jueves, 18 de diciembre de 2008

Espiritus en la iglesia Catolica

El secreto guardado desde hace unos 104 años por la Iglesia Católica es desvelado: los Espíritus se comunican en la Iglesia. Esta afirmación proviene del investigador baiano Clóvis Nunes (1). El ha fotografiado y filmado el Museo de las Almas del Purgatorio en Roma, donde están registrados los hechos relativos a la comunicación de los Espíritus.
Todo comienza con el misterioso incendio de un altar en 1897. Los fieles, durante la extinción del fuego, percibieron en las llamas un rostro creado por los residuos del humo sobre el mármol. Lo que es curioso, dice Clóvis, es que no había ningún combustible en el local.

El padre Victor Juet, y otros, concluyeron que la materialización de esta cara, intacta hasta hoy, se debía a un fenómeno paranormal extraño. Con el tiempo, la colección se extendió con piezas de otras iglesias que revelaban que las comunicaciones espirituales eran evidentes y de diferentes épocas. En una entrevista exclusiva, Clovis nos relata su atrevimiento en driblar la seguridad para contarnos estos secretos y hablarnos de sacerdotes que admiten la comunicación con los Espíritus, que han escrito libros y dan conferencias sobre el tema. Clovis completa el tema con una declaración del Papa Juan Pablo II, en el día de finados en la Plaza de San Pedro, delante de más de veinte mil personas : «El diálogo con los muertos no debe ser interrumpido porque, en realidad, la vida no está limitada por los horizontes del mundo».


El museo oculta el misterio

El Museo de las Almas del Purgatorio fue creado por la Iglesia a comienzos del siglo pasado por el padre Victory Juet, quien pertenecía a la Orden del Sagrado Corazón de Jesús, fundada en 1854 con la finalidad de hacer misas y oraciones por las almas sufridoras. El incendio se produjo el 15 de noviembre de 1897, cuando el altar estaba decorado en honor a una fiesta para obtener la construcción de un santuario que hoy es una iglesia.

Victor Juet y los fieles dedujeron que esto debía ser provocado por las almas del purgatorio que pedían oraciones para calmar sus sufrimientos, pues la iglesia estaba siendo construida con este objetivo, además de ser una demostración real de la necesidad de la construcción.

A partir de ahí, el padre, impresionado, informó al Papa y a las autoridades eclesiásticas los acontecimientos, antes de emprender numerosos viajes a los países europeos en búsqueda de testimonios, pruebas, investigando a fin de insertar otras comunicaciones similares.

Después de un cierto tiempo y con lo que había reunido, el padre Victor Juet funda el primer Museo Cristiano del Más Allá de la Tumba, autorizado por el Papa, para legitimar las piezas que registran apariciones de las comunicaciones espirituales entre padres y monjas.

«Hoy el museo tiene una cantidad de piezas reducida, no obstante es el registro de estas apariciones durante años en diversas iglesias de diferentes lugares del mundo», hecho que remarca Clóvis.

Según él, la Iglesia admite, con el museo, la comunicación entre los vivos y los muertos.
«Este lugar es un testimonio de la inmortalidad del alma, de la comunicación con los espíritus, a pesar de que la mayoría de los sacerdotes desconozcan este museo. Él fue instituido por una orden y solo los sacerdotes relacionados a esta orden, el Sagrado Corazón de Jesús, conocían su existencia. Pero si el Papa Pío X autorizó su creación y si el fenómeno se producía en este lugar, es porque desde esa época, la Iglesia admite la comunicación con los muertos.»


El contenido de los mensajes

Según el parapsicólogo, una parte de las comunicaciones emanaban de los sacerdotes que hablaban del mal uso, por ejemplo, de las ofrendas por la misa y después, de conciencia pesada, revelaban donde ellos guardaban el dinero. Otras comunicaciones fueran de monjas que venían a decir a las hermanas que la vida continuaba después de la muerte. Había también espíritus sufrientes que pedían misas para aligerar los dolores y perturbaciones de sus almas.

La Iglesia atribuyó el nombre de Museo de las Almas del Purgatorio después de la muerte de Victor Juet.
El nombre original era Museo Cristiano del Más Allá de la Tumba. Con la creencia del Cielo, del Infierno y del Purgatorio, lugar de sufrimiento temporal, era el nombre que más se adaptaba por las oraciones que las almas pedían.
En 1917, el sacerdote abrió el museo al público cuando la iglesia fue abierta al culto. El museo despertó la curiosidad, suscitó opiniones precipitadas y equivocadas que condujeron a la Iglesia a impedir la visita. Los ignorantes interpretaron las comunicaciones como diabólicas.

Esto perturbó la fe de los fieles y contribuyó a deformar el pensamiento cristiano de la Iglesia. El padre Gino Concetti, director del periódico el Observatorio Romano, informador oficial del Vaticano, recientemente reveló que reconocía la comunicación entre los vivos y los muertos, desde que estas, sean vinculadas a principios éticos dentro de la construcción de valores espirituales de interés de la religión.

Estos no son apenas casos recientes, pero desde el comienzo de la transcomunicación (comunicación con los espíritus por medios electrónicos), la Iglesia asumió una posición favorable sobre la comunicación con el Más Allá.
El Papa Pío XII fue informado de estos contactos.
Hay actualmente muchos sacerdotes involucrados. El suizo,
Léo Schmid, publicó el libro «Cuándo los muertos hablan», con doce mil comunicaciones por voces de espíritus registrados con la ayuda de un grabador.

El padre Karl Pfleger liberado de sus obligaciones hacia la Iglesia para hacer búsquedas, concluyó que las comunicaciones eran una realidad. En Francia, el padre François Brune escribió el libro «Los muertos nos hablan», traducido a once idiomas y vendido en las librerías católicas. En asociación con un investigador de la Universidad de la Sorbona, él escribió el libro «Línea directa con el Más Allá». En Bélgica, Jean Martan escribió el libro «Miles de señales», que resume la evidencia de las comunicaciones y realiza conferencias que prueban estas posibilidades. Son apenas algunos de los ejemplos.


El Espiritismo existe

¿La comunicación entre vivos y muertos existe? El padre Gino Concetti, de viva voz, respondió al periodista del programa de televisión Fantástico: «Yo creo que sí, y me baso sobre un fundamento teológico: todos nosotros formamos en el Cristo un cuerpo místico, del cual Cristo es el soberano. De Él emanan muchas gracias, muchos dones y si nosotros estamos todos unidos, formamos una comunión. Dónde hay comunión, hay comunicación».

El padre Gino Concetti llega más lejos, afirmando que «el Espiritismo existe y hay señales en la Biblia, en las Sagradas Escrituras, en el Antiguo Testamento. Pero esto no es del modo fácil como las personas creen. Nosotros no podemos llamar al Espíritu de Miguel Ángel o de Rafael. Pero como existen pruebas en las Sagradas Escrituras, no se puede negar que existe esta posibilidad de comunicación».

Al admitir la posibilidad del diálogo espiritual, el padre Concetti resalta que tal acto no es un pecado, a partir del momento que se encuentra bajo la inspiración de la fe y que evita la práctica de la idolatría, de la necromancia, de la superstición y del esoterismo. Justifica que no se pueda jugar con «las almas de los difuntos» ni evocarlos para motivos fútiles, para obtener por ejemplo, los números de la lotería . Todo está relatado en la entrevista publicada en el Periódico Ansa, en Italia en noviembre de 1996.


La afirmación del Cristianismo

El parapsicólogo Clóvis Nunes observa que el Museo de las Almas del Purgatorio representa para los cristianos la certeza de la fe en el Más Allá, y analiza: «El misterio del Cristianismo nació de esta comunicación con el Más Allá.
Desde el nacimiento de Cristo anunciado por un Espíritu, hasta la afirmación incluso del Cristianismo que llega a ser solamente sostenible cuándo Jesús resurge entre los muertos al tercer día, a partir de ahí, el Cristianismo llega a ser legítimo y otros fenómenos increíbles, en el paso de la historia, fueron legitimados por la comunicación entre vivos y muertos».
«Otro aspecto importante, prosigue el investigador, fue la conversación de San Pablo en la ruta a Damasco, cuando se encuentra en presencia del Espíritu de Jesús que le pregunta: «Pablo, Pablo, ¿por qué me persigues?». Cristo estaba ya muerto cuándo este contacto tuvo lugar.»

«El museo, dice Clóvis, crea un puente, porque durante siglos hubo una muralla de silencio entre los vivos y los muertos por parte de la Iglesia y ahora fue derrumbado, demostrando que la inmortalidad del alma es la continuidad de la vida y que este silencio que las religiones cristianas han mantenido, incluso hablando de eternidad, no ha creado jamás las condiciones favorables al diálogo con esta eternidad. «El museo muestra que el diálogo fue natural. Ahora, con la revelación del local, los cristianos van a pensar un poco más», prevé.


El Programa mostró todo

En la emisión del programa: Fantástico, de la cadena de televisión Globo, Clóvis mostró, durante quince minutos, imágenes jamás reveladas por un programa de televisión, en el mundo entero.
«Yo creo que hubo muchas otras comunicaciones.
El padre Victor Juet obtuvo más de 240 manifestaciones.
El programa mostró las imágenes y reconstituciones con actores, simulando cómo fue aquella época, a fin de describir las apariciones. La mayoría de las imágenes tiene restos reales de las piezas, inclusive las del incendio, escondidas por puertas de madera, pintadas con una Virgen y dos ángeles. Pero conseguimos filmar», detalla Clóvis.


El acceso a las informaciones

Clóvis Nunes tuvo acceso a las informaciones gracias a dos amigos: un investigador en las ciencias paranormales, Enrique Rodríguez, que le habló por la primera vez del museo. Después de eso, él leyó algunas alusiones hechas sobre este tema en la literatura de la parasicología. Más tarde, un amigo, el padre François Brune, confirmó la existencia del museo diciendo que de paso por Italia, hace seis años, visitó el museo rápidamente.

Relatando el padre Brune:
«Los sacerdotes no dieron ninguna importancia. Esto fue muy pasajero, pero nosotros que investigamos sobre el tema hemos visto que había un tesoro maravilloso concerniente a las comunicaciones con el Más Allá y la certeza de la eternidad».
Fui hasta allá con el proyecto de registrar y de documentar las piezas y solamente ahora esto me fue posible.

Reportaje
Extraído de la Revista Internacional de Espiritismo de enero 2002


No hay comentarios:

Publicar un comentario