miércoles, 17 de diciembre de 2008

Interaccion cerebro y mente


Se ha considerado a la mente como la función superior de la actividad cerebral. Sin embargo, sería un gran error el de la medicina moderna, si estuviera confundiendo la causa con el efecto. En verdad, es posible admitir que la mente es una entidad que comanda al cerebro, expresándose a través del mismo. Esta discusión involucra contiendas científicas y religiosas con respecto a la relación entre la materia y el espíritu.
En el pasado, el cerebro fue considerado como la sede del alma, pero parece que sólo ahora estamos abriendo las puertas de esta frontera entre el cuerpo y la mente. Estamos muy próximos a este punto de unión, y la primera impresión que se tiene, es que no habría un punto de separación entre la materia y la energía tal como los físicos están describiendo actualmente.
En diversas ocasiones, el progreso humano comparó el cerebro con las maquinarias que más maravillaron en cada época... Por eso, el cerebro fue considerado como una usina de máquinas, una caja llena de engranajes o una central telefónica. En la actualidad, la tendencia predominante, y también engañosa, es la de comparar al cerebro con las computadoras. Si es que remotamente hay alguna semejanza entre los mecanismos del funcionamiento de las computadoras y la actividad cerebral, las diferencias que existen son mucho mayores. Sólo para citar una, podemos recordar que, además de la actividad eléctrica, rica en complejos circuitos, las células cerebrales se valen de una transmisión química que le da la tonalidad a sus acciones.


Actualmente estamos extasiados con las potencialidades de nuestro cerebro, aún teniendo en cuenta que no todas son bien comprendidas o exploradas. Entretanto, infinitamente mayores son las adquisiciones acumuladas por nuestro espíritu que por muchas razones son aún menos comprendidas. En el futuro, cuando se penetre más en los secretos de la integración materia-energía, identificaremos con más claridad quién es el conductor que maneja el vehículo.

EL CEREBRO
Aspectos morfológicos macroscópicos
Para poder estar contenido en la caja craneana, el cerebro, al desarrollarse, sufre un proceso de plegamiento que le da un aspecto característico a su superficie. En el inicio de la vida embrionaria, se identifican en la porción cefálica del embrión, vesículas que van sufriendo progresivas transformaciones, formando inicialmente los dos hemisferios, las cavidades ventriculares, los futuros lóbulos cerebrales, el diencéfalo, el mesencéfalo y el rombencéfalo.
En el cerebro adulto encontramos los lóbulos frontales, temporales, parietales y occipitales. Un hemisferio cerebral está ligado a otro por una cinta blanquecina que es el cuerpo calloso. El revestimiento superficial del cerebro, constituye su manto o córtex, que, visto en un corte, presenta una tonalidad gris en la parte externa y más blanquecina hacia adentro. La parte gris, es rica en células nerviosas y la parte blanca está compuesta, principalmente, por las fibras o prolongaciones de las células.
EI plegamiento de la superficie cerebral da origen a la formación de los surcos y de as circunvoluciones cerebrales. Algunas circunvoluciones son más fáciles de identificar, como la circunvolución del ángulo, la hipocampal, el opérculo, la lingual y la del uncus. Cada una de estas circunvoluciones representan áreas que tienen funciones bien definidas, aunque no estén totalmente esclarecidas.
La región frontal, está relacionada con las funciones cognoscitivas, con la motricidad y con la expresión verbal. El lóbulo occipital, con la visión, y el lóbulo temporal con la audición, la memoria y el comportamiento.
Las células de la sustancia gris, pueden ser localizadas también en lugares más profundos, formando los conocidos ganglios básales. Entre ellos, encontramos el tálamo, el núcleo lenticular, el núcleo caudado, el núcleo rojo, el núcleo subtalámico, etc. EI tálamo es quien centraliza y selecciona las recepciones sensitivas, los otros núcleos mencionados se relacionan, predominantemente, con la actividad motora automática.

Aspectos morfológicos microscópicos
EI gran contingente de células del cerebro, está representado por las neuronas y por las células de la glía o células de sustentación.
Sólo en el cerebro, las neuronas sobrepasan los 15 billones de unidades y las células de la glía, los 300 billones.
La forma de la neurona es muy variada, aunque muy característica. Se compone básica mente de un cuerpo celular y de prolongaciones. Las más cortas se laman dendritas, y las más largas, que llegan a medir más de un metro, se llaman axones.
En las extremidades de los axones y de las dendritas, se identifican puntos de contacto, de los que, se valen las neuronas para transferir impulsos de una hada otra. Estos nexos se llaman sinapsis, y el estímulo nervioso que nace en el cuerpo celular, recorre el axón por medio de una despolarización eléctrica, y atraviesa la sinapsis mediante la liberación de sustancias químicas llamadas neurotransmisores, estimulando las neuronas próximas.
Cada axón produce sinapsis con un variado número de neuronas y cada neurona puede interrelacionarse con hasta otras cinco mil neuronas. Se piensa que a evolución del cerebro está directamente relacionada con la multiplicidad de las sinapsis realizadas por sus neuronas.
Las principales células de la glía, tienen a forma de una estrella, de ahí su nombre de astrocitos. Menos frecuentes son los oligodendrodtos y las microglias. Su fundón predominante es la de absorber elementos nutritivos de la corriente sanguínea y transferirlos a las neuronas. La glía, ejerce además el papel de armazón, de sostén de las células nerviosas (neuronas) y posiblemente participa también como células archivadoras de la memoria.
Hay un aspecto muy particular de las neuronas que merece una mención especial. Son las neuronas ubicadas principalmente a nivel del tronco cerebral, en toda su extensión, ocupando una posición interna paramediana que se caracteriza por ser un conglomerado de pequeñas neuronas distribuidas intrincadamente, formando una red conocida como Formación Reticular. Estas neuronas están íntimamente ligadas al mantenimiento de la Conciencia

Aspectos funcionales del cerebro
Actividad Motora: Voluntaria, Automática y Refleja
Nuestros movimientos se procesan a partir del comando cerebral o por inducción refleja provocada por un estímulo sensitivo. En nuestros gestos, podemos identificar una actividad motora voluntaria o piramidal, una automática o extra piramidal y una refleja que se exterioriza a nivel del arco reflejo neurona sensitiva neurona motora. Desde el punto de vista patológico, podemos añadir otro aspecto más de la motricidad, que es el movimiento involuntario, cuyos ejemplos son los temblores y las convulsiones.
EI Movimiento Voluntario se realiza a partir de células de gran tamaño llamadas células piramidales, ubicadas en el área 4, en la circunvolución precentral del lóbulo frontal. Este tipo de movimiento se realiza, teórica mente, con dos neuronas. Una cerebral, que tiene su cuerpo en el córtex motor, y la otra, que recibe el estímulo en el asta anterior de la médula desde donde alcanza al músculo efector del movimiento.

Homúnculo de Penfield
Las neuronas del córtex frontal motor, tienen una distribución constante, en donde encontramos, una representación proporcional a la complejidad de los movimientos que realizamos. De esta manera, las manos tienen una gran área de representación cortical, mucho mayor que toda el área del muslo, que realiza movimientos más groseros y poco elaborados. La representación cortical de los movimientos voluntarios es conocida como homúnculo de Penfield.
Los movimientos voluntarios son siempre intencionales y los que inician toda nuestra actividad motora. Si insistimos en comandar todos los pasos de nuestros gestos motores, vamos a percibir que los movimientos voluntarios nos producen fácilmente cansancio. Por eso, después de haber iniciado los movimientos con un propósito determinado, tendemos a automatizarlos para no extenuar nuestras fuerzas. En una crisis convulsiva focal motora, en la que hay una prolongada excitación de las neuronas motoras del córtex, es muy común observar después de la crisis, una parálisis, por "extenuación" de la actividad neuronal.
EI mayor contingente de células piramidales (75%) está relacionado con la actividad motora del hemicuerpo contra lateral. Así, las células del córtex frontal izquierdo mueven el hemicuerpo derecho. EI lugar de entrecruzamiento de las fibras está situado en el bulbo, en la llamada decuzación de las pirámides.
Los Movimientos Automáticos se procesan por acción de las áreas motoras complementarias del córtex frontal, llamadas áreas premotoras y, principalmente, a través de la actividad de las neuronas que tienen conexiones con los ganglios básales.
Como ya dijimos, nosotros iniciamos los movimientos intencionalmente bajo el comando voluntario partiendo del área piramidal e, inmediatamente, el sistema extra piramidal le da secuencia a la sucesión de gestos que prolongan la actividad motora. De esta manera, para caminar o masticar, empezamos el movimiento voluntariamente (córtex frontal motor) e inmediatamente, automatizamos la marcha o la masticación con el sistema extra piramidal (ganglios básales).
En el desarrollo de nuestra actividad extrapiramidal, recorremos diversas etapas para perfeccionar la actividad motora. Desde el niño al adulto, identificamos los reflejos arcaicos, los automatismos primarios y los automatismos complejos. EI niño recién nacido persigue con la boca cualquier objeto que estimule sus labios, realizando este gesto reflejo con mayor o menor voracidad. El niño de tres meses da pasos automáticamente como si fuese a caminar, haciendo esta actividad sin ningún control voluntario. EI adulto desarrolla una serie de actividades motoras que automatiza con el entrenamiento, dejando de tener un control comandado exclusivamente por la voluntad. Así, el pianista, el dactilógrafo, el nadador, el conductor de un vehículo, realizan sus respectivas actividades superada la etapa de aprendizaje, totalmente coordinadas por el sistema extrapiramidal (automáticamente).
En la vida diaria, hacemos continuamente una serie de gestos automáticos que caracterizan nuestra postura. AI sentamos en una silla, al ofrecer un objeto a alguien, al saludar, al encender un cigarrillo, al gesticular para exponer mejor una idea, estamos enriqueciendo nuestra actividad motora voluntaria con una performance de gestos automáticos extrapiramidales. (…)
EI Parkinsoniano, tiene una cara marmórea, sin expresión, no hace mímica con Ia cara al hablar, está "inmóvil", "frío”, su mirada es fija y distante y no sonríe. AI sentarse o al caminar, lo hace como un bloque sólido, no articulado, titubea al comenzar a dar los pasos iniciales para caminar y, frecuentemente, sale casi corriendo después de los primeros pasos. Cuando están quietas, sus manos presentan un temblor rítmico, como si envolviese una bolita o contase dinero.
Hay otras dolencias extrapiramidales que producen perturbaciones del tonus muscular y aparición de diversos movimientos involuntarios anormales que ahora no vamos a tratar.
La Actividad Motora Refleja, es provocada por estímulos sensitivos que desencadenan una respuesta motora, como por ejemplo, el reflejo óculo-cefálico que consiste en girar la cabeza y los ojos cuando oímos un estampido o vemos una luz que ilumina súbitamente, con gran intensidad. La Actividad Refleja clásica, y más común del sistema nervioso, es la que se produce a nivel de las interacciones medulares, tema sobre el que no vamos a profundizar.
AI hablar sobre los movimientos voluntarios, dejamos de describir algunas de sus características por estar ligadas a la acción de una estructura situada detrás del cerebro, llamada cerebelo. Sus células se conectan con el núcleo rojo, con el tálamo y con el córtex frontal. EI cerebelo coordina el movimiento voluntario. EI gesto motor se torna más uniforme, más armonioso, más preciso, porque el cerebelo regula la energía del movimiento, encuentra la dirección del "blanco y estabiliza el sentido del movimiento. La calidad de nuestra escritura, la delicadeza de nuestro gesto, la precisión de nuestra habilidad artesanal, la perfección de nuestro dibujo, la gracia de nuestro andar, son ejemplos de la actividad motora controlada por el cerebelo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario