún, vale la pena resaltar que en el fenómeno anímico aparecen también los aspectos de naturaleza mediúmnica, de la misma forma que en los mediúmnicos suceden aquellos de carácter anímico.
Cualquier artista, al expresarse, en la música, siempre dependerá del instrumento que utilice. El sonido provendrá del mecanismo utilizado, aunque el virtuosismo proceda de quién lo accione.
El fenómeno puro y absoluto aún no existe en el mundo orgánico relativo...
Los valores intelectuales y morales del médium tienen preponderancia en la realización de los fenómenos, porque serán sus conocimientos, actuales o pasados, que vestirán las ideas transmitidas por los desencarnados.
De ese modo, la calidad de la comunicación mediúmnica dependerá siempre de los valores evolutivos de su intermediario. No hay dos médiums iguales, como ocurre en otras áreas de las actividades humanas, en las cuales cada persona se presenta con sus propios recursos, señalada por sus particulares características.
Cuando se trata de un médium con excelentes registros y gran fidelidad en el contenido del mensaje recibido, he aquí que nos encontramos con alguien que repite experiencias del pasado, habiendo sido instrumento mediúmnico anteriormente. En la variada gama de la facultades, las conquistas personales almacenadas contribuyen para que el fenómeno ocurra de la forma deseada.
Sea en el campo de las comunicaciones intelectuales, sea en aquellos de naturaleza física, la participación del médium es relevante. Por lo tanto, no será de extrañar que un médium psicógrafo o psicofónico tenga mayor facilidad
para el registro de mensajes de un tipo literario que otro, logrando, por ejemplo, admirables romances y deplorables poemas, bellas pinturas, y malas esculturas, facilidad para expresarse en idiomas aparte del que hoy le es familiar, en razón de experiencias vividas en reencarnaciones anteriores.
También hay médiums con aptitud para recibir Espíritus sufrientes, lo que les debe constituir una bendición, facilitándoles la adquisición de títulos de ennoblecimiento, por la acción caritativa que desempeñan. No obstante, habrá, igualmente, la misma predisposición para sintonizar con las Entidades Nobles, bebiendo de ellas y transmitiendo la inspiración, la sabiduría y la paz.
La idea, el impulso procede siempre del Espíritu desencarnado, sin embargo el revestimiento, la ejecución viene de los conocimientos archivados en el inconsciente del médium.
La luz del sol u otra cualquiera, al ser filtrada por una lámina transparente, reaparecerá en el tono que le es conferido por el filtroEn el fenómeno mediúmnico sucede de la misma forma.


II


Teniendo en cuenta que la facultad es orgánica, los recursos de los medios ejercen gran influencia en el resultado del fenómeno. Considerándolo así, el ejercicio, que educa los impulsos y controla la pasividad, es de capital importancia. A medida que van siendo eliminados los conflictos y fijaciones personales, más transparentes y fieles se darán los mensajes, caracterizando a sus autores por el contenido, estilo, elaboración de la idea y, en las manifestaciones artísticas, por las expresiones de belleza que presentan.
La educación mediúmnica, a semejanza del desarrollo de cualquier aptitud, impone tiempo, paciencia, perseverancia, estudio, interés.
La adopción de cuidados específicos, en la mediumnidad, será compensado por los resultados comprobadores de su legitimidad, como también por las enseñanzas y consuelos recibidos en su aplicación.


III


Desde el punto de vista moral, un individuo puede ser portador de una facultad neutra y llevar una conducta irregular, con un largo historial en razón de su pasado, mientras que otros, moralizados, no poseen las mismas posibilidades, lo que no les debe desanimar. La moral, sin embargo, es exigible, en razón de los mecanismos de sintonía que la conducta proporciona.
Una existencia, caracterizada por la liviandad, por abusos de comportamiento, por actitudes vulgares, atrae a Espíritus igualmente irresponsables, perversos, perturbadores y burlones. La convivencia psíquica con esas mentes y seres, termina por afectar a las facultades mentales del individuo, el cual termina siendo víctima de lamentables procesos de obsesión en su variada gama.
Las comunicaciones serias y nobles solamente tienen lugar por medio de instrumentos dignos y equilibrados.


IV


En su condición de instrumento, y en su postura de pasividad, el médium no puede provocar determinadas comunicaciones, pero sí, crear las condiciones y esperar a que ocurran. Le cabe estar vigilante para atender las llamadas que se originan en el mundo espiritual, haciéndose maleable y fiel portador de la responsabilidad que le corresponde.


V


El fenómeno mediúmnico, para suceder en condiciones correctas, necesita que el organismo del instrumento se encuentre sin altas cargas tóxicas de cualquiera naturaleza, ya que las emociones de forma desordenada, el cansancio, las toxinas resultantes de los excesos alimentarios bloquean los
núcleos de transformación del pensamiento captado en los mensajes, lo que equivale a similares acontecimientos en otras actividades intelectuales, artísticas y comportamentales.
Una actitud física, emocional y mental saludable, es la condición ideal para que el fenómeno mediúmnico suceda con equilibrio y rentabilidad.
Cuando llega, a la violencia, sin la observancia de los requisitos esenciales exigibles, algunos de los cuales aqui mencionados, ya que existen todavía otros y que merecen ser estudiados, estamos ante manifestaciones obsesivas, de episodios mediúmnicos perturbadores, nunca, sin embargo, de fenómenos que se manifiesten bajo las condiciones espíritas para una vivencia mediúmnica
dignificadora.


MANUEL FILOMENO DE MIRANDA
(Página psicografiada por el médium Divaldo P. Franco, el 1-11-93, en el Centro Espírita Camino de Redención
–Salvador –BA.)

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